La música estalla de las bocinas, siendo escuchadas desde tres cuadras antes de llegar a la casa de Neymar y eso significa que ya ha iniciado la fiesta a pesar de que apenas el reloj iba a marcar las 9 en punto.

Messi ya se encontraba ahí, con sus dos amigos a los lados, y había sido cómico el modo en que fueron recibidos, ya había gente ahí tomando y disfrutando de la música al máximo. Neymar ya estaba ebrio, liberando sin pudor alguno feromonas alegres que terminaba por embriagar más a los que estaban a su alrededor que ya estaban igual o peor de borrachos.

Solo unos cuantos se encontraban aún sobrios o conscientes. Kun no dudó ni un poco en sacar su teléfono y tomarle una foto a Neymar que se encontraba riendo sin parar con dos betas a su lado, luego supo que su amigo era capaz de subir aquella foto a Twitter y no dudo en sacar su teléfono para ver la publicación que haría.

Al leer el comentario de Ronaldo, supo que no tardaría en hacer aparición en compañía de su pareja misteriosa, lo que favorecía lo puntuales que eran ya que no había mucha bulla y podían presentarse y molestar al portugués.

—¿Vos ya viste que el Bicho no tardá en venir?—preguntó Dibu con una cerveza en mano.

—Ya lo leí boludo, ya era hora—respondió sonriendo.

—Toma pulga, te hace falta una—se acercó Sergio ofreciéndole una lata de cerveza, misma que Lionel acepto.

Cómo si fuese invocado, apareció Cristiano a lado de un omega más bajito que él caminando hacia ellos, estaban en el patio porque había más espacio y una piscina de la que podían disfrutar en cualquier momento. Se fijó en que ambos iban agarrados de la mano.

"Así que alguien como él podé tener algo bonito como una relación" pensó con una sonrisa mientras se acercaba a la pareja, una vez cerca la parejita notó su presencia.

—Messi, ¿cómo estás?—preguntó mientras le daba la mano como saludo.

—Muy bien boludo, ¿tu cómo andás?—responde feliz aceptando la mano y acercándolo para darle un abrazo.

—Excelente, te presento a mi novio, Javier—dijo separándose y haciéndose un lado para acercar por la espalda al mencionado.

—Un gusto Javier, soy Lionel Messi—saludó con un apretón de manos.

—El gusto es mío Lionel, ya era hora que este wey me presentará a un amigo de él—dijo el mexicano como reproche.

—Quería pasar más tiempo contigo, amor—se defendió Cristiano como pudo.

—¡Sergio! ¡Emiliano! ¡Vení rápido!—exclamó sonriente Lionel, los mencionados se acercaron corriendo al verlos.

Cristiano de alguna forma ya estaba cerrando los ojos ante lo que venía, porque sabía que esos dos dirían lo más imprudente que escucharía en la vida en presencia de su pareja.

—Javier, te presento a Sergio y a Emiliano—dijo Messi señalando a cada uno.

—Me podés decir Kun y a este boludo Dibu—mencionó Agüero con una sonrisa.

—Un gusto, soy la pareja de Cris—se presentó y saludó a ambos con un apretón de manos.

—¿Vos sos el omega de el Bicho?—preguntó sorprendido el Dibu.

—¿No estás escuchando pelmazo? Acaba de decir que es pareja de Ronaldo—respondió Kun dándole un sape al otro.

—¿Cómo le hiciste para que se fijará en vos? Mujeriego—cuestionó Emiliano señalando a Ronaldo.

Ahí empezó a sudar frío el alfa al sentir la mirada de Javier sobre él.

—Mujeriego, eh—habló Hernández con los brazos cruzados y la cadera a un lado.

—Mejor vamos por unas bebidas para ustedes—salvó Messi a su amigo que le agradeció con la mirada.

Se acercaron a dónde estaban los demás y Neymar, mientras saludaban a los recién llegados Messi nuevamente recordó al chico de cabellos rizados, lo feroz que se veía y lo imponente de su porte. Tragó pesado la cerveza con tal de olvidar aquello.

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—¡La puta madre Memo! ¡Muevelas cabrón!—gritó Guardado enojado.

—¡Espérate pendejo! ¡No te cuesta nada!—respondió enojado Guillermo al alfa.

Hirving, Diego y Edson esperaban sentado en el sofá largo de la sala como niños buenos mientras que Guardado caminaba de un lado a otro frente a ellos con desesperación, a su vez, Guillermo estaba en la planta alta de la casa en su cuarto, aún cepillando con cuidado sus rizos.

Todos ya estaban listos a excepción del omega dominante de la manada.

—¡A la chingada!—gritó Andrés para luego salir de la casa para subir al carro.

Los tres cachorros de la manada no sabían que hacer y se miraban desesperados y con miedo entre ellos. Así que Lozano se levantó del sillón para encaminarse a la mitad de las escaleras con las piernas temblorosas.

—¡No es por apresurarte Memo! ¡Pero Guardado ya se subió a carro!—gritó con la voz temblorosa.

En la manada era bien sabido que estaba prohibido tratar de apurar a Ochoa o interrumpir en su cuarto como si nada, ya que salían madreados por el omega. Lo descubrieron gracias a Guardado que un día se metió a su cuarto cuando tenían que irse a la escuela y salió con un ojo morado y varias mentadas de madre.

No había sido bonito de ver.

Guillermo al escuchar el grito tembloroso de Lozano salió corriendo de su cuarto, ya estaba listo y eso había sido el único aviso que daría Guardado, porque lo conocía bien y sabía que era capaz de dejarlo.

—¡Ya vámonos! ¡Subanse al carro!—gritó mientras se ponía su chaqueta de mezclilla.

La pareja salió enseguida de la casa, seguido de Lozano y de último Guillermo, este se subió en el asiento del copiloto y los otros tres estaban en la parte de atrás, cada uno con su cinturón puesto. Con la respiración entre cortada miró enojado al alfa que lo miraba como si nada.

—¿Qué me ves pendejo?—preguntó enojado mientras se ponía el cinturón.

—Nada wey—respondió volteando a ver la calle rápidamente.

Memo al regular su respiración saca su teléfono para revisar el mensaje que le envío Javier hace unos momentos.

Con un suspiro se deleitó con el paisaje de las calles nocturnas de la ciudad, como era algo tarde no había tanto tráfico y eso les beneficia en llegar rápido a la fiesta que desde casi una hora ya había empezado.

Guillermo solo espera poder divertirse sin que ningún alfa lo moleste esa noche o intente acosarlo, no olvidaba lo que había hecho en la mañana y a aquel alfa dominante que conocía, totalmente ido en sus pensamientos miró el vendaje que tenía en los nudillos.

Se había lastimado mucho los nudillos en golpear al estúpido alfa de su clase.

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Perdón la tardanza, estaba meditando mucho como continuar la historia sin que se viera raro después del desmadre que hice con el anterior.

Y voy a poder actualizar un poco seguid ya que me encuentro con descanso dos semanas antes de iniciar el semestre.

Dios es grande 🙏🏻

La música del inicio es para ambientar en qué están en la fiesta de Neymar.