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At My Worst. (JK/Cover) / Jeon.JK.

Estaba mareado y a pesar de que la música aturdió mis oídos podía escuchar claramente unos jadeos, al inicio creí que algunos idiotas estaban teniendo sexo aquí mismo en mi jardín, pero a medida que más me acercaba al invernadero pude ver una silueta femenina, sola y que lo que escuchaba no eran sonidos del coito, más bien era llanto.

Pude distinguir en la oscuridad de quién se trataba. Me llené de valor, me acerqué a paso lento, saqué un pañuelo de mi bolsillo y se lo tendí. Ella al darse cuenta de mi presencia se puso de pie rápidamente y al estar yo, al encontrarme tan cerca de su pequeño cuerpo, caí al suelo a causa de su movimiento brusco y como acto reflejo tiré de su brazo haciéndola caer sobre mí. Golpeé mi cabeza al caer y algo golpeó mis labios, cuando abrí mis ojos pasado el dolor del impacto vi sus ojos, eran oscuros pero no tanto como los de mi madre y su cabello cayendo por ambos lados de mi cara.

Pasé mi lengua por mis labios, ya que había algo mojado allí y no pude evitar soplar con asco al sentir lo salado que era el líquido, echándole de mi baba en la cara. Lo que había en mis labios eran mocos joder.

Ella se sentó limpiándose la cara y cuando levanté un poco la mirada, pude ver su peso sobre mi entrepierna: ella se había sentado sobre mí a horcajadas, y no creo que haya sido a propósito. Me senté y la agarré de la cintura moviéndola un poco fuera de ese sitio haciéndola gemir, me miró y supongo que miró hacia abajo cuando sintió mi bulto en crecimiento, volvió su vista hacia mí y lo siguiente no lo esperé; y juro por dios que lo que me quedaba de borrachera se me fue al instante. Ella me había golpeado en la mejilla. Mordí mi labio.

Se puso de pie bajando su vestido y yo también para hacerla entender que se equivocaba de pensamiento, que yo no estaba haciendo nada de lo que suponía, pero cuando vio que me levanté comenzó a caminar rápido, corrí unos pasos y sostuve su brazo.

—Ha sido un malentendido. Discúlpame.

—¿Malentendido? —se soltó bruscamente de mí—. Era claro lo que estabas haciendo idiota. —hizo una pausa y cuando miró hacia abajo comprendí su actitud defensiva, sus ojos se llenaron de lágrimas—. Pensé que... Pensé que eras diferente JungKook. Lo Creí porque eres millonario y por ende tienes otra educación, una mejor que la de tus amigos de estatus social medio, pero veo que los malos hábitos se pegan. —me miró con rencor de arriba a abajo y cuando se iba grité.

—Ellos no son mis amigos. Y lo que hice no es lo que piensas, pero no sirve de nada explicártelo. —me acerqué a ella y cuando coloqué mi mano en su brazo se alejó—. Quédate aquí, haré algo y luego volveré contigo, no puedes irte así. —hubo un silencio en el que tenía su mirada puesta en sus manos que jugaban nerviosas—. ¿Lo harás?

Me miró, y asintió. Sonreí. —Bueno, siéntate allí —señalé—. Yo regresaré rápido.

Mi madre me había dado la educación de un caballero, y por eso algo en mí no me permitía dejarla irse de este modo. Su vestido estaba roto en el escote y sucio en todas partes. Ella era de segundo año y yo de tercero, pero la conocía desde hace unos meses que me ganó en un concurso de ciencias donde había que investigar algunos temas del Universo, planetas y otras cosas; quedé en segundo lugar por su aparición repentina. Desde ese día la veo casi siempre y cuando no la veo la busco como un desquiciado y ni siquiera entiendo por qué, si solo habíamos intercambiado palabras un par de veces que puedo contar con una sola mano.

En primer lugar, desconecté la música y entendí todas las luces, muchas personas se quedaron y otras ni se inmutaron. Despache a todos y entre quejar y maldiciones abandonaron mi casa. Mis padres no estaban, y por eso había decidido hacer una fiesta, a demás de la insistencia de mis "amigos".

Preparé unos bocadillos y fui a buscarla. Me quedé quieto al ver su sonrisa, dando vueltas entre las plantas de mi madre admirándolas con ojos de corazones. Hacia un momento había entendido las luces del jardín y por eso ahora el invernadero estaba iluminado y se podía admirar lo bellas y bien cuidadas que estaban las plantas de mi madre. Caminé hacia ella y su sonrisa se desvaneció al verme allí en frente, observándola.

—Vamos. —tomé su mano nervioso y caminamos hasta mi habitación donde había sobre la cama ropa de mi hermana—. Puedes darte una ducha y cambiarte, estaré esperando abajo para que comamos algo y luego te llevaré a casa.

No dejé que terminara de hablar y salí de la habitación para dirigirme a la cocina en la planta baja. Me entretuve limpiando y recogiendo todo, al terminar fui a la cocina y me senté allí. Un rato después escuché pasos y detuve el masticar cuando la vi con aquella ropa ancha de color rosado, se veía tan tierna y bonita. Su cabello largo estaba mojado y sus mejillas estaban rosadas. Tragué todo lo que tenía en la boca sin masticarlo ni bien por lo que tuve que tomar agua, ya que se me había atorado y comencé a toser, ella me miró y sus ojos se abrieron tangentes que no olvidaré esa imagen tan bonita.

Corrió hasta mí y me dio fuertes golpes en la espalda mientras tosía y aún los continuó dando cuando ya había bajado el trozo de pan, me volví y casi me dio en el pecho si no hubiera sido porque atrapé su muñeca. Me miró.

—Ya estoy bien, gracias. Anda, siéntate a comer algo.

Ella hizo lo que yo le dije. Comenzó a comer y a tomar jugo de naranja. Se lo tomaba con tanta pasión que le había llenado ya tres vasos grandes. Reí y ella me miró haciéndome reír más.

—¿Qué? —reí aún más al escucharla. Traté de calmarme un poco y señalando mis mejillas traté de hablar.

—Tus... tus mejillas —reí—. Pareces una ardilla. —se sonrió y trago todo de una y le sucedió lo mismo que a mí, comenzó a toser a pesar de que había tomado jugo, detuve mis carcajadas y me acerqué. Desde su espalda la hice levantar las manos, ya que según mi abuela eso ayudaba a que la comida atorada bajara, y en efecto. —¿Estás bien? —la miré desde su lado derecho. Ella asintió mirándome, estábamos cerca. Cuando reaccioné fui a mi asiento. Hubo un silencio, ella se terminó de tomar el jugo que había y luego de un rato mirando sus manos habló.

—JungKook... —la miré.

—Dime... ¿Quieres más jugo? —ella negó—. ¿Entonces?

—Nada, olvídalo.

—Jum... no me gusta que me vayan a decir algo y luego cambien de opinión.

—Lo siento. —bajó la mirada.

—No te disculpes, solo decía algo que no me gusta. —me miró y entonces algo salió de mi boca que jamás hubiera dejado salir de mis pensamientos—. ¿Puedo... llamarte baby? —el sonrojo de sus mejillas me hizo golpearme mentalmente—. Qui...ero decir... ¿Puedo llamarte amiga?

Asintió despacio con nerviosismo. Y cuando miré mis manos que casualmente acababa de descubrir que tenía unas, ella habló.

—Eres perfecto. —susurró, pero puede escucharla.

No, no soy perfecto.

—Lo tienes todo. Una casa bonita, padres increíbles... ni siquiera sé por qué estudias en esa universidad, muchas personas dicen que te solicitaron incluso desde la universidad de Seúl, no pasas trabajo en tu vida, tienes los amigos que quieres, lo tienes tod...

—Pero no soy feliz. —me miró—. Tenerlo todo no me hace perfecto, no tengo amigos, ellos solo me quieren por mi dinero; porque los invito y pago, y no me interesa pagar, solo me interesa que vean mi valor y no solo el dinero que tengo. —bajó la mirada.

—Tienes todo y no eres feliz. No tengo nada y soy infeliz igual. —me miró sonriendo débil y con los ojos cristalizados—. Creo que la felicidad no viene de los bienes materiales —asentí sonriendo y sin poder evitarlo me puse de pie y fui gasta ella para abrazarla.

—Puedes llorar. —y en cuanto lo dije su llanto fluyó.

No pude evitar que algunas lágrimas fluyeran de mis ojos por todo lo que me pasaba y por escucharla llorar también. Unos minutos después su llanto cesó y secándose las lágrimas y yo las mías hablé.

—¿Por qué estabas llorando cuando te encontré? —me senté en la silla que estaba detrás de mí, acercándola a ella para estar más cerca de su mano, la cual sostenía y acariciaba.

—Jackson...

—¿Qué pasó con él? ¿Te hizo algo? —negó mirando nuestras manos mientras se chupaba el labio de arriba.

—Él estaba borracho, quería tener algo conmigo después de haberme dejado hace ya unos meses —asentí, la verdad es que me ponía muy enojado cuando los veía juntos—. Trató de tocarme, pero le dije que no y me golpeó... —una lágrima calló por su mejilla.

—Ya... no llores más. —la abracé—. Ahora... —la separé de mí y sequé sus lágrimas—, quiero pedirte algo. —la miré—. Quizás sea algo muy precipitado, pero... creo que esta es la oportunidad que tengo de hacerlo. —me miró con sus ojos brillantes por las lágrimas y me apresuré a hablar para que no pensara que le iba a pedir algo raro—. Déjame amarte. —sus labios se separaron con asombro y por más que quise besarlos no me atrevía. Sus cejas se alzaron con sorpresa y sus ojos se abrieron haciendo que las lágrimas que había allí cayeran por la parte trasera de ellos. Mis manos que sostenían su rostro se zafaron lentamente para dejarla procesar lo que había dicho—.  Me siento atraído por ti desde ese día que me dejaste en segundo lugar —rio y yo sonreí—. Déjame ser tu amigo, tu amante y tu confort.

—JungKook... —sé le escapó un sollozo y me abrazó otra vez. Acaricié su cabeza.

—No llores más por favor. —se separó de mí secando sus lágrimas mientras asentía—. No te preocupes, estaré aquí cuando me quieras, pero te pido que no llores más. Y no soy perfecto, pero espero que veas mi valor y las ganas que tengo de amarte. —esperé un momento en silencio mientras la miraba—. Ahora vamos, te llevaré a casa.

Me puse de pie y ella también, le hice una seña para que caminara delante y cuando salimos de la cocina fuimos a mi habitación para recoger sus cosas y echarlas en un bolso. Me coloqué mi cazadora y la guie al sótano donde estaban los autos y mientras caminaba delante pensé en todo lo que había dicho y me sentí un poco avergonzado, choqué con ella, ya que iba metido en mis pensamientos y se había detenido.

—¿Qué pasa? —se volvió a mí y me miraba con los ojos brillantes, emocionada. Señaló luego algo y cuando miré sonreí—. ¿Quieres ir ahí?

Asintió. Bien vamos. Me acerqué a la pared y tomé de ella la llave de la motocicleta. Me coloqué el casco y la ayudé a ella a colocarse el suyo, me quité la cazadora y se la puse, para luego colocarme unos guantes negros de cuero. Me subí y la ayudé a subirse, entendí la motocicleta y apreté el botón para que se abriera el portón de entrada y salí del estacionamiento muy rápido mientras era abrazado por ella.

En poco tiempo llegamos a su casa. Se bajó y sonreí por lo tierna que se veía con la ropa de mi hermana, ya que ella era más alta. Me saqué el casco y ella intentó quitarse mi cazadora, pero se lo impedí.

—Quédatela, así tengo una excusa para verte. —sus mejillas se sonrojaron, sonreí—. Entra —le señalé. Ella se acercó y besó mi mejilla para comenzar a alejarse rápidamente, pero tomé su mano y la atrapé entre mis brazos, me estaré un poco mara llegar a su oído y le susurré—. Si te quedas para siempre, déjame tomar tu mano y llenar esos lugares en tu corazón que nadie más puede —me alejé—. Me g... —no pude terminar de decir aquella frase a causa de la unión de nuestros labios, reforcé mi agarre en su cintura y cerré los ojos.

Unos segundos después se separó y unió su frente con la mía.—Tú también me gustas JungKook, pero dame algo de tiempo para pensar. —asentí perdido en sus ojos. Se separó de mi despacio bajo mi atenta mirada y se sonrojó—. No me mires así por favor. —aparté la mirada procesando aún lo que acababa de pasa y cuando la miré volvió a darme un beso corto—. Es tarde ya, ve a casa con cuidado y si te parece, mañana podemos ir a tomar un helado. —asentí embobado—. Bien. —rio—. Vete ya JungKook.

—¿He? Ah... sí. Primero entra.

—Vale, pero ten cuidado al regresar. —asentí.

La vi entrar a casa y después de eso entendí la motocicleta para irme a casa.

Lo había conseguido, al fin alguien me amaría.

Al fin amaría a una mujer que no fuese mi madre y mi abuela.

Estaba feliz. Muy feliz.

Al fin alguien estaría mara mi amándome en mi peor momento.

Fin

Fin, que si usteds quieren no es el fin.
Pero como me ignoran siempre, sí será el fin.
👊😔💜

Eso es todo mis Shingus.
Espero que les haya gustado, esto fue creado gacias a otra dinámica en un grupo de Wha por el cumple de nuestro conejote/kangaruuu jaja okno.
Lo publico ahora ya que el (07/09/23) cuando lo hice y lo entregué, no me dejaron publicarlo hasta después de que la dinámica concluyera.

Pero es mejor tarde que nunca ¿no?
🌝💜

Se les ama mis Shingus.
💜
Porfis, den ⭐ y ✍ sus canciones por favor.
Su Sandy siempre cumple 😔💜

LXS AMOOOO.
💜💜💜

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