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Soobin suspiro con alivio en cuanto la campana que anunciaba el primer receso sonó, su cuerpo rápidamente levantándose de su asiento antes de tomar su mochila entre sus manos para colgarsela al hombro y así huir lejos del aburrido salón de Historia.
Ese día le habían parecido eternamente largas las primeras tres horas de clases, sus ganas de que el receso llegaran para poder ir a ver si Kai había asistido a clases eran tan grandes que no pudo concentrarse en ninguna de las lecciones de ese día. No es como que le importara de todas formas.
―¡Soobin hyung! ― La voz de Jungkook resonó tras su espalda y el Omega no dudó en girar su rostro para encarar al joven Alfa ―¿Puede decirle a Taehyung hyung que me compre el almuerzo?, Es que debo ir a la biblioteca y de seguro no alcanzo pizza ― Pidió con un puchero bonito delineando sus belfos.
―Claro Jungkookie, yo le digo ― Accedió el mayor mientras estiraba la mano para desordenar los largos cabellos pelinegro del alfa.
―¡Gracias Soobin hyung!, ¡Usted es el mejor! ― Exclamó el Alfa antes de echarse a correr por el pasillo en dirección a la biblioteca.
Soobin negó divertido ante la vista de su adorable dongsaeng y continuó con su recorrido para llegar a la cafetería. Ingresó a donde los demás estudiantes ocupaban los comedores y no fue difícil encontrar a Taehyung pues el Beta se encontraba parado en la fila para comprar su almuerzo como los demás.
―Hola Taehyung hyung ― Saludó el Omega con una sonrisa en el rostro, el beta rápidamente giró su rostro para mirar al menor.
―Hey Soobinnie, veo que estas más animado hoy ― Comentó llevando su mano a los cabellos pelinegros del Omega para alborotarlos con cariño.
Soobin sintió un ligero rubor crecer en sus pómulos ante lo dicho y sonrió bonito en dirección al Beta mientras se acurrucaba en el toque de las manos del moreno con cariño.
La realidad era que Taehyung siempre había sido su hyung favorito y solía ser más empalagoso con él, ¿Acaso se debía a que en cierto punto pensó que terminaría saliendo con él ya que se sentía cómodo al saber que era un Beta y no un Alfa?, quizás si.
Pero definitivamente eso ya no importaba por que Taehyung era como un hermano mayor para él, si, por eso había dejado de tener interés romántico por Kim, obviamente no se debía a la aparición de cierto Omega rubio que le robaba los suspiros.
―¿Quieres que te invite algo, Bin? ― Preguntó el más alto mirándole con curiosidad mientras avanzaba en la fila.
―No hyung, pero muchas gracias ― Dijo sin dejar de sonreírle ―En realidad vengo de parte de Jungkookie, me pidió que le pidiera a usted que le comprara el almuerzo por que tuvo que ir a la biblioteca y no quiere quedarse sin su ración de pizza diaria ― Comentó balanceándose sobre las puntas de sus pies en un gesto nervioso y Taehyung asintió.
―Claro, yo compro por él ― Accedió y justo en ese momento llegó su turno.
Soobin esperó pacientemente su turno también y cuando Taehyung terminó su compra él ordenó su pedido y en cuestión de minutos ambos se dirigieron a su mesa habitual para poder comer apropiadamente.
―¿Beomgyu no almorzara con nosotros hoy? ― Preguntó el Omega antes de darle un mordisco a su rollito de sushi.
―Hoy tampoco vino a clases, me dijo que su celo fue muy fuerte y que todavía se sentía algo abrumado esta mañana ― Taehyung respondió simplemente a lo que Soobin fruncio un poco el ceño.
―¿Beomgyu teniendo un celo fuerte?, pero si él toma supresores para disminuirlo ― Murmuro confundido, a lo que Taehyung simplemente se encogió de hombros.
―Eso fue lo que me dijo y como casi no sé de esas cosas no insistí ― Explicó y Soobin asintió comprensivo.
Taehyung podría ser muy inteligente pero no podía saber con exactitud temas acerca de celos ya que era un Beta y jamás había experimentado uno. Y esas cosas solían entenderlas mejor los Alfas y Omegas por que lo vivían en carne propia.
―Voy a llamarle cuando llegue a casa, eso no es normal en él y de seguro ese niño solo le está restando importancia para no preocuparnos ― Dijo con su entrecejo arrugado en preocupación, a lo que Taehyung asintió en acuerdo.
Ambos continuaron comiendo su almuerzo y después de diez minutos Jungkook apareció para unirse a ellos en la mesa, una sonrisa enorme y un beso en la mejilla de agradecimiento recayó sobre el Beta cuando éste le extendió al menor su almuerzo que había comprado por él.
―Gracias Taehyung hyung ― Canturreo el Alfa mientras daba un enorme bocado a su típica rebanada de pizza.
―No es nada, Jungkookie.
Soobin observó a sus amigos con adoración por un par de minutos pero se levantó de su asiento cuando vió que faltaba solo quice minutos para que el receso acabara. Se despidió de ellos prometiendo verlos en el próximo receso y se retiró de la cafetería para comenzar a caminar hacia los salones de último grado, donde sabía que Kai podía estar ya que ahí es donde recibía sus clases.
Recorrió los pasillos mirando a todas direcciones en un intento por encontrar al rubio más sin embargo no pudo visualizarlo por ningún lugar, después de casi diez minutos de búsqueda por cada salón terminó suspirando con pesadez y pensó en regresar a donde sus amigos con derrota.
Eso hasta que un tipo enorme chocó contra su cuerpo vaciando un enorme vaso de malteada sobre su camiseta. Soobin sintió su ojo palpitar en irritación al ver su ropa totalmente arruinada por la espesa bebida.
―¡Fijate Omega! ― Exclamaron muy cerca de su rostro, feromonas de enojo flotando directo contra sus fosas nasales.
Lo que le faltaba, un imbécil gritándole por algo que no había sido su culpa.
―¡Fijate tú, energúmeno!, me manchaste todo, idiota ― Gruño no dejándose intimidar fácilmente mientras miraba al Alfa con molestia.
―Omega idiota, no me provoques o voy a patear tu trasero ― Amenazó el más alto acercándose aún más al pelinegro y Soobin se sintió un poquito intimidado por los ojos del grandote cuando éstos brillaron en atisbos rojos.
Oh por la Diosa Luna, ¿Ese Alfa era capaz de sucumbir a su lado animal para someterlo?.
No se quedó a comprobarlo, con un rápido movimiento empujó con todas sus fuerzas al Alfa logrando tirarlo de nalgas en el suelo y corrió despavorido por los pasillos en dirección al baño de omegas para ocultarse.
En cuanto llegó al baño cerró la puerta tras su espalda y se recargo contra ésta dando largas bocanadas de aire para recuperar el aliento, su cuerpo temblando ligeramente por la adrenalina y sus palmas sudando de los nervios que se acumulaban en su sistema.
―Hey, ¿Estas bien? ― Esa voz con la que había estado fantaseando todo el día anterior se coló por sus oídos llamando su atención de inmediato.
Levantó la mirada rápidamente encontrando la fina figura de Kai observarle quieto desde el lavamanos, su corazón comenzando a latir incluso el doble de fuerte al verle allí parado después de estar deseando un encuentro con él todo el día. Sus mejillas se sonrojaron sin poder evitarlo y bajó la mirada en un intento por ocultarlo.
―Eh, si, es solo que un Alfa ha intentado intimidarme por chocar con él ― Explicó brevemente antes de morder su labio inferior en un gesto nervioso.
Kai le miró sorprendido y Soobin apenas pudo registrar el momento en que el rubio se acercó a su cuerpo con rapidez.
―¿No te hizo daño? ― Preguntó el más bajo con su ceño fruncido mientras tomaba el mentón de Soobin para chequear su rostro en distintos ángulos.
El pelinegro parpadeo un par de veces algo cohibido por la cercanía pero aún así se obligó a guardar la calma y negar ante la pregunta del menor.
―N-No, lo empuje lo suficientemente fuerte como para aturdirlo y poder escapar ― Explicó, internamente fascinado con el toque de las frías manos del rubio sobre la piel de su rostro ―Solo ensucio mi camiseta con su tonta malteada ― Agregó disgustado.
Kai suspiro ante su relato luciendo visiblemente molesto por lo que le había pasado y Soobin no dudó en inclinar su rostro contra la palma del menor en un intento por demostrar sin palabras que estaba bien.
―Estamos destinados a encontrarnos en este tipo de situaciones, ¿Eh? ― Dijo Kai con un tono irónico y si eso hubiese sido dicho en otro contexto para Soobin quizás sonaría romántico, pero en su caso no lo era.
En su caso era trágico pues ni siquiera estando en la escuela estaban a salvo de Alfas abusivos, ni siquiera rodeado de maestros y demás estudiantes podían evitar que fuesen acosados y maltratados. Soobin quiso llorar al darse cuenta de que como Omegas estaban resignados a sobrevivir a esos tratos incluso dentro del colegio pues al parecer no existía un lugar verdaderamente seguro para los de su jerarquía.
Tan injusto.
―No digas eso ― Susurró el más alto con un puchero en los labios pero al final de cuentas Kai tenía razón.
Las únicas dos veces que se habían encontrado había sido envueltos en situaciones con Alfas cabeza hueca.
―Bah, tranquilo Soobin-ah, entre Omegas estamos para ayudarnos, ¿Cierto? ― Preguntó con un brillo singular en sus ojos y Soobin no podía negarse ante esa mirada.
―Claro, entre Omegas nos protegemos ― Aseguró con una sonrisa antes de subir su delgada mano hasta el pómulo de Kai ―Así que cuando confía en mi puedes contarme que le pasó allí ― Susurró presionando el moratón mal maquillado que el rubio poseía en toda su mejilla.
Rápidamente la mirada de Kai se ensombreció y su mano se retiró del rostro de Soobin para poder alejarse, su mirada desviándose hacia otro lugar para que el pelinegro no tuviera vista de su rostro magullado aunque ya era tarde para ocultarlo, Soobin ya lo había visto demasiado cerca.
―Tranquilo Kai, no tenemos que hablar de eso si no quieres ― Tranquilizó el Omega mayor mientras daba pasos dudosos para acercarse de nuevo a Kai.
―Gracias Soobin-ah ― Susurró el menor bajando la mirada al sentirse incapaz de poder encarar al pelinegro, demasiado avergonzado por su aspecto como para verle a los ojos.
―No agradezcas, no tienes por que contarme si no quieres y no voy a obligarte a hacer nada que no quieras ― Dijo simplemente mientras se encogía de hombros ―Aunque me gustaría que me dejara ayudarle a sentirse mejor ― Susurró bajito, en un tono cómplice que erizo los vellos de Kai.
―¿Cómo?.
―Mi mamá siempre solía llevarme al parque por un helado cuando me sentía triste o me lastimaba ― Relató con un tono dulce y la mirada cálida haciendo sentir acogido al rubio ―Quizás podrías dejarme invitarte por un helado a la salida, si es que eso suena bien para ti ― Sugirió tímidamente mientras se balanceaba sobre las puntas de sus pies con nerviosismo.
Kai sonrió enternecido y asintió lentamente al pedido del menor, sus mejillas ruborizándose un poquito ante el pensamiento que le invadió.
Él y Soobin irían por un helado. Juntos. Solos. Como si fuese una cita.
―Muy bien, te veo en la salida en los salones de primero para limpiar y después ir por ese helado ― Canturreo el menor abriendo la puerta de los baños para salir de allí en cuanto la campana sonó indicando el fin del receso.
―¡Espera Soobin hyung ― Exclamó rápidamente el Omega menor antes de que el pelinegro desapareciera de su vista ―Deja que hoy me encargue de la mayoría del trabajo como compensación por haberte dejado limpiando solo ayer ― Pidió rascando su nuca apenado.
Pero Soobin negó.
―Es trabajo en equipo Kai, si tu no pudiste venir fue por algo así que no se preocupe, mi amigo Jungkook me ayudó de todos modos ― Aseguró sonriendo dulcemente en dirección del rubio ―Y no te preocupe por hacer trabajar a Jungkook, ese Alfa tiene que aprender a hacer algo aparte de jugar videojuegos ― Bromeó sacando una risita avergonzada de los labios de Kai.
―Esta bien, gracias de nuevo Soobin hyung ― Repitió a lo que Soobin chasqueo la lengua.
―No hay nada que agradecer ― Aseguró antes de agitar su mano en modo de despedida ―Nos vemos luego Kai, voy tarde a mi clase ― Se despidió tratando de irse.
―¡Oh, Soobin-ah! ― Volvió a llamar mientras se quitaba la camisa a cuadros que llevaba puesta encima de su polera blanca ―Toma, para que ocultes esa mancha de malteada ― Dijo extendiendo la prenda en dirección al mayor.
Soobin la tomó dudoso pero terminó colocándola sobre su torso y Kai sonrió satisfecho cuando vio que le quedaba perfectamente aún cuando él era un poco más bajo que Soobin.
―Gracias Kai, se la devolvere mañana ― Prometió dando una pequeña reverencia ante el rubio antes de comenzar a trotar lejos.
Y Kai le vió alejarse por los pasillos con una sonrisa tonta extendiéndose por su rostro, se mantuvo allí parado como un bobo por algunos segundos más aunque él también estaba yendo tarde a su clase, pero no podía importarle menos, no cuando estaba pensando en que él y Choi Soobin saldrían juntos por un helado.
―Realmente es un encanto ― Suspiro contento Kai antes de comenzar a caminar hacia su salón.
Esperaba con ansias la hora de la salida.
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