💘Twenty Four💘
Guillermo no quiere enamorarse.
No quiere caer otra vez en las garras de Cupido.
Pero a veces el destino suele ser cizañoso con las personas, como con Guillermo, un joven de Guadalajara que ama a su familia y al fútbol. Su situación fue en picada cuando se mostró como omega dominante, terminó con su novia Dulce María, en los equipos de fútbol lo discriminaron por su casta ya que lo calificaban de "débil" cuando él era el único que completaba el entrenamiento completo.
Todos le decían la desgracia de los Ochoa.
Su familia no lo considero en ningún momento así, era su orgullo, saber que era un omega dominante fuerte al igual que un alfa le hacía inflar el pecho en orgullo al señor Ochoa, su madre adoraba comprarle bandas de cabello y collares de distintos diseños, su hermana le cuidaba su cara y cabello con cualquier tratamiento que encontraba. Su exnovia al final se volvió su mayor amiga y conoció a Guardado, su gran compañero.
Lo llenaron de amor.
Aunque tomó un giro brusco al conocer a los alfas de su entorno, tipos desagradables que le exigían ser sumiso ante ellos, algo que iba en contra del carácter de Guillermo, escuchar piropos asquerosos todo el tiempo y alfas que solo deseaban acostarse con él.
Terminó con uno de esos, Saúl Álvarez, un boxeador que lo vió como un trofeo a conseguir en su propia ciudad. Guillermo era reconocido como el omega indomable, todos querían demostrar ser un excelente domador, por lo que Saúl se embarcó a esa difícil tarea que en un principio le costó, al final fue sencillo. Trató como quiso a Guillermo, haciéndolo sumiso con ayuda de su carácter explosivo, su enojo era la incapacidad de oler sus feromonas.
Estuvo mucho tiempo en esa relación tan miserable, un día simplemente abrió los ojos y lo dejó, con apoyo de su familia y amigos pudo dejar ir esa relación para enfocarse en él, en su futuro. Esa mala experiencia y la de Dulce, lo determinaron a dejar el tema del amor, ningún alfa normal querría estar con un omega dominante que nunca podría oler sus feromonas.
Pero ahora aquí estaba, cayendo por Lionel Messi.
—¿A dónde me llevas pulga?—pregunta curioso por su entorno.
Estaba en un campo de fútbol abandonado, funcionaban aún los faroles que iluminaban todo, pero se veía algo viejo y descuidado.
—Me ofendes mucho con ese apodo Guille—dice Messi fingiendo dolor en su pecho.
Ante eso, el rizado solo se ríe.—Ya perdón, pero en serio, ¿dónde estamos?—Vuelve a preguntar confundido.
—Bueno Guille, quería mostrarte mi lugar secreto y sagrado_responde entrando por una rejilla rota.
Ochoa sigue al bajo y aquello sorprende a Guillermo, el que un alfa te enseñe su lugar seguro es equivalente a qué un omega te deje pasar a su nido, son cosas que a muy pocos se les puede presentar, la confianza que le ha generado el mexicano al argentino ha sido tanta como para presentarle su lugar seguro.
—Es… es un honor que me muestres tu lugar—murmura el mexicano con un nudo en la garganta.
Messi camina hasta llegar a la mitad de la cancha de fútbol y voltea a ver a Ochoa con una sonrisa.
—Vení—dice el alfa haciendo señas con sus manos.
Y el rizado hace caso, se acerca con lentitud al más bajo para quedar uno frente al otro, el argentino le sonríe con cariño y procede a acostarse boca arriba en el pasto fresco, algo que imita el moreno para estar acostado uno a lado del otro observando el cielo.
Tenían suerte de que estuviera atardeciendo, que les diera el sol en la cara no sería tan agradable.
El cielo se tiñe en colores anaranjados y violetas mientras que un silencio agradable se extiende por lugar y el aire pasa calmo entre ellos, un lindo momento solos ellos dos. En medio del inmenso campo de fútbol.
—Encontré este campo un día que me perdí por la ciudad.—comienza a explicar Messi—Estaba molesto y cansado, así que cuando llegué solo me tumbé aquí y miré el cielo un largo tiempo hasta andar relajado—narra con una sonrisa.
—Es agradable aquí—comenta Ochoa tímido.
—Me alegra que a vos te guste—añade Lionel volteando a verlo.
—Me imagino que vienes seguido aquí, tu olor está en todos lados—dice Memo oliendo el entorno, el olor a mate y menta predominaba en el lugar.
—¿Te desagrada?—pregunta Messi un tanto temeroso.
Guillermo se queda un rato en silencio, es el único olor de feromonas que su nariz siente, pero se ha vuelto su favorito, ni la mejor fragancia de perfume del mundo ni el olor del café más cargado le harían cambiar de opinión.
—No, me encanta—responde con un ligero sonrojo.
Con eso Messi siente sus orejas arder, desvía su mirada al cielo tímido, es la primera vez que está cerca de un omega dominante y eso lo hace sentirse confuso, no saber que hacer, como actuar.
Pero le gusta ese sentimiento.
Por lo que, aún con su timidez, acerca su mano para entrelazarlas lentamente, esperando el consentimiento del mexicano, uno que llega al instante. Sellando sus manos como una promesa futura de amor.
Uno que aún no se animan a decir por lo rápido que estaba siendo.
—También me encantá tu olor Guille—comenta Messi en otro arranque de valor.
Memo siente su corazón estallar en su pecho, aprieta el agarre en sus manos y soltar una pequeña risa que confunde al argentino por completo.
—Solo mi manada me había dicho eso—admite con pena.
—¡No digas eso!—exclama Lionel sorprendido, levantado su torso sin soltar la unión en sus manos—Sos el omega más lindo y fuerte que he conocido en mi puta vida, los demás son unos pelotudos de mierda al no darse cuenta de lo que sos—habla Lionel medio enojado.
Esas palabras hacen que se sienta avergonzado el moreno que puede sentir su cara caliente.
—¿Tu piensas eso de mi?—pregunta con vergüenza.
El argentino cae ante la realidad de sus palabras por lo que desvía la mirada con pena para asentir con la cabeza en afirmación a su pregunta, Ochoa sonríe nervioso para sentarse en el pasto.
—Yo pienso que eres el alfa más respetuoso y lindo que he conocido en mi pinche vida—admite sin borrar su sonrisa.
Puede que a Guillermo le dé miedo enamorarse otra vez, pero aquel argentino enano le estaba haciendo caer culero. Por su parte, Andrés tenía miedo de relacionarse con un omega, pero era imposible no encariñarse de ese omega dominante y el si se estaba dejando caer por él.
Porque mucho tiempo estuvieron reprimiendo sus sentimientos y aquel momento de vulnerabilidad no estaba mal, puede que por ese día hayan dejado salir su sentir por el otro.
Y eso no estaba mal.
—Podés venir cuando querás aquí—menciona el argentino viendo directamente a Ochoa.
—Gracias Leo—murmura honrado el omega.
Un momento para que Ochoa se sintiera tranquilo antes de que se enterará de la cagada que hizo su manada.
Un momento relajado para Messi antes de enterarse de lo que hicieron los boludos de sus amigos sin él, porque si, le traía unas ganas de romperle la cara a Fabián.
Aunque sus amigos se encargaron de enviaron al hospital ahora.
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Ya sé, un mes entero sin publicar un capítulo.
Quisiera disculparme por eso, estuve enfocada en mi parcial y en un concurso de la escuela en que me metí, aparte de que centre toda mi inspiración en mi otra historia ya que adelanto capítulos para solo publicarlos.
Igual me tomé un tiempo para mi, analizar ciertas cosas de mi vida y cosas de ese estilo.
Para compensarlo, les muestro este dibujito rápido que hice hace unos días. Si quieren ser los primeros en ver mis dibujos, no olviden que pueden verlos en mi insta que se encuentra en la descripción de mi perfil o en el servidor de discord de mi amigo Toxic que lo puedes encontrar igual en la descripción de su perfil.
Les agradezco la espera, ojalá les haya agrada este capítulo.
—Newi
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