Después de unos cuantos minutos, el pelirrojo volvió de la cocina mientras traía consigo una taza de café. Se sentó frente a la mesa, esta vez asegurándose de estar más alejado de Suga.

-¿Cómo se encuentra Jinnie?-le preguntó el pelirrojo a HoSeok.

-El señor Kim se encuentra bien. Está descansando-respondió.

-¿Ya despertó?

-Sí. Pero por ahora debe guardar reposo.

-Ken me dijo que en menos de un mes nacerá mi sobrino.

-Sí, así es. Fue lo que me dijo.-respondió el mayordomo.

-¿Podrías explicarme, HoSeok? Solamente me mencionaste que nacerá en menos de un mes, sin embargo, el doctor dijo que apenas tiene dos meses, ¿Cómo es posible que nazca antes de tiempo o después de tiempo?...-inquirió Suga con preocupación.

-Ken dijo que el señor Kim había colocado un líquido para congelar tanto a Jinnie como al bebé. Sin embargo, continúa administrándole los nutrientes necesarios para que el bebé estuviera bien. Una vez fuera de la cápsula comenzará a desarrollarse con rápidez por el tiempo pasado hasta el punto de tener el tamaño y el peso de un bebé de nueve meses.

-Pero eso es anormal, el hecho de desarrollarse en menos de un mes lo que no se desarrolló en nueve meses.

-Ken mencionó que NamJoon planeó todo, inclusive creó dosis para inyectarle a Jinnie antes del parto, con la intención de que no hubieran complicaciones en el parto o anormalidades en el bebé-mencionó HoSeok.

-¿Entonces esas dosis las creó NamJoon?

-Sí, fue lo que dijo Ken.

-Si, bueno. Sobre eso... NamJoon creó unas dosis, pero Ken tendrá que administrarle otras dosis aparte, una que él creó que es aún más caras que las primeras-interrumpió SeokJin.

Los pelinegros se voltearon a ver con duda.

-¿Me estás diciendo que con las dosis que creó NamJoon no son suficientes?-le preguntó Suga a SeokJin, dirigiéndose a este con un tono incrédulo.

-Sí, eso fue lo que dijo Ken.

-¿Y no será que es una de sus mentiras para querer vernos la cara?-mencionó Suga con ligera molestia.

-Él no es NamJoon. No hace milagros con la ciencia.

-Por eso tanta envidia, ¿No?-respondió con la misma intensidad que el comentario agresivo de SeokJin.

-¡¿Podrías olvidarlo sólo por un momento?! Estamos hablando sobre Jinnie y el bien del bebé.

-No, no puedo olvidar todo lo que le hiciste a mi amigo, ni el daño físico que le causó Ken a Jinnie.

SeokJin quería defenderse, sin embargo se había quedado sin argumentos. No podía decir nada pues todo sería mentira. Las cartas estaban en su contra. Fue así que prefirió reprimir toda su furia contra Suga y dirigirse hacia HoSeok.

-HoSeok, Ken me dijo que autorizaste las inyecciones. Así que yo me encargaré de ir a conseguirlas.

-No hace falta, yo me encargaré de ello. Hay que tener sumo cuidado si se trata de la salud del señor Kim y de su hijo.

-Lo sé y yo como su hermano, me encargaré de que todo esté en orden.

-Qué hipócrita te escuchas al llamarlo hermano cuando intentaste eliminarlo más de una vez...-mencionó Suga, sin embargo, SeokJin lo ignoró por completo.

-¿Qué opinas HoSeok? Al menos podría acompañarte...

-Si no te molesta, creo que has hecho suficiente. A partir de ahora, el señor Min y yo nos encargaremos de eso...

-No creo que a Jinnie le parezca el hecho de que me alejen de él...-gruñó, para luego ponerse de pie.

-Y no lo haremos, por ahora. Solamente veremos por su bien y el de su hijo. Así que envíanos la dirección y el señor Min y yo iremos a comprarlas cuánto antes...

-Bien...-aceptó a regañadientes, para después escribirla en una servilleta que se encontraba sobre la mesa-. Ya la tienen y si me disculpan, tengo que ir a ver cómo está mi hija...-una vez que terminó de escribirla se retiró molesto hacia el piso de arriba donde se encontraba durmiendo su hija.

Tanto Suga como HoSeok agradecieron el hecho de permanecer nuevamente solo ellos dos.

-¿Crees que Ken esté diciendo la verdad en cuanto a las nuevas inyecciones que necesita Jinnie?-le preguntó Suga a HoSeok.

-Si le soy sincero, no lo sé. Pero no lo sabremos hasta averiguarlo...-respondió para después compartir una mirada cómplice con Suga.

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Los dos pelinegros subieron hacia el piso de arriba y con sumo sigilo abrieron la puerta de la habitación de Jinnie, percatandose que este se había dormido de nuevo.

Fue así que después de asegurar la puerta, se dirigieron hasta la dirección que les había proporcionado SeokJin.

Sabían que no era buena idea dejar a Jinnie solo bajo el mismo techo que SeokJin, sin embargo, ambos tenían que asegurarse de que la dosis era segura para Jinnie y su bebé y es por eso que se necesitaban mutuamente.

La entrada quedó sellada con llave para que Ken fuera incapaz de entrar a la mansión, además de asegurar las ventanas y cercas que rodeaban la mansión. Y fue así que una vez asegurada la mansión, emprendieron camino hacia aquella dirección.

-¿No le parece sospechoso que después de un año, SeokJin regrese a la mansión aún y cuando le hizo prometer al señor Kim que no volvería?

-Es obvio que algo buscan. Y no me sorprendería que se tratara de dinero.

-Creí que usted se encargaba de enviarle dinero a SeokJin para poder sustentar a sus hija.

-Sí, lo hacía. Es por eso que fue muy extraño cuando me dijo que había dejado de recibir ese dinero desde hace tiempo.

-¿Qué cree que haya sucedido?

-Sinceramente no lo sé, pero algo de lo que estoy seguro es de que Ken y SeokJin están planeando algo y hay que estar preparados para cualquier cosa...-mencionó Suga, a lo que HoSeok asintió, estando de acuerdo con el hecho de mantener sus ojos abiertos ante cualquier movimiento en falso por parte del pelirrojo.

-Hemos llegado...-anunció Suga, al mismo tiempo que detenía la camioneta frente a un gran edificio con el nombre de "Cience Of The Future".

Una vez estacionada la camioneta, ambos bajaron de esta, para después entrar al gran edificio frente a ellos.

En cuanto entraron, se dirigieron hacia la recepción, donde una mujer joven de impecable peinado, y ropa formal les dirigió una sonrisa.

-Buenos días, caballeros ¿En qué puedo ayudarlos?

-Buenos días, estamos aquí para adquirir una dosis de...DFG...-mencionó con duda HoSeok, para luego mostrándole la servilleta a la señorita donde SeokJin había escrito el nombre de la dosis

-Dosis Fetal Generativa-describió las siglas para luego dirigirse a su computara-. Por supuesto. ¿De que laboratorio vienen?-les preguntó, dejando al par de pelinegros atónitos.

-A-ah, de ninguno.

-Entonces... ¿De alguna empresa médica o científica?

-A-ah no...

-Disculpen caballeros, pero si no tienen una licencia verificada por algún laboratorio o empresa científica no pueden adquirir la dosis.-dijo, con voz firme, a lo que los pelinegros se voltearon a ver con temor en sus ojos.

-A-ah, no venimos de parte de un laboratorio, pero nos envía un científico.

-¿Y traen la licencia verificada de ese científico?

Los contrarios se voltearon a ver, pues ahora que lo pensaban no sabían si Ken tenía una licenciatura en ciencia o alguna otra rama de la medicina.

-E-eh, no, pero su nombre es Lee Jae Hwan.-respondió HoSeok con desesperación.

La mujer tecleó en su computadora para encontrar en su plataforma aquel nombre que le habían proporcionado, sin embargo, la plataforma le negó el acceso, indicándole que ese nombre no se encontraba registrado en ninguna plataforma científica.

-Lo siento, pero ese nombre para la plataforma no existe.

-¡¿Cómo puede ser posible?! Si él inventó la dosis.

-Es incorrecto. Aquí me aparece que la Dosis Fetal Generativa fue creada y patentada en los laboratorios del ceo Kim Nam Joon.

-¡¿Qué?!-exclamaron al unísono.

-Señores, si no van a mantener respeto llamaré a los guardias.

-N-no, no lo entiende señorita-mencionó HoSeok, sintiéndose abrumado y molesto por las mentiras de Ken y de SeokJin.

-¡Venimos en busca de esta dosis para salvar la vida del heredero de Kim NamJoon!-exclamó Suga con desespero.

Sin embargo, la mujer solamente los juzgaba fijamente, como si todo se tratara de una mentira para salirse con la suya y poder vender se manera externa e ilegal la dosis. Cosa que si llegaría a pasar, ella perdería su empleo inmediatamente.

-Lo siento, pero si no me muestran pruebas de lo que me están diciendo, o del motivo por el cual vienen, no puedo hacer nada.

-Pruebas, pruebas, pruebas...-repetía Suga mientras comenzaba a palmear su bolsillo en busca de "pruebas". No fue hasta que dio con su celular y recordó su fondo de pantalla-¡Lo ve! Éramos amigos inseparables desde la preparatoria.- dijo mientras se lo mostraba.-Él... no sonreía mucho...-admitió un poco apenado.

-Señor, si sabe que la inteligencia artificial y el photoshop existen, ¿Verdad?-le respondió la mujer con ironía, logrando molestar al pálido.

-¡Cómo se atrave a decir que es photoshop! ¡Fuí su amigo por años!-exclamó exaltado.

Pronto, los guardias que anteriormente estaban en la puerta comenzaron a acercarse hasta el punto de rodearlos en advertencia que estaban a nada de ser sacados.

-Señor Min, por favor calmese. Ya encontramos la manera de conseguir alguna dosis similar.-le tranquilizó HoSeok a Suga, quién respiró profundo y luchó por tranquilizarse, pues quería salir de ahí por su propio pie.

-Está bien, HoSeok... tienes razón.-aceptó el pálido, para después dirigirse a la salida junto con el mencionado, sin embargo, antes de que pudieran cruzar la puerta, la mujer les gritó.

-¡Esperen! ¿Ustedes son Min Yoon Gi y Jung Ho Seok?-les preguntó. Los mencionados se voltearon a ver confundidos, sin embargo asintieron-. Una disculpa de antemano. El expediente del ceo Kim NamJoon es sumamente confidencial y nadie tiene acceso a él... más que ustedes dos.

-¿Solamente nosotros dos?-inquirió Suga con curiosidad.

-Sí. Al parecer solamente confiaba en ustedes y son los únicos a cargo de todas las patentes que realizó a lo largo de su vida.

-¿Incluida la dosis fetal generativa?

-Así es...

Tanto Suga como HoSeok se voltearon a ver, para después compartir sonrisas de felicidad.

-Síganme, por favor...-pidió la señorita, al mismo tiempo que se ponía de pie y caminaba hacia el interior del edificio.

-Disculpe, señorita...-le llamó HoSeok con un poco de timidez, logrando que la chica se diera la vuelta para verlo-. ¿Por qué las patentes del señor Kim están aquí y no en sus empresas?

-No todas están aquí. Solamente se encuentran aquí las patentes que financió, sin embargo, al ver su eficacia decidió comprarlas y Cience Of The Future aceptó con la condición de mantener las dosis resguardadas en este edificio-mencionó, al mismo tiempo que los guiaba hacia el interior de un elevador.

-¿Y por qué no pueden ser vendidas a los hospitales públicos? Muchas personas podrían beneficiarse con lo que creó mi amigo-inquirió Suga.

-El señor Kim quería lo mismo. De hecho ese había sido uno de sus objetivos antes de morir, sin embargo, muchas empresas y laboratorios no se verían beneficiados con la venta al público y por eso le negaron al ceo Kim sacar las dosis resguardadas. A excepción de algunas que son derivados de los laboratorios principales del señor Kim.

-Y todo por el dinero...-comentó Suga, sintiendo impotencia ante la buena obra que quería hacer su amigo, pero que por cuestiones del dinero se lo impidieron.

-Es una pena señor Min, pero este mundo se mueve a base del dinero...-comentó la mujer luego de que las puertas del elevador se abrieran ante ellos.

Ella caminó fuera del elevador mientras era seguida por los dos pelinegros. Aquel piso tenía un aspecto futurista, con luces azul neón integradas en las paredes de color blanco. Aquello era el triple de grande que los laboratorios que estaban en la mansión. Así que era imposible no impresionarse al ver tal ingeniería.

-¿D-dónde estamos?-pronunció HoSeok con sorpresa, pues había sido el único de los dos capaz de hablar.

-Este es el sótano de la empresa, donde se encuentran los laboratorios principales de Ciencie Of The Future.

-Es enorme-mencionó Suga impactado.

-Lo es. Aquí no sólo se encuentran las patentes ya registradas, sino que también se encuentran realizando aún más.-les indicó mientras les daba un recorrido por el lugar.

Las luces neón comenzaban a cambiar con forme caminaban. Era increíble como pasaban de azul a rojo, naranja, morado y después amarillo.

-El señor Kim fue el mejor socio de esta empresa. Financió al rededor de 300 dosis y 5 experimentos sumamente costosos. Es por eso que la empresa sintió demasiado su muerte. Sin el apoyo del señor Kim los ingresos de cayeron un 50%. De no haber sido por inversionistas externos la empresa habría quebrado.

-¿Señor Min, usted sabía de todo esto?-le preguntó HoSeok.

-¡Por supuesto que no!-exclamó incrédulo-. NamJoon siempre se la pasaba hablando de negocios y más negocios, pero nunca le presté atención y nunca me imaginé que estuviera hablando de algo tan grande como esto...

-¿Y dónde se encuentran las patentes del señor Kim?-preguntó HoSeok a la señorita, pues sentía como habían caminado por mucho tiempo y no había rastro de aquellas dosis.

-Hemos llegado...-dijo, al mismo tiempo que paraba de caminar.

Se detuvieron frente a dos puertas de metal. Justo arriba de ellas estaba escrito el nombre de "Kim Nam Joon" sobre una placa de color dorado.

-Tienen que colocarse estos abrigos.-les indicó.

-¿Por qué?-preguntó Suga.

-El cuarto tiene que mantenerse en bajas temperaturas para la preservación de las dosis.-les explicó.

Después, la mujer hizo una llamada através de lo que parecía un micrófono, mencionó sus nombres y después de eso las puertas se abrieron. Dejando a la vista otras dos puertas, esta vez de vidrio blindado, las cuales se abrieron a los segundos, permitiéndoles ver todas aquellas dosis patentadas por Kim NamJoon...

-Desde que el señor Kim murió muchas personas han intentado infiltrarse, es por eso que se ha reforzado la seguridad. De hecho nadie tiene permitido entrar aquí más que personal autorizado y ustedes...

-¿P-por qué han intentado infiltrarse?-inquirió HoSeok con curiosidad.

-Quieren robar las dosis para venderlas en el mercado negro y ganar mucho dinero. Pero créanme que no conseguirán su precio original.

Suga y HoSeok compartieron miradas, pues ahora entendían el porque SeokJin insistía tanto en ir por la dosis.

Después de unos segundos, hombres de traje ingresaron con un maletín. Al momento de abrirlo, del maletín salió una especie de niebla seguido de una sensación de frío. El maletín estaba diseñado especialmente para conservar la dosis en bajas temperaturas justo como se mantenía en ese cuarto, para así transportarlas sin ningún problema.

-Esta es la DosisFetalGenerativa, o en su nombre científico DFG-120497-mencionó, al mismo tiempo que la introducía en el maletín con pinzas especiales debido a su fragilidad y a su baja temperatura. Una vez a salvo dentro del maletín, se lo entregó a HoSeok, quien de inmediato lo tomó con miedo pero con suma precaución.

-Tendrán que acompañarme para la revisión de algunos papeles, pero antes de eso, se nos indicó que una vez que entregaramos esta dosis específica, les diéramos esto...-la mujer le entregó a Suga una llave, causando confusión en ambos pelinegros-No sabemos que puerta pueda abrir. El señor Kim dijo específicamente que tenía que entregarse esta llave junto con esta dosis...-les explicó al ver sus rostros de confusión.

-Está bien. Nosotros lo averiguaremos...-asintió Suga, al mismo tiempo que la guardaba.

-Bien, entonces acompañenme para completar el proceso...-les pidió la mujer, para después guiarlos hacia la salida del cuarto.

Antes de salir, Suga se dio la vuelta para contemplar por unos segundos todas aquellas dosis que su amigo había sido capaz de crear. Después, una sonrisa ladina se formó en sus labios al sentirse orgulloso de su gran amigo...

-Bien hecho, amigo...

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