⊹ ָ࣪ capítulo diecisiete.
Soobin despertó poco a poco, notando que la razón de aquello fue por que cierto aroma dulzón ya no estaba siendo tan denso como cuando cayó dormido.
Ladeó con pereza el rostro, comprobando que Kai ya no estaba a su lado. Probablemente había despertado más temprano, lo cual se le hacía un poco extraño.
Talló sus ojos intentando estar más dormido que despierto, y revisó la hora en su celular. Soltó una maldición al ver que marcaban casi las ocho y cuarenta de la mañana, pero luego comprobó que era sábado y un resoplido aliviado salió de sus gruesos labios, ese era el día en donde entraba al trabajo más tarde según su improvisado horario.
Dos minutos más le tomó el recordar que era el primer ultrasonido de Kai y se levantó con toda prisa.
¡Tenía que alistarse!.
―Mierda. ¿Y si ya se fue? No, Kai no puede hacerme esto. Acordamos que iríamos juntos... ― Susurraba para sí mismo, no creía que el Omega jugaría de esa forma tan sucia con él. Era imposible que fallara a su palabra.
―Ya basta, Hoseok. Te dije que simplemente llegaré más tarde.
Entonces, al escuchar la voz suave -y algo enojada- del bonito castaño, pudo devolver su alma al cuerpo.
―¡No!, No tengo por qué darte una jodida explicación, ni siquiera sé qué rayos hago hablando contigo. ¿Qué haces en la oficina de PD-nim?.
¡Un momento!, ¿Dijo Hoseok alias Alfa entrometido?.
Soobin reaccionó mucho más rápido que cualquier clase de Karate y salió de la habitación para detenerse a mitad del pasillo, donde justamente se encontraba Kai lidiando con el tarado de su ex.
Los ojitos del Omega se expandieron cuando le arrebató el celular para ponérselo al oído y contestar.
―Disculpa Hoseok, pero estamos en algo importante y tampoco te incumbe. Adiós.
Colgó sin decir nada más, intentando controlar el mal ánimo matutino que se ocasionó gracias al otro Alfa fastidiando a Kai.
Estuvo tan sumido que no se dio cuenta de la profunda mirada del Omega hasta después de diez segundos.
Fue ahí que sintió el verdadero terror.
«Reza para que el gatito no saque las garritas» Canturreó su tigre.
―Lo lamento, Soobinnie. ¿Despertaste por mi culpa?.
El tono preocupado y el comportamiento dócil de Kai era algo que sin duda alguna jamás esperó. No desde aquella vez que quiso cerrarle la boca a Hoseok y el Omega pareció molestarse.
―Uhm... ¿No estás enfadado?.
―¿Enfadado?, ¿Por qué lo estaría? ― Inclinó suavemente la cabeza hacia su hombro derecho con la mirada curiosa, viéndose malditamente tierno para el Alfa.
―B-Bueno, es que no lo pensé mucho y le respondí eso a Hoseok ― Torció su boca en una mueca disconforme. No obstante, todo pareció ir mejor cuando Kai le sonrió calmadamente.
―Oh, entiendo. No te preocupes, Soobinnie, al contrario... Gracias.
El pelinegro fue ahora el anonadado.
―Hace más de media hora que intento comunicarme con el jefe de producción y solo Hoseok ha contestado las llamadas del teléfono en su oficina. ¡Es detestable!.
―Ahora me siento bien.
―No quería perder los estribos y muchos menos despertarte ― Explicó inconscientemente haciendo puchero.
―¿Por qué? Según yo, ya es algo tarde ― Respondió, intentando no desconcentrarse ante la adorable vista ―¿O pensabas ir solo sin decirme nada?.
―Claro que no ― Agitó sus delgadas manos ―Yo... Ahm, yo quería primero intentar hacer el desayuno ― Confesó apenado ―Namjoon me mandó un mensaje diciendo que la cita se desplazaba hasta las diez; por lo que quise preparar a-algo antes de levantarte.
―Pero...
―Sé que esta semana estuviste durmiendo más tarde que yo por velar mi sueño o levantarte conmigo en las madrugadas ante los vómitos, te veías cansado y quería consentirte, al menos hoy...
«Ese sin duda alguna es el mejor Omega que alguna vez pudimos conocer.»
―Aww, ¿Dónde quedó el Omega que me trataba como su mascota? ― Bromeó Soobin muy sonriente, tomándole de las sonrojadas mejillas.
―¡Oye!.
Y antes de que el Omega pudiera protestar, Soobin lo abrazó por la cintura. Dejando un casto y largo beso en su sien, con amor más que todo.
―Buenos días a ti también, NingNing.
Kai amaba que le dijera así, ambos lo sabían desde sus ya muchos años de amistad. Y es por eso mismo que no pudo molestarse con el idiota de su mejor amigo, lo amaba mucho más que sus tontas manías y constantes fastidios.
―Ve a ducharte y vestirte, ya no me falta casi nada más que acomodar la mesa.
―Lavaré los trastes utilizados antes de ir a la clínica ― Prometió antes de dar media vuelta con dirección hacia su respectiva recámara.
―Por supuesto que lo harás, Alfa tonto.
Soobin simplemente sonrió ante la respuesta.
El Omega estaba algo nervioso, no podía siquiera negarlo cuando sus manos sudaban y presionaba su zapatilla contra el piso constantemente.
―Hey, sé que esto es nuevo. Pero todo está bien. ¿Si? ― Intentó calmarlo, no separaban sus manos desde que se adentraron a las instalaciones en espera de su turno ―No te preocupes así, por favor.
―Es que no puedo evitarlo-
El llamado de la enfermera fue suficiente para que detuviera su respuesta. Con una mano, Soobin tomó suavemente de la cintura a Kai; mientras que con la otra, abría la puerta como se lo indicó la joven beta antes de alejarse de ellos.
―Buen día, pareja Choi-Huening ― Dijo Namjoon con una sonrisa encantadora, percatándose de lo ansiosos que se encontraban los jóvenes frente a él ―Tranquilos, sé perfectamente que al comienzo están nerviosos, pero podrán acomodarse a esta etapa. Joven Kai, primero vamos a la camilla y según lo visto, les daré mis recomendaciones.
Una vez la petición fue hecha, Soobin volvía a ayudar al Omega para que pudiera acomodarse y el doctor iba alistando lo necesario.
Cuando llegó el momento, el pelinegro intentó calmar a su tigre cuando notó que las manos de Namjoon alzaban la remera de Kai y tuvo que tocar la suave piel de su abdomen con el gel conductor.
Kai se sorprendió al sentir un poco de humedad fría, pero pudo controlarlo al saber que la ansiedad era mayor.
―Correcto, ahora veremos la magia.
Comentó el médico mientras le sonreía al Omega, Soobin simplemente entrelazó su mano a la adversa a la vez que se acomodaba mejor a su lado. Kai aceptó gustoso el apoyo, sintiéndose temblar ante la nueva experiencia. No podía caber más felicidad.
El transductor fue moviéndose lentamente a su vientre, las ondas sonoras de alta frecuencia fueron apareciendo frente a la pantalla. Y finalmente, una imagen pudo verse en todo su esplendor.
Kai y Soobin observaron con adoración lo poquito que podía llegar a verse en esa manchita. Sin embargo, Namjoon frunció su ceño levemente al verificar lo que aparecía.
El Omega estaba tan ensimismado en lo suyo que solamente el pelinegro se dio cuenta de la reacción del Alfa mayor. Intentó tomarlo con calma y no sacar algún argumento impulsivo que pudiera malograr el momento de Kai.
―¿Cómo va, doctor Kim? ― Fue lo único que pudo cuestionar.
Ante el silencio sepulcral, el castaño fue debilitando su sonrisa.
―¿Está todo bien?.
Namjoon suspiró hondamente, pasándole un pañuelo al Omega para que pudiera limpiarse el resto de gel y yendo a su respectivo escritorio para anotar rápidamente algo en el historial del paciente.
―¿Qué es lo que ocurre? ― Soobin insistió otra vez luego de sentar al Omega en una de las sillas frente al médico.
―Esperen, esperen ― Habló al fin, temiendo que Kai llorara cuando notó el temblor en su labio inferior ―No se alarmen tan deprisa. ¿De acuerdo? Es solo que es un tanto... Extraño.
―¿A qué se refiere?.
―Bueno ― Suspiró, cruzando sus dedos mientras iba a explicar ―Se supone que debido a la mayoría de casos, los primeros latidos deben escucharse con mayor plenitud al ingresar a las seis semanas.
>> Pero acorde a las ondas de sonido en tu ecografía, la pantalla fue marcando el seguimiento del ritmo cardíaco cuando apenas vas por las cuatro semanas y media. No es algo común si te soy sincero. Sin embargo, esto es algo del cual no tienes que lanzarte a la profunda preocupación.
>> Han descubierto investigaciones que demuestran que algunos fetos muestran sus primeros latidos en un ultrasonido desde los dieciséis días, y no hay alarmas; por el contrario, intentamos indagar más... La ciencia siempre avanza.
Kai no quiso decir nada, no sabía de qué forma procesar la información cuando ni a su gatito ni a él le gustaba lo escuchado.
―Por favor, cálmate, Kai-ssi. Sea lo que sea, estoy aquí únicamente por el bienestar del cachorro y el suyo. La próxima ecografía será una Doppler y con seguridad, al comienzo de tu doceava semana de gestación.
>> Muy aparte del ritmo cardíaco, la imagen ha mostrado un buen y perceptible desarrollo. Solo deja que sincronice los datos e información para enseñarlas en la siguiente cita. También deberás hacerte otro análisis de sangre antes de que vuelvas a casa, por favor.
Kai suspiró, recostando su frente en el hombro de Soobin para intentar no derrumbarse ni un poquito y en un lugar que no llevaba la calidez de su apartamento y el aroma espeso a café amargo.
«Todo saldrá bien. No te preocupes, Omega.»
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