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👨🏻‍💼Ú𝙽𝙸𝙲𝙾👨🏻‍💼

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Park Jimin, un hombre caliente y apuesto, deseado por la mayoría de sus empleados tanto mujeres como hombres, era tan malditamente caliente que con solo verlo o incluso escucharlo hablar, se te mojan las bragas. Park Jimin unos de los empresarios más poderoso de Seúl, dueño de una enorme empresa de publicidad y productos para chicos y chicas.

Él era un hombre muy respetable, imponente, con mucho ego y orgullo, rubio, labios grueso y apetecibles, que cualquiera tiene ganas de probar, sin contar que también tiene un culo increíble. Él es Jefe de su propia empresa y estaba muy orgulloso, empezó desde abajo y ahora está en la cima, todos, absolutamente todos deseaban al increíble Park Jimin o bueno la mayoría.

Todos querían acostarse con él, que estuviera entre sus piernas y hacerlos gritar, todos lo querían y Jungkook no era la excepción, este era el secretario de Jimin, un chico pelinegro, un poco más bajo que el rubio, era un chico un poco moreno, ojos de bambi, nariz un poco grande pero hermosa, labios delgados y apetecibles, tenía un pequeño lunar debajo de estos.

El pelinegro a decir verdad siempre sintió deseo por el rubio pero más que todo amor, si amor, por qué lo amaba, amaba a su jefe, desde que lo conoció había quedado jodidamente hipnotizado por la belleza de su hermoso jefe, se dio cuenta que estaba totalmente enamorado el día que probó sus labios, aún que solo había sido un pequeño roce por accidente, lo había dejado muy mal, avergonzado y muy sonrojado, ese día se dio cuenta que necesitaba de él, que lo quería y no solo para ser follado sino también para ser su pareja, su novio, su esposo, quería todo con su jefe Park, y podía por que todos sabían que el jefe era bisexual, pero aún que "podía" era un no.

Jungkook siempre trato muy bien a su jefe, le hablaba con cariño y mucho amor, tal vez así podía ablandar el corazón de su jefecito, pero por más que lo hacía nada cambiaba. Llevaba alrededor de tres años trabajando para él, le fue inevitable enamorarse más de un hombre tan apuesto e imponente como Jimin.

Jeon todas las mañanas, le daba los buenos días a su jefe, le decía lo bien que se miraba e incluso le preparaba su café favorito, pero este todo el tiempo lo ignoraba y Jungkook mentiría si dijera que eso no le afectaba, pero lo hacía, cada vez que su jefe le hablaba de mala gana o lo miraba con asco e indiferencia, su pequeño corazoncito lleno de amor se partía en mil pedazos, ver como el hombre que más amaba en muchas ocasiones metía hombres y mujeres a su oficina, le daban unas enormes ganas de llorar y quedarse en su casa envuelto en sus sábanas color rosa para seguir llorando. Lo manda demasiado, pero estaba decidido, le diría que estaba jodidamente enamorado de él y que lo amaba, si este le correspondía sería el hombre más feliz del mundo, pero decidió que si pasaba todo lo contrario, renunciaría al trabajo, ya no aguantaba más seguir sufriendo por un amor qué tal vez nunca iba a ser correspondido.

Ahí se encontraba nuevamente Jeon tan temprano en la empresa de su hombre amado, siempre llegaba diez minutos antes que el contrario y cuando esté llegaba, Jungkook lo recibía con todas las vibras del mundo, pero este únicamente lo ignoraba. Estaba sentado en el escritorio que estaba a la par de la puerta de su jefe, atento al elevador para ver cuando llegaba su precioso jefe.

Las puertas del elevador se abrieron y Jungkook volteó a ver entusiasmado, pero solo eran los demás empleados, por lo que siguió esperando, pasaron alrededor de cinco minutos y Jeon con sus esperanzas decaídas volteó al elevador y allí se encontraba el hombre que más amaba, que había hecho sus corazón estrujar de felicidad y tristeza, sonrió y rápidamente se levantó de su asiento para saludar a Park, cuando este paso frente a él.

— Buenos días, señor Park.— hizo una reverencia y le sonrió esperando que este le devolviera el saludo, pero eso nunca sucedió, ya se había acostumbrado— espero haya amanecido bien, se ve excelente— halago pero de nuevo, este lo ignoró, decir que cada vez que el rubio hacia eso su corazón no dolía era una simple mentira, pero él no se quería sentir mal por eso.

— Te quiero en mi oficina, ahora.— demandó Park, para luego entrar a su oficina, Jungkook sonrió, era una de las muy pocas veces que su jefe le hablaba en la mañana.

Sin más se puso en camino hacia la oficina de su hombre y entró, viendo como este ya se había quitado su saco y lo había puesto en el perchero, con las mangas de la camisa doblada y tecleando cosas en su computadora, sin menciona algo que Jeon no notó. Era una erección.

— ¿Para que me necesita, señor Park?— hablo con una sonrisa radiante y coqueta, sí, a veces le coqueta a a su jefe pero obvio como siempre era ignorado.

Para follarte y algo más— pensó Park, pero no lo iba a admitir.

— Hoy te vas a quedar hasta tarde aquí conmigo, necesito terminar algunos trabajos y que tú termines de revisar archivos que son para mañana en la mañana, así que háblale a quien quieras y avísale que llegarás tarde y/o que te vengan a traer.— mencionó sin más, pero solo era una estúpida escusa para quedarse con el menor a solas y tal vez ir algo más allá, si es que su terquedad y orgullo se lo permitía.

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La noche al fin había llegado, los únicos que quedaban en la empresa eran los guardas, el jefe Park y su lindo secretario, ambos se encontraban en la oficina del mayor terminando algunos trabajos, que en realidad no era algo pesado o algo que obligatoriamente tenía que quedarse, inclusive podrían haberlo hecho en la mañana y aún así el tiempo hubiera estado de sobra.

Jungkook al fin termino el informe que su jefe le había asignado.

— Listo, señor Park.— dijo con una sonrisa hacia su hombre, que están muy serio pero podía jurar que vio una pequeña sonrisa ladida en sus labios, su corazón aceleró nunca había visto sonreír a Jimin.

Jeon podría decir que amaba a su jefe, estaba total y completamente enamorado de él, de su forma de ser, tan frío y serio, también podría decir le encantaría ser follado por este, su cuerpo tan grande y delicioso, esos músculos que se marcaban casa vez que se doblaba la camisa por los codos, a veces en la noche cuando llegaba a su hogar, se masturbaba pensando en su jefe y que en vez de tener un vibrador dentro de él, imaginaba que era Jimin quien lo jodía tan bien, varias veces se le insinuó pero como siempre el otro lo ignoró. Una idea se le vino a la mente, tal vez ahora que estaban solo podía ser algo descarado, sin más desabotonó los primeros tres botones de su camisa dejando ver su blanquecido pecho, sin que Jimin lo notara despeinó un poco su cabello viéndose jodidamente sexy y tierno a la vez.

— Termine igual.— hablo Jimin, alzando su vista, quedando un poco sorprendido al ver a Jungkook de esa forma pero eso hizo que solo lo excitarse más, el al igual que el castaño estaba enamorado pero siempre lo evitaba o ignoraba, no le gustaba sentir esas cosas, pero ya no aguantaba más, quería y necesitaba a su secretario con él y solo para él.

— ¿Ya le dije que hoy se ve increíble?— Jeon empezó a coquetear levantándose para ir a la puerta de la oficina y cerrarla con seguro moviendo sus caderas dejando a imaginación su delicioso y algo pequeño trasero, regreso a su lugar, parado frente a Park y este llevó su silla un poco atrás de su escritorio para palmear sus piernas en señal de que el otro se sentara.

Jungkook no podía estar más feliz y emocionado, su jefe había correspondido su coqueteo, al fin iba a poder al menos ser follado por el hombre que ama, le dolía claro que sí, pero en esto momento no quería pensar en eso, solo quería dejarse llevar por el momento, sin más se sentó sobre las piernas de su jefe y el otro lo agarro de la cintura.

— Y tu te ves sexy así— le correspondió subiendo y bajando sus manos por el pequeño cuerpo de Jeon, lo deseaba, realmente lo deseaba, obvio no iba a admitirlo, aunque prácticamente sin decirlo literalmente, pero si corporalmente.

Jungkook empezó a moverse sobre el regazo de su jefe, causando así una erección casi instantánea, el otro llevó su manos hasta el trasero de menor, empezando a amazarlo y tocarlo como se le daba la gana, Jeon se acercó para besarlo y sin rechistar correspondió. Joder, siempre había querido probar esos hermosos labios, el inferior tan grueso y superior tan delgado, a diferencia de los suyos, esos labios lo volvían loco, cada vez que veía a Jeon hablar se le había agua la boca por probar la del contrario, por esto es que la mayoría del tiempo lo ignoraba, cada vez que lo veía a los ojos o frente a frente, le daban unas terribles y tremendas ganas de hacerlo suyo, en todos lo ámbitos posibles, pero no era tan valiente como para hacerlo.

Debía confesar que siempre le gustó Jeon, desde que lo contrato hace algunos años atrás, pero jamás se digno o hizo el esfuerzo para acercarse, más bien solo lo alejó al ver que este también estaba interesado en él, un total idiota, pero ahora por nada del mundo iba a dejar pasar la oportunidad, aunque fuera para follarlo, ya luego arreglarían las cosas, ahora solo se dispuso a disfrutar del momento, sin pensar en lo cruel que iba a ser al día siguiente.

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Jimin se encontraba en el sillón que estaba en su oficina, sentando sin pantalones, con la camisa abierta, también con las piernas abiertas y entre medio de estas estaba Jeon, haciéndole una mamada.

Jungkook sobre sus rodillas completamente desnudo, como su jefe se lo mandó, con todo el miembro de Jimin en la boca, trataba de tragar lo que podía, la verdad es que él era algo experto, no era virgen ya que la perdió con su primer novio en la secundaria que fue un amor muy hermoso, pero lastimosamente tiempo después ya no sentían lo mismo así que se quedaron con amigos y hasta el día de hoy son los mejores amigos, dejando su relación como un muy lindo recuerdo.

Sin más, Jeon seguía lamiendo y chupando el pene de su hombre, tomaba lo que no cabía en sus manos, maaturbandolo, mientras hacía eso llevo una mano a su pene y se masturbó, quería correrse, joder sí, pero cuando Jimin vio que estaba a punto, este no lo dejó.

— No amor, vamos a corrernos juntos, mientras te la meto.— le susurró al oído cuando lo sentó nuevamente en sus piernas, poniendo sus manos en las nalgas de este, llevo dos dedos a la boca del menor— chupa bebé.

Jeon con gusto chupó, por un momento creyó que Jimin iba a ser brusco, pero estaba siendo tan amable con él, aparte cuando hacían algo este le llamaba "bebé" "amor" se sentía con en el cielo y más aún cuando sintió los dedos de su hombre fuera de su boca para llevarlos a su entrada y meterlos de una sola vez, haciendo gemir de placer y un toque de dolor, en realidad como había dicho minera virgen, pero hace mucho, desde que trabaja para Jimin, no tiene intimidad con ningún chico, solo se masturba o mete vibradores en su interior.

Jimin metia y sacaba sus dedos de Jeon, se sentía tan malditamente apretado, si así apretaba sus dedos no quería imaginar cómo iba a prestar su polla. Jungkook estaba gimiendo fuerte el nombre de Jimin, Vaya que su jefe la tenía bastante grande, no sabía cómo carajo iba a entrar en él, pero lo recibiría a gusto. Ya dilatada su entrada Jimin alineó su miembro para penetrarlo de una sola estocada, haciendo que Jungkook prácticamente gritaba en el oído del mayor, este tenía sus brazos alrededor de los hombros del rubio.

Unos minutos después de darse varios besos, Jeon ya se había acostumbrado a la longitud de su hombre, así que se separó del beso y empezó a saltar un poco, sacandole algunos jadeos al rubio, quien puso sus manos en la cintura de su bebé, dándole más impulso para saltar.

— Ah, se-señor Park, tan delicioso— gimió Jungkook besando al mayor, mientras daba salto tras salto.

— Joder amor, estás tan apretado.— le dijo separandose del beso y llevando estos al cuello del otro para dejarle múltiples chupones.

Minutos y más minutos pasaron en los que Jeon no paraba de saltar y besar al hombre que ama, estaban por venirse, así que Jimin rapidamente cambio de posición, dejando a Jungkook sobre el sillón bajo él y quedando entre sus piernas, sin más unio sus cuerpo y sus labios de nuevo, amándose a más no poder.

— Realmente eres hermoso, mi Jungkookie.— susurró en el oído del menor— me encantas, tienes un cuerpo muy lindo, mi amor— volvió a susurrar.

— Señor Park, más— gimió ante las palabras dicha de su hombre.— a-ahí.

— No me digas señor Park, bebé— le dijo llevando su mano al pene de Jeon para empezar a masturbarlo— mejor dime, mi amor o un apodo lindo, tanto como tú— beso su cuello, solo que esta vez eran besos suaves y delicados, dando estocadas en el punto dulce del castaño.

— M-mi amor— dijo entre jadeos Jeon, mencionando el apodo que su hombre le dijo, en ese momento se sentía increíble, en de follar parecía que el rubio le está haciendo el amor, y nl se equivocaba, pero más debía saberlo— vo-voy a venirme— como pudo, estaba tocando el cielo y viendo la estrellas, era demasiado placer para él.

— Hagámoslo juntos, bebé— lo besó sin más, penetrandolo más fuerte y a ese misml ritmo masturbandolo. Y al fin se corrieron, Jimin dentro del castaño y este en su estómago manchandolo a él y a su hombre.

Después de un rato ambos estaban sentado en el sillón, Jeon sobre el rubio que todavía estaba dentro de él, dándose pequeños besitos de amor, teniendo sus manos alrededor de los hombros de mayor.

— Eso fue increíble, mi amor.— le dijo Jungkook a Jimin, volviendo a besarlo.

— Lo fue, bebé.— correspondió.

— ¿Para esto querías que me quedara contigo hasta tarde?— dijo mientras iba dejando castos besos en los labios hinchados del otro, quien soltó una risita.

— Posiblemente.— ambos soltaron sonoras carcajadas y se besaron.

Luego de haber arreglado todo y cambiarse, Jimin ofreció al castaño dejarlo en su casa, este accedió debido a lo tarde que era, cuando llegaron a su destino, era hora de despedirse y claro que lo hicieron, solo que les llevo como una hora hacerlo, esa hora llena de susurros, besos y palabras de amor. Jungkook nunca creyó que eso iba a pasar, estaba demasiado feliz por qué había estado con su jefe y este lo había tratado tan bien, prácticamente habían hecho el amor.

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A la mañana siguiente Jeon como siempre había llegado más temprano que su jefe, pero está vez había llegado más feliz que nadie, a todas la personas que ya se encontraban ahí las había saludado con una sonrisa y estos lo miraron raro, pero no le dieron importancia.

El castaño estaba esperando a que su amor llegara, para recibirlo con unos abrazos y besos, cuando vio que este había salido del elevador lo vio con una sonrisa pero este ni siquiera lo volteó a ver, no le extrañó tal vez estaba actuando para que los demás empleados no sospecharan, así que rápido fue a la página del rubio después de que está entró, cerro y vio la espalda buen marcada de su hombre, con una sonrisa se acercó y lo abrazo, enrrollando sus brazos en la cintura del mayor.

— Buenos días, mi amor.— dijo tímido pero feliz, con una sonrisita y con un sonrojo.— te ves muy lindo y hueles muy  rico— volvió a sonreír, pero todo rastro de esto se fue cuando sintió que el otro lo apartaba con brusquedad.

Jimin suspiro, entrando en papel, solo esperaba que todo saliera bien.

— ¿Que te pasa? ¿Por qué me llamás así?— se dio vuelta con evidente "furia"— soy tu jefe y debes respetarme.— volvió a hablar esta vez más rudo y frío.

— Pe-pero usted anoche me dijo que podía decirle así— dijo muy confundido por el comportamiento del mayor

— Me importa un carajo lo que te dije anoche, me tratas con respeto.— siguió, viendo como los ojos del castaño empezaban a cristalizarse, joder esperaba que todo esto valiera la pena.

— Pero ayer que hicimos el amor, usted dijo que yo podía llamarlo así.— con una pizca de esperanza a que no hubiera sido solo un acostón, se lo esperaba pero después de como el rubio lo había tratado ayer, creyó que era algo más que eso.

— ¿Hicimos el amor?— preguntó "burlesco" y con un toque de "frialdad"— que estupido iluso eres Jeon, solo follamos, si fue sexo, nada más que eso.

— Pe-pero me trataste muy bien, solo como para que fuera sexo.— dejó caer una lágrima en su párpado derecho. Jimin se sintió una mierda por hacer llorar a su bebé, pero valdría la pena se repetía.

— Solo te trate bien para acostarme contigo, fue un buen sexo, sin compromiso.— musitó, y está vez Jeon ya se encontraba llorando frente a él, totalmente roto, todo eso le había roto el corazón.

— Dígame que esta bromeando— le dijo tratando de acercarse pero este solo se alejó— por favor dígame que usted si me quiere como yo lo quiero a usted— sollozo viendo como el otro no tenía ni una pizca de arrepentimiento en sus ojos.

— No bromeo Jeon, solo fue sexo, una noche, nada más, no te hagas ilusiones, jamás estaría con alguien como tú, solo fuiste una putita más que abrió las piernas para mí— le dijo— si venías para eso, puedes retirarte— sin más se fue a sentar a su silla frente al escritorio de mármol, Jeon salió ya destrozado de ese lugar, nunca creyó que "el amor de su vida" lo iba a tratar así. Jimin rápidamente saco la pequeña cajita de su bolsa y la abrió viendo el bonito detalle que estaba dentro, de verdad esperaba que todo esto saliera bien, sino todo se iría al carajo. Suspiró y se dispuso a seguir con su trabajo, esperando a que el tiempo pase lo más rápido posible.

Por otro lado Jungkook se encontraba en el baño encerrado en un cubículo llorando, esperando a que nadie entrara allí, estaba totalmente roto, era un maldito imbécil por creer una estupidez como la de pensar que tal vez su jefe algún día lo iba a amar tanto como el lo hacía, estaba pensando qué tal vez ya era hora de dejar ese lugar, para no seguir sufriendo más por el hombre que amaba.

Renunciaría.

Esa era la mejor opción para dejar de sufrir por ese hombre, solo terminaría de trabajar hoy y ya nunca más volvería, tal vez así podría olvidarlo, se iría de viaje a todos los países que siempre quiso conocer, tenía mucho dinero ahorrado de su sueldo, tanto como para mantenerse hasta cuatro años y viviendo de lujo, siempre fue tan inteligente para esas cosas.

Ya más calmado salió del cubículo para lavarse la cara, se vio al espejo, estaba con los ojos rojos y un poco aguados por el llanto, la nariz roja de tanto limpiarla y sorberla, se secó con el papel que siempre estaba ahí y salió, gracias a Dios, todo estaban concentrados en su trabajo como para ponerle atención, lo que no sabía era que Jimin había salido a amenazarlos a todos si le hacían algo o se burlaban de él, se fue a su escritorio, termino algunos documentos y también termino de hacer su carta de renuncia.

Se levantó del lugar y fue a la oficina de su jefe, lo raro es que cuando entro este estaba nervioso y rápidamente había guardado una cajita que no alcanzo a ver bien.

— Aquí están los documentos para la junta con el señor Choi.— le dijo y se las extendió, este los tomo y también un pequeño que venía junto a estos.

— ¿Que es esto?— preguntó incrédulo y todo lo posible para verse frío, pero lo único era sentirse culpable al ver a su bebé de esa forma, lo había hecho llorar.

— Mi carta de renuncia— pronunció, haciendo que Jimin lo mirara sorprendido— hoy es el último día que voy a trabajar aquí, señor Park.— dijo sin más para salir del lugar, volviendo a su trabajo, preparando todo para la siguiente persona que ocupara su lugar.

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La noche había llegado, la hora de la verdad había llegado, Jungkook suspiro terminando su trabajo al fin, nuevamente se fue a la oficina de su jefe con las cosas, tenía que entregar otros documentos y despedirse.

— Señor Park.— murmuró al ver como este no había notado su presencia por estar inmerso en su teléfono.

— ¿Que pasa?— preguntó dejando su celular a un lado.

— Estos son los últimos documentos— hablo y se los entregó.

— Bien, gracias.— le dijo, estaba listo para todo, iba a volver a hablar pero su bebé lo interrumpió.

— Yo...— suspiró— muchas gracias por todo señor Park, gracias por contratarme y permitirme trabajar con usted y también muchas gracias por lo de anoche— bajo la cabeza avergonzado y a la vez triste, sus ojos habían empezado a aguarse— se que para usted no significó nada, pero para mí fue muy importante, porque me gusta, perdón esto es estúpido— se limpio las pequeñas lágrimas que habían salido de sus lindos ojos, para alzar la cabeza viendo a los ojos de su jefe— solo quería despedirme, fue muy lindo trabajar con usted— hizo una reverencia— una cosa más.— dijo viendo directamente los precioso ojos de su jefe— lo amo, señor Park. Adiós.— termino con un hermoso rosa carmesí en sus mejillas, una sonrisa, para volver a hacer una reverencia dispuesto a marcharse. A Jimin le sorprendió bastante esa confesión, aunque en el fondo lo sabía y también sabía que el lo amaba igual, sin perder más tiempo viendo cómo Jeon estaba a punto de cruzar la puerta para no volver más.

— Jungkookie, espera.— se levantó llevando la cajita a su bolsa y guardarlo, camino hasta el castaño que se había volteado bastante confuso por el apodo que utilizó su jefe.— ¿me acompañas a un lugar?— preguntó agarrando la mano de Jeon y este sonrojado asintió.

Se fueron directo al ascensor, Jimin presionó el último piso, llegaron, luego de eso, subieron unas gradas para la azotea, Jeon no podía dejar de estar sonrojado sus manos todavía estaban entrelazadas, se suponía que el no debía estar ahí después de como Jimin le había hablado, pero le fue inevitable no aceptar.

Llegaron a la puerta para salir al lugar antes dicho, Jimin le soltó la mano para llevar las de él a los ojos de el castaño, este jadeo asustado

— ¿Porque me tapa?— preguntó poniendo sus manos sobre las de el rubio.

— Ya verás, Jungkookie.— ese apodo, de nuevo ese lindo apodo, que lo hacía sentir tan bien, no renegó y se dejó hacer. Caminaron un poco, Jimin cómo pudo abrió la puerta, saliendo, estaba un poco fresco y eso era agradable, pararon de repente frente a algo— llegamos amor.

Jeon tembló ante ese apodo, recordando todo lo del que este le había dicho en la mañana, sus ojos picaron un poco— ¿Que es esto, Jimin?

— Cuando yo te diga vas a abrir, amor— dejó un casto beso en el descubierto cuello del otro, donde aún adornaban algunos chupones, que para Jimin se veían jodidamente lindos y sexys— ¿Sí, bebé?— el otro asintió y el quitó sus manos de los ojos del contrario.— 1...2...3, listo amor, puedes abrirlos.

Jeon abrió los ojos y lo que vio hizo que sus ojos se pusieran acuoso, pero esta vez de felicidad, enfrente de él había una pequeña carpa, decorada y con unas luces alrededor, adentro y en medio de esta, estaba unas letras grandes, que sabía que su vida cambiaría por completo, "¿will you marry me?" estaban en esas letras de luces tan bonitos y eran rosas, su color favorito, no podía procesar nada, joder estaba tan emocionado, también había una mesa para dos, con comida y vino. Jimin se puso frente a él viendo como este estaba llorando "todo va a salir bien" se repetía, se puso sobre una rodilla frente al castaño, Jungkook no lo podía creer.

— Amor...— empezó, sabía que no merecía llamarlo así, pero haría todo lo posible por obtener su perdón— amor yo...— suspiro— primero que todo, quiero pedirte perdón por como te hablé y te trate está mañana, es solo que estaba nervioso y ya tenía preparado esto, no soy bueno guardando secretos ¿sabes?— rió un poco— se que esto no debe justificar el hecho de lo que te dije y como te lo dije, tenía miedo de no poder guardar este secreto, lo tengo planeado desde hace meses, también perdona por ignorante todo este tiempo, no sabía cómo actuar frente a la persona que me gusta y también que tenía miedo de tu rechazo, pero en cuanto me di cuenta de que también te gustaba, no dudé en preparar algo, la verdad es que hacer el amor ayer, no estaba en mis planes, si te pedí que te quedarás pero no para eso, lo que te dije, que solo fue sexo, fue mentira mi amor, no solo fue sexo por qué nos amamos, me amas tanto como yo a ti, perdón por decirte esa palabra tan horrible, no te lo merecías y no sé si me vas a perdonar después de todo eso, después de hacerte llorar, pero de verdad te pido unas enormes disculpas, fui un imbécil y lo acepto.— suspiró, saco la cajita con los anillos de compromiso, la abrió alzando la un poco, a la vista de Jimin.

ゝ— Mi amor, te amo, estoy completamente enamorado, desde la primera vez que te vi entrar por esa Pierre, quede asombrado y maravillado de tu belleza, cuando viniste, acabas de salir de la universidad te veías tan tierno con ese traje azul, que era más grande que tú— Jeon soltó una risita entre lágrimas— con esos lentes redondos, te veías jodidamente tierno amor, cuando te acepté y empezaste a trabajar para mí, debo admitir que a pesar de ser menor que yo, siempre me ponías nervioso y aún no haces, cada vez que sonríes, me encanta cuando lo haces, pareces un lindo y tierno conejito que siento la necesidad de protegerlo de tod mi malo que hay alrededor, cuando te pones coqueto conmigo, me fascina cuando lo haces y se que siempre te ignoraba cada vez que trataba de llamar mi atención y otra vez perdona por eso, nunca en mi vida me había enamorado de alguien como lo hice de ti, cada vez que llegaba a mi casa lo único que hacía era pensar en ti y en los hermoso que eres, siento tantas cosas por ti Jungkookie, que no podría expresarlas en un día y se que no tengo el derecho de llamarte así— sonrió— se qué tal vez esto de pedirte matrimonio es demasiado rápido, cuando ni siquiera nos conocemos bien, pero créeme amor, que conozco cada cosa de ti, no es que sea un acosador o algo así pero si lo soy, tratándose de ti, conozco tus gustos y tus disgustos, se que tú color favorito es el rosa y que te encanta el chocolate combinado con fresas, tu batido favorito es el de vainilla con trocitos de chocolate y muchas espuma, se dónde estudiaste en la secundaria mi amor, se casi todo de ti y me encantaría saber más, no sé si tú conozcas cosas de mi pero estoy seguro que si— Jungkook sonrió y asintió.

ゝ— Nos conocemos mucho y se supone que primero debería pedirte ser mi novio y que esto es muy rápido, pero no aguanto las ganas de estar contigo, te quiero para mí, quiero presumirle a todo el mundo que era mi esposo y que llevas el apellido Park, solo si tú me das esa oportunidad, prometo que te haré el hombre más feliz del mundo, que nada te hará falta, que te cuidare y protegeré como a mi propia vida, porque eso eres, mi vida entera, te amo Jungkook, de verdad te amo, no sabes cuánto— sonrió alzando más el anillo— así que Jeon Jungkookie ¿te gustaría casarte con este tipo imbécil que promete hacerte feliz y amarte por siempre?— decir que estaba nervioso y con las manos sudadas era mentira, tal vez en este momento él era la persona que más sentía nervios en el lugar o incluso el país y como no si estaba proponiéndole matrimonio al amor de vida. Espero unos minutos y vio que Jeon no respondía solo estaba llorando, se sintió tan mal hasta el punto de querer llorar, había sido idiota al pensar que su bebé lo iba perdonar, así que rápido hablo con su vista algo nublada.

ゝ— Perdón Jungkookie, soy un imbécil, no merezco esto, si no quieres está bien, y-yo, perdón si esto no te gus-

Fue interrumpido por unos lindos y algo pequeños labios rosas, lo estaba besando ¿significaba que había aceptado? o ¿solo era un beso de despedida?.

— Claro que acepto, amor— sonrió al separarse de su ahora prometido, estaba frente a él de rodillas también— acepto, acepto, acepto, acepto, acepto.— decía y cada vez que terminaba la la palabra dejaba un pequeño besito en los labios de su hombre, al fin podía llamarlo su hombre sin pensar que solo era una fantasía, ahora era era real.

— Me asusté por un momento— Jungkook rió y lo volvió a besar.

— Pero de verdad me dolió lo que dijiste en la mañana— dijo con un lindo puchero el cual Jimin beso.

— Perdón amor, perdóname, todo lo que dije fue mentira, no pienso eso de ti, ni tampoco significó eso, fue mucho más que eso, mi cielo.— se levantaron entre besitos.

— Esta bien, bebé.— sonrió para abrazarlo, ahora tenía la nariz roja pero esta vez era de felicidad y no dolor, se Jimin le puso el anillo en el dedito y luego se puso el de él. Fueron rumbo a la mesita para cenar, se sentaron y Jeon habló— amor, está comida debería estar fría, pero es como si estuviera recién salida del horno.

— Te dije que llevaba planeando esto desde hace algunos meses, bebé.— sonrió y se acercó a su lindo prometido, viendo sus preciosos anillos de compromiso.

Te amo, mi amor— le dijo Jungkook al final con una sonrisa, besando a su hombre.

Te amo más, mi vida— respondió al castaño, devolviéndole el beso.

Sellando así una promesa de amor, que perduraría mínimo una vida.

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AAAAAH al fin lo termine, es el One-shot más largo que he escrito espero les guste!!

En latam todavía es cumpleaños de mi bebé así que:

FELIZ CUMPLEAÑOS A MI BEBÉ HERMOSO, LO AMO DEMASIADO ❤️❤️❤️.

Bue' 5221 palabras para esta mamada, me esforcé mucho para escribir buen lemon, saben le iba a poner algo mucho más fuerte que no se iban a esperar para nada, pero al final no lo hice, me gustó cómo quedó así, espero a ustedes también!!

Vota subir un vídeo de Jungkookie a mi canal, por si quieren verlo el link está en mi perfil, no olviden suscribirse!😔✌🏼

Fallas ortográficas serán corregidas después, avísenme para mejorar!❤️

Especial por el cumpleaños de mi bebé!❤️

Comas bien y tomen musha awita! Sin más.

Nos leemos luego!

Los quiero mucho!♡

—𝙹𝚄𝙽𝙶𝙼𝙸𝙽𝙰𝙷𝚁𝙴

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