Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cuarto año


En el mundo todo está pintado de matices grises, pálidos tonos, y claros blancos llenan cada rincón. Un listón rojo, una tinaja negra y una sonrisa radiante...


Un recuerdo, un anhelo. Tú,  solo y siempre tú.


***

Cuatro veces he visto el receso de las Nubes cubrirse de nieve, cuatro veces el frío invierno ha llegado de manera tranquila, solemne y delicada; tapando como una sábana de algodón todo el paisaje debajo. 

El agua de las cascadas y ríos ha sido contenida por una fina capa de hielo y escarcha, parece que la corriente fue detenida en el tiempo, sin posibilidad de avanzar o retroceder. Ver este hecho me recuerda un poco a mi corazón, congelado desde hace cuatro inviernos, congelado desde que la llama vivaz y ardiente que lo encendía, desapareció.

A veces, esa misma llama que está extinta quiere arder de nuevo; voces, noticias, palabras del exterior la alimentan, pero nunca es suficiente...

¿Cómo podría ser suficiente cuando todo resulta ser mentira? 

Se aviva un instante, la esperanza florece, mis energías vuelven solo para apagarse abruptamente al comprobar de que todo ha sido un error, una mala pasada de la vida y las lenguas audaces que siguen esparciendo rumores sin piedad.

El líder del clan Jiang ha hecho un buen trabajo, tú hogar, ahí donde te criaste cuando apenas eras un pequeño brote delicado de loto, ha vuelto a ser reconstruido. Tu clan, el mismo al que amaste con tanta devoción, ya no es un pequeño lugar disperso y desordenado, ahora goza de paz, riqueza y un buen líder que ha sabido devolver el esplendor perdido a su gente.

Ojalá también existiera alguien que pudiera devolverme, aunque sea, un pequeño pedazo de ti. Un suspiro, una sonrisa, un breve instante, algo...

Según lo que he escuchado, los lotos crecen en las riveras, los puertos cerrados abren, más imponentes que antes, los discípulos gozan de un buen ambiente de entrenamiento, y tu hermano... Él continúa haciendo un buen trabajo, entre los demás líderes ha logrado ganarse un lugar de prestigio; durante las conferencias, hermano comenta que su opinión es valorada y atesorada como lo más preciado, se le admira, se le respeta, pero también se le teme.

Cuando dejaste este mundo comenzó a actuar de manera agresiva con todos aquellos que se atrevían a mencionarte o a intentar hacer uso del cultivo demoniaco, deshonrando así el cultivo original de cultivación.

Todos han notado el profundo odio y rencor que te guarda, me duele ver esa actitud que tiene hacía ti, me duele pero nada puedo hacer para cambiarlo. 

No se te menciona en su presencia, no hay alguien tan tonto como para atreverse a ofender o a desatar la terrible ira del líder. 

Castiga a los que hacen un comentario sobre ti, caza a cualquier sospechoso y luego los tortura hasta matarlos. Varias veces ha creído tener a alguien poseído por tu alma; mi corazón se alarma, se agita  y reboza, lleno de distintas emociones al aferrarse a esa débil esperanza, sin embargo, al final no eres tú, nunca eres tú.

El líder del clan Jiang no es el único que parece guardarte rencor, el joven maestro Jing RuLan  también se muestra algo reacio a hablar sobre ti. Criado por su mayor, me imagino que habrá cosas indecorosas que habrá mencionado, con esto su fastidio ha pasado a ser odio.

Aún así, supongo que te alegraría saber que es un joven maestro hábil, tiene una belleza sutil que heredó de tu hermana, y un carácter fuerte y especial que me recuerda a su padre. Jiang WanYin lo mima bastante, ambos se han vuelto muy cercanos, aunque hay días en los que el joven RuLan huye de su tío a causa de sus constantes amenazas. 

Te encantaría verlo crecer, estoy seguro de que, al igual que con A-Yuan, lo habrías llevado a comprar, jugarías con él, y, te encargarías de defenderlo de todos. 

Es bueno con el arco, me alegra saber que ha progresado en esa disciplina. En una ocasión llegué  a verlo en el campo de práctica, me dolió el corazón. Sus dedos recorrieron la madera tallada, tuvo mucho cuidado al tensar las cuerdas, tomar una flecha y disparar... 

Wei Ying.

¡Eras tú!

Esa pose, esa confianza... Esa puntería certera, letal... 

No pude seguir mirando, no cuando vi en él algo que me recordó a ti. 

Me sentí agobiado, cohibido, angustiado... Quise meditar para poner en orden mis pensamientos, pero la tormenta dentro de mi no pudo aplacarse, cada que cerraba los ojos lo veía, te veía. 

Acudieron lágrimas a mis ojos cansados, mi vista se nubló, y entonces A-Yuan acudió sonriente, con un instrumento y unas partituras que acababa de lograr tocar sin ningún error. 

Mi tristeza se evaporó, cuando lo vi a él fue como ver un rayo de luz entrando en una habitación oscura. Cuando me vio dudó en acercarse, no pude contenerme por una vez, lo abracé.

Su pequeño cuerpecito se estremeció ante la repentina muestra de afecto, pero luego de un par de segundos me correspondió feliz. Tocó para mí y conmigo, se encargo de deslizar sus delgados deditos por las cuerdas, las notas se entonaron suaves, dulces.

Esa tarde fue la más tranquila que tuve en mucho tiempo, y también una de las pocas que pasaría en compañía de A-Yuan. Conforme va creciendo se va volviendo más y más independiente, ya no acude durante las noches llenas de pesadillas, tampoco me busca con desesperación en cada ocasión que sufre por dolor. 

Ha aprendido a cuidarse por sí mismo, logró domar a las pesadillas y a controlar su miedo. 

Los demás discípulos de su edad lo admiran, es un niño que ya tiene un comportamiento elegante, recto y estoico. Tío no comenta nada, pero lo mira en silencio, una sonrisa de satisfacción curvea sus labios, sus manos tocan su barba y asiente en señal de aprobación. 

Ve en él una nueva oportunidad de enmendar los errores que cometió conmigo, y es por esto, y por miedo a lo que pueda llegar a inculcarle a A-Yuan, que lo he tomado bajo mi tutela. Tío no discutió, sabía que sería en vano, lo único que logré ver fue la pequeña mancha de insatisfacción de sus ojos.

Tiene miedo también, miedo a lo que yo pueda hacerle a este nuevo discípulo prometedor, pero dime...


¿Acaso el amor es un pecado tan grave cómo para no compartirlo?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro