Sus dedos se deslizaban suavemente por la pantalla de su celular, su mirada se encontraba en un vaivén mientras leía una y otra vez aquellas palabras. ¿Estaba aquello mal? No lo sabía, solo disfrutaba de releer aquellos mensajes de texto de aquel chico. Como si fuera el destino, su teléfono vibró ante una nueva notificación, un mensaje reciente de parte de él.

"¿Vendrás?"

Tragó saliva y quedo vislumbrando tales palabras durante minutos. Lo había tomado por sorpresa, estaba tan tranquilo y ensimismado que lo olvidó, se suponía que debían encontrarse hace ya media hora.

"Perdón, se me hizo tarde."

Se vio a sí mismo buscando que ropa ponerse, para luego pararse frente al espejo mientras se arreglaba, ¿era aquello raro? Sí, está vez estaba seguro, nunca antes se había arreglado tanto por alguien ¿es porque es una celebridad? Mientras escuchaba sus canciones hace unos días, se empezó a preguntar si este desespero por captar su atención tenía que ver al respecto. Era un simple conocido, un amigo de otro amigo, pero se sentía distinto con él que con cualquier otro; sí, hablaba del famoso vocalista de la banda RoaRomin, Kirishima Roa.

Caminaba algo nervioso por las calles, rara vez salía de casa, pero había intentado hacerlo más seguido desde que conocía a Ohdo Yuga. No iba acompañado de nadie, ni quiera de Sebastian, estaba totalmente solo abriéndose paso en la multitud.

－ ¡Setsuri-chan! － Saludo Roa alegremente para luego tomarlo de la mano y llevarlo hacía un edificio a poca distancia.

Un edificio algo grande, pero relativamente pequeño si hablaba de los grades estadios en donde este daba sus conciertos. Este lugar poseía un pequeño escenario y algunas sillas, pero ahora solo estaba ellos dos, estaban totalmente a solas.

Roa se paró en el escenario con su guitarra en mano. Le sonrió suavemente.

－ He escrito una canción, una que escribí pensando en ti － Levemente sus dedos pasaban por las cuerdas de la guitarra － Quería que fueras el primero en escucharla.

La melodía fue entonada con suavidad y delicadeza, tan romántica y algo atrevida como las que solía cantar, pero en un ritmo tan calmado, distinto a sus canciones de Rock. Aquella era un balada, una suave balada que esperaba transmitir aquel sentir. Mientras los acordes finales resonaban, Roa bajó del escenario.

－ ¿Qué opinas Setsuri-chan? － Preguntó con su tono de voz coqueto, al ver la mirada baja del contrario se mostró más preocupado － ¿Prefieres que te llamé Neil? No podía poner tu nombre real en la canción, nos traería problemas.

－ Lo sé － Levantó su mirada la cual había mantenido baja para poder ocultar su sonrojo, no podía evitarlo, le acababa de dedicar tal balada － Me encanta.

－ ¿Quieres ir a comer ahora? － Propuso alegremente. Aquello se sentía como una cita, ¿estaba eso bien?

－ No, quiero estar un tiempo más aquí.

－ Entiendo － Se sentó a su lado dejando su guitarra para mayor comodidad. Ambos se encontraban tan cercanos él uno al otro. Y no se sentía nada mal.

En el silencio, Roa tarareaba aquella melodía y Neil terminó cantando junto a él, aquella canción de amor mientras se mantenían acurrucados en aquel lugar, uno al lado del otro.

－ Te amo － Admitió tranquilamente una vez ambos ya perdían su voz después de tanto canto － Desearía poder estar junto a ti.

－ Yo también, pero RoaRomin es realmente importante para mi － Dijo mientras acariciaba los cabellos de Neil － Pero, si algún día dejo mi carrera de vocalista, prometo ir a buscarte y podremos estar juntos.

－ Es una promesa － Tal cual, una promesa que sellaron con suave y cálido beso. Una promesa que esperaba algún día cumplir, y esta quedaría grabada en ambos y en el resto del mundo a través de el nuevo lanzamiento de RoaRomin; 俺様の摂理ちゃん.