¿Quién es Fabián?

Es un alfa común que se encuentra estudiando la carrera de arquitectura, es un amante de las fiestas y de presumir sus supuestos lujos como típico whitexican–ya que viene de Puebla y sus papás son dueños de dos haciendas–así como andar exhibiendo a los omegas que andan con él como trofeos, y si estos lo llegan a rechazar, difundir rumores de ellos que les arruinen la reputación.

Ese es Fabián, un pendejo.

El alfa se encuentra saliendo de su última clase del día temprano ya que el profesor tuvo que irse antes, siendo una lástima que no le tocará con aquel omega dominante de cabellera rizada, pensar en él le hace sacar una sonrisa burlona, era una pena que lo rechazara siendo un omega bonito. Todo por querer andar con ese alfa argentino estúpido que de seguro ni sabía porque estaba aquí, recordarlo le llenaba de un coraje que debía tragarse muy a regañadientes.

—Nos vemos mañana bro—se despide de su amigo.

—Hasta mañana—le corresponde el beta.

Así Fabián se va caminando solo por los pasillos de la facultad, bajando por las escaleras ya que su clase toca en el tercer piso, siendo un fastidio bajar todas esas escaleras. Al salir del edificio, camina tranquilo mientras chifla bajito en dirección al estacionamiento de la universidad.

Sigue así hasta que a mitad de camino alcanza a oler algo agrio, cosa que le hace fruncir la nariz, se sacude esta con tal de quitarse ese olor de la nariz, pero con terror se da cuenta que aún sigue ese olor y es más fuerte, mezclándose con otros aromas igual de agrios.

Feromonas de alfas.

Camina con rapidez por ese pasillo solitario para alejarse de esos olores y sobre todo, quitarse esa mala sensación que se aloja en lo más bajo de su persona. Está a punto de llegar al estacionamiento y salir de ese pasillo solo, sonríe con un poco de sudor en su frente por el miedo que se niega a confesar que siente.

Pero choca con alguien y provoca que se caiga al suelo con dureza.

—¡Óyeme pendejo! ¡Mira por dónde caminas!—grita enojado y sacando sus colmillos al instante.

Pero queda mudo al ver que se trata de Guardado y que no está solo.

—Mejor fíjate en lo que dices—habla de forma seria Andrés.

—Como si te fuera hacer caso—responde a la defensiva Fabián.

—¿Quién te dijo que nos hicieras caso solo hablando?—cuestiona Lozano cruzado de brazos.

—¿Solo ustedes dos? Me lo están dejando fácil—habla Fabián entendiendo lo que dice y poniéndose de pie.

—Mira atrás imbécil—habla una tercera voz.

Al voltear ahí estaban Edson y Diego, este último con las manos metidas en las bolsas de su abrigo.

—¿Qué me vas a hacer Diego? ¿Rogar con tu voz de omega que deje a Memito?—burla el alfa soltando una risa.

—¡Cállate pendejo! ¡Con mi omega no te metas!—exclama Edson enojado sacando sus colmillos.

Fabián solo sonríe pero en el fondo está que se caga de miedo, por su mente pasa la idea de correr por el lado libre de área verde que hay al lado izquierdo pasillo y eso está a punto de hacer. De no ser porque al momento de girar su cuerpo a esa dirección, se topa con otras dos personas.

Los dos argentinos.

—¿A dónde vas con tanta prisa, pibe?—pregunta Dibu divertido.

—Quien sabe, si apenas llegamos para verte boludo—dice Kun caminando tranquilamente hacia a un lado de Dibu.

Lo tenían acorralado al alfa y este no sabía ni por dónde ver o huir.

Por su parte, Neymar, Cristiano y Javier estaban viendo toda la escena desde el estacionamiento, recargados en el auto del portugués que estaba más cerca de la escena y bajo la sombra de un árbol.

—Esto va a doler—habla el mexicano.

Su pareja solo lo abraza por los hombros.

—¿Cuánto a qué lo terminan enviando al hospital?—pregunta Neymar divertido.

—Não diga isso—responde Ronaldo preocupado.

En cuestión de un pestañeo ya tenían a Fabián en el suelo mientras todos le daban de golpes y hasta duras patadas, sin darle la oportunidad de defenderse porque le llovía chingadazos de todos lados.

Cosa que lo desoriento.

Diego era el que le daba duras patadas por haber herido su orgullo y Edson dejó que se desahogara su novio.

Ahí lo tenían entre 6 por un rato, pero Kun tuvo que salirse de la bola para evitar una taquicardia o problema con su corazón, así que se recargo en la pared del pasillo nada más viendo de cerca como casi mataban al alfa mexicano.

—¿Vos no te divertis?—pregunta Dibu quitándose el leve sudor de la frente.

—Ya lo hice, pero ya sabés que no puedo excederme—responde tranquilo.

Dibu solo asiente la cabeza en comprensión y siguió dándole de puñetazos al alfa.

Así estuvieron otro rato hasta que se cansaron, fue ahí que se alejaron de este para ir con los otros tres al estacionamiento a excepción de Kun y Andrés que todavía lo miraba con desdén.

—Esto es para que no te metas con alguien de nosotros la próxima vez, pendejo.—jadea poniéndose de pie—Y ni una palabra de esto—escupe a un lado suyo.

Agüero puede jurar que se vio demasiado atractivo así, enojado y sudado por darle una piña a ese hijo de puta.

—Ya vámonos mi chequito—dice Andrés con una sonrisa.

—Vámonos entonces—habla Kun acercándose a Andrés.

Este le abraza por los hombros para comenzar a caminar hacia el estacionamiento. Al llegar con los demás solo vieron la cara impactada de Neymar, la de dolor de Ronaldo y la de preocupación de Javier.

—Siento que duraron una hora así…—murmura Junior sin quitar la sorpresa de su rostro.

—Juro ver cómo Diego le dió una patada ahí abajo—habla Cris con expresión de dolor.

—¿Mínimo se fijaron en qué respira ese wey?—preguntó Hernández.

—Sigue vivo el cabrón aún, no te preocupes por eso—responde Lozano aún enojado.

—Verga… recen a la virgen para que no los haya visto alguien—dice Chicha abriendo la puerta de su carro.

—¿Ya nos vamos?—pregunta Edson a Andrés.

—Hay que pelarnos antes de que venga alguien y nos vea aquí—responde Guardado sacando las llaves de su carro.

Todos se despidieron rápido para subirse a los vehículos, Neymar llevándose a los dos argentinos con él, así yéndose de la escena del crimen.

Al rato pasó una chica que al ver el estado del otro, terminó hablándole a la ambulancia y siendo difundido la noticia por toda la escuela.

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Así finaliza el increíble arco de Fabián, en el hospital.

Al final si pude darles otro capítulo y cerrar esta trama secundaria.

¿Qué estará haciendo Memo con Messi ahora? ¿Hasta donde lo llevo?

—Newi