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⊹ ָ࣪ capítulo doce.

―Oh, hola mi buen amigo ― Respondió al instante, sonriendo brevemente. Se sentía muy feliz como para que el Alfa con complejo de rascacielos le arruinara el día.

―Te acabo de preguntar algo, Choi ― Se acercó más al pelinegro, su aroma se volvió agrio.

―Y yo no tengo algún jodido derecho de responder. 

―Mencionaste a Kai. ¿De qué carajos hablas? ― Frunció más el ceño ―Va a enojarse si andas mintiendo con la estupidez de un cachorro, él nunca me habló de uno; no los quiere.

―¿Será porque eres tan idiota y egoísta que quieres que todo gire alrededor de ti? Digo, serle infiel a tu pareja demuestra que no eres ni de lejos alguien apto para hacer una familia con un Omega como Kai.

El lobo de Hoseok gruñó, alto y cabreado por lo escuchado. 

―¡Eres un imbécil!, te aprovechas de que él está vulnerable y vas a la primera oportunidad que llora para meterte entre sus piernas.

―¡Retira la mierda que estás diciendo! ― Su tigre rugió fuerte y disconforme, estaban hablando mal de su Omega y no podía permitirlo ―Yo lo amo más de lo que alguna vez tú pudiste hacerlo. Aunque dudo mucho que sepas algo de ese concepto.

―No tienes ni una idea de lo que hablas y tu estúpido amor no sirve. Al menos yo sí logré conquistarlo y tenerlo para mí. ¿No?, ¿Qué se sintió ver cómo lo besaba y no podías hacer algo al respecto, eh? ― Sonrió con burla ―Das lástima. 

Soobin intentó no flaquear y alzó la mirada por más que la verdad duela.

―Lástima es lo que eres tú al hablar de Kai como un objeto. ¿Siempre tratas así  a los Omegas?, si es así me siento muy feliz de que haya roto contigo por que ahora estando lejos de ti estará mejor y no dejaré que vuelvas a lastimarlo. 

―Él único lastimado eres tú, idiota. ¿No ves que jamás va a tomarte en serio como Alfa? ― Rió pesadamente. 

―Lo que digas me tiene sin cuidado. Es más, dentro de unos meses te enviaremos la invitación de... ― Sonrió suave y breve ―Olvídalo, a Ning no le gustaré verte ni en pintura.

Satisfecho por el silencio adverso, decidió cruzar por su lado. Sin embargo, Hoseok no lo pensó mucho y le empujó por los hombros, haciéndole perder el equilibrio levemente y con la comida cayendo estrepitosamente al suelo. Soobin dio vuelta, la sonrisa que estuvo en su rostro fue más ladeada y con la mirada inyectada en furia.

―No debiste hacer eso ― Fue lo último que murmuró antes de ir encima del otro Alfa para dar comienzo a una pelea. 

Cuando el sonido de la puerta fue abierta, Kai saltó del cómoda sofá en donde estaba desparramado para ir en busca de Soobin. El Alfa había demorado tanto que hasta tuvo una leve opresión en su Omega por la extraña preocupación.

―¡Soobin tonto!, ¿Por qué demo...?  ― Sus pies se detuvieron en medio pasillo a la vez que sus ojitos se expandían en clara muestra de estupor ―¡¿Quién te hizo eso?!.

―Estoy bien, no es nada grave ― Respondió con voz queda, caminando lento mientras dejaba las bolsas en la isla de la cocina. Él muy imbécil logró patearle en las costillas y aún le costaba respirar con normalidad.

―¿Cómo que nada grave?, ¿Quién fue? ― Sus manos picaban por tomarle el rostro. Tenía el labio inferior partido y con un delgado hilito de sangre, hasta se denotaba la mala forma de su andar ―Mierda, Soobin. Dime qué pasó, por favor. 

El Alfa resopló con dificultad, realmente  no podía decir la verdad. ¿Y si Hoseok volvía? Después de todo, las peores consecuencias fueron para el rostro ajeno. Él podía tener un moretón en el alguna parte de su cuerpo, pero al menos su tigre se sentía orgulloso de haberle quebrado la nariz, los pómulos y si no llegaban los empleados de la cafetería, posiblemente le hubiera reventado el ojo por completo o rasgado la garganta con sus colmillos. 

Así es.

Soobin 1 - Hoseok 0.

―Eres un gran tonto por hacerme preocupar así. Habla ahora, solo mira cómo te han dejado ― Le regañó el castaño, tomándolo de la mano y dirigiéndolo nuevamente al sillón del living ―¿Ponemos una denuncia? Ah, primero debo desinfectar esa herida ― Balbuceaba para sí mismo ―No te muevas de aquí y ve pensando en lo qué vas a decirme.

Soobin sonrió cuando el Omega le dio la espalda para lavarse las manos e ir en busca de un botiquín. Su pecho se sentía cálido al notar que quería cuidarlo. Al regresar, se puso de rodillas entre las piernas del Alfa, buscando lo necesario en la cajita de plástico.

―¿Por qué primero no das un bocado a lo que traje?, no fui en pleno clima del polo norte para que dejes a un lado la comida. 

Kai de inmediato lo miró con una ceja alzada, mostrando incredulidad. 

―¿Crees siquiera que voy a poder comer algo cuando has venido así?, al parecer no conozco tus límites ― Se quejó con los labios en puchero, típico de cuando estaba inconforme ―Mejor dime qué pasó ― Decretó, poniendo gotas de alcohol en un pequeño trozo de algodón. 

―No fue nada importante ― Chasqueó la lengua. 

Estuvo a punto de cerrar los ojos, pero al contrario, se descentralizó cuando la larga mano del Omega lo tomó del mentón para acercarlo a su rostro. Los nervios actuaron rápidamente por su torrente sanguíneo, enmudeció.

―Si sigues diciendo eso una vez más, juro que te golpearé hasta dejarte sin descendencia ― Le advirtió. 

Soobin pareció caer a la realidad con el enunciado.

―Agh, es solo un tipo que no respetaba la fila. ¿Contento?.

―¡¿Te fuiste a golpes por eso?! ― Su indignación fue tanta que no midió sus impulsos y el trocito de algodón impactó de lleno con el labio inferior del pelinegro.

Soobin le gritó a los mil demonios soezmente.

―¿Podrías tener más cuidado? ― Le alzó la voz mientras intentaba hacer más distancia con el cuerpo adverso ―Si gustas, puedo hacerlo yo.

―Hey, ya. Lo lamento ― Habló bajito mientras intentaba controlar la risa de verlo quejándose. Tenía que estar molesto con él por meterse en estupideces. 

Nuevamente lo tomó de la barbilla y el Alfa intentó quedarse quieto. 

―¿Cuántas veces más vas a pelear de esta forma? ― Prosiguió ―Soobin, ya no eres un adolescente. Pudiste haberte quejado y que los empleados lo sacaran del local.

―Él empezó, me provocó y acabó con el último gramo de mi paciencia ― Hizo una mueca al sentir el tan conocido ardor ―Es más, el bueno para nada está en la comisaría y eso que quien quedó peor fue él mismo. Todos vieron y lo acusaron, yo gané.

―Darte a puñetes y patadas no es un juego. ¿Qué hubiera hecho yo si el afectado fueras tú?.

―¿En serio estarías preocupado?. 

―Claro que sí, bobo ― Suspiró profundo ―No me gusta que te metas en conflictos. Hace mucho que no pasaba algo como esto, pensé que había quedado fuera.

―Ah, perdón, NingNing ― Lo miró fijamente ―Pero es que si lo habrías visto, créeme que sería distinto. Él me sacó de mis casillas y no tengo un control exageradamente fuerte. Solo olvidémoslo. ¿Sí?.

El Omega hizo un pequeño mohín, mas terminó asintiendo débilmente.

―Ahora no te muevas, me falta un poco.

―De acuerdo.

Kai estaba concentrado en limpiar el líquido carmín de las comisuras, que a los segundos terminó delineando con el pedazo de gasa, inconscientemente, el labio grueso e inferior del alfa. 

Parecía casi hipnotizante la suavidad y el volumen de sus belfos a pesar de estar algo reseco por el frío. Sus ojos le dieron toda la atención que sus labios propios picaron en una leve ansiedad de sentirlos, como si fuera una necesidad que su cuerpo y Omega deseaban a la vez. 

No supo cómo exactamente, pero sus manos acunaron el cincelado rostro del Alfa y le dio un pequeño beso. Un contacto tan efímero entre ambos labios cerrados como el pasar de un flash de alguna cámara fotográfica. 

La sensación fue maravillosa para Kai, incluso tuvo que presionar sus labios para no volver a repetirlo. Jamás se había percatado con tanta minuciosidad sobre la boca de Soobin. 

―¿Q-Qué fue eso? ― El Alfa estuvo estático por unos segundos. 

―Uhm... ― La sensatez vino después, cuando sus mejillas se sintieron algo calientes ― M-Me gusta la forma y textura de tus labios, Binnie... Es una gran atención para cualquiera. 

Por la Diosa Luna, para Kai eso había sonado tan mal.

"De seguro me va regañar por atreverme a algo como eso" Pensó.

Los segundos de silencio  que para el Omega fuero eternos, le puso realmente apenado de su acciones. Rápidamente se encogió un poco en su lugar para guardar todo en el botiquín, estaba pensando en disculparse cuando...

―¿Y te gustó mucho?.

La voz profunda del Alfa hizo que sus hombros crisparan mínimamente. Sin embargo, no esperaba ni el tono de su voz, ni aquella pregunta.

Sus miradas hicieron contacto visual y el Omega sabía que era una pésima idea, pero terminó dando una respuesta afirmativa con la cabeza. 

La sonrisa de Soobin fue preciosa a su opinión y simplemente se dejó hacer cuando éste lo apretó delicadamente a su cuerpo y sus bocas hicieron un nuevo encuentro. Kai terminó por sentarse en el regazo del Alfa con cada pierna rodeando el fuerte torso, ladeando el rostro cada vez que el ósculo se hacía más profundo pero igual de lento y dócil. Se sentía temblar ante el buen toque de aquellas cálidos manos en su cintura, que permitió todo lo que Soobin quisiese. 

Si llegaban a más o si eran besos como ese. el Omega jamás se negaría. No podía hacerlo por que empezaba a gustarle el tacto. Soobin eran tan delicado con él que se sentía alguien distinto, como en el cielo tal cual pieza pura pero con su piel ardiendo gustosamente a puertas del inframundo. 

El Alfa sabía cómo quererlo en cada tacto en su cuerpo, lo hacía parecer tan fácil que Kai se preguntaba por qué o cuál era la razón de lograr que se sintiera tan amado, tan deseado. Tan vivo en un contraste ligero de pasión y adoración, siendo rigoroso en el encuentro pero a la vez cuidándolo como algo inapreciable, un valor incalculable; simple y llanamente perfecto.

"La experiencia, quizás" Dijo rápidamente su subconsciente a sus dudas.

Y tal vez esa era la única verdad de todo, siendo Soobin alguien tan conocedor de aquel tema...

No obstante, mientras ellos estaban juntos, decidió no darle más vuelta al asunto. Simplemente disfrutó de los labios del Alfa hasta que el oxígeno hiciera falta.

Después de todo, el desayuno podía esperar un poco más.

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