꒰꒰ ★ ꒱ ꒱ 𝐄𝐂𝐋𝐈𝐏𝐒𝐄₊˚ˑ༄ؘ

★ ➛𝐂𝐨𝐧 𝐬𝐮 𝐜𝐚𝐫𝐚𝐜𝐭𝐞𝐫𝐢́𝐬𝐭𝐢𝐜𝐚 melena azulada surcada por un rebelde mechón gris, la mujer irrumpió en la escena, provocando un estallido de alegría en el grupo. Su presencia era un bálsamo de alivio, confirmando que se hallaba sana y salva. Lilith, como era de esperarse, no tardó en unirse al regocijo, siendo Luz la primera en abrazarla, seguida de cerca por Amity y los inseparables Willow y Gus.

Hunter solo le dirigió una sonrisa, pues no solía prodigar afecto físico. A su manera, sí demostraba cariño, pero era más reservado. Eris, por su parte, hizo lo mismo que Hunter y le expresó su alivio y alegría a Lilith porque se encontraba bien. Aunque Khaos le impedía abrazarla, Lilith se separó de los jóvenes y la envolvió en un abrazo, con cuidado de no molestar al "bello durmiente".

—Es bueno verte, Lilith—Saludó Eris con una sonrisa cálida.

—Igualmente, me alegra verlos a todos—Respondió Lilith mientras se separaba del abrazo.

—Vaya sorpresa, ¿tú también estabas con Eda?—Preguntó Willow con curiosidad.

—Sí—Confirmó Lilith—Después de aquel desastroso incidente, decidimos ir a la casa de Eda, pero al ver que no era segura, especialmente para Raine, tomamos nuestras cosas y nos dirigimos a este lugar, que Eda, por alguna extraña razón, logró recordar.

Las últimas palabras de Lilith dejaron a todos perplejos, sembrando una serie de interrogantes en las mentes de los jóvenes y Eris. ¿Acaso Raine se encontraba en este lugar? ¿Hooty estaría bien? ¿Y cómo era posible que Eda conociera este sitio tan recóndito?

Con la intención de apaciguar la confusión y aclarar las dudas, Lilith sugirió:

—Sé que en este momento tienen tantas preguntas como yo, pero ¿qué les parece si nos dirigimos al comedor para conversar con calma?

Eris, buscando una solución para el descanso de Khaos, respondió:

—Por supuesto, Lilith. ¿Tienes alguna habitación disponible donde pueda reposar?

Lilith, con amabilidad, indicó el camino:

—Claro que sí, Eris. Ustedes pueden dirigirse al comedor mientras yo me encargo de todo.

El grupo asintió con la cabeza mientras Eris guiaba a Lilith a la habitación disponible para dejar a Khaos durmiendo plácidamente. Una vez que la mayor se aseguró de que el pequeño descansaba a gusto, ambas mujeres regresaron al comedor y se sentaron en las sillas de la enorme mesa.

—¿Hooty está bien?—Inquirió Luz, rompiendo el silencio.

—Sí, él se encarga de vigilar a Raine—Respondió Eris.

—¿Y Raine? ¿Cómo está?—Preguntó Gus con preocupación.

—La última vez que lo vimos no estaba en muy buenas condiciones—Intervino Hunter.

—Tienes razón, Hunter—Dijo Lilith—Perdió una gran cantidad de magia ese día, pero Eda y yo tratamos de otorgarle un poco para acelerar su recuperación.

—¿Y está funcionando?—Preguntó Willow con esperanza.

—No, lamentablemente parece estar en coma, lo que tiene a Eda bastante afligida—Confesó Eris—¿Y cómo llegaron aquí? Según tengo entendido, ustedes estaban en el mundo Humano.

—El niño que viste antes fue quien nos ayudó a llegar a este mundo—Respondió Eris—Se llama Khaos, tal vez te suene familiar.

—Sí, lo leí en uno de los tantos libros que tenía, pero jamás imaginé que realmente existiera o estuviera vivo.

—Es alguien realmente sorprendente. De hecho, eso provocó el desmayo de Eda—Agregó Luz, riendo nerviosamente.

—No, lo que la hizo desmayarse fue saber que tenemos "secuestrado" al esposo del coleccionista—Aclaró Gus, haciendo comillas con sus dedos.

—¿¡El esposo?!—Gritó Lilith, completamente aterrada.

—Sí, pero es solo un pequeño detalle, no hay de que preocuparse—Dijo Eris con total despreocupación, como si fuera lo más normal del mundo.

—No puede ser, ustedes son fanáticos para meterse en problemas—Lilith se lamentó, dejando escapar algunas lágrimas.

—Es algo que nos sale de forma natural—Luz se defendió, encogiéndose de hombros.

Un sonido de pasos resonó en la sala, atrayendo la atención de todos. La silueta de Eda se recortó en la entrada, balanceándose ligeramente. Se desplomó en una silla, víctima del mareo provocado por levantarse demasiado rápido. Lilith acudió en su auxilio, sentándola con cuidado para que el mareo amainara, consecuencia de la anemia.

—Demonios—Murmuró Eda entre dientes.

—Tu desmayo nos tomó por sorpresa—Comentó Willow con preocupación.

—Era obvio que me iba a desmayar con semejante noticia. No todos los días se trae al refugio al esposo de un psicópata desquiciado—Replicó Eda con evidente enojo.

—¿Y qué esperabas que hiciéramos?—Pregunto Amity, defendiendo la decisión del grupo.

—Era traerlo o dejarlo en tu casa, y la primera opción era la más obvia. Le debemos mucho por traernos hasta aquí, y además, es nuestra única esperanza en esta situación—Explicó Hunter con firmeza.

—Hunter, eres todo un hombre.

Willow, Gus y Luz observaban la escena con admiración. No era común ver a Hunter en una faceta tan heroica y decidida.

—¡¡Cállense, trío de idiotas!!—Exclamó, avergonzado, de las palabras que acababan de salir de su boca.

Ni él mismo comprendía cómo habían surgido esas palabras de su boca.

—Entiendo su decisión como grupo. No nos opondremos a su deseo—Lilith, con su voz calmada y serena, intervino para apaciguar la situación.

—Dijiste que Raine no estaba en buenas condiciones, ¿verdad?—Eris se dirigió a Lilith, con un tono de preocupación.

—Sí, así es.

—Tengo la solución para despertar a Raine. Ayúdame, Lilith, mientras ustedes se quedan aquí—Ordeno como una madre a los que seguían sentados.

—¡¡Si señora!!

Las dos mujeres se marcharon, dejando al grupo conversando entre sí. Sin embargo, una pregunta rondaba insistentemente en la mente de Luz, obligándola a dirigirse a Eda.

—¿Cómo conoces este lugar?—Inquirió Luz.

—Eris me lo contó—Respondió Eda con indiferencia.

—No parece que le guste mucho—Observó Luz.

—Eris detesta todo lo relacionado con sus padres—Explicó Eda con un dejo de tristeza.

Un ambiente cargado de una mezcla entre curiosidad y tensión se palpaba en la sala. Por un lado, la intriga por conocer la historia de Eris era palpable; por otro, la posibilidad de que no fuera una narrativa agradable de su infancia generaba cierta inquietud.

Hunter, siempre directo, fue quien rompió el silencio:

—¿Podrías contarnos por qué?

Eda, con un dejo de resignación en su voz, respondió:

—Está bien, aunque no me gusta hablar de eso por respeto a su privacidad, parece que ella sabía que les contaría o que ustedes preguntarían.

Amity, asintiendo con comprensión, agregó:

—Era lo más probable.

𝐀𝐔𝐓𝐇𝐎𝐑'𝐒 𝐍𝐎𝐓𝐄_____♡

꒰ ★ ꒱Imágenes, incluidos en el capitulo. Credito a sus respectivos autores. Excepto los separadores que son hechos por mi.

꒰ ★ ꒱Lamento posibles fallas autográficas.

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