Virgen, ¿que tiene de bueno ser virgen?

La virginidad es muy codiciada en el mundo, muchos hombres y mujeres sueñan con tener entre sus brazos un ser puro y virgen. Pero ¿por que son tan codiciados? Pues, los puros son muy apetecidos por su inocencia, cuando un hombre o mujer rebosan en inocencia, la mente enferma colapsa, pues ven aquellos de mente sana y cuerpo limpio, como una fuente digna.

Quienes poseen dinero o simplemente saben jugar, solo gozan destruir a aquellos puros, pues como si de una droga se tratara, se sabe que ellos volverán a quien mas daño les hizo, no importa el lugar, no importa el dinero, solo importa estar con ese alguien, con aquel ser especial.

Claro que eso no aplica a todos aquellos puros, hay algunos, que toman rencor y odio, aquellos sentimientos negativos suelen ser tan grandes que se pueden convertir en demonios, personas sin alma ni corazón, dispuestos a dañar de formas mucho peores.

Hoseok no conocía el placer, no sabia lo que era masturbarse ni masturbar, no fue hasta que tuvo que tener aquel miembro asqueroso en su boca, Hoseok odio ser un objeto, porque así se sentía, un vil objeto usado solo para satisfacer.

Estaba equivocado, puesto que hoy, a mitad de la noche, Kim había llegado a su apartamento sin decir nada, estaba enfadado, temiendo ser golpeado, fingió dormir, se mantuvo quieto observando a Taehyung desvestirse y colocarse el pijama, aquel hombre se veía mejor que cualquier modelo.

Sin saberlo su cuerpo reacciono, sus mejillas estaban teñidas de rosa, su frente sudo y una erección creció de la nada, asustado y sintiendo dolor de repente, se levanto de golpe.

—¿Te desperté?— pregunto Taehyung muy sonriente, y fue esa sonrisa la que mas le excito —oh— susurro Tae al ver la situación de su juguete.

En un principio Taehyung solo quería descansar y abrazar a su hermoso juguete, ahora, su mente le jugó en-contra, pues ver a su juguete con aquel pijama corto y con una erección latente lo hizo calentarse, y mucho.

—Duele— susurro para si mismo el pequeño Hoseok.

Taehyung sonrió tiernamente —Acuéstate Hobi.

Hoseok deseo haberse dormido temprano, quería que la tierra se lo tragara y lo escupiera en Narnia, obediente y muy sonrojado, se acostó en la cama, desviando la mirada a la puerta, no queriendo gritarle a su amo.

Taehyung, ajeno de los pensamientos de su presa, se posicionó en medio de las piernas ajenas, su mano juguetona se atrevió a tocar aquel miembro, Hoseok rápidamente lo miro, sus orejas adquiriendo un tono rojizo, estaba sorprendido y perturbado.

No quería que le tocara, no quería, sin embargo su cuerpo gritaba ser tocado, quería sentir a su amo, su cuerpo le estaba traicionando —Eres mio ¿Verdad Hobi?

Hoseok trago saliva con dificultad, Taehyung estaba jugando con el resorte del pijama —S-si amo.

Taehyung se levanto alejándose de su juguete —Quítate la ropa pequeño, solo deja tus interiores.

Ante la demandante voz de Taehyung, Hoseok solo obedeció la petición, temblorosa mente, sus manos tomaron los bordes de su atuendo, torpe y lento, Hoseok se desvistió, siendo observado por su dueño, quien se veía satisfecho, Hoseok era el ser mas sumiso que haya tenido, así lo considero Kim.

Hoseok se abrazo a si mismo, tenia frío y calor, era extraño, su cuerpo tiritaba por el éxtasis y su mente solo pedía una noche normal, sin castigos ni sexualidades.

Taehyung se acerco a su pequeño, tomándolo con delicadeza, beso aquellos labios rosados, Hoseok correspondía lento y torpe, Taehyung sonrió divertido, coqueto dio una leve mordida en el labio contrario, Hoseok soltó un jadeo de dolor, Tae aprovecho eso para sumergirse en la boca ajena, aquel beso apasionado logro que Hoseok se asustara mas pues, su tierno trasero empezó a mojarse.

Taehyung no paso desapercibido aquello, pues sus manos coquetas tocaban el pecho de Hoseok —Eres tan inocente— le susurro.

Hoseok iba a protestar, mas la boca de Tae no lo dejo hablar, pues esta repartía besos mojados por su cuerpo, dejando rastros pues, aquellas mordidas, para nada delicadas, dejaban terribles marcas en su cuello y pecho.

La lengua de Taehyung se movía traviesamente por los botones rosados de su pequeño Hoseok, quien intentaba callar los gemidos, para Hoseok todo aquello era muy nuevo, eso lo aterraba, tenia pavor de sentir aquello, no dolía, por el contrario, era placentero, era un placer nuevo, un placer que lo aterraba y en cierta forma, lo asqueaba.

Taehyung jugo con el resorte del bóxer, sonriendo ampliamente, despojo al pequeño Hoseok de su ultima prenda, con un Hoseok sonrojado a mas no poder, tomo el miembro ajeno en un vaivén de movimientos lentos, Hoseok hizo una pequeña mueca, eso era extraño.

—No calles tus gemidos Hobi— le ordeno —No te cubras la boca, te quiero escuchar.

Dicho esto, Hoseok aparto la mano de su boca y dejo de morder su labio inferior, Taehyung dejo de estimular con su mano, acercando sus labios, lamió sin descaro la longitud de su juguete, Hoseok gimió en sorpresa, Taehyung lamió un par de veces mas, hasta que finalmente se engulló aquella carne palpitante, dando embestidas, Hoseok gimió en alto, completamente perdido por el placer.

Complacido, con su mano libre jugueteo deliberadamente en la entrada del menor, esos hizo que Hoseok perdiera los estribos —a-amo— gimió con pánico.

Taehyung ignoro aquel tono y siguió moviendo sus dedos, ingresando uno a uno, para su deleite, Hoseok no dejo de gemir, estando al limite, Hoseok se aferro a las sabanas.

—a-mmo.

Taehyung no se detuvo hasta que el menor se corrió ferozmente en su boca, la cama era un desastre, Hoseok respiraba agitado, su entrada estaba un desastre completo, pues aun salían chorros de lubricante, dando a entender que consiguió un gran orgasmo.

—Duerme— le susurro a su pequeño, quien al tener los párpados tan pesados, no se opuso a la orden —Sabes delicioso, Hobi— con un tierno beso, Taehyung cubrió el cuerpo de su amante.

Mirando sus pantalones suspiro, se concentró tanto en complacer a su pequeño, que olvido darse atención a si mismo, con un jadeo lastimero, Taehyung se encerró en el baño hasta que logro solucionar su problema.

Al regresar, se acostó al lado de Hoseok, le abrazo y finalmente, quedo dormido, su día había sido del asco, pero sin duda, la noche siempre lograba compensarlo.

Que haría sin ese contrato.