Capitulo 7
Taehyung estaba muy ansioso, en pocos días los horarios de Hoseok serían organizados y su precioso juguete estaría disponible la mayor parte del tiempo, si, Kim Taehyung tenía todo fríamente calculado.
¿Por que hacer todo esto por un simple mocoso? Bueno, Taehyung no lo veía solo como un mocoso, el miraba a Hoseok como un juguete, uno muy costoso, el mejor juguete que exista en el mundo, ¿Cómo sabe que es costoso? Muy sencillo, su inocencia, el rostro de Hoseok reflejaba inocencia pura, encontrar a un chico como Hoseok era muy difícil, a menos que fueran enfermos mentales, el país estaba cada vez más corrompido.
Por ello, la familia Kim tiene la obsesión con lo inocente, claro que no son unos bastardos pedófilos, eso ya es muy enfermo, la visión de tener un joya como Hoseok era mucho mayor y no implicaban riesgos el juguete ya tenía la mayoría de edad.
—Seño Kim.
—¡Yugyeom! ¿Cómo esta mi hermoso juguete?
Yugyeom, un viejo amigo de Taehyung, el más confiable a su parecer —Pues... Tengo fotos y un audio que tal vez no te agraden...
Taehyung lo miro con seriedad —Enséñame.
Hoseok llegaba a casa, estaba muy agotado, Yoongi lo había llevado a un lugar de comidas rápidas, se divirtieron y por primera vez en el mes, Hoseok pudo reír con verdadero gusto, después de la escapadita a el centro y divertirse un poco, regreso a la Biblioteca, tenía que terminar un proyecto y Yoongi debía ir por otros documentos.
En cierta forma su sonrisa era sincera y aunque estaba cansado de tanto caminar de un lado a otro, se sentía feliz de poder estar con su mejor amigo, todo era demasiado bueno para ser verdad.
—T-taehyung.
El mencionado esta frente al televisor, sentado de piensa cruzadas, tomando una Copa de whisky con hielo —Hasta que por fin llegas.
Hoseok supo entonces que algo andaba mal, Taehyung solía ser muy empalagoso, ahora miraba algo frente a el y apretaba con fuerza el vaso de whisky.
—No sabía que vendría amo— habló bajito Hoseok —¿Que desea hacer conmigo?
El juguete es sumiso a petición del contrato, en realidad, Hoseok le tiene miedo y cierto asco a Taehyung, por eso prefiere bajar la mirada y inclinarse, así la mirada de asco no haría enojar al amo.
—¿Con quien estuviste hoy Hoseok?
La voz de Taehyung sonaba grave y apoderada —yo estaba-
—Ven aquí ahora— ordenó Taehyung sin dejarlo contestar.
Hoseok obedeció inmediatamente, dejando tirado su bolso camino rápidamente a Taehyung, sus ojos se abrieron de golpe al ver la pequeña mesa, fotos, eran malditas fotos de el y su mejor amigo, ¿Acaso me espía todo el tiempo? ¡acosador de mierda!
—¿Y bien?— pregunto Taehyung mirándolo fijamente —¿Quien es ese?
Hoseok intentaba no maldecir, Yoongi le había pegado su lenguaje grosero y justo ahora no podía simplemente decir groserías —Es mi mejor amigo— contestó con simpleza evitando mirar a Taehyung.
—Mejor amigo ¿eh? — Taehyung dejó el vaso de lado y se levantó, con una sonrisa siniestra acarició los cabellos de su juguete —¿Crees que soy estúpido?— Hoseok intento responder en su lugar soltó un grito de dolor.
Taehyung le tomó fuertemente de los cabellos y sin dar su brazo a torcer lo arrastró hasta la habitación que prohibió a Hoseok —A-amo e-es solo... Un-
—¡Cállate!— Los ojos oscuros de Taehyung causaron escalofríos en Hoseok —¡Maldicion! ¡Te pedí una sola cosa! ¡Una!— Hoseok fue atado de manos a una soga que colgaba del pecho, Hobi tenía miedo, habían muchos objetos que desconocía pero presentía, eran dolorosos —¡Te dije! ¡Te advertí que no te permitía hablar con nadie!
Hoseok no sabía que decir, estaba estático, pálido y sin habla, sus palabras no salían, Taehyung le tomaba con rudeza, se veia mas que enojado, como un demonio lo desvistió, arrancando parte de su vestimenta en el proceso, dejándolo solo en ropa interior.
Hoseok se sintió humillado, las lágrimas empezaron a salir y un dolor horrendo se apoderó de su pecho —¡Te lo advertí Hoseok! ¡Te dije que no quería a nadie contigo!... Ahora debo castigarte— dicho aquello Taehyung desató su corbata, sonriendo malvada mente tomó aquella cosa de castigo.
Tomando la vara de correccio, la estrelló con total rudeza en la piel ajena, Hoseok grito adolorido, su piel se calentaba y se ponía roja —¡Cuenta malditasea!— las lágrimas no se hacían esperar y su pobre cuerpo empezó a temblar.
—Una— susurro, Taehyung siguió dando golpes —Dos... Tres... C-cuatro... cin.. cinco... Seis— los azortes iban y venían, Hoseok ya no sentía la espalda, Taehyung no quería detenerse, el siguió golpeando hasta que su brazo se canso, cuando lo hizo Hoseok ya estaba inconsciente, había perdido la cuenta cuando Taehyung utilizó una nueva herramienta, los golpes fueron más asentados logrando hacer su piel sangrar.
—Despierta— ordenó aún enojado, Hoseok no escuchaba, el cuerpo de HoSeok nunca fue dañado a tala grado, le fue imposible mantenerse cociente —¡Despierta maldición!— nuevamente el objeto perforó la piel de su juguete, fue tanta la brutalidad que la sangre de Hoseok chispeo el rostro de Taehyung, eso hizo que Tae despertara de su enojo.
Parte de las piernas de Hobi y su espalda completa, estaban destruidos, la carne estando al rojo vivo y la sangre no dejando de escurrirse, asustado desató el cuerpo de su juguete y con lágrimas en los ojos llamó a su mejor amiga.
—Jisoo— la mencionada no había tardado en llegar, Taehyung le dejó al cuidado de Hoseok, hizo todo lo que esta pidió y espero —¿Estará bien?
Jisoo asintió decaída —Deberías encontrar algo más sutil para que lo castigues... Casi lo matas— Taehyung bajo la mirada —Estará bien, solo debes darle algo de medicamento y limpiar sus heridas... No dejes que se infecten.
Taehyung asintió frenéticamente obediente, Jisoo solo pudo negar, hace mucho tiempo los Kim la contrataron como médico personal de los juguetes, debido a los terribles castigos ella se encargaba de que aquellos animales salvajes no mataran a ninguna persona que firmara dicho contrato.
Cuando Jisoo abandono el lugar, Taehyung quiso ingresar al cuarto de su chico, más retrocedió al escuchar sus sollozos, Hoseok estaba sufriendo no sólo por las heridas en su cuerpo, todo lo que conllevaba el contrato lo hacía sufrir.
Resignado y sintiéndose culpable salio del apartamento asegurándose de sellar su cuarto de castigos.
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