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. 𝟎𝟎𝟕

Soobin miró con ojos entrecerrados a su testarudo amigo, sentía que algo diferente había en él desde hace dos días que regresó después de su celo, lo sentía nervioso y algo tenso, como si ocultara un secreto o algo por el estilo.

―Hyung, me está poniendo nervioso ― Murmuro Choi Beomgyu, su sospechoso amigo Alfa antes mencionado, Soobin alzó una de sus cejas con ironía.

―¿Más nervioso de lo que ya estás? ― Preguntó dedicándole una mirada burlona que buscaba intimidar al más joven, Beomgyu tragó.

―No sé de qué hablas ― Respondió como si nada, más la tensión de sus hombros delataban lo contrario.

Taehyung y Jungkook simplemente observaban la escena en silencio, admirando como Soobin parecía ser un cazador que acechaba a su presa para en cualquier momento atacar, riendo en silencio cada que el Alfa se encogía en su lugar por culpa del Omega.

Era una escena bastante graciosa.

―Mhm, ¿Seguro que no sabes? ― Murmuro el pelinegro mientras apoyaba su mejilla en la palma de su mano para sonreírle de manera dulce ―Dime Beomgyunie, ¿Qué pasó durante tu celo?.

Beomgyu palideció ante aquellas palabras, sus manos temblaron sobre la mesa y rápidamente intentó levantarse para huir de allí, más sin embargo Soobin no se lo permitió, rápidamente el pelinegro tomó la mano del Alfa castaño.

―Hey, Beomgyu, ¿Es algo malo? ― La mirada de Soobin se suavizó, su semblante tornándose preocupado y dejando de lado su faceta intimidante.

―N-No puedo, no p-puedo decirlo ― Susurró avergonzado y en ese momento las mejillas del Alfa se ruborizaron en un intenso rosado.

―¡Beomgyu!, ¡No me digas que embarazaste a una Omega! ― Exclamó Jungkook a través de un susurro asombrado, el Alfa castaño negó.

―No hice eso, tonto ― Bufo dándole un pequeño zape al Alfa menor, Jungkook se quejó ―Pero no puedo decirles, me da mucha vergüenza ― Confesó volviendo a sentarse y ocultando su rostro entre sus manos.

―Pero no es nada malo, ¿Cierto? ― Preguntó Soobin aún con su rostro arrugado en una mueca de preocupación, Beomgyu torció los labios.

―Para mi si es malo, pero supongo que no es grave ― Dijo encogiéndose de hombros con vergüenza.

―Yo digo que a lo mejor estás exagerando, Beomgyu ― Taehyung intercedió por fin, su mirada relajada impartiendo confianza en el castaño ―No creo que haya algo tan grave que puedas hacer durante un celo aparte de preñar o marcar a un desconocido ― Resolvió encogiéndose de hombros.

―Hay cosas que los Alfas no deberíamos hacer, ni estando en celo ― Susurró Beomgyu para él mismo, vergüenza y más vergüenza pintando sus finas facciones.

Soobin suspiro sabiendo que Beomgyu no diría nada más aparte de eso, el misterio detrás de aquel suceso desconocido solo aumentaba su curiosidad y expectación, además de su preocupación, por lo que una idea llegó a su mente para poder ayudar a su amigo.

―Beomgyu, ¿Confías en mi? ― Preguntó Soobin mirando al Alfa con pequeños ojos dulces. El aludido asintió tímidamente ―Cuentame qué sucedió, soy un Omega Beomgyu, no voy a juzgarte ― Tomó la pequeña mano del Alfa y la apretó entre las suyas en un gesto de apoyo.

Beomgyu le miró pensativo, su cuerpo aún tenso delatando el debate mental que estaba teniendo pero después de varios minutos de contacto visual término cediendo.

―Hablaremos saliendo de clases, ¿Esta bien?, confía en mi ― Pidió Soobin antes de sonreírle con cariño.

―Gracias hyung, no sé qué haría sin ti ― Confesó con un rubor subiendo por sus mejillas.

El Omega le sonrió con más ganas, alzando su mano para alborotar los castaños cabellos del Alfa con cariño, él siempre trataría de ser el mejor hyung para que sus dongsaengs confiaran en él.

―No se vale, Soobin se enterará del chisme y nosotros no ― Se quejó Jungkook interrumpiendo la enternecedora escena de sus mayores.

―Santo dios Jungkook, eres tan inoportuno ― Regaño Taehyung mientras rodaba los ojos ―Y aparte chismoso, no se puede contigo ― Se quejó con dramatismo.

El Alfa azabache miró con reproche al Beta y pronunció un pequeño puchero ante las acusaciones del mayor en un intento por montar un berrinche digno de un crío.

―Ni se te ocurra, yo ya soy inmune a tus escenas de bebé ― Cortó Taehyung mientras abría uno de sus libros para no mirar al Alfa.

―No se puede ser inmune a eso hyung, soy el bebé del grupo ― Dijo con un tono de voz meloso mientras se abrazaba al brazo del Beta para restregar su mejilla como si de un gatito se tratara.

Soobin rió divertido en cuanto Taehyung se rindió ante los encantos de Jungkook, la hora del segundo receso continuando con un ritmo ameno y sus risas junto a las de los demás estudiantes resonaban por todo el bullicio de la cafetería. Para cuando se dieron cuenta la campana sonó anunciando el comienzo de sus próximas clases así que todos se despidieron prometiendo verse a la hora de la salida para despedirse apropiadamente y quizás planear algo para verse en ese fin de semana.

Por que por fin era viernes y todos estaban felices de llegar a sus dos sagrados días de descanso.

Bueno, quizás Soobin no estaba tan entusiasmado ya que eso significaba no ver a cierto Omega rubio.

―¿Y si le invito a salir? ― Murmuro el pelinegro para si mismo, una idea máquinandose rápidamente en su cabecita.

Sonrió satisfecho cuando se decidió por hacerlo y se sentó en su mesa dispuesto a empezar con su clase de Literatura, ah esa clase que le provocaba sueño.

Tan aburrido.

Kai bufo suavemente cuando sintió los brazos de Yeonjun rodearle los hombros pero no lo quitó de encima, por que aunque no le gustase el contacto físico si que le gustaba tener a su amigo a su lado.

―Ya te dijo que no, Choi Yeonjun ― Gruño fastidiado mientras frenaba su caminar.

―Pero Hyuka, quiero ayudarle para que termine más rápido ― Exclamó el Alfa pelirosa mientras hacia un puchero.

Kai le miró con los ojos entrecerrados y negó, no dispuesto a seguir cumpliendo los caprichos de su tonto y terco hyung.

―Mentira, lo único que quieres es espiar lo que hago con Soobin-ah en los salones ― Acusó picando el costado del Alfa con su dedo.

Yeonjun se sonrojo pero no negó su fechoría, Kai rodó los ojos ante lo obvio que era su amigo.

―Es que quiero conocerlo, tu me hablas maravillas de él y tengo curiosidad ― Yeonjun se encogió de hombros restándole importancia.

Kai pareció pensarlo por unos cortos segundos, ¿Qué tan malo sería presentarle a Soobin a Yeonjun?, lo único malo que podría pasar sería que Yeonjun hiciera una tontería para dejarle en vergüenza, pero con eso ya lidiaba diariamente.

―Esta bien, pero vas a ayudarnos a limpiar, nada de andar holgazaneando ― Advirtió reanudando la caminata.

Yeonjun le soltó para poder celebrar que logró su cometido, como siempre, y comenzó a parlotear acerca de su privilegio como hyung favorito.

―Eres mi único hyung, baboso ― Replicó Kai, pues no se juntaba con otros aparte de Taehyun y Yeonjun, y éste último era obviamente un hyung.

Pronto llegaron a su destino, el último salón de primer grado en el que Soobin y Kai acostumbraban encontrarse para su castigo.

―¡Kai! ― La voz de Soobin le llamó y el aludido pronto le encontró sentado junto a otro Alfa en el suelo.

Kai fruncio el ceño ante la presencia del desconocido Alfa y caminó titubeante para acercarse a ellos.

―Hola Soobin-ah ― Murmuro Kai con algo de seriedad, el pelinegro le sonrió enorme como siempre.

―Espero no sea molesto que invite a mi amigo, Kai él es- ― Pero su oración fue interrumpida abruptamente por dos diferentes gritos.

―¡¿Beomgyu?!.

―¿¡Yeonjun?!.

Soobin y Kai parpadearon varias veces con sorpresa, ambos mirando a los dos Alfas con curiosidad y Soobin fruncio el ceño al ver como Beomgyu se sonrojaba hasta las orejas.

―¿Se conocen? ― Fue Kai quien cortó el silencio que se había formado entre los cuatro.

Yeonjun mordió su labio inferior y asintió, sus mejillas igual o peor de sonrojadas que las de Beomgyu, ambos luciendo tan avergonzados que Soobin lo sintió sospechoso.

¿Acaso no fue Yeonjun el que llevó a Beomgyu a casa el día de su celo?.

―Vamos en la misma clase ― Beomgyu respondió, su mirada en el suelo mientras acariciaba su brazo con nerviosismo.

Soobin para ese punto comenzaba a armar teorías en su cabecita, miles y miles de posibilidades viajando para encontrar la respuesta de por qué Beomgyu estaba tan misterioso con lo que sucedió durante su celo y el por qué la reacción de Yeonjun al verlo.

―Tú y yo definitivamente vamos a hablar cuando lleguemos a mi casa ― Murmuro Soobin mirando calculadoramente al castaño.

Beomgyu tragó audiblemente pero aún así asintió sin despegar la mirada del suelo.

―Bueno, esto es muy raro ― Se sinceró Kai echándole una mirada rápida a su amigo ―Como sea, empecemos antes que se haga más tarde ― Bufo tomando los utensilios de limpieza que Soobin se había encargado de buscar antes de que ellos llegaran.

Soobin siguió a Kai de cerca, no sin antes echarles una última mirada sospechosa a ambos Alfas, y comenzaron con su tediosa labor de limpiar y acomodar. Kai comenzó a dar órdenes a los Alfas para que les ayudaran y así terminar más rápido, los Omegas riendo de vez en cuando al ver a Yeonjun y Beomgyu sonrojarse cada que se miraban por accidente.

―¿Que crees que ocurra con esos dos? ― Murmuro Kai mientras trapeaba el suelo lentamente en un intento por inclinarse hacia el oído del pelinegro.

―Tengo varias teorías, pero hoy hablare con Beomgyu y lo sabré ― Respondió Soobin también en un bajo murmullo, Kai asintió.

―Si te dice me cuentas, yo también hablare con Yeonjun ― Y Soobin rió ante la planeación que ambos habían montado.

Entonces vio su oportunidad perfecta para llevar a cabo su primer plan.

―Podemos ir por un helado este fin de semana y allí contarnos lo que estos dos hicieron ― Murmuro encogiendo uno de sus hombros con timidez, un gesto que siempre solía hacer cuando estaba junto a Kai.

Soobin miró impresionado al más alto por la invitación, sus mejillas ruborizándose ante el recuerdo de la última vez que ellos habían salido juntos, sus labios hormigueando deliciosamente cuando recordó el beso que le había depositado al mayor en la mejilla y su corazón casi dió un salto dentro de su pecho.

―Esta bien, si, si, eso suena- uh, suena bien ― Tartamudeo algo avergonzado y Soobin le regaló otra de sus grandes sonrisas.

Kai sintió las ganas de acariciar con sus dedos los esponjosos labios del pelinegro para comprobar si eran así de suaves como se veían, totalmente encantado por la forma de corazón que adoptaban sus belfos al sonreír.

Soobin era tan bonito. Y él iba a salir con él. Santo Dios.

Después de eso continuaron con su labor y en menos de media hora terminaron de limpiar todos los salones, más rápido de lo normal gracias a la ayuda de ambos Alfas.

―Bien, nos vemos el sábado Kai ― Dijo Soobin después de haber guardado los utensilios en su lugar.

Kai sonrió ruborizado hacia el Omega y asintió.

―Nos vemos el sábado, Soobinnie.

El aludido sonrió ante el apodo antes de girarse hacia Beomgyu, quien se hacía el tonto en su celular, rápidamente lo tomó del brazo enganchando el suyo al del Alfa para empezar a caminar lejos de los otros dos.

―Oye Beomgyu ― Le llamó con un fingido tono inocente.

―¿Si, hyung? ― Respondió el aludido mientras mordía su esponjoso labio inferior.

―¿Prefieres tomar jugo o soda para contarme lo que te traes guardando? ― Soltó con picardía mirando como Beomgyu casi se atoraba con su propia saliva.

―Creo que mejor tomaré una cerveza, necesito alcohol en mi sistema para hablar de ello sin morirme de vergüenza ― Respondió a través de un suspiro mientras que con su mano libre echaba su cabello hacia atrás.

―Perfecto, papá tiene unas en el refrigerador.

Y Beomgyu simplemente se resignó a su destino, caminando casi arrastrando los pies en un intento por atrasar la llegada. Pero Soobin lo jaló con todas sus fuerzas y en menos de lo que esperaban llegaron a la casa del Omega.

Cuando ingresaron solo la madre del pelinegro estaba en casa y Soobin rodó los ojos cuando la mujer saludó con demasiado entusiasmo a su amigo, sabiendo que su madre siempre había pensado que él y Beomgyu salían.

Lastima que Beomgyu fuese casi un hermano para él y que Soobin gustaba de alguien más que no era precisamente un Alfa.

Su madre se llevaría un paro cardiaco cuando se enterara que su querido retoño no le traería un Alfa a casa, si no otro bonito Omega.

―Bien, sueltalo ― Animó el Omega mientras se encontraba sentado en el centro de su cama en posición de loto.

Beomgyu hizo un ruido con la garganta mientras bebía de un solo trago casi media botella de cerveza, su expresión delatando lo abochornado que se encontraba pero aún así asintió antes de tomar una enorme bocanada de aire.

―Pasé mi celo con un Alfa, Choi Yeonjun.

Y Soobin no estaba preparado para esa confesión como había creído.

Santa mierda, ¿No era el único en aquella ciudad que podría sentirse atraído a los de su misma jerarquía?.

―Me gusta un Omega, Huening Kai ― Confesó en un acto de empatía.

Ambos guardaron silencio después de eso, al parecer compartían un secreto bastante interesante y peculiar.

Que manera más genial de reforzar su amistad, ¿No?.

―Estamos jodidos.


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