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Shireen estaba bañandose en el río, solo cubierta por un vestido de tela traslúcida. Su melena larga y oscura caía mojada por sobre sus hombros y espalda. Así mismo, su piel morena era iluminada perfectamente por los rayos de sol que se colaban entre los grandes árboles del bosque.
El cielo azul estaba perfectamente despejado y una que otra avecilla cantaba por allí alegremente. El momento y el lugar le entregaban ese aire de paz que necesitaba, despúes de una noche donde su mente no la dejó descansar.
─¿Enserio prefieres quedarte ahí sentada que venir a disfrutar del agua?─preguntó Shireen mientras se acercaba a Soo-ah quién estaba sentaba sobre una gran roca en la orilla.
─Ya sabes lo que pienso sobre escapar del palacio cada que te venga en gana─respondió preocupada.
Shireen decidió ignorarla y le dio la espalda sumergiendose completamente en el agua.
─Shireen, estoy hablando enserio ─refutó Soo-ah afligida─. Mañana será la coronación de tu padre y dentro de un par de días te casarás con mi hermano ¡Como puedes estar tan tranquila!
Soo-ah frunció el ceño al no obtener respuesta, ni notar movimiento en el agua.
─¿Shireen?
Miró por todo el río por si aparecía. Esperó unos segundos más, pero al no notar nada, se asustó.
─¡¿Shireen?!
Se levantó de golpe preocupada al pensar que podría estar en peligro bajo el agua, hasta que sintió que alguien la jaló de las piernas lanzandola al río.
Era Shireen jugándole una broma.
─¿¡Shireen!? ─gritó molesta Soo-Ah luego de salir a la superficie mientras escuchaba la risita burlona de su prima─. ¿Estás loca? ¿Quieres morir?─amenazó la dulce Soo-ah alzando su puño en el aire sin dejar de sollozar.
Shireen se quedó en silencio por unos segundos.
─Lo lamento Soo-ah, no volveré a asustarte así nuevamente. Lo juro─prometió arrepentida.
─Si vuelves a asustarme así voy a matarte con mis propias manos, y si mueres por hacerme un broma como esta, buscaré la forma de revivirte y te mataré yo misma.
Soo-ah parecía muy molesta por la broma de Shireen. Sin embargo, a la extranjera le parecía muy gracioso y tierno su comportamiento. No había duda que Soo-ah era su más grande amiga junto a Taehyung, y eran los únicos por los que daría la vida a parte de sus padres.
Shireen le salpicó un poco de agua a su amiga para apaciguar el momento, y Soo-ah hizo lo propio uniéndose a ella entre risas y gritos en el agua.
Una vez se encaminaron por el tranquilo sendero del bosque, Soo-ah habló.
─¿Taehyung... Ya sabe que te casarás con Yoongi?
Shireen soltó un suspiro con desdén mientras se acomodaba el sombrero sobre la cabeza.
─No lo sé, pero la noticia se expandió cuál plaga esta mañana─contestó molesta─. Seguro fue tu hermano quién abrió la boca
Soo-ah comenzó a reír.
─¿De que te ríes? No es gracioso. Tu hermano debería pagar por esparcir ese rumor
─Pero no es un rumor Shireen. Es muy real.
La morena bufó cruzándose de brazos.
─¿Como crees que lo tomará Taehyung?
─¿Porque me sigues hablando de Taehyung?─la observó molesta.
─Porque se que te gusta Shireen. Ya deja de negarlo, sientes más que una amistad por él─Soo-ah la observó con una sonrisa ladina.
─¿Y eso que importa?─la morena suspiró mirando al frente─. Si así fuera, eso no impedirá que me mi matrimonio con tu hermano se lleve a cabo.
Shireen sintió su corazón romperse al reconocer aquello. Toda la noche había pensado en eso. En como le diría a Taehyung que tendría que casarse con Min Yoongi y en como eso le afectaba tanto, debido a sus sentimientos por él.
Sintió un nudo en la garganta y evitó con todas sus fuerzas estallar en llanto frente a su prima.
Soo-ah la observó apenada.
─Lamentablemente como Princesas no tenemos ni voz ni voto en nuestras relaciones amorosas─ella suspiró y sonrió levemente─. Aunque, abrir nuestros corazones para decir lo que sentimos y pensamos, quizás y tan solo quizás, con un poquito de suerte, las cosas podrían cambiar...
Shireen frunció el ceño y la observó. Entonces entonces su estómago gruñó.
─Dejemos de hablar de Taehyung y vamos por algo de comer ¿si?, muero de hambre.
─¿No comiste?
─No salí de mi habitación en todo el día por todo lo que está pasando ¿y tú crees que iba a ser capaz de ingerir un gramo de arroz?─se excusó haciendo un puchero.
Soo-ah comenzó a reír y ambas siguieron su camino por el sendero discutiendo a donde irían a comer.
Kang Da-Eun estaba viendo el atardecer mientras lloraba en una de las terrazas del palacio que tenía una de las vistas más privilegiadas del lugar.
Había derramado el té al suelo y había espantado a las sirvientas.
─¿Que es lo que ocurre hija mía?─preguntó su padre detrás de ella apenas apareció en el lugar.
La muchacha volteó a verlo con el rostro empapado de lágrimas.
─¿Ya escuchaste la noticia? Sobre la Princesa Shireen y el Príncipe Min Yoongi.
Su padre asintió pero aún seguía sin entender su lamentable comportamiento. Entonces, Da-Eun confesó a su Padre, su amor por el Príncipe y el odio que le tenía a Shireen.
Ella, se arrodilló frente a aquel anciano sintiendose totalmente derrotada como si hubiera perdido la guerra contra un enemigo implacable. Destrozada, tal como la taza de té que había tirado anteriormente al suelo producto de la rabia.
─Si tan solo pudiera deshacerme de ella Padre, creeme que lo haría. La odio, odio que sea una Princesa, odio que el Príncipe esté enamorado de ella, la odio, la odio desde que llegó al palacio ¡La odio tanto que quisiera verla muerta!─dijo la joven entre lágrimas y la ira carcomiendole la razón.
Su Padre la observó con atención mientras la escuchaba y ella alzó la mirada para observarlo fijamente.
─Perdoname por mis palabras Padre, pero esto que siento, no podía retenerlo por más tiempo en mi corazón. Asumiré cualquier castigo...
El anciano soltó un suspiro y comenzó a reír a carcajadas, causando la confusión de su hija quién pensó que estaba burlándose de sus sentimientos.
─Hija mía, ya no llores─ordenó él mirando a su primogénita─. Pronto, cambiarán las reglas en este lugar. Todos quiénes nos han menospreciado, serán castigados.
Kang Beom-Su se arrodilló ante su hija y le levantó el mentón para que lo observara fijamente a los ojos.
─Ten paciencia hija mía. Pronto te convertiré en la mujer más poderosa de todo Joseon, obtendrás todo lo que anhelas y nadie, absolutamente nadie, osará de humillarte─sentenció el anciano sonriendo ampliamente.
Kang Da-Eun frunció el ceño sorprendida por lo que estaba escuchando de su Padre. No sabía a que se refería él, pero sonaba extremadamente emocionante y abrumador al mismo tiempo.
Cuando Shireen y Soo-ah volvieron del mercado, vieron a todo el mundo ocupado con la coronación para el día siguiente.
Shireen se estrezó de solo ver a las sirvientas, eunucos y soldados corriendo de aquí para allá, soltando murmullos y miradas quisquillosas, ante su presencia.
─¿De nuevo salieron del palacio?─dijo una voz grave detrás de ellas. Cuando voltearon vieron al Rey heredero junto a sus eunucos, sirvientas y dos de sus más fieles soldados, entre ellos Kim Taehyung.
Ambas chicas voltearon e hicieron una reverencia mientras Shireen esperaba que la tierra la tragara ahí mismo cuando vió a su padre y a su mejor amigo.
─¡Shireen me obligó su majestad! ─se excusó rápidamente Soo-ah dejando boquieabierta a su prima por tamaña traición.
Shireen bajó la mirada esperando un regaño de su Padre.
La risa estruendosa del pronto coronado Rey apaciguó la tensión, y entonces Shireen chocó con los marrones ojos de Taehyung quién la observaba con tanta fríaldad que pareció ver la decepción asomarse en su rostro, algo que le dolió en el alma.
─Me recuerdan a mis años de juventud
─¿También salía a escondidas del palacio?─preguntó Soo-ah sorprendida.
─Por supuesto─sonrió mirando a la chica, fue entonces que él se dió cuenta de que Taehyung veía fijamente a su hija─. ¿Que ocurre entre ustedes dos?
Para Shireen, la sola pregunta fue como un balde de agua fría recorriendo su espina dorsal. No quería explicarle a su Padre lo que sentía y el por que, probablemente Taehyung parecía molesto con ella.
Ninguno habló y Taehyung desvió la mirada.
─Es porque combatieron ayer─respondió Soo-ah al rescate─. Shireen le ganó
─¿Es eso cierto Taehyung? ─preguntó mirando a su soldado.
Taehyung asintió bajando la mirada y el mayor comenzó a reír. Soo-ah se le unió al instante, incomodando más la situación.
Su padre suspiró y entonces observó a su hija con una sonrisa.
─Shireen, me alegro que disfrutes tu juventud y que no te límites por ser una Princesa, pero muy pronto te convertiras en esposa de Min Yoongi, así que, es momento que aprendas a alejarte de aquellas cosas que puedan lastimarte─las palabras de su Padre eran la sal que tiraban a sus heridas─. Además, tu madre me pidió que no salieras más del palacio si no es con un guardia Real al menos. Así que pensé que Taehyung podría acompañarte la próxima vez que salgas. Solo tienes que acudir a él ¿De acuerdo?
Soo-ah sintió la tensión y bajó la mirada sin saber que hacer o decir. Solo asintió moviendo la cabeza.
─Se viene una semana ajetreada. Especialmente para mi hermosa hija─el hombre de capucha roja volvió a sonreír─. Cuanto haz crecido mi pequeña...
Su padre le acarició la mejilla y Shireen sintió un nudo en su garganta a punto de explotar.
"...abrir nuestros corazones para decir lo que sentimos y pensamos, quizás y tan solo quizás, con un poquito de suerte, las cosas podrían cambiar"
Las palabras anteriormente dichas por su prima resonaron en su mente y entonces un deje de esperanza se alzó cual montaña en su corazón.
─Padre, ¿Puedo hablar contigo?
─Lamentablemente este momento no puedo, debo encargarme de un par de asuntos que dejó tu abuelo antes de morir y con la coronación de mañana, estoy algo bastante ocupado─su padre frunció el ceño ladeando un poco su cabeza─. ¿Es algo urgente? ¿Ocurre algo?
Shireen soltó un profundo suspiro y toda la esperanza se vino abajo de nuevo, a la vez que sentía la fuerte mirada de Taehyung sobre ella.
─No es nada padre, solo... quería pasar un tiempo contigo─mintió bajando la mirada.
─Podemos conversar mañana antes de la coronación ¿te parece?─susurró acercandose a su hija para besarle la frente─. Sea lo que sea que te esté acomplejando, ya pasará...
Los ojos cristalizados de Shireen y la mirada afligida y triste, la habían delatado sin darse cuenta.
Ella asintió.
─Su majestad, si nos disculpa, debemos ir a cambiarnos, tenemos una cita con la Reina para tomar el té─nuevamente Soo-ah fue al rescate de su amiga.
El mayor sonrió y les dio permiso para que se retiraran. Ambas chicas se alejaron rápidamente de ahí, mientras Shireen solo esperaba morir en ese preciso instante.
Shireen no podía dormir. No dejaba de pensar en como Taehyung la había observado tan fríamente durante la tarde cuando se habían encontrado con su padre, y aquello se hacia más tormentoso al recordar que la noche anterior, habían quedado en verse en el estanque de agua a medianoche.
No quería perder a Taehyung, necesitada explicarle su versión de los hechos.
Necesitaba aclarar sus sentimientos.
Necesitaba a Taehyung.
─¡Aish!─se sentó sobre el suelo y se golpeó la mejilla─. ¡Reacciona Shireen! ¡Deja de pensar en eso! Él solo es tu amigo. Taehyung jamás te miraría con otros ojos. Cualquier cosa que quiera decirme esta noche, seguro no tiene nada que ver a lo que estoy pensando...
Se dijo así misma intentando convencerse de aquello, fallando en el proceso.
─¡Soy una estúpida! ¡Soy una estúpida! ─se revolvió el cabello y comenzó a lamentarse una y otra vez dando patadas y vueltas sobre el suelo como una loca.
Bufó y se quedó observando hacia la ventana que le daba el brillo de la luna e iluminaba toda la habitación.
─Si tengo suerte, mañana podré hablar con mi padre y si logra entender como me siento, quizás el matrimonio no se lleve a cabo... pero y si ¿no lo hace? ¡Ay, que voy a hacer!
Volvió a lamentarse.
De pronto, se escuchó un estruendo al interior del palacio y toda preocupación por Taehyung se esfumó.
Shireen se detuvo enseguida observando hacia la puerta de su habitación. Luego, sintió pasos rápidos y lamentos por el pasillo.
─¿Eunuco Lee?─llamó esperando la respuesta del susodicho.
Nadie contestó.
─¿Señora Jeon Sun-Hee?
Un grito aterrador hizo eco por todo el pasillo lo que la espantó enseguida.
Shireen se levantó sigilosamente. Con cada paso que daba, su corazón latía cada vez más rápido y fuerte debido a la tensión y la insertidumbre sobre lo que estaba sucediendo.
Al abrir la puerta, observó a su alrededor para saber que sucedía. Sin embargo, no vió nada ni nadie en el pasillo, algo que le pareció bastante extraño, puesto que los soldados siempre debían resguardar sus aposentos, al igual que los eunucos y sirvientas, que al menos no se retiraban de la entrada hasta que ella se quedara completamente dormida.
Decidió ir a investigar por su propia cuenta y ver que era lo que estaba sucendiendo.
Mientras se acercaba al pasillo principal, escuchó un ruido de espadas chocar, vio humo salir no muy lejos de allí, escuchó gritos desesperados cada vez más audibles suplicando por sus vidas, y así mismo pisadas fuertes y rápidas por aquí y por allá acrecentandose cada vez más a medida que se acercaba.
Su corazón comenzó a acelerarse y su cuerpo a ser presa del miedo.
Algo andaba mal, lo presentía.
Con cautela, se asomó por el umbral que daba hacia el patio y cayó al suelo luego de tropezar con el cuerpo inerte del eunuco Lee. Tardó en reaccionar ante aquello, pero al ver el charco de sangre y sus manos mancharse de aquel tinte rojo, retrocedió asustada dando un grito en el acto.
Fue entonces cuando vio la masacre ante sus ojos. Los soldados estaban matandose entre sí, otros asesinando a las sirvientas, concubinas de su padre, sus hijos, y eunucos de su familia.
Los ojos de Shireen se cristalizaron enseguida y levantándose torpemente mientras intentaba desesperadamente quitarse la sangre de las manos limpiandose con la ropa, comenzó a correr en dirección opuesta entre las personas que corrían escapando por su vida.
─¡Padre!─gritó sollozando mientras tomaba una espada del suelo que pertenecía a un soldado de la Guardia Real que pudo reconocer al instante, apenas vió su cuerpo inerte sobre el suelo.
Sin importarle nada, Shireen comenzó a atacar a todo aquel que se interpusiera en su camino, notando a su vez que su biblioteca era la que estaba siendo quemada.
─Mis libros...─susurró para sí misma antes de ser atacada por un soldado que por poco y la hiere de gravedad, de no haber sido por su rápida acción al apuñalarlo con aquella espada.
─¡Madre!─rápidamente se abrió paso entre las víctimas que corrían y gritaban, entre espadas, flechas, llamas y charcos de sagre.
Al llegar a los aposentos de sus padres resbaló con un gran charco de sangre en el pasillo y los cuerpos sin vida de soldados y sirvientas en el suelo.
Rápidamente se levantó y al entrar vió a su padre batallando con otros soldados que intentaban atacarlo, mientras dos soldados intentaban protegerlo y a su costado, su madre -la Reina-, herida y cubierta de sangre, intentaba a duras penas, mantenerse en pie moviendo una espada torpemente.
─¡Saquen a Shireen de aquí! ¡Llevensela!─gritó el Rey a sus fieles soldados mientras luchaba con dos hombres al mismo tiempo.
Shireen fue a proteger a su Madre de inmediato sin importar las órdenes del Rey. Sin embargo, su habilidades con la espada parecían estar obsoletas en ese momento, puesto que en un abrir y cerrar de ojos ella cayó al suelo luego de que una de las espadas del enemigo, hiriera profundamente su hombro.
Aquel soldado se acercó a la joven con la intención de acabar con ella, pero la espada terminó clavada en el estómago de la Reina quién se interpuso para protegerla del ataque.
─¡Madre!─el grito ensordecedor de Shireen puso a todos en alerta mientras ella lloraba sosteniendo en sus brazos a su madre.
Taehyung llegó al lugar luego de buscar incansablemente a Shireen por todos lados, por lo que apenas la divisó en la habitación la preocupación abandonó su cuerpo. Sin titubear un segundo más, se unió a la pelea en contra quienes querían herir a la familia Real, empezando por cortar el cuello del atacante de la Reina.
─¡Te sacaré de aquí Shireen! ¡Levantate!─ordenó Taehyung combatiendo con los enemigos.
─¡Mamá! Mamá estarás bien, lo prometo─aseguró entre lágrimas la Princesa acariciándole las mejillas─. ¡Que hacen! ¡Llamen al médico real de inmediato!
─¡Obedece a Taehyung!─gritó su padre atacando a sus enemigos─. ¡No hay mucho tiempo!
La Princesa estaba desesperada mientras observaba a su alrededor como cuerpos y más cuerpos yacían en el suelo cubiertos de sangre.
─Shireen... Princesa Cho Shireen. Hija mía. Vete de aquí─ordenó la Reina con dificultad para hablar y respirar al mismo tiempo─. Corre, salva tu vida...
─¡No me iré sin ti Madre!─negó con la cabeza sin parar de llorar tomándole la mano y apretándola con fuerza─. Que esta pasando Mamá...
─Prometeme algo princesa...
La Reina tosió y un hilo de sangre comenzó a salir de su boca.
─Prometeme que jamás, bajo ninguna circustancia volverás al palacio... Jamás.
─Mamá ya no hables...
El enemigo en aquella habitación pronto pereció.
El Rey muy malherido se acercó a ellas y sostuvo la mano de su amada y la de su hija mientras su corazón se partía en dos.
─¡Prometemelo!─alzó la voz la soberana reuniendo las pocas fuerzas que le quedaban
Shireen no tuvo más remedio que aceptar.
─Lo prometo mamá...
─Ahora vete... pronto vendrán más soldados, huye y salva tu vida.
─No Madre, no puedo hacerlo sin ti, sin ninguno de los dos. No puedo ¿A donde iré?
─Lejos de aquí... Muy lejos─contestó mientras evitaba unirse al llanto de su hija─ ¡Es la orden de tu Reina, Princesa!
El Rey besó la frente de su hija y trató de reconfortarla, mientras poco a poco la Reina cerraba sus ojos falleciendo finalmente al escuchar su último suspiro.
─¡Madre!─gritó Shireen sintiendo el dolor clavarse en su pecho peor que una espada atravesando su corazón─. ¡Mamá!
En la habitación solo se pudo escuchar el llanto desgarrador de la joven que había perdido a su Madre y se aferraba a su cuerpo inerte.
─Taehyung... ─el Rey besó el dorso de la mano de su ahora fallecida esposa y soltando un par de lágrimas habló con autoridad─. Esta es mi última orden: Pongo la vida de mi hija en tus manos, protegela a como de lugar.
─Entregaré mi vida en ello si es necesario. ¡Le doy mi palabra majestad!─Taehyung con los ojos llorosos, inclinó la cabeza accediendo a su petición.
─Ahora sacala de aquí...
─¡Padre no! ¡Espera!
Taehyung levantó a Shireen del suelo y tomándola de la mano la obligó a caminar casi a rastras hacia la puerta de la habitación donde Shireen, se aferró con fuerza para observar a sus padres por última vez.
─Papá... Mamá─susurró apenas audible mientras lloraba.
─Te amo hija mía, salvate porfavor─contestó su padre armandose de valor para volver a la batalla, mientras su corazón al ver partir a su hija y morir a su esposa y su gente, se destruía con cada lágrima.
Los soldados enemigos se acercaron por el pasillo y apenas vieron a la Princesa junto a Taehyung aceleraron el paso para ir tras ellos. Sin embargo el Rey y los dos fieles soldados que quedaban a su lado, los detuvieron dándole tiempo de escapar, hasta que el Rey fue finalmente asesinado.
Taehyung ayudó a Shireen a subirse a su caballo, donde cabalgaron a toda velocidad por el pueblo hacia el bosque sin detenerse en ningún momento hasta el amanecer.
Cuando los primeros rayos de sol comenzaban a aparecer, Taehyung se detuvó, y al bajar del caballo ayudó a Shireen a bajar también.
El rostro de la Princesa estaba empapado en lágrimas, rompiendo el corazón de Taehyung en mil pedazos.
─Estás herida... ─dijo viendo el brazo de la chica para luego rasgar un pedazo de tela de su ropa y utilizarla como vendaje alrededor de este─. "Al príncipio dolerá, pero con tiempo estarás mejor"
Shireen alzó la mirada al reconocer las plabras que él había dicho.
─Eso es lo que dijiste la primera vez que nos conocimos y aunque no lo creas, gracias a eso he podido sobrevivir a cada batalla a la que me he enfrentado─Taehyung acarició la mejilla de la chica y soltando un suspiro, esbozó una sonrisa.
Shireen negó con la cabeza mientras lloraba mirándolo fijamente a los ojos.
─¿Que está sucediendo Taehyung? Mis padres...
─Eso no importa ahora Princesa, lo importante ahora es que tú estes a salvo─él le limpió las lágrimas y trató de reconfortarla con un fuerte abrazo─. Distraeré a los soldados, ponte esta ropa, luego corre en esa dirección y no te detengas, escondete y esperame... Volveré contigo antes del anochecer y nos iremos juntos de aquí. Lo prometo.
Ella asintió tomando el saco donde había ropa de hombre.
Ambos se separaron y entonces él volteó para subirse a su caballo pero se detuvo, y sin dudar más, volvió donde la Princesa y estampó sus labios contra los de ella en un hermoso y apasionado beso que tomó por sorpresa a Shireen pero que sin reproches, correspondió.
Taehyung acarició las frías mejillas del pequeño rostro de la muchacha y se separó por falta de aire.
─Solo para demostrarte que volveré a ti, nos casaremos y tendremos hermosos hijos─sentenció él con una sonrisa─. Te amo Shireen, eso quería decirte esta noche en estanque de agua. Te amo desde el primer día en el que te conocí.
Shireen se quedó un tanto sorprendida por su confesión. Quizás en otro momento, ella se hubiera emocionado e ilusionado con la idea y le hubiera confesado también sus sentimientos por él. Quizás y tan solo quizás, ambos hubieran sido felices en el palacio.
Sus sentimientos ahora mismo eran confusos, y no podía dejar de pensar en sus padres, en sus sirvientas, en las personas muertas que vió, en el eunuco Lee.
─Entonces vuelve y cumple tu promesa.
Ella solo derramó más lágrimas y Taehyung hizo una reverencia ante ella, sintiendose igual de destrozado que su amada, por tan irreparables acontecimientos.
─Volveré a ti Princesa, es una promesa ─admitió Taehyung subiéndose al caballo, mirando por última vez a su amada para luego irse a toda prisa por el sendero contrario del bosque.
Shireen se escondió detrás de unos arbustos, se cambió de ropa rápidamente y luego comenzó a correr sin parar, mientras en su mente, las escenas de sus padres muriendo a manos de enemigos la atormentaban.
Taehyung divisó a los soldados enemigos, pero grande fue su sorpresa cuando vió a su padre y al Príncipe Min Do-Hyun comandando el ejército que era anteriormente del padre de Shireen.
─La princesa escapó a pie en aquella dirección─dijo un soldado acercándose a caballo al Príncipe, trayendo en sus manos, el vestido blanco de dormir de Shireen.
Taehyung sintió la urgencia de ir por ella debido a la amenaza del peligro inminente ahora que sacaba sus propias conclusiones, cuando sin previo aviso un gran golpe en su cabeza lo hizo caer al suelo, desmayandose en el acto.
Shireen se detuvo para tomar un poco de aire, estaba agotada, débil y con mucha sed. Su cuerpo dolía, su cabeza dolía, se sentía mareada, el sudor recorría su sien y la sangre de su profunda herida en el brazo ya había traspasado la tela. Solo esperaba poder seguir un poco más antes que los soldados pudieran encontrarla.
De pronto, un silbido la puso en alerta haciéndose hábilmente a un lado enseguida. Entonces, una flecha se quedó incrustada en un árbol frente a ella.
─¡Allá está! ¡Atrapen a la traidora!
Shireen volteó a ver y su corazón volvió a palpitar con rápidez pero esta vez no por el cansacio, si no por el miedo.
Comenzó a correr a toda prisa entre los árboles y arbustos del bosque mientras intentaba torpemente, detener con su mano, la hemorragia de la herida en su brazo que estaba dejando un rastro de sangre en el suelo.
Los soldados la siguieron enseguida disparando sus flechas y otros con espadas en mano esperando el turno de poder usarlas.
La Princesa lograba esquivar las flechas mientras corría, pero más de una rozó su pierna. De pronto, se detuvo frente a un acantilado en el que por poco cae y entonces volteando a ver a los soldados quiénes comenzaban a rodearla apuntándole con sus armas, vió el final inminente de su existencia.
De entre los soldados, pudo reconocer a su Tío Min Do-Hyun y al General del Ejército del su difunto Padre.
Hubo un momento de silencio entre los involucrados, donde solo se pudo escuchar el sollozo de Shireen.
─Fuiste tú....─concluyó sorprendida.
─Soy el nuevo Rey de está nación, dirigete a mí como tal─contestó fríamente su Tío.
Lo poco y nada que había restaurado Taehyung de su corazón hecho trizas con su confesión de amor, lo había vuelto cenizas su Tío en tan solo un segundo.
Aunque nunca había sido tan cercano a él, lo apreciaba mucho porque era el Padre de su mejor amiga y hermano de quién la había adoptado.
─¿Tanto anhelabas el trono? ─la Princesa lo miró fijamente dándose por vencida mientras estallaba en llanto totalmente decepcionada─. ¡Como pudiste hacerle esto a tu familia! ¡El único traidor eres tú! ¡Eres un asesino! ¡Asesin...
Una fecha se incrustó en su pecho y luego otra en sus costillas y la última en su brazo herido, ocacionando que Shireen perdiera el equilibrio al borde del precipicio, cayendo finalmente al vacio.
─¡¡Shireen!!─gritó Taehyung apareciendo entre los soldados junto a Min Yoongi quién ayudó a detener a los soldados que lo habían atacado anteriormente─. ¡¡Shireen!!
Taehyung se arrodilló al borde del acantilado y comenzó a llorar y a gritar el nombre de su amada desconsoladamente mientras Yoongi se quedaba inmóvil, con los ojos cristalizados y llenos de furia ante lo que sus ojos habían visto.
Min Do-Hyun observó al General quién había sido el culpable de disparar las flechas y por un momento sintió su corazón de piedra removerse ante tal catástrofe.
Hubo un silencio incómodo, roto solo por el llanto y el grito desesperado de Taehyung y Yoongi quién se le unió al último.
─Busquen su cuerpo─ordenó el nuevo Rey un tanto conmocionado─. Y... preparen los funerales de toda su familia y de sus fieles sirvientes.
El ahora Rey, dio la vuelta en su caballo y se fue de ahí, siendo seguido por sus soldados. El General del Ejército observó a su hijo en silencio y fue trás Min Do-hyun.
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