Pasaron alrededor de seis meses pero aun no había señales de que Félix estuviera en cinta, no había síntomas ni alguna señal de que pudieran tener hijos. Félix se deprimió mucho por la simple idea de imaginarse a Hyunjin teniendo que recurrir a las famosas concubinas porque el no podía darle hijos. Pero ese era un derecho que tenían todos los reyes cuando sus omegas no pueden darles hijos.

Su padre era todo lo male que quisieran decir pero el no recurrió a ninguna otra mujer que no fuera su madre para tener hijos

Eso no solo lo enfureció, también lo entristeció porque el pasaría a ser solo un adorno para el trono mientras su esposo de acostaba con otras mujeres para tener hijos. No el no quería compartir a Hyunjin con nadie, por que el día que eso pasada seguramente se volvería loco y mataría a la mujer que le abriera las piernas a su hombre, porque Hyunjin era suyo.

Alejando los malos pensamientos de su mente se vistió y bajo al salón principal. Había escuchado mormukkos en los pasillos sobre que había invitados nuevos y el no tenia idea de que hablaban. Encontrándose a dos omegas, hombres pues los hombres omegas son más fértiles que las mujeres en la mayoría de ocasiones.

La marca en su cuello comenzó a arder, quemándole la piel como si se tratara de una vara de hierro fundido. Su peor pesadilla se había hecho realidad, pues sabía lo mucho que Hyunjin también quería tener hijos, y al parecer no le ni siquiera se molesto en consultarlo con Félix. De nuevo horribles imágenes pasaron por su cabeza, tubo que apretar los dientes para no vomitar en ese mismo momento, pero el estomago se le revolvió y salio corriendo porque tenia que vomitar la bilis que subió por su garganta.

Aunque antes de irse se giro para ver a Hyunjin hablando con ambos jóvenes, saludándolos con un beso en la mejilla.

Los celos se dispararon, pero tal vez matando a unos inocentes no resolvería su problema, eso no cambiaría nada. Después de todo el culpable seria Hyunjin no ellos.

Tubo ganas de muchas cosas aunque no hizo nada, tampoco podría hacer algo pues el rey era Hyunjin. Pero prefirió irse antes de hacer alguna locura y arrepentirse. Sin embargo quería asegurarse que de verdad no podía tener hijos.

Mando a que trajeran a Jennie, entonces se encerró en su habitación pidiendo que nadie lo moleste. Mucho menos Hyunjin era la persona que menos quería ver en esos momentos.

Lloro hasta quedarse dormido, sintiendo los fuertes turones de su lazo, y su marca arder pero no hubo rastro de Hyunjin a lo largo del día.

Y eso fue lo peor de todo porque solo se imaginaba cosas horribles en su  cabezita.

Hyunjin encontró a Félix ardiendo en fiebre, con la piel pálida y sudando. Era raro Félix estaba bien en la mañana cuando despertó con el. Lo escucho sollozar y balbucear cosas sin sentido lo cual era normal por la fiebre.

Notó que había sangre en el hombro de Félix, que salia de su marca y esta estaba tornándose azul y amarilla. No era roja como antes se preocupó porque Félix empezó a toser y retorcerse. Hasta que se desmayo en brazos de Hyunjin.

Hyunjin aterrado llamo a algún doctor para que revisaran a Félix.

[ …… ]

Empezó a caminar como loco en círculos mientras esperaba que alguien le dijera algo de Félix, llevaban casi una hora revisándolo y nadie podía decirle que tenia su omega.

Cuando Jennie apareció su miedo aumento pues ella no estaría ahí si no fuera por algo malo. Ella alarmada entro a la habitación llevándose una gran sorpresa al ver el lazo que unía a Hyunjin y Félix estaba casi roto a punto de romperse. Sin embargo había algo que aun los mantenía unidos.

Eran las vidas que estaban creciendo dentro de el.

Mis amores casi término la historia, esperó poder terminarla esta semana.