013
ADVERTENCIA DE NON-CON Y DUB-CON, si te incómoda este contenido ignoralo saltando el capítulo.
───────────────────
La cena estuvo bien, JiSung se aseguró de darle una buena olfateada una vez la omega se la trajo, buscó hasta el más mínimo olor extraño en las especias que sazonaban la rica sopa de pollo y arroz.
Solo por si acaso, no podía fiarse de la sirvienta, menos con esas miradas que le daba de reojo en su dirección.
El omega dejó que Nancy se fuera a su habitación cuando la miró bostezar, después JiSung también se acomodó en su nido, con la pequeña MinJi bebiendo de su pecho medio dormida, el aroma de MinHo se filtraba a su habitación, bueno, básicamente esa ala. era territorio del alfa y todo olía a él.
Quizás había algunos agujeros en las paredes que dejaban entrar más el aroma del emperador a las habitaciones cercanas, de cualquier modo, JiSung también se veía envuelto en ese aroma, la pequeña princesa parecía encantada, pero era algo malo para el ojiverde ya que no le dejaba despejar completamente la mente, seguía manteniendo esa ligera neblina que le hacía sentirse ligeramente mareado.
Cuando MinJi al fin estuvo satisfecha, JiSung la acomodó a su lado y la cubrió con una abrigadora manta. No pasó mucho antes de que también sucumbiera al sueño, uno profundo inducido por el aroma que flotaba en el aire y relajaba bastante su cuerpo.
El joven niñero era ignorante a la compuerta secreta que se abría lentamente entre su habitación, dando directamente a la recámara del emperador al que tanto temía. El enigma entró tan silencioso como un felino y su figura se paró al frente de la cortina cerrada del nido en el que dormía su cachorra junto al omega que lo cuidaba como si fuera de su sangre también.
...
JiSung despertó al día siguiente sintiéndose extraño, no podía describir la sensación, pero estaba bien, raramente bien. Estiró los brazos por encima de la cabeza haciendo crujir algunos huesos, la bebé a su lado seguía durmiendo y no lo despertó en toda la noche.
Puede que sea por eso, después de tanto pudo tener una noche de sueño completa sin interrupciones, no fue despertado por lloriqueos que exigían comida. Eso significaba que la pequeño rubia estaba creciendo y se adaptó a dormir toda la noche, sabiendo eso hizo que JiSung se sintiera feliz.
Tomó a la bebé entre sus brazos y llevó sus manos a los botones de su bata para abrirlos, no sintió sus pechos a reventar como de costumbre cuando MinJi dormía mucho y duraba rato sin comer. Es más, estaba algo seco, el castaño se preocupó un poco cuando la menor comenzó a chupar sus pezones rosados.
—¿Tal vez deba mandar a decirle al chef que me dé más raciones de comida? —no podía quedarse sin la comida principal de MinJi, el pecho necesita mantener a la bebé con una buena nutrición hasta que pueda ingerir comidas y purés.
—Buenos días Sunggie. —siendo una luz en su nublada mente, la pequeña pelirroja entró a la habitación con una bandeja y el desayuno humeante sobre ella.
La menor colocó la comida sobre la baja mesa en el suelo, llenando la taza con té caliente y colocando algo de mantequilla sobre el pan caliente. Nancy se sentó sobre sus talones al frente de JiSung, esperando con una suave sonrisa a que el omega mayor terminara de darle el desayuno a su pequeña ama.
—¿Ya has comido, Nancy? —Preguntó JiSung, olvidando sus pensamientos anteriores, tomando una pieza de pan con mantequilla derretida para llevárselo a la boca, estaba delicioso y con una corteza crujiente.
—Si, sabes que Mina siempre tiene comida lista temprano para todos los sirvientes que trabajan temprano, tiene una magia increible. —Nancy señaló bastante agradecida con ello, a pesar de ser una alfa, la cocinera Mina tiene una magia extraña que solo funciona con la comida, eso la llevó a servir bastante bien trabajando para la familia imperial.
—Imagino que sí, después de esta comida ¿Puedes traerme una ensalada de frutas con algo de crema? —no hay nada más delicioso y lleno de nutrientes que eso, además, no era tan pesado, así podría comer bastante y no sentirte muy lleno.
La omega menor ladeó la cabeza algo confundida, era bastante inusual que JiSung pidiera comida extra aparte de su desayuno, la dieta del castaño había aumentado en cuanto sus pezones dieron el alimento de la cachorra en sus brazos, siempre se comía todo y no pedía nada después.
Aún así Nancy avanzando con la cabeza, no preguntó porque no quería molestar ni ser entrometida, era algo mínimo que no requeria de su curiosidad, puede que incluso sea solo un antojo. La pelirroja solo se dedicó a esperar que JiSung terminara de darle de mamar a la joven princesa, ella la entretuvo mientras el mayor comía tranquilo y los hizo reír con sus juguetes para bebés.
El día pasó sin incidentes, el omega no se encontró con aquella sirvienta ni con el enigma, por suerte. JiSung salió a los jardines, almorzó con sus padres antes de que su madre tuviera que regresar a su hogar y leyó un libro antes de volver a su cuarto para dormir.
La tranquila rutina restringida unos cuantos días, JiSung pocas veces veía al emperador por los pasillos, siempre ocupado, la omega no le volvió a servir y Nancy siempre estaba al pendiente de lo que pudiera necesitar. Sin embargo, había algo que JiSung no dejaba pasar por alto, sus pechos siempre amanecían con poca o casi nada de leche materna.
No hallaba la razón, si MinJi no lo volvía a despertar de noche en busca de comida, ¿Cómo era posible que eso ocurriera? JiSung estaba perdido, comenzó a comer un extra en sus raciones e incluso le pidió algunos té a la curandera Yuna, pero siguió ocurriendo los mismos esos días.
También estaba esa sensación extraña que tenía cuando despertaba, un hormigueo en su piel, ligero y algo desorientado, como si estuviera bebiendo o tan... satisfecho. Descubrió, más bien comparó, a esa sensación con la que tenía después de sus celos, mayormente al terminarlo junto a otro omega.
No era mal visto en su sociedad que dos omegas pudieran pasar sus calorías juntos para así aliviarse mutuamente, los doctores habían recomendado mucho eso, ya que el uso excesivo de medicinas para suprimir los instintos y los dolores podria traer complicaciones a la hora de querer un cachorro.
Así se sintió, como si despertara un día después de su celo, el último que tuvo se ayudado con JeonGin, un omega masculino también, el omega pelinegro tenía una personalidad bastante alegre y optimista, le daba algo de vergüenza decir que era con quién más pasaba sus ciclos y le agradaba bastante.
JiSung ya no sabía qué hacer o pensar, por un lado estaba su parte racional que le decía que quizás era un problema de estrés por lo que pasó que ahora su cuerpo se estaba atascando. Por otro lado, su parte más paranoica, le decía que algo más ocurría, que eso era obra de un 'alguien' y le daba miedo pensar en el responsable, más cuando se fijaba en la pared que lo separaba de la habitación del hombre más peligroso de todo el continente en el que viven.
De verdad que esperaba equivocarse.
⚠️
La noche cayó como de costumbre, JiSung tenía los ojos cerrados tratando con todas sus fuerzas de no dormirse, una de sus manos estaba agarrando con suavidad una de MinJi. Su respiración era suave y apenas notable, estaba así desde hace un par de horas y no creía aguantar más, pero cuando estuvo a punto de rendirse ante el cansancio, fue que lo sintió.
No hubo sonido, ninguno, ni siquiera un cambio de aroma en el aire, pero fue como si pudiera sentir la presencia de la entidad en su habitación sin mirarla siquiera. No se movió, ni un músculo, pero lo sintió, las cortinas de su nido fueron abiertas y una brisa fresca entró por ellas.
"No te muevas, no dejes que tu aroma se pinte de miedo".
JiSung le ordenó a su mente una y otra vez, solo esperando, ni siquiera los alfas de aquella noche pudieron ocultarse de la forma en la que lo hacía esa presencia. Había un peso extra en el colchón, el ojiverde estaba acostado de su lado derecho y al frente del bebé que dormía plácidamente.
Las mantas que cubrían al pecho fueron sacadas suavemente, eso tensó ligeramente el cuerpo del menor, pero aún así mantuvo su postura, fingiendo dormir profundamente, la razón era simple. De alguna forma sabía quién era el que interrumpió en medio de la noche su nido.
Una mano grande, algo callosa, tomó el hombro del pecho para dejarlo boca arriba, otra mano acunó las mejillas de JiSung, trazando con el pulgar sus labios algo secos, acariciando tan delicadamente el párpado inferior de sus ojos.
El ojiverde quería gritar, golpear y correr, pero mantuvo su fachada, aún sintiendo cómo el intruso abría la parte superior de su bata, liberando sus pezones, que por las horas goteaban leche al estar sus pechos bastante Ilenos.
"No soy yo..."
Fue un pensamiento fugaz, antes de que una boca cálida tomara uno de sus pezones, lo tomó por sorpresa y eso le sacó un pequeño jadeo, JiSung se retorció un poco, se dio cuenta de que la otra persona estaba sobre él, atrapando su pequeña, figura entre las sábanas.
Mientras un pezón era succionado, el otro era apretado por ágiles dedos que no le dejaban un respiro, JiSung trataba de no jadear tanto, no podía creer que se estuviera excitando por algo que debería de asustarlo hasta los huesos. Debería de despertar, de verdad que debía de hacerlo, sin embargo; El emperador no estaria feliz.
Era él, si fuera otra persona habría un aroma diferente en la habitación, por más que lo contuviera, estaba tocando su cuerpo como quería y su cabello espinoso le daba cosquillas en el mentón, literalmente todo olía al enigma, solo con atenuar su aroma podría pasar desapercibido porque no tiene que hacer tanto el esfuerzo de ocultarse.
JiSung deseó que terminara rápido, al parecer MinHo bebía hasta que quedó satisfecho y lo suficiente para que la pequeña MinJi pudiera comer en la mañana mientras reponía más. ¿Por qué hacia eso? Entendía que le pudiera gustar la leche materna como a cualquier alfa, pero era demasiado, entrar así a su habitación estaba muy mal visto, incluso para una persona de alto rango como él.
—¡Ngh! —Los pensamientos de JiSung fueron interrumpidos por la firme mordida en su botón rosado, casi deja que su mano baje a agarrar la cabellera del enigma que abusaba de su cuerpo "dormido".
—Shh shh, no lo despiertes —el sabía, JiSung se creyó tan estúpido como para tratar de engañarlo.
El omega presionó los labios en una dura línea tratando de no soltar más quejidos, dejó que el enigma fuera de un pecho vacío al otro, haciendo lo mismo que con el primero, succionando, saboreando la comida que es básicamente para su hija y no era para él.
JiSung no pudo evitar tensarse cuando una mano del mayor se metió entre sus piernas y entre su ropa interior, cuando trató de cerrar con fuerza sus piernas el aroma de MinHo lo adormeció de nuevo, dejó salir una ráfagas ligeramente amarga que le envió perfectamente el mensaje. Debía dejarse hacer lo que él quisiera, lo llenaba con tanta impotencia que lágrimas de frustración salían de sus párpados cerrados.
Al enigma no parecía importarle lo que sentía, él se dedicó a meter sus dedos entre su húmedad, lo sintió sonreír contra su piel, parecía engreido por lograr excitarlo, solo con estimular sus pezones, pero eso solo era una respuesta biológica de su cuerpo al enigma, además estaba sensible ya que la pequeña princesa incluso lo mordía algunas veces.
Dos dedos horribles se paseaban de arriba abajo, sobre su entrada húmeda que se apretaba alrededor de la nada, MinHo masajeaba con suavidad sus pequeñas bolas lampiñas, parecían pequeños granos entre sus grandes dedos, pero bueno, esos genitales no estaban hechos para su reproducción.
El omega arqueó la espalda cuando los dedos llenos resbaladizos del rubio rodearon su pequeña polla y la apretaron, subiendo y bajando con firmeza. JiSung se mordió con fuerza el labio inferior, el placer se acumuló en su vientre y el castaño se odiaba por ello, pero no podía evitarlo, lo único que pudo hacer fue tensar las piernas y agarrar las sábanas antes de correrse en la mano del emperador..
—Bien bien —susurró el mayor—, ahora me toca mi otra comida.
No pudo detenerlo, MinHo terminó de saciarse con su pezón y después se apartó un poco, solo para alzar su bata y sacar la ropa interior, un camino de beso iniciado desde su ombligo y terminó sobre su media flácida polla. La lengua del enigma limpiaba todo el desastre que había provocado.
Las manos grandes del mayor abrieron las piernas del ojiverde, dejándole espacio libre para que su cara pudiera caber entre ellas, MinHo limpió todo. Cualquier rastro de semen infértil o lubricante natural del omega, se encargó de dejarlo como si nada hubiera pasado, una vez terminó se levantó. El enigma acomodó la bata en su lugar, fue lo único que hizo, el ojiverde tenía sus piernas desnudas y apenas tapadas con la delgada tela de su camisón.
Sus cálidas palmas recorrieron la figura, ligeramente temblorosa del ojiverde, una última vez, el aliento del mayor pegó en el cuello de JiSung, dejó algunos besos allí y uno cerca de sus labios, siguió hasta llegar a uno de los oídos del menor, acunó, su rostro con suavidad antes de hablarie.
—Tus bragas están sucias y mojadas, no es bueno dejarlas puestas así —el enigma sonó notando bajo sus dedos como el rostro del ojiverde se arrugaba, lo mejor será que no use de ningún tipo mientras duermes.
Un último beso fue dejado en la mejilla de JiSung, el enigma se fue tan silencioso como llegó. Solo entonces el omega abrió los ojos, de todas las formas estaba en completa oscuridad y no pudo ver nada de forma nitida, se encogió sobre sí mismo y se enrolló en una manta. Sospechó de forma temblorosa dejando salir sus lágrimas, tuvo miedo, y sintió algo de asco por sí mismo.
Ni siquiera estaba seguro en su propio nido, no había ningún lugar en donde estuviera a salvo en ese palacio.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro