🧬11🧬
Después de una hora y largos análisis, Ken por fin pudo dar un diagnóstico, lo cual lo hizo saber cuándo se acercó a Hoseok y dejó sus guantes de látex de lado.
—Él está bien, no veo anormalidades en él o él bebé.
—¿Y a qué se debe que después de un año Jinnie aún no se haya aliviado?
—Puede ser que el líquido haya congelado el proceso del embarazo también.
—Pero eso es peligroso, ¡¿No?!
—Lo es, pero al ser un clon puede que haya favorecido. En realidad no tengo mucho que decir sobre eso, un bebé normal no puede durar más de nueve meses en el vientre o puede morir. Es increíble que el feto se encuentre en perfectas condiciones y a punto de nacer.
—¿Cuándo nacerá?
—En dos meses aproximadamente.
—¡¿Qué?! Pero si el doctor dijo que tiene apenas dos meses.
—Los tiene, pero gracias al líquido su crecimiento se vio interrumpido. Haciendo una investigación profunda, el líquido contenía tocolosis, un tratamiento para retrasar el parto, utilizando medicamentos como la nifedipina o el ritodrina, además de progesterona y corticosteroides para ayudar a madurar los pulmones del feto. Así que una vez en el exterior comenzará a madurar rápidamente hasta el hecho de tener el peso y los órganos maduros como un bebé de nueve meses.
—¿E-eso no podría causar deformaciones o anormalidades?—inquirió con temor.
—Hipotéticamente hablando, sí. Sin embargo, NamJoon fue inteligente, una vez más, y pensó en todo. Preparó algunas inyecciones para administrarle a Jinnie una vez fuera, para evitar deformaciones, anormalidades y complicaciones en el parto…—mencionó. Si bien, Ken se negaba a mostrarse emocionado por algún avance científico de su rival…—¿Ya saben a dónde van a llevarlo?—le preguntó a HoSeok, tratando de desviar el tema.
—No. Aún no. Pero lo que si sabemos es que tú no puedes participar en su parto, más aún después de lo que acaba de pasar…—el peliazul asintió, para después pasear su mirada por el laboratorio de aquel que había sido su rival por muchos años
—¿Cómo es que no sabía de la existencia de este laboratorio?—se preguntó a sí mismo, sin embargo su boca lo traicionó y terminó por formular esa pregunta en voz alta.
—El señor Kim tiene muchos laboratorios más en su mansión, este no es el único… La pregunta aquí es, ¿Por qué debería saber sobre la existencia de ellos?
—Ja, ja, tienes razón. Kim siempre fue un genio, es una lástima…—mencionó con pena, sin embargo, Hoseok sabía que una sonrisa socarrona se escondía detrás de aquellas palabras—. Y respondiendo a tu pregunta, siempre fuí fan de las creaciones de NamJoon, registré cada una de ellas y las estudié a detalle, es por eso que sé tanto sobre él.
—Y es por eso que arruinaste su matrimonio, ¿No es así?
—Vaya, no pensé que su mayordomo fuera así de rencoroso, creí que a ti sólo te importaba que te pagaran y te dieran un techo—dijo burlesco, logrando molestar al pelinegro.
—Pues te equivocas. El señor Kim me contrató no sólo para servirle, sino que también para cuidar de su familia y patrimonio. Y mi contrato no tiene un fin sino hasta el día en que muera y así será.
—Eso de demasiado, exagerado, ¿No crees? Digo, NamJoon no es tan importante como para tener muchos enemigos.
—Eso es lo que dices tú. Pero déjame decirte que no eres el único que buscaba la ruina del señor Kim.
—Es una lástima para los demás que haya sido el único que logró dejarlo en la ruina, ¿No es así?
—El señor Kim nunca estará en la ruina, mientras yo viva el patrimonio y el legado del señor Kim permanecerá…
—Ja, eso esperemos…—dijo burlón, para después fingir enfocarse en algo, sin embargo Hoseok no dejó el tema ahí y decidió enfrentarlo.
—¿Acaso eso fue una amenaza?
—No—negó, al mismo tiempo que se paseaba por el laboratorio—. Sólo digo que sería una pena que alguien destruyera algo que NamJoon con mucha confianza, te encargó…
—Te recuerdo que estás aquí solo porque eres el único capaz de revisar la salud de Jinnie. Así que olvídate de atentar contra Jinnie o el legado de NamJoon.
—No pensaba hacerlo…
—Pues más te vale.
—Ajam. Hablando del legado de NamJoon, hay una inyección especial para lograr que el bebé logré nacer sano.
—¿Dónde la puedo conseguir?
—No te preocupes por eso, yo tengo el contacto perfecto.
—¿Es legal?
—Completamente legal.
—¿Y cómo sé que no será algo dañino para Jinnie y el bebé? Si llegas a siquiera intentar lastimarlos, te mataremos.
—Oh, no te preocupes, les explicaré con argumentos científicos a Suga y a ti la función de esa medicina. Estoy consciente de que me mataran si intento lastimar a Jinnie, por lo cual no lo haré por el bien de mi hija…
—Bien… Ahora, por favor retirate, necesito llevar a Jinnie a su habitación antes de que despierte.
—Es un placer…—susurró, para después retirarse en busca de su esposo, SeokJin.
Encontrándose en aquella mansión, muchos recuerdos le vinieron a la mente, como la primera vez que había pisado aquella mansión. Sin embargo, a pesar de que era la primera vez que visitaba la mansión, no era su primer encuentro con el matrimonio Kim, al contrario, tenían una historia juntos, al menos por su parte, ya que NamJoon no supo de su existencia hasta tiempo después, cuando lo recibió en su mansión…
Suga y SeokJin habían llegado ya hace más de una hora, sin éxito al intentar encontrar al chico que había escapado con información importante. Una vez que regresaron a la mansión, Suga se retiró para poder hacerse cargo de su esposo, mientras que SeokJin se encontraba en su habitación temporal, cuidando de Jinna, quien rápidamente se dirigió a los brazos de su padre peliazul una vez que lo vió acercarse.
—¿Qué tal?—saludó Ken a la niña, sin embargo no la cargó como ella pedía, sino que la ingresó a la habitación y después cerró la puerta de la misma.
—Creí que tardarías menos.
—Tenía que tardar…—respondió ante el comentario de SeokJin.
—Mjm…—murmuró, para después cargar a su hija y ponerla sobre su regazo—. ¿Qué es lo que tiene, Jinnie?
—Nada, todo está bien.
—¿Qué hay del dolor que tuvo?
—Es algo normal, no pudo haber sido una contracción. Puede ser que el niño esté despertando después de tanto tiempo.
—¿Eso es posible?
—No, pero no estoy consciente de el líquido que uso NamJoon. Estoy completamente seguro que logró hacer una fórmula para poder congelarlo, a ambos…
—Eso es increíble. No por algo NamJoon ganó el premió al mejor científico del año.
—¿Te puede callar con eso?—gruñó Ken, al recordar aquel triunfo para su enemigo y lo que más le molestaba es que él no había sido considerado para ninguna de las categorías…
—Ja, ja, ja, siempre logró hacerte enojar con eso—carcajeó SeokJin al probar el carácter tan explosivo de su marido.
—Eres tan irritable que no sólo con eso me haces molestar, sino con tu simple existencia…
—Ja, pues lástima, porque ambos compartimos una hija y una meta en común, así que tendrás que soportarme…
—No tienes que recordármelo cada que puedes, ¿Sabés?
—Me encanta hacerlo, esposo mío—dijo burlón, para después cargar a su hija y acercarse a su esposo—. Te advierto que pase lo que pase, Jinnie es mi hermano y su hijo mi sobrino, por lo tanto no los tocarás.
—Lo sé, conozco nuestro trato…
—Bien, por eso te amo, cariño.—dijo en un tono sarcástico, para después depositar un casto beso en la mejilla del peliazul, quien se alejó incómodo.
—Sabes que en privado no son necesarias las demostraciones de afecto.
—¿Quién dice que sólo te quiero en público?—preguntó con una sonrisa coqueta.
—Ja, tú mismo admites que preferirías a NamJoon antes que a mí y sabes muy bien que eso me enfada mucho.
—Era demasiado cariño y romántico para mí gusto—dijo, haciendo una mueca de disgusto—. Es por eso que me fuí lo antes posible de su lado…
—A sí que te gusta lo salvaje, ¿eh?
—Por supuesto, por eso estoy contigo…—admitió, sin duda alguna.
Depositó a la pequeña sobre la cama, para después dejarse llevar por Ken, quien rápidamente tomó su cintura y lo atrajo hacia él.
—¿Sabes algo?
—Eres lo mejor que pude haberle quitado a NamJoon…
—Ja, ja, pues eres muy afortunado de tenerme, más te vale valorarme a tu lado.
—Sabes que lo haré. No podría tener mejor esposo que tú…
—Te odio…—contestó SeokJin, al sentirse sonrojado por las cursilerías de su esposo.
—Y yo a ti…—respondió, para después besarlo apasionadamente…
No había pareja más tóxica que ellos dos, y no había nadie quien pudiera detener sus planes. Porque dos, eran mejor que uno…
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro