LA PREGUNTA Y LA RESPUESTA
((parte uno))

ㅡBuenos días ㅡmurmuró, a los ojitos que se abrían para mirarleㅡ. Me desperté temprano, así que les hice el desayuno.

Su sonrisa y el sol iluminó la cara de Eddward. La rubia se sentó en la cama con un bostezo, amarrándose el cabello en una coleta alta. El beta, en cambio, revisó la hora y se puso una almohada en la cabeza mientras gruñía.

ㅡQué odioso eres, ¡son las diez de la mañana! ㅡse quejó.

ㅡSe te fue todo el amor, ¿huh? ㅡrió Nazz, tirándole las sábanas al beta encimaㅡ. Bien abrazaditos estaban ayer~

ㅡQue me gusten los hombres ㅡdijo, saliendo de su esconditeㅡ, no significa que me gusten los odiosos.

ㅡ¿Pueden esperarme un segundo? ㅡdijo Nazz, levantándoseㅡ. Voy a lavarme la cara.

ㅡEstá bien ㅡdijo el pelinegro, olvidándose por un momento lo que iba a decirle al betaㅡ, desayunaremos en cuanto salgas.

ㅡQué bonito ángel eres ㅡrió, besándole la mejilla con mucho cariño. Luego, levantó la vista al betaㅡ. Algunos deberían aprender de tí.

ㅡAlginis dibiríin aprindir di tí ㅡrepitió, lanzándole un almohadazo.

Cuando la rubia desapareció por la puerta del baño, el beta se recostó a un lado del omega, apoyando su cabeza sobre su piernas.

ㅡAcaríciame el cabello. Es una orden.

ㅡTú no me das órdenes ㅡle dijo, chistando la lenguaㅡ. Pero tu cabello se ve muy suave y fino, así que lo haré de todas formas.

Metió la mano en la mata de pelo que tenía Nathan en la cabeza. Por más que hubiera dormido toda la noche a pierna suelta, su cabello parecía recién cepillado. Sabía que el cabello de Nathan era teñido, pero tomaba forma de muchos colores azules diferentes mientras lo tocaba y eso lo tenía hechizado.

Era cómo meterse en las profundidades del océano, y cada vez que paseaba sus dedos por el medio de su cabello; salía de nuevo a la celestina superficie.

ㅡTú ㅡle llamó, sorprendiéndoloㅡ, ¿recuerdas algo de anoche?

ㅡ¿Algo... específico?

ㅡLo que dijiste de Eddy. El... beso.

Los ojos de Nathan se iluminaron a la sorpresa imprevista de Eddward. Volteó a ver las puertas del baño y de la entrada, para volver a ver a Nathan.

ㅡ¿Cómo te enteraste? ¿Yo te lo dije?

ㅡLo contaste, sí. Cómo un secreto. Estábamos bebiendo los últimos shots de vodka...

Nathan había preguntado a cuántos alfas habían besado. Nazz dijo que no los contaba, el beta confesó que había perdido la cuenta y Eddward dijo que sólo había besado al jefe de la mafia.

La omega decidió ir a la cocina por algo de comida, mientras que el otro omega y el beta se quedaban preparando más pequeños vasitos con vodka. Nathan se rió y le preguntó a Eddward si realmente sólo había besado a Kevin.

ㅡFue... cómo un juego, ¿sabes? Una broma ㅡdijo, levantando los ojos al omega de nuevoㅡ. Me burlé de tí porque no querías decirme tu pasado oscuro, apesar de que Nazz y yo te contamos el nuestro.

Entonces, Eddward decidió comentarle, en secreto y con cara sombría; que había besado a dos alfas en toda su vida. La primera y la que creyó que sería la única vez que había besado a un alfa, fue en una fiesta hace muchos años... y fue con su hermano menor, Eddy.

Le dijo que no podía olvidar esa noche, ni ese beso; pero todo había sido un error. Nunca volvieron a hacerlo, nunca volvieron a hablar del tema, y nunca bebieron hasta no recordar nada juntos. Ed era la única persona de su entorno que no lo sabía.

ㅡ¿Te asustaste? ㅡpreguntó, sentándose a su ladoㅡ. Nazz no oyó ni una palabra, tú no repetiste nada y yo no se lo dije.

ㅡMe preocupa que alguien lo sepa y lo use en mi contra ㅡdijo, con la vista perdida en el sueloㅡ. Que alguien vaya a contarle eso a Kevin... me parece algo horrible.

Nathan lo miró por unos segundos, sin contestar nada realmente. Vió un chispazo en los ojos de Eddward, cómo si una idea repentina le pasara por la cabeza y rió suavemente.

¿Acaso ese omega pensaba que él le diría algo a Kevin?

ㅡLa convivencia se hace difícil después de un error como ese ㅡle dijo, sin más, mirando sus uñas desinteresadamenteㅡ. Kev y yo tuvimos un problema similar cuando teníamos quince años, así que te entiendo ㅡlevantó sus hombrosㅡ. Eddy no parece afectado por eso, así que supongo que no hay nada de lo que preocuparse.

ㅡSupongo ㅡmurmuró, y levantó la vista hacia él con una sonrisaㅡ. Gracias, Nathan. Por no contarle a nadie y por compartir tus cosas conmigo.

ㅡCuando quieras... supongo ㅡdijo, golpeándole el brazo suavemente.

La verdad era, que Nathan realmente no sabía cómo reaccionar a aquellas palabras. Sí, le había contado que tuvo el "mismo problema" con Kevin cuando eran "más pequeños", pero eso no significaba nada. Quería hacerlo enojar, ponerlo celoso... ¡no que le contestara con un agradecimiento!

ㅡOh, ¿por qué están tan serios? Pensé que la fiesta seguía ㅡdijo la rubia, sorprendiendo a los dos hombres que estaban en su cama.

ㅡEs que Edd estaba preocupado por lo que contaste ayer ㅡNathan le sonrió, mientras el omega le miraba confundido de reojoㅡ. Sobre... el tipo que quiso secuestrarte en el bar y eso.

ㅡAw, ¡pero ya estoy bien! ㅡse abrazó al omega, acariciándole la espaldaㅡ. Kevin fue muy amable conmigo al ponerme seguridad privada en el bar dónde trabajo, así que estaré bien por muuuucho tiempo ㅡle comentó, sentándose al lado del beta.

ㅡPor favor, no salgas sin tu seguridad privada ㅡle dijo Eddward, mientras le agradecía en voz baja y con una sonrisa a Nathan.

ㅡ¿Señor? ㅡpreguntó el delta, deteniéndose en un semáforo en rojoㅡ. ¿Está bien?

ㅡ¿Disculpa? ㅡpreguntó, levantando su cabezaㅡ, no te escuché.

ㅡPreguntaba si le pasaba algo, está... muy serio. Más de lo normal, quiero decir.

ㅡEstaba... pensando ㅡasintió a sus palabras. Recostó su cabeza en el asiento cuando el auto arrancó y suspiróㅡ. Cuando subí a ver al omega esta mañana, no me lo encontré en la habitación.

ㅡ¿Teme que se haya escapado?

ㅡNo fue muy lejos ㅡuna pequeña sonrisilla surcó sus labiosㅡ. Lo encontré durmiendo con Nathan y Nazz en la habitación de la omega. Estaba... viéndolos. Ellos parecen realmente cercanos ahora.

La imagen volvía a su cabeza mientras se perdía en sus pensamientos de nuevo. Nazz estaba acostada en el medio de los dos hombres, con los brazos sobre el pecho de Eddward y su cabeza apoyada en su hombro.

Nathan estaba del lado izquierdo de Nazz; el beta estaba abrazando su espalda, con la cabeza entre los cabellos rubios de Nazz. Y Eddward estaba del otro lado; uno de sus brazos sosteniendo una de las manos de Nazz, mientras que la otra estaba estirada hacia la otra punta de la cama, apoyada sobre la cabeza del beta.

Ese leve gesto. El leve movimiento de los dedos de Eddward mientras se movía y parecía despertar de su ensoñación sin éxito. La leve caricia de sus dedos en el cabello azul de su mejor amigo. La sonrisita de Nathan que surcó sus labios por un segundo.

La palpitación en su párpado izquierdo y la caída de su sonrisa.

ㅡ¿Crees que... sean amigos ya?

ㅡMe recuerdan al trío de oro ㅡrió el delta.

ㅡ¿De Harry Potter? ㅡpensó Kevinㅡ. No, ellos se parecen más a Draco y sus amigos.

Rolf lo pensó, y un escalofrío cruzó por su espalda.

ㅡNo puedo imaginármelos.

ㅡ¿Y yo? ㅡsoltó una risotada irónicaㅡ. Me hiciste poner una imagen de Nathan pelirrojo en mi cabeza.

ㅡNathan, pelirrojo ㅡrió el delta, una risa que venía desde lo más profundo de su estómagoㅡ. ¡Eso sí es divertido!

Siguieron hablando del tema hasta que, en un pequeño momento de absoluto silencio, el delta de disculpó con su jefe.

ㅡ¿Quién sabe sobre su viaje de negocios, señor?

ㅡNathan ㅡdijo, pensativoㅡ. Sólo él.

ㅡ¿No cree que debería decirle al omega, también?

ㅡ¿Tú crees?

ㅡBueno... ㅡpensó, deteniendo el auto finalmenteㅡ, a sus hermanos, en realidad.

Kevin pensó sus palabras por más de medio minuto, y luego de revisar su celular y mirar por la ventana, le sonrió al delta:

ㅡHazme un favor.

ㅡDígame.

ㅡLlévame al Park Vista, en el centro de la ciudad. Me encargaré de comprar los pasajes en otra ocasión.

ㅡSí, señor.

Después de andar un poco más sobre ruedas, Kevin se bajó de la camioneta y le dijo al delta que esperara por él ahí dentro. Cuando se hubo encontrado dentro del gran edificio, se aproximó a una recepcionista, quién le atendió con una enorme y brillante sonrisa.

ㅡBuenas tardes y bienvenido al Park Vista Corporation. ¿En qué puedo ayudarle?

ㅡBuenas tardes, señorita ㅡle dijo con media sonrisaㅡ. Estoy buscando a Ed West.

ㅡBien. ¿Prefiere que le llame por usted o le diga dónde encontrarle? ㅡdijo, tecleando en su computadora.

ㅡOh, si podría decirle que lo estaré esperando en el Café de la esquina, sería maravilloso ㅡle dijo, alejándose un poco del escritorio.

ㅡ¡D-Disculpe! ㅡle gritó, pensando que se iríaㅡ, ¿a nombre de... quién?

ㅡKev ㅡle dijo, levantando un poco su barbillaㅡ. Sólo "Kev". Él entenderá. Y si pregunta... ㅡpensó un poco, y luego volvió a sonreírleㅡ; no tenga miedo de decirle que es el hijo de puta pelirrojo que está saliendo con su hermano. Me reconocerá más fácilmente así. Tenga una buena tarde, linda señorita.

Y con una sonrisa, decidió marcharse.

ㅡEl hijo de puta pelirrojo que sale con mi hermano ㅡdijo Ed, intentando contener su risaㅡ. Buena esa, Kylie estaba encantada.

ㅡIba a decirle que me follo a tu hermano, pero creí que sería demasiado ㅡse encogió de hombros, mirando al delta por un segundoㅡ. ¿Te molesta que Rolf esté aquí?

ㅡPara nada... ¿te molesta que Eddy esté en camino?

ㅡPara nada ㅡrespondió, mirándolo con una sonrisaㅡ. Mejor para mí. Mataré dos pájaros de un sólo tiro.

ㅡQué nos irás a decir... ㅡsuspiró, recostándose sobre su sillaㅡ. Por lo visto, parece que tendremos un poco de tiempo aquí... ¿alguno quiere ordenar algo?

ㅡMe gustaría beber un capuccino ㅡopinó el deltaㅡ, ¿usted no, señor?

ㅡTal vez. En realidad, prefiero un café fuerte ㅡasintió.

ㅡSiéntanse libres de pedir lo que quieran, Eddy pagará esta ronda ㅡsonrió Ed, revisando el corto menú de la cafetería.

ㅡAntes de que ese hombrecito llegue ㅡdijo, rascándose la narizㅡ. Espero que no te pongas a la defensiva (y ojalá tu hermano tampoco), y me escuchen atentamente antes de querer pelear.

ㅡ¿Por qué?

ㅡIré a un viaje de negocios ㅡhabló, apoyando sus antebrazos en la mesaㅡ, y me llevaré a su hermano omega conmigo.

ㅡ¿Lo llevarás a dónde? ㅡhabló Eddy, golpeando a propósito el hombro del pelirrojo con su codo al pasar tras élㅡ. ¿De qué están hablando?

ㅡSerá mejor que te calles y prestes atención ㅡsentenció el alfa más alto, paseando su vista desde Rolf hasta Kevin, y devuelta a Eddyㅡ. Escuchemos lo que tiene que decir primero.

ㅡ¿Es sobre Eddward? ㅡel más bajito de los cuatro se tensó.

ㅡCuando Kevin está aquí, la charla principal tiene escrito "Eddward" por todos lados ㅡaclaró Ed, mirando al muchacho qud traía una pequeña libreta hacia su mesaㅡ. Ordenemos.

ㅡEsa es una buena frase ㅡdijo el delta a escondidas, mientras los hermanos ordenaban.

ㅡNo voy a negarte eso ㅡsonrió el pelirrojo.

Los alfas bufaron al oír las cosas que el mafioso tenía que decir. El delta se burlaba de vez en cuando, intentando que los humos bajasen y la tensión se disipara. Cuando el café se terminó, se encaminaron a la camioneta de Kevin y, de ahí, a un bar cercano.

Entre varios chistes sobre mezclar café y cerveza, los dos alfas volvieron a ese semblante oscuro con el que habían salido de la cafetería.

ㅡBueno... ㅡEd fue el primero en hablarㅡ, aún no sabemos a dónde van, así que no podemos opinar nada.

Kevin lo soltó de un suspiro: ㅡOsaka.

ㅡ¿Quieres llevarlo a Canadá? ㅡpreguntó Eddy, sentándose derecho en su silla.

ㅡEso es Ottawa, pendejo ㅡdijo Ed, con las mejillas sonrojadas de la iraㅡ. Osaka queda malditamente más lejos, ¡en Japón!

ㅡHijo de puta, ¿cuándo pensabas decirnos esto? ㅡdijo Eddy, con los dientes apretados.

ㅡUna vez que se lo dijera a Eddward y él me dijera que sí.

Eddy estaba a punto de estallar, pero Ed lo detuvo con una mano sobre su hombro.

ㅡ¿Cómo que "una vez que se lo dijera"? ¿Aún... no se lo dices?

Los ojos de Kevin miraron fíjamente los del alfa.

ㅡNo, todavía no se lo digo.