Una vez que el sonido de la camioneta de su esposo siendo estacionada llegó a sus oídos, Jimin se levantó de inmediato del sofá para recibir a su esposo y aunque fue algo complicado al final lo logró. Se colocó en la entrada de la casa y espero pacientemente la llegada del pelinegro. Pero al momento en que la puerta se abrió, Suga simplemente lo paso de largo y se dirigió a su despacho.

Fue entonces que se dio cuenta que las cosas andaban mal…

Rápidamente siguió los pasos de su esposo, quien se encontraba encerrado en su despacho, al momento de abrir un pedazo de la puerta de madera pudo verlo más pálido que de costumbre, mientras caminaba de un lado a otro.

Abrió la puerta del despacho con lentitud, pero con algo de temor, pues nunca había visto así a su esposo, pero también confiaba en que no le haría daño y fue entonces que le hizo saber de su presencia:

—¿Amor? ¿Sucede algo?—Inquirió con una voz suave, sin llegar a presionarlo.

—Yo… no lo sé.—Balbuceó, con su mirada perdida en un punto aleatorio.

—¿Qué sucede?—Se aproximó con rapidez hacia él, a pesar de que su condición no le permitía los movimientos bruscos, ya que podría ser malo para el bebé.—¿Qué te dijo Hoseok?

—E-él… y-yo, vi a Jinnie.—Y fue entonces que Jimin pudo ver los ojos gatunos de su esposo, unos llenos de temor, desesperación que portaban un poco de brillo de esperanza.

—¿Jinnie?—Frunció su ceño.—¿El Jinnie que conozco?

—Sí, lo vi, en las escaleras de la casa y por un momento… sentí…sentí, esperanza.

—¿Esperanza? ¿De qué hablas?—Sostuvo el rostro de su amado entre sus manos, al mismo tiempo que buscaba su mirada, pero él parecía tan ido, tan pensativo.—Suga, mi amor, no te estoy entendiendo.

—Esperanza de que NamJoon también regresara.

—Suga, escucha, NamJoon está muerto, ha fallecido y es imposible que Jinnie también esté vivo.

—No, no, escucha, NamJoon hizo una cápsula antes de morir y-y creo que encontró la manera de conservar a Jinnie y no sólo eso, sino que también logró devolverle la vida, no sé cómo o cuando, pero está vivo, ¡yo lo vi!

—¿Estás seguro? Pudo haber sido un holograma o algún truco de ilusión.

—Jimin, te juro por ti y por nuestro hijo, que son mi vida entera y lo que más amo en este mundo, que yo lo vi, lo vi de pie en las escaleras, pero no lo creí. Apenas salí y entré en un ataque de pánico, lo vi, más no tuve el valor para acercarme o para aclarar mis temores. Preferí huir.

—Mi amor, tranquilo.—Trató de tranquilizarlo cuando notó como un ataque de ansiedad comenzaban a apoderarse de él. Lo tomó de su antebrazo y lo guió hacia un sillón negro de cuero que se encontraba ahí mismo en su despacho.

Rápidamente se dirigió al escritorio, donde tomó el vaso de agua que se encontraba sobre éste, para después entregárselo a su esposo y sentarse a su costado, dispuesto a escuchar cada uno de sus pensamientos de forma neutra, sin juzgarlo o contradecirlo.

—T-tú sabés lo mucho que extraño a NamJoon.—La primera de muchas lágrimas, rodó sobre sus mejillas.—NamJoon fue el hermano que nunca tuve… NamJoon fue ese amigo que nunca me abandonó, que me acompañaba a cada fiesta a la que asistía.—Sonrió agridulce, recordando aquellos momentos.—Él estuvo ahí para mí en cada caída que sufría y en cada reto que enfrentaba. Todo marchaba increíble, NamJoon y yo éramos los típicos badboys de la universidad, éramos inseparables, hasta que llegó él… Kim SeokJin. Pareciera como si todo hubiese sido obra del destino, se conocieron a un semestre del examen final, cuando chocaron en un pasillo, cuando NamJoon me lo contó yo me reí en su cara, lucia tan tonto con esa sonrisa boba sobre su cara, pero nunca imaginé que hablara enserio. El tiempo paso y NamJoon comenzó a cambiar, comenzó a dejar de asistir a las fiestas y se dedicó a estudiar con SeokJin en la biblioteca, dejó de fumar, de beber y de tener aventuras de una sola noche, pero lo más importante, sacaba mejores calificaciones, inclusive llegó a conseguir un premio en la feria de la ciencia, y mira que era malísimo para esas cosas.—Sonrió ladino, para después continuar.—Tengo que admitir que al principio me puse celoso, no porque quisiera a NamJoon de otro modo, para nada, él ya tenía su orientación sexual definida, mientras que yo juraba y projuraba que era heterosexual.—Una risita escapó de sus labios, contagiando un poco a su esposo.—No eran celos de una pareja, ¿sabés? Eran de un amigo, quería la atención de NamJoon, ya que nunca había contado con un compañero tan leal y comprensivo como lo era él. Pero al poco tiempo lo superé, con la ayuda de fiestas, alcohol y tengo que admitirlo, unas cuantas chicas…—Ok, sí debió omitir esa parte, porque el zape que le propinó su esposo sí llego a dolerle.—¡Auch!

—Continúa.—Concedió su esposo con una semblante tranquila pero burlona al mismo tiempo.

—Ja, ja.—Rió bajito, para después continuar.—En realidad, en mis adentros estaba feliz por NamJoon, al fin había dejado de meterse en problemas y había comenzado a madurar.

—¿Por qué crees que NamJoon quiso mucho a SeokJin?—Le interrumpió para hacerle una pregunta que lo tenía realmente intrigado.

—NamJoon tuvo muchos amoríos, sin embargo, todos y cada uno de ellos fueron mujeres, así que yo creo que NamJoon al conocer un chico y al ver que lo trataba bien y mejor que una chica, se empeñó en no arruinar su relación. Y en realidad creo que NamJoon amaba mucho a SeokJin porque vivió muchas cosas con él que no había vivido antes. Y entiendo ese punto porque contigo he vivido muchas cosas que no viví con nadie más, eso lo hace ciertamente especial…—Sin poder contenerse depositó un casto beso en la frente de su esposo, al mismo tiempo que esbozaba una media sonrisa, la cual se borró al instante en que recordó el verdadero punto.—Y en realidad, todo estaba perfecto, hasta que SeokJin engañó a NamJoon a pesar de saber que este se partía la espalda por él y por sus caprichos.

—¿Cómo fue que te enteraste de lo que hacía SeokJin?

—Se hizo una fiesta en la mansión de NamJoon en conmemoración al primer aniversario de la compañía. Ese día NamJoon se encontraba muy feliz, todo su esfuerzo al fin estaba dando frutos. Dada la situación me pasé un poco de copas, a tal grado que necesitaba ir al baño, al momento de subir a el cuarto de baño; me encontré a SeokJin besándose con otro hombre, ellos me notaron, pero antes de que SeokJin pudiera decirme algo yo ya me encontraba saliendo de la mansión. Sinceramente pensé que tal vez había sido el efecto del alcohol o una mala jugada de mi me mente, pero no, había sido real y lo confirmaba cada vez que veía el miedo de SeokJin cada que estaba cerca de NamJoon.

—¿Se lo dijiste?

—Claro que lo hice, pero no me creyó.—Tensó su mandíbula, recordando las veces en que NamJoon lo había corrido de su oficina, gritándole que confiaba plenamente en su esposo.—Nunca lo hizo, o al menos eso decía, porque yo sabía que en el fondo; él estaba consiente de que lo que decía era verdad.—De pronto, un silencio se instaló en la habitación, uno que fue roto por los sollozos del mayor.—Fue mi culpa, yo lo sé, si no hubiese insistido tanto, su matrimonio estaría bien y NamJoon estaría vivo… —Su esposo lo observaba en silencio, mientras repartía delicadas caricias en su espalda.—Pero no podía permitir que las cosas se quedarán así, NamJoon no se merecía eso. Nadie merece una traición así. Y yo más que nadie lo sé, cuando Megan me engaño estaba muy dolido por su traición, pero juré que no le haría lo mismo, en su lugar decidí que lo mejor era divorciarnos, no tiene caso vivir a lado de quien no te ama ni te respeta y eso es justo lo que quería para NamJoon…—Un suspiró doloroso escapó de sus labios.

—Suga, cariño, tú no tienes la culpa, quisiste hacer lo mejor por tu amigo y créeme que lo lograste, gracias a eso conoció a Jinnie—Una sonrisa sin gracia salió de la garganta de su esposo antes de que pudiera continuar.—, sé que tú no notas la diferencia porque proviene de SeokJin, pero tú mismo lo conociste y sabes que  Jinnie era tan puro y tan lleno de inocencia, tan sincero y honesto, él amaba de verdad a NamJoon. Y yo te puedo jurar que NamJoon volvió a vivir después de conocer a Jinnie, volvió a amar, a sonreír, a ser feliz… Así que hiciste un buen trabajo, porque salvaste a NamJoon de vivir con alguien que no lo amaba ni respetaba.

—Pero él ahor-…—Se detuvo abrupatamente al sentir los cálidos brazos de su amado, realmente necesitaba un abrazo de él, ya que era la única persona que estaba con él y que no lo había abandonado.

—Sí, lo sé, él ahora no se encuentra con nosotros, pero eso no fue tú culpa, NamJoon fue responsable de esa decisión y por más que nos duela, le dolió más a él soportar todo ese dolor, tanto que fue demasiado para él. Así que por favor déjalo descansar, ya es hora de que se reúna con Jinnie y ambos vivan una paz eterna, ¿no crees?

—No creo que sea posible si Jinnie está vivo.

—Cariño, Jinnie no está vivo.

—Pero Jimin, yo lo vi con mis propios ojos, estaba allí, de pie en las escaleras. No hay otra explicación.

—Puede que tengas razón, pero recuerda que Jinnie era un clon y fácilmente se puede crear otro idéntico a él.

—Lo dudo mucho, según lo que sé Ken aún se encuentra en prisión y nadie más tiene el poder para crear un clon.

—¿Estás completamente seguro de que Ken se encuentra en prisión?

—Sí, NamJoon se encargo de que no saliera en años…

—Bien, entonces no hay de que preocuparse, encontraremos otra explicación para esto, tal vez una científica o una psicológica, pero por favor mantén tranquila tu mente, mañana mismo buscaremos ayuda, ¿de acuerdo?

—Muchas gracias por ayudarme en esto…—Lo envolvió entre sus sus brazos, cuidando en todo momento el abultado vientre de su amado.—No sé que haría sin ti…

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Capítulo dedicado a: Dacllaly

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