A todos se les había hecho eterno el día anterior, se encontraban emocionados de empezar el año con una fiesta organizada en la casa de Neymar con entrada gratuita, por obvias razones muchas personas de distintas facultades irían a la fiesta ya que Neymar resultaba ser alguien muy extrovertido.

Para ser un beta, era sorprendente.

La bomba estalló cuando Neymar hizo público en su Twitter cierta noticia.

Lo que terminó en que ese día en la universidad se sintiera pesado para el dominante, los omegas y algunas betas no paraban de perseguirlo mientras le preguntaban si podían ir con él, los alfas solo se limitaban a juzgarlo con la mirada desde lejos por ver sus oportunidades de ligar a los omegas irse apenas se anunció la asistencia de Messi.

Muy bonito día para él.

Por otro lado, Memo estaba recibiendo la insistencia de los alfas y algunos betas que querían ir con él a la fiesta, algunos tenían la imprudencia de intentar seducirlo con sus feromonas que terminaba siendo inútil ante la incapacidad de oler feromonas del omega dominante.

Solo provocaban a los alfas de su manada que eran los que respondían con él al querer golpear a los alfas que se acercaban, Memo era el que los tranquiliza lanzando una simple mirada amenazante y haciendo uso de sus feromonas para todos. A su manada les servía de advertencia para que se calmaran y a los demás alfas una advertencia de no acercarse a él.

Lo que propició que lo mandaran a casa para evitar problemas en la facultad.

—Me lleva la chingada…—murmuró entre dientes mientras sostenía fuertemente la correa de su mochila.

Su profesor le había frente a toda la clase que se retirará por las feromonas, por culpa de los alfas imbéciles de su clase fue mandado a casa.

Entre murmullos de mentadas de madre, caminaba por los pasillos de la facultad, al salir solo respiró fuertemente para calmar su coraje, camina por las zonas verdes de la universidad para ir a la parada de autobús. Ya que Guardado no lo podía llevar en carro, le tocaba ir en camión solo por esa vez.

Tenía puesto sus audífonos, escuchaba música con tal de distraer su mente en otra cosa, hasta que sintió que alguien lo jalaba del hombro derecho, lo que hizo que se voltee bruscamente para ver quién había interrumpido su momento de paz.

—Oye bonito, no te enojes—dijo aquél alfa con sonrisa burlesca.

"Ya valiste madres" pensó Guillermo mientras sonreía al ver la oportunidad perfecta de desquitar su enojo con un alfa idiota. Quita la mano del otro con un manotazo.

—En tu puta vida vuelves a tocarme un solo pelo—dice con enojo.

—Tranquilo, Memito.—el que dijera su apodo de esa forma solo hizo hervir su sangre, por lo que tensó la mandíbula—Solo quería decirte que me acompañes a la fiesta, un omega cómo tú debe de ir acompañado de un alfa excepcional, tu sabes—mencionó con una sonrisa coqueta.

Guillermo retuvo la respiración del enojo que solo aumentaba.

—Ya tengo quién me acompañe y es mi manada—responde con seriedad.

El alfa se acercó para intimidar al otro—Esa no es una compañía adecuada, solo son una bolada de idiotas—habló con desdén hacia los mencionados.

Ese fue su error, insultar a sus amigos.

En un movimiento rápido aventó su mochila al piso y le metió un puñetazo de lleno a la mejilla del alfa, tumbando a este en el proceso, dejándolo aturdido unos pobres momentos ya que el dominante se colocó encima de él para seguir con los golpes directos a las mejillas. Los nudillos impactan tan duramente que ya estaban rojos y quedando hinchados, agradecía las clases de autodefensa de su ex.

El alfa ya había metido su manos para tratar de detener los golpes pero se sentía débil ante la presión de las feromonas enojadas del omega que soltaba deliberadamente por todo el lugar, cosa que llegó al olfato de varias personas que salían huyendo de ahí por el olor a vinagre fuerte.

Cierto alfa dominante que pasaba por ahí, sintió el olor que no supo si estar sorprendido o alertado, ya que nunca había sentido a un omega dominante en la universidad desde que entró y eso exactamente olía como uno, pero olía a enojo, uno muy potente. Salió corriendo siguiendo las feromonas hasta dar con el responsable y con una escena sorprendente.

Un chico de rizos encima de otro que estaba tumbado en el suelo recibiendo los golpes, que era el único sonido predominante en el lugar, el alfa común ya estaba escupiendo sangre y eso alarmó al dominante que tiró su mochila al suelo para acercarse a ambos chicos.

Guillermo solo sintió como de repente era sostenido sus brazos por alguien más, impidiendo que golpeará al alfa.

—¡Oye pibe! ¡Soltálo! ¡Lo vas a matar!—exclamó alarmado mientras lo alzaba del regazo del otro alfa.

—¡Deja que madree a este pendejo!—gritó con enojo.

—¡Sea lo que sea que hizo, no vale la pena!—trató de razonar aún luchando separarlo.

Apenas se había dado cuenta de la diferencia de altura y que el omega dominante era muy fuerte, nunca había conocido a un dominante, por lo que era sorprendente la fuerza que poseía. En su desesperación hizo uso de sus feromonas para tratar de tranquilizar al de rizos, Ochoa sintió un olor dulce que lo aturdió.

Nunca había olido alguna feromona hasta ese momento.

Messi aprovechó a confusión del otro para finalmente separar al omega del alfa, este último se había desmayado por los constantes golpes; sentando a Ochoa en el suelo. El argentino al ver que el otro ya no tenía planes de seguir peleando, se acercó para ver los signos vitales del alfa, aún seguía respirando y eso lo alivió demasiado que suspiró, volteó a ver al omega que veía al suelo aturdido.

—¿Qué hizo este tipo cómo para qué le metieras tremenda piña?—preguntó sorprendido.

Memo alzó la mirada confundido, Messi recordó la diferencia de modismos.

_¿Por qué lo golpeaste?—preguntó nuevamente, estructurando la frase a una entendible.

—Insultar a mi manada—respondió bajo, viéndolo ahora curioso.

—No digas, boludo…—dijo viéndolo incrédulo.

Iba a preguntar algo más pero la voz del otro lo interrumpió.

—¿Eres un alfa dominante?—cuestionó con seriedad.

Messi se sorprendió por lo directo que era el omega—Si, soy un alfa dominante—respondió sin dudar.

Ochoa solo bajó la mirada nuevamente, Messi notó los nudillos lastimados del omega y quiso auxiliar pero ver cómo se paraba para recoger su mochila.

—Me voy…—murmuró mientras se iba caminando de ahí.

—¡Oye, espera! ¡Tus nudillos están lastimados!—gritó intentando llamar la atención del otro.

Pero este nunca volteó y siguió su camino, Leonel se quedó ahí impactado junto con el alfa desmayado en el suelo.

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Supuestamente este iba a ser un capítulo re tranqui pero las cosas salieron diferente.

Aunque me gustó el resultado.

Siguiente capítulo será la peda masiva de Neymar, se escucha como que alguien va a quedarse dormido en la banqueta.