🧬4🧬
Las horas pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Jinnie mantenía con sus deseos de querer asesinar ahí mismo a Ken, mientras que este se refugiaba en SeokJin cada que Jinnie se aproximaba hacia él.
Hoseok trató de contactar a Suga toda la tarde, mas sin embargo, el celular le enviaba a buzón apenas se colocaba el celular al oído.
Estaba preocupado por él, sabía que la noticia no había sido nada fácil de procesar, mucho menos para Suga, pues él había sido amigo inseparable de NamJoon y deseaba con toda su vida que este se encontrara vivo, justo como Jinnie lo estaba
Se encontraban sentados en la sala de estar, un gran salón que contenía sillones de cuero y libros. Todos sumidos en un profundo silencio, Jinna se había quedado dormida en uno de los sillones, así que fue cargada hacia una de las habitaciones para su comodidad, Ken se quedó con ella por unos momentos para cuidarla mientras, hasta que regresó con el resto, los cuales se encargaban de comunicarse con Suga.
—Soltó un suspiró, cortó la llamada y guardó su celular.—Emh, ¿gustan algo de comer?—Habló Hoseok, rompiendo con el abrumador silencio que se había instalado.
—No gracias.—Rechazó SeokJin amablemente, Ken quería decir que sí, pero rápidamente fue codeado por el rubio.
—A-ah, no gracias.
—Tal vez un vaso de agua estaría bien.—Propuso SeokJin. Hoseok asintió, para después caminar en dirección a la cocina.
—¡Espera! Yo iré contigo.—Dijo Jinnie rápidamente. No quería ser grosero con SeokJin, pero no soportaba respirar el mismo aire que el peliazul. No podía decir que lo odiaba, ya que desgraciadamente amaba a su "sobrina" y "hermano" y tenía que respetar que el idiota era parte fundamental de sus vidas, aunque eso no lo iba a liberar de su rotundo desprecio.
Al momento de levantarse para seguir al pelinegro, un pequeño tirón se instaló a la altura de su vientre, robándole un jadeo de dolor y el equilibrio, pues había quedado arrodillado sobre el suelo. Todo aquello alarmó de inmediato los presentes, quienes sin pensarlo se dirigieron hacia él.
—¡Jinnie! ¡¿Estás bien?!—SeokJin fue el primero en llegar hasta él. Comenzó a revisarlo, buscando la causa de su dolor.
Los ojos de Jinnie se encontraban llenos de lágrimas acomuladas, al mismo tiempo que su mano hacia presión sobre su vientre, ya que ahí se encontraba el dolor.
—D-duele… —Sollozó, alertandolos.
—¡Hoseok ayúdame! Tenemos que llevarlo al hospital, no me importa si Suga no responde, no podemos arriesgarnos a que algo malo le pase al bebé.—Jinnie quería resignarse, ya que no le gustaba para nada el hospital y esa era la razón por la cual NamJoon siempre lo había atendido en casa, pero al escuchar que su bebé se encontraba involucrado, no lo dudo por un momento y permitió que Hoseok lo cargara hacia la salida.
—Ken, por favor quédate a cuidar a Jinna, volveremos cuanto antes.
—SeokJin, déjenme revisarlo, es posible que se trate de algo científico, algo que los doctores no entenderían.
—Olvídalo Ken, suficiente tiene con tolerar que estás a menos de un metro de distancia de él.
—Lo sé, pero-…
—Nada de peros—Le interrumpió.—Quédate, por favor.—El peliazul asintió no muy convencido. Se dirigió hacia los labios del rubio para dejar un beso, pero SeokJin fue más rápido y giró su rostro; consiguendo que el gesto fuese a parar en su mejilla.—Nos vemos.—Ignoró la mitada triste del peliazul, para después dirigirse hasta el automóvil, donde ya lo estaban Hoseok y Jinnie.
En su camino hacia el carro se regañaba por no haberle correspondido a Ken, pero después se recordó que había un trato de por medio, todo era por su hija, para que creciera en una "familia", todo lo hacía por ella.
De pronto, una camioneta se estacionó frente a él, era la camioneta BMW x6 de NamJoon, pero al momento de que la puerta se abrió, no bajó un NamJoon, sino un Suga muy extrañado.
—¿SeokJin? ¿Q-qué rayos haces aquí?
—No hay tiempo, tenemos que ir al hospital.
—¿Hospital? ¿Hoseok está bien?
—No se trata de Hoseok, sino de Jinnie.
—¿J-Jinnie?
—Sí, seguro que ya lo has visto.
—Y-yo, sí, pero no creí que fuera…
—¿Real?—Alzó un ceja burlón.—Ven con nosotros.—El azabache no tuvo oportunidad de negarse para cuando sus pies ya se encontraban caminando automáticamente en dirección hacia el automóvil.
—Espera, ¿no prefieren ir en la camioneta?
—¡Maldita sea Min YoonGi! Esto es serio, no hay tiempo para tus vanidades.—Reprochó Jin molestó, para después subir con rapidez a la parte de atrás.
Suga bufó ante el sermón que le había puesto SeokJin y todo por procurar la seguridad de Jinnie, era obvio que la camioneta era mucho más grande y más cómoda. Al final, decidió apurarse a ingresar al automóvil, encontrándose a un Hoseok de piloto y un que Jinnie jadeaba en los asientos de atrás, SeokJin se colocó de manera que la cabeza de Jinnie se encontrara sobre su regazo.
—¿Suga?—Preguntó Hoseok incrédulo, pero sintiendo gran emoción.
—¡Hoseok conduce ya!—Exclamó SeokJin, preocupado por el estado del pelimorado.
—A-ah sí, perdón.—Fue entonces que prendió el motor y manejó a toda velocidad hacia el hospital más cercano…
__________🧬 __________
Una vez que llegaron al hospital, Jinnie fue trasladado de inmediato a urgencias, por el gran riego de aborto espontáneo.
Los enfermeros rápidamente se lo llevaron en una camilla hacia un consultorio aislado, donde el doctor especialista en embriología y pediatría se encargaría de revisarlo.
Después de unos minutos, un doctor se presentó ante ellos con una bata blancamente perfecta.
—Familiares del joven…—Frunció su ceño, mientras parecía releer el expediente.—¿Jinnie?
—¡Somos nosotros!—Gritaron los tres al unísono, al mismo tiempo que se aproximaban al doctor.
—Emh, ¿cuántos meses de embarazo dicen que tiene?—Inquirió. Los tres se miraron con duda, para después hablar.
—A-ah, no lo sé, tal vez, ¿un año?
—Cuándo yo tenía tres meses, él tenía uno y cuando murió aproximadamente dos.
—¡¿Eso significa que va a nacer ya?!
—No.—Negó.—¿Tu hija tiene uno o dos años?—Preguntó Suga al rubio.
—Uno, bueno, dos, pero no me gustaría seguir la reglamentaría de Corea, no quiero un año de más es la vida de mi hija.
—Sinceramente yo ya no estoy entendiendo nada, será mejor que me retire. —Interrumpió el doctor, pero al momento de alejarse, fue tomado de su antebrazo por el azabache.
—Estamos preocupados, por favor, puede perder al bebé, e-es muy valioso para todos nosotros.—Habló el pálido, su voz se quebró por un instante, pero luchó contra sus lágrimas.
—Ha estado en su vientre por más de un año y tememos que ya no se encontré con vida y esté dañando a Jinnie.
—Ja, ja, sí, que buen chiste.—Carcajeó, llamando la atención de los presentes. Que falta de ética, pensaron.—El bebé se encuentra perfectamente bien, en realidad aún no se puede llamar bebé porque apenas está desarrollándose.
—¿A qué se refiere, doctor?
—A qué debido a sus dos meses de edad aún está en su estapa de embrión.
—P-pero eso es imposible.
—¿E-entonces por qué comenzó a dolerle el vientre? Dijo que el bebé está bien, ¿no?
—Así es. Lo que sucedió fue probablemente fue causa de un aborto espontáneo, pero no se preocupen, el embrión es fuerte y al parecer pudo con ello.
—¿Qué causan los abortos espontáneos, doctor? —Preguntó Hoseok con nerviosismo.
—Lo pueden producir múltiples factores, pero el más común son las causas genéticas en le feto, ya que esto le impide su desarrollo, aunque dudo que este sea el caso.—Los tres se miraron con nervisismo, por supuesto que se debía a eso.—Se quedará internado por una semana mientras se encuentra en observación, una vez que veamos que el riesgo a pasado; podrá regresar a casa.
—¿Podemos pasar a verlo?—Preguntó el rubio con entusiasmo y una sonrisa sobre su rostro.
—Pueden, pero me temo que con su condición solamente pueden entrar familiares.
—
A-ah, él, no tiene familiares.—Respondió Jin, sintiendo pena por Jinnie.
—Oh, entonces esposo.
—Su esposo murió hace un año y solamente nos tiene a nosotros.—Mencionó Suga.
—Bien, pueden entrar, pero solamente dos, ¿está bien?
—Sí, doctor, muchas gracias.—El trío hizo infinidad de reverencias hacia el médico, el cual les regaló una media sonrisa y después se fue.
—¿Quién entrará?—Inquirió SeokJin, mirando a Suga y a Hoseok, los cuales tenían ansias por ver a Jinnie.
—Entren ustedes, yo esperaré aquí.—Propusó Hoseok, sacrificandose.
—No, Jinnie te querrá ver a ti, no a nosotros.
—Escuchen… —Soltó un suspiro, para después adaptar un postura cansada pero segura.—Jinnie merece saber la verdad y yo no estoy dispuesto a decírsela.
—No podemos decírselo ahora, escuchaste al doctor, el riesgo pasó, pero aún hay probabilidad de que vuelva a suceder y yo no quiero ser parte de eso.
—Y-yo tampoco, pero Hoseok tiene razón. Jinnie debe encontrándose odiando a NamJoon en estos momentos, pensando que no quiere verlo ni a él ni a su hijo. Tenemos que hacerlo, Suga.
—¡N-no, no lo haré, SeokJin! No puedo, no puedo aceptar que NamJoon está…
—Bien, no vayas. Hoseok, ven conmigo por favor, prometo que no te haré hablar. —Hoseok se mantuvo en silencio por unos minutos, observando los ojos de SeokJin, donde ya no encontró la arrogancia que lo había caracterizado, sino un profundo miedo y una insoportable carga de culpa. El pelinegro asintió cabizbajo, para después seguirle en silencio, dejando a ahí a Suga, el cual sollozaba, pidiendo que todo volviera a la normalidad.
Caminaron por unos pasillos de color blanco, los enfermeros y paramédicos corrían de un lado a otro, atendiendo emergencias. Hoseok tuvo la necesidad de pegarse a la pared en más de una ocasión para permitir el paso de una camilla que llevaban corriendo. Observó con detenimiento a su al rededor, hasta que por fin se encontró en la habitación que se le fue asignada a Jinnie.
Una vez cerrada la puerta, pudo notar que la habitación de color completamente blanco era discreta y tenía la finalidad de alejarse de cualquier ruido que pudiera incomodar al paciente.
Observando más detalladamente, una cabellera morada sobresalía de las sábanas, dándole un toque tierno.
A NamJoon no le gustaría que su esposo se encontrara en un hospital, pero sin duda le encantaría estar aquí con él… Pensó.
—Jinnie… —Susurró SeokJin con una sonrisa en su rostro, casi al mismo tiempo que e aproximaba hasta la cama.
Jinnie salió de entre las sábanas, los miró detenidamente, para después sonreírles con una sonrisa preciosa…
__________🧬 __________
Capítulo dedicado a:
Escribiendo a las 3 am, todo sea por ti. 🌸 ✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro