Ir a la playa. 

Esa es tal vez una de las cosas más familiares para Wonwoo, quien por años se ha estado engañando con que no le gusta mucho, que si por el sol, por la poca señal de teléfono que hay o por cualquier otra pequeñez, sin embargo nunca dejó de ir, y le conoce, conoce a la playa como a pocas cosas pero está vez es totalmente diferente y al mismo tiempo no.

Cuando el panorama entra en su campo de visión luego de unos buenos diez minutos de caminata, todas las sensaciones conocidas lo invaden y se mezclan con una nueva que a su vez siente conocida pero que es imposible porque nunca antes había tomado la mano de Mingyu para bajar hasta la playa. Es una sensación peculiar pero rápidamente se vuelve encantadora dentro de su pecho y emocionante en su estomago.

—Aún no puedo creer que no conseguí un traje de baño —comenta mientras él y Mingyu se sacan los calcetines para caminar sobre la arena.

Y buscó, Wonwoo se pasó toda la mañana en el centro de la ciudad buscando traje de baño mientras Mingyu cumplía con sus funciones de becario precioso en la universidad. Es cierto que era octubre pero el sol seguía fuerte y la gente continuaba yendo a la playa, incluso en lunes. Estaba decepcionado por no encontrar un traje de baño pero ni eso le iba impedir disfrutar del mar con Mingyu. 

Lo haría como en su ciudad, se metería al agua como sea.

Ambos consiguen un buen lugar luego de caminar un poco y extienden sus toallas sobre la arena, aunque no tardan mucho en alistarse para ir al agua porque Mingyu realmente quiere meterse a la playa, a diferencia de él, el moreno hace mucho que no va a la playa, pero hace muchísimo, una cantidad de tiempo que Wonwoo en su vida nunca ha experimentado sin ir a la playa. 

Mingyu tiene un brillo en los ojos que Wonwoo sabe que va a recordar siempre. Son emociones bonitas en la persona más bonita que conoce. Si fuera mejor dibujante de lo que es sabe que sería realmente precioso intentar dibujar a Mingyu así, con sus dedos perdiéndose en la arena, su color de piel siendo resaltado por el sol y la calidez siendo un secreto que parecen compartir solo él y el mismo sol, pues ambos la irradian sin igual.

Los dos comienzan a desvestirse, este es el momento en donde a Wonwoo lo invade un poco la timidez y no se debe exactamente a que se va a meter a bañar en ropa interior negra y camiseta blanca que por supuesto se va transparentar en lo que se moje, es porque no está muy cómodo con su cuerpo, pero incluso esa sensación es diferente aunque conocida; cuando ve a Mingyu ya en su traje de baño siente las ganas más grandes que ha tenido en su vida de meterse a la playa, se siente valiente al mismo tiempo que le faltan las palabras porque Mingyu playero es demasiado hermoso y se da cuenta de que realmente le gusta cada parte de él, de cómo se ve.

La timidez aún persiste en Wonwoo aun cuando cree estar haciendo un buen trabajo escondiéndola, sin embargo a la vez siente que no está o qué está por irse o puede que sea que solo está muy concentrado en meterse al agua con Mingyu. Definitivamente puede apostar por esa opción.

—¿Qué tan mal está tu vista? —pregunta Mingyu mientras ambos observan a lo lejos el sitio donde han dejado sus pertenencias.

Wonwoo entrecierra los ojos, distingue el sitio y las cosas, no puede decir que lo ve bien pero algo es algo.

—Veo el sitió donde estamos, un poco borroso pero lo distingo y a las cosas.

—Que bien porque yo no veo nada —dice Mingyu y a Wonwoo le dan ganas de besarlo muchísimo.

Su tiempo dentro del agua se define en quejarse de que está muy fría y dejar de sentir tanto frío a medida que sumergen mas de sus cuerpos, en Wonwoo enseñándole a Mingyu como dejarse llevar por las olas y no dejarse golpear por ellas (fallando un par de veces). También se trata del mayor sorprendiéndose por como el cabello de Wonwoo se pone muy rizado cuando por fin se rinde en su intento de mantenerlo completamente seco y se sumerge en el agua por completo. Hablan de mucho y Wonwoo está increíblemente feliz de ver como Mingyu disfruta de la playa. 

La felicidad es lo que más hermoso le queda a Mingyu.

No duran mucho más en el agua porque el final de la tarde se acerca, salen un rato y se acuestan a comer dulces y a disfrutar del ambiente. Mingyu les hace una foto que Wonwoo no vería hasta después pero que sin duda se convertiría en una de sus favoritas. Y sobre todo, ya no piensa en como se ve y se siente bonito porque la felicidad le queda bonita a todos.

Al irse de la playa, con la ropa seca humedeciéndose por su ropa interior mojada, al sacudirse la arena inusualmente fría de los pies para volver a ponerse calcetines y tenis, al despedirse de esa playa Wonwoo siente nuevamente que ama la playa, pero no tanto como a Mingyu y como al recuerdo de sus piernas descansando en la arena, resaltando una debido a la otra, ama de nuevo la playa y le puede dar las gracias a Mingyu pero lo que más ama es como él seguía siendo el paisaje más bonito y no el sol comenzando a despedirse por detrás del mar.