❝Yo solamente quería ser amado❞

La ceremonia, como todos los demás ritos importantes, se hace en presencia de la luna llena para asegurar su perduración y éxito. La ansiedad carcome a Kaiwoon en el camino hacia el altar, pues está impaciente por emparejarse con el alfa.

Reconoce que hay una gran cantidad de invitados, principalmente altos mandos de otras manadas y por supuesto, delante de todos, los cinco representantes alfa del concejo. También hay cierta cantidad de plebeyos a los alrededores, quienes están ansiosos por observar la ceremonia de unión entre los próximos jefe alfa y jefe omega.

―Riqueza y prosperidad, omega Kaiwoon ― La jefa omega de Rubí hace una leve reverencia hacia él una vez se encuentran.

―Riqueza y prosperidad ― Imita su esposo, el jefe alfa.

Kaiwoon sonríe hipócritamente haciendo una reverencia más marcada. Le asquea tener que inclinarse ante gente de tan baja cuna, pero se tranquiliza al saber que pronto los roles se invertirán. Cuando sea jefe omega de Esmeralda, su rango solo estará por debajo del jefe alfa, y todas las naciones tendrán que rendirle respeto.

―Muchas gracias por sus buenos deseos, que la diosa luna les bendiga en mi honor ― Responde antes ser guiado por su padre hacia adelante.

Piensa que es aburrido tener que hacer todo el recorrido desde el castillo hasta el lugar de la ceremonia, pero es parte de la tradición y no puede hacer nada para evitarlo. En el camino debe inclinarse ante veinte personas más, todas ellas ubicadas estratégicamente a lo largo del camino en base a su poder y estatus.

Cuando por fin llega, lo que lo guía hasta el altar es un sendero de lirios de mayo. A sus costados hay limitados asientos con sus invitados más importantes, y delante de él está su alfa, luciendo tan guapo e inalcanzable como siempre.

Se desestabiliza cuando su padre lo suelta y procede a quitarle una de las prendas superiores, dejando al descubierto su vientre como símbolo de fertilidad. Se estremece por la corriente de viento que le causa frío repentinamente, pero no tiene tiempo de titubear cuando su padre de nuevo le ofrece el brazo.

La delicada música acompaña sus pasos mientras sube los escalones. Cuando se encuentra con Soobin, sonríe porque todo lo que hay en sus ojos es admiración, adoración y amor.

Los cinco miembros del concejo se paran en frente de ellos para atestiguar el ritual, y una vez están en su lugar, su padre comienza a hablar.

―¿Está seguro de que no hará algo para detenerlos? ― Pregunta el lobo alfa, consciente del sufrimiento del Omega y confundido por su falta de acción.

―No ― Responde Kai suavemente ―No estoy seguro. Todo lo que quiero es ir y cercenar la garganta de Kaiwoon por atreverse a acercarse a él. Me duele.

―Entonces, ¿Por qué… Por qué no lo hace?.

―Míralo ― Musita Kai a duras penas, detallando la sonrisa y el brillo en sus ojos ―Él parece estar tan feliz…

Su voz se rompe y ahoga un sollozo, permitiéndose tambalear en la hierba fresca. El lobo se apresura hacia él, preocupado por el estado de debilidad en el que el cuerpo del Omega se encuentra.

Sin embargo, antes de que pueda preguntar algo, Kai se apresura a hablar.

―¿Por qué no puedo ser yo? ― Inquiere.

Y aquello provoca un quiebre en el corazón del lobo.

―Lo siento tanto, Luna. No pensé que resultaría algo como esto.

―¿Sabes…? ― Kai ignora las palabras del lobo mientras que sus manos aprietan su pelaje, aferrándose a él con anhelo ―A veces hubiera querido que tú fueras mi alfa.

―Si la luna hubiera cruzado nuestros destinos, créame que solo hubiera conocido la felicidad ― Jura con seriedad.

Sin embargo, Kai no responde. No es capaz de decirle a Terry que él no puede conocer la felicidad. Suficiente daño le causó al hacerle saber se había rendido.

―¿Luna?.

Una corriente de viento viaja a través de ellos, ocasionando que sus vellos se ericen ante la escalofriante sensación. Solo entonces Kai vuelve a la realidad, sintiendo la impaciente necesidad de acercarse y ver el rostro de Soobin una vez más.

Quiere llevarse esa memoria a la otra vida; lo que pudo haber sido, pero jamás fue.

El lobo gris lo sigue sigilosamente, cuidando los alrededores para no ser vistos. Quiere presionar a Kai para que reclame a su alfa, pero con el dolor de su alma respeta su decisión de permanecer al margen.

Los votos matrimoniales empiezan a ser dichos, primero de boca de Soobin. El corazón de Kai se estruja y su lobo por primera vez aulla adolorido, sintiendo decepción y desánimo por la unión de quien considera alfa con alguien más.

Una de las personas al frente ofrece una copa a su hermano, quien la recibe con vacilación. Cuando la bebe, Kai nota un cambio en su aura, puesto que se torna más oscura. Se nota débil y enfermo, pero al parecer nadie más que él puede verlo.

―Yo, Choi Soobin, prometo amarte y respetarte por la eternidad, en la salud y en la enfermedad, en la abundancia y en la pobreza ― Toma sus manos ―Prometo que no conocerás nada que no sea felicidad durante nuestra unión, y que mi amor por ti es tan fuerte, que seguirá hasta después de la muerte.

Kai quiere aullar en desacuerdo. La presión en pecho y el adormecimiento en su cuerpo indican su inconformidad con la declaración, y aunque quiere correr y arrebatar al alfa, sabe que no debe.

―Yo, Huening Kaiwoon, prometo que a mi lado serás la persona más feliz y dichosa del mundo. Prometo serte fiel durante nuestra unión y después de ella, por que incluso en la vida después de la muerte, seguiré esperándote. También prometo ser tu apoyo durante este proceso tan incierto de liderazgo, todo en busca de tu éxito que es nuestro éxito.

―Hasta que la luna nos separe ― Declara Soobin.

―Hasta que la luna nos separe ― Repite Kaiwoon.

Desde su lugar, el lobo albino está temblando por la tortura que presencia. Terry se esfuerza por sostenerlo durante sus últimos momentos, sabiendo que una vez sellen la unión, Kai morirá.

El Omega llora con angustia, y a pesar de que sabe que es inútil, ruega porque esa unión no sea exitosa.

«Por favor, no… por favor» implora en silencio, aferrándose a ese deseo con todas sus fuerzas y permitiéndose ser egoísta por única vez.

Sin embargo, esa única vez marca un antes y un después.

Lo siguiente que ve, ocurre en cámara lenta. Una violenta ráfaga de viento azota el lugar, desestabilizándolo a él y a todos los presentes. Los arreglos salen volando junto con algunas sillas, y después todo lo que hay es tragedia.

—¡Woon!.

Se oye la exclamación de Soobin, seguido por los jadeos del público. Cuando Kai enfoca el altar de nuevo, Kaiwoon está desplomado en el piso, inconsciente.

―¡Un albino! ― Alguien grita.

Y la ansiedad lo recorre cuando se da cuenta de que ha sido descubierto.

» Pero, ¿Qué le pasó?.

» Recuperó algo que había perdido.

   ❝A veces pienso que todos serían más felices si yo estuviera muerto❞