Una vez escuché a un discípulo decir que HanGuang- Jun es una persona tan noble y respetable, que no hay nadie que sea capaz de burlarlo o ser irrespetuoso...

Wei Ying, quise gritar tu nombre es ese instante.

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HanGuang-Jun tiene la reputación de aparecer siempre donde hay caos, sin que le importe que tan grande o pequeño sea el problema, o la recompensa, la gente vuelve a tener como un modelo limpio y heroico al segundo jade de Gusu, tío parece estar un poco orgulloso de esto y vuelve a darme un trato menos distante que antes, más aún habita una sombra en lo más profundo de sus ojos, como si temiera que lo pasado volviera a ocurrir ahora en el presente.

Como se esperaba de HanGuang-Jun, una persona noble que poco a poco ha vuelto a hacerse de renombre entre las sectas de cultivación y los civiles. 

Las palabras de respeto, formalismos y tonos modestos me acompañan sin importar a donde vaya, nadie se atreve a hablar de más frente a mí, mucho menos a decir algo inadecuado o respetuoso. He vuelto a ser ese joven de dieciséis que impone sin necesidad de pronunciar una palabra siquiera, no me molesta en absoluto, pero hay algo que falta, algo que extraño y algo que no es lo que era...

Y eso eres tú.

Si estuvieras aquí, seguramente te reirías de mí, burlándote de la seriedad y porte demasiado regio de mi parte. No hay nadie más que tú que se atreva a hacer algo así, sin duda eres el indicado para esta tarea. Solo Wei Ying podría llevarla acabo con una sonrisa y la confianza necesaria, sabiendo de que el segundo jade no llegaría a lastimarlo. 

Eres así, inconsistente, fuerte como una montaña, ágil y liviano como un viento de verano, y libre como el agua que fluye cuesta abajo en un río de corrientes claras, limpias, puras.

Dime Wei Ying.... ¿Dónde está esa emoción ahora?

¿Dónde estás tú ahora?

Aún te extraño.

Y es en momentos así, donde tu risa falta y tus bromas son necesarias, que llego a extrañarte más.

Hay más que ha pasado en este nuevo año en soledad, lejos de ti y de tu fragante alegría.

Las reglas de la familia han aumentado a 3900, Wei Ying estaría indignado y algo molesto al saber esto, aunque también, en el fondo, sé que buscarías como romperlas todas, así fueran el doble las que aumentaran, no tardarías en despedazarlas sin misericordia.

También eres el indicado para hacer eso.

He preguntado a tío si podríamos agregar la regla "queda prohibida la entrada de perros a los Recesos de las Nubes", él lo consideró por un par de días, mirándome dudoso, como si viera a través de mis ojos el porqué de tan repentina sugerencia para la creación de una regla tan específica.

Al final dio su consentimiento, y quedó implementada de inmediato. De esta manera, cuando vuelvas no tendrás que temer por volver a sufrir con algún perro dentro del Receso de las Nubes, y si en el exterior alguno de esos animales te amenaza, estaré allí para alejarlos por ti.

Entre los jóvenes discípulos hay varios que destacan por sus grandes habilidades, en los últimos meses he prestado especial atención a uno, su nombre es Lan Jing Yi. Es demasiado inteligente, su mente capta rápido cuando se concentra, pero le gusta jugar demasiado, arrastrando a otros juniors a sus travesuras inocentes, perdiendo así completo interés en la clase.

Puede quedarse quieto luego de una o dos llamas de atención de mi parte, pero también se parece a ti en eso de olvidar con rapidez, a los cinco minutos ya ha vuelto a iniciar una charla con sus compañeros, hace figuras con el papel de su cuaderno, y cuando se le pregunta algo pega un pequeño saltito en su lugar y se apresura a leer el tema para tener una idea vaga para responder.

Es bueno improvisando, encuentra palabras oportunas cuando las necesita, salva su promedio con respuestas correctas que da tras ver de reojo sus apuntes. Y aunque puede ser travieso e inquieto, sus intenciones son buenas. 

No logra quedarse callado cuando tiene dudas o algo le fastidia, se ha ganado varios castigos por ser descortés, directo y poco refinado al tratar con gente externa al clan, pero su personalidad y temperamento no cambian.

Lan SiZhui comenzó a tenerle mucho aprecio y apego, se han vuelto buenos compañeros y amigos, siempre charlando con modestia y riendo de algún comentario gracioso por parte de Lan Jing Yi. Parecen divertirse y disfrutar de su mutua compañía, los miro y no puedo evitar pensar en ti.

Pasan caminando, SiZhui con pergaminos en los brazos, y Jing Yi saltando entre las piedras, solo recupera su caminar adecuado cuando ve que un superior se aproxima. Hermano los mima mucho, les permite salir impunes tras romper un par de reglas y a veces, cuando tío y yo no vemos, les platica anécdotas de un cultivador igual de rebelde y vivaz al que conoció cuando era más joven de lo que es ahora.

Creo que, en el fondo, tío piensa lo mismo. Al observarlos desde la distancia, se acaricia la barba y suelta un par de suspiros antes de darse media vuelta y no mencionar palabra alguna al respecto.

No sé si sea, que te recuerda al verlos a ellos tan similares al cultivador travieso e intrépido que fuiste, pero creo que está bien.

Comienzan a conocerte sin saberlo. Lan Jing Yi se muestra curioso por las historias de como rompiste, una a una, todas las reglas del clan, se ríe en silencio al recordar que, en esa sala donde ahora se sienta, igual hubo un joven que llegó a estar arrodillado, usando muñecos de papel para molestar a los demás. Ya no puede ver a tío igual, tras enterarse que le cortaste la barba un color rojo aparece en sus mejillas, debe morderse los labios y el interior de las mejillas con demasiada fuerza para no reír en su presencia.

Wei Ying, se parece mucho a ti.