꒰꒰ ★ ꒱ ꒱ 𝐄𝐂𝐋𝐈𝐏𝐒𝐄₊˚ˑ༄ؘ

★ ➛𝐄𝐧 𝐮𝐧 𝐝𝐢́𝐚 aparentemente normal, la tranquilidad inusual de El Coleccionista despertó la curiosidad de Khaos. El silencio del alvino solía ser ensordecedor, por lo que su quietud no pasó desapercibida.

Con la curiosidad picándole como un insecto insistente, Khaos se acercó a El Coleccionista, quien se encontraba sentado al borde de un acantilado, con la mirada perdida en sus manos.

—Suon, ¿te pasa algo?—Preguntó Khaos, tomando la mano del otro con suavidad.

El Coleccionista levantó la mirada, sus peculiares ojos, reflejando una profundidad inusual.

—Hay una cosa que me ha tenido pensativo—Respondió, besando la mano de Khaos con ternura—Perdón si no te he dado la atención que mereces.

—No te preocupes por eso, ¿y qué te ha tenido pensativo?—Preguntó Khaos, con una sonrisa tímida y un leve rubor en sus mejillas.

—Ese día dijimos que nos gustábamos, ¿cierto?—El Coleccionista continuó, su voz cargada de una emoción desconocida—Pero nunca dijimos que éramos algo más a partir de ese día.

—Eso era lo que te preocupaba, oh Suon—Dijo Khaos, aliviado—Me preocupaste mucho.

—Perdón—Se disculpó El Coleccionista—¿Cómo era que lo llamaban esos seres?

—Novios—Respondió Khaos con una sonrisa pícara.

—Si, eso, aunque nosotros no somos iguales a ellos—Continuó El Coleccionista, sus ojos brillando con una intensidad nueva—Y ahora creo que deberíamos convertirnos en pareja a mi estilo.

En un movimiento rápido e inesperado, El Coleccionista levantó a Khaos en sus brazos, sus manos apretando sus muslos con firmeza. Se adentraron en la cueva, un torbellino de besos y susurros que marcaron el inicio de una unión única e inquebrantable.

La puerta de la habitación se abrió estruendosamente y El coleccionista camino hasta la cama sentándose en la orilla con Khaos sobre su regazo que por culpa de los besos retenia sus gemidos, pero fue inevitable cuando el contrario lo acerco más haciendo que sus dos erecciones se juntaran.

—S-Suon, ¿E-Estas seguro de esto?, sabes que es algo n-nuevo para nosotros

—Estoy muy seguro y lo estaré más cuando me abras esas lindas piernas~

El Coleccionista con chasquido elimino las prendas de ambos sorprendiendo al contrario, pues fue algo inesperado, ya que ahora se encontraba complemente a merced de su chico, quien parecia disfrutar mucho la situación que estaba encantado de que siguiera. El coleccionista tiro al alvino sin ningún tacto a la cama, poniéndose sobre el, separando las piernas.

Besos húmedos, mordiscos y caricias inspeccionando todo su cuerpo hacían que el alvino cayera en un estado de excitación dejándose a libre disposición del más alto que sin duda no pensaba alejarlo pasando su mano por debajo de su cintura atrayéndole más a el, su lengua invadia la cavidad bucal del más bajo, sin saber que en la mente del contrario solo queria escuchar como su chico gimiera su nombre, que lo gritara.

El de ojos rojizo hizo que el chico lamiera tres dedos de sus dedos, comenzando a lamer los dedos de una manera que podia sentir como la excitación crecía mucho más, saco sus dedos de la boca del contrario para comenzar un beso brusco mientras adentraba los tres dedos de un golpe.

—Ahh!!~

Khaos solto un sonoro gemido maldiciendo en su mente al contrario por ser un maldito brusco, pero eso poco le importaba al  coleccionista lo que pensara su pareja en estos momentos.

—Agradece de que meti mis dedos para prepárate, porque si no tuviera un poco de control, ya tuvieras sintiendo como mi pene destroza ese lindo culo~—Dijo burlesco mientras aumentaba la velocidad de sus dedos evitando de que Khaos le respondiera 

—Y-ya deja de jugar y c-cumple con lo que di-dices~

El alvino a duras penas pudo articular esas palabras desafiantes, ya que después de todo el coleccionista no era el único impaciente, pues Khaos se moria por sentirlo dentro suyo destrozándolo por completo. Ante esto el más alto sonrió mientras alineaba su pene contra la entrada del contrario y de uno solo golpe se adentro en este sintiendo como las paredes de su chico se contraían, sacándole un gemido a ambos.

Los gemidos se escuchaban por toda la habitación, el alvino sentia como el de ojos rubis penetraba sin compasión su entrada aumentando la velocidad en cada embestida. Khaos gemia arañando la espalda de su amado soltando una que otra maldición por lo fantástico que se sentia mientras que el Coleccionista se apoyaba de la cabecera de la cama.

—K-Khaos, ¿Se mio para siempre?~

Acerco su boca al cuello de este dejando uno que otro chupetón o mordidas bastante notables que seguramente no desaparecerán en un tiempo.

—E-Eso no se pregunta cariño, Aghm~

Con eso dicho el Coleccionista susurro unas palabras en el costado derecho del cuello del chico que no estaba presentado atención, pues preferia disfrutar de su sesión de sexo, por lo que ni por enterado se dio cuando la enorme sonrisa creció en el rostro del coleccionista al ver aquella marca.

—Ahora, deja que tu querido esposo cumpla todos tus deseos~

Las respiraciones se aceleraban y los movimiento se hacían cada vez más débiles cuando ambos llegaron al orgasmo. El coleccionista saco su miembro de la entrada del contrario jadeando, pero le fue imposible descansar, ya que Khaos lo tiro aun lado sentándose sobre su miembro.

—Nadie te dijo que te detuviera~

La sonrisa coqueta y maliciosa de su ahora esposo hizo que tragara saliva preparándose para lo que venia.

Khaos despertó primero. Un agudo dolor en la cadera lo hizo incorporarse, y al mirar hacia abajo vio las marcas rojizas que su amante le había dejado la noche anterior sobre su piel blanca. Algo no concordaba. ¿Por qué se sentía tan bajo? Al despejar la vista, se percató de que la enorme cama que compartían estaba hecha añicos. Lo único que quedaba intacto era el colchón.

—Suon—Murmuró, todavía adormilado.

—¿Qué pasa?—Respondió su pareja con voz somnolienta, abrazando las caderas de Khaos.

—Rompimos la cama.

—No te preocupes, amor. Ya crearé una más resistente cuando lo volvamos a hacer esta noche. ¿Qué tal si duermes un poco más?

—Eres un idiota—Dijo Khaos, acomodándose de nuevo en la cama y dejando que su amante lo abrazara.

—Este idiota cumple sus promesas, cariño.

Y tenía razón. Si Khaos supiera que El Coleccionista tenía todo planeado desde hacía meses, incluso su perfecta actuación, se sorprendería. Pero Khaos no era el único que jugaba. El de cabello blanco también tenía sus secretos. Durante el acto de amor, había creado un conjuro que los uniría por el resto de sus eternas vidas, mucho más poderoso que el del Coleccionista. Tan poderoso que si uno de ellos moría, el otro lo seguiría.

𝐀𝐔𝐓𝐇𝐎𝐑'𝐒 𝐍𝐎𝐓𝐄_____♡

꒰ ★ ꒱Con este ultimo especial de esta hermosa pareja se concluye esta hermosa historia que me encanto escribir. Gracias por todo su apoyo y espero que cada capitulo que me dedique a escribir les haya gustado.

꒰ ★ ꒱Imágenes, incluidos en el capitulo. Credito a sus respectivos autores. Excepto los separadores que son hechos por mi.

꒰ ★ ꒱Lamento posibles fallas autográficas.

꒰ ★ ꒱Si les gusto la historia no olviden votar, seguirme y además si buscan más historia de este genero métanse a mi perfil.

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