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☆2-𝘔𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨


Hace tiempo que Seungmin se habia marchado, dejandolo en un departamento vacio, al igual que su corazón.

Minho era del tipo que pocas veces expresaba su dolor, al igual que otros sentimientos, pero cuando una persona se daba el tiempo de conocerlo, descubria lo fuerte que podia llegar a sentir su fragil corazón oculto bajo una faceta de chico desinteresado.

Luego de dos meses donde nisiquiera queria salir de la cama, estaba ahí de nuevo, en su aburrida rutina.

Levantarse, ducharse, alimentar a sus gatos, ir a trabajar, volver con comida e irse a la cama.

A veces ni se tomaba el tiempo de ingerir algo. Su pecho se sentía vacio, roto, casi como si no estuviese ahí. El único momento feliz que tenia, era cuando llegaba a casa y veia como sus tres mininos saltaban a sus pantalones y seguido lamian su cara antes de dormir.

No tenia familia ni amigos en la zona, y si los tuviera no los hubiese dejado ver el estado tan demacrado en el que lo habian dejado. ¿La razón? Encontro a, en ese tiempo su novio, muy pegado y casi queriendole comer la boca a otro chico que creía conocer y de hecho, el mismo que hace tiempo había presentado como "amigo". Christopher Bang. Ese chico siempre habia sido todo un Romeo, tan dulce y alegre, totalmente lo contrario a lo que era Minho. Las personas eran demasiado egoistas a veces.

Hoy, habia sido un día de lo más terrible para él, en un accidente al salir de su trabajo un niño habia derramado su malteada sobre una de sus playeras favoritas. Sin tener un repuesto de ropa uno de sus compañeros, de nombre Jeongin, amablemente le habia prestado una, que para su mala suerte del color preferido de Seungmin, morado.

-Deja de pensar en él, idiota- Se regaño a si mismo.

Doblo la esquina, adentrandose en el callejón sucio y aterrador donde quedaba su departamento. Su mirada se clavo en el contenedor de basura, funció el ceño al ver un pequeño peluche que al parecer alguien habia botado. Con cuidado dejo la bolsa donde traia la playera en el suelo y introdujo su mano para alcanzarlo.

-Parece un...- Hizo sus ojos hacia arriba intentando recordar el nombre del animal al que tenia similitud -¡Quokka! Eso es- Sonrió de lado examinando el peluche -Tambien te han botado, ¿eh amigo?- Tenia unos restos de suciedad y estaba algo mojado dado que por la mañana habia estado lloviendo, pero quitando eso parecia estar bastantes buenas en condiciones -Vamos a casa, con un baño quedarás como nuevo- Dijo antes de meterlo en la bolsa y correr a casa, las gotas de lluvia no tardaron el aparecer de nuevo gracias a las oscuras nubes que adonaban el cielo.

Luego de que él mismo se diera un baño, colocó en un balde un poco de agua con jabón para así comenzar a limpiar dicho peluche.

-¿Quien se atrevería a botarte? No soy mayor fan de los peluches, pero eres lindo-  Sonrio frotando su cabeza con el jabón blanco que utilizaba para lavar sus prendas más delicadas -Tss, pero sólo soy un tonto. Un tonto que puede que su único amigo ahora sea un quokka-

Luego de unos minutos ya se encontraba impecable, tomo una de las prendas que ironicamente eran para sus gatos y se la coloco, sonriendo en grande ante lo bonito que se veia.

-Lindo..- Susurro con una risita mostrando sus dientes como los de un conejo. Lo llevó consigo hacia la habitacion, siendo inmediato olfateado por los mininos -¿Que dices Soonie? ¿Te gusta?- El daño gruño -Ja, supongo que no-

Posicionando al pequeño peluche a su lado, tomo su telefono con la esperanza de poder ver ango entretenido antes de dormir, eran aproximadamente las 9pm entonces aún tenia tiempo, claro que si decidia desvelarse el tiempo no importaba. Hace dias que no lograba tener un sueño normal, siempre acababa en desgracia, por ello decidia desvelarse viendo alguna que otra serie, preocupandole poco su apariencia de mapache al día siguiente.

Observo fugazmente el ventanal que daba al pequeño balcon, afuera parecia que se estaba cayendo el cielo ya que llovia sin intenciones de parar pronto. Movio su cabeza levemente negando, volviendo su vista hacia el aparato y alegrandose al ver como una de sus series favoritas ya habia subido un nuevo episodio.

Con sus ojos gatunos fijos en la pantalla de su telefono sintió como algo liviano se posaba en su brazo, con un poco de miedo giro su cabeza, encontrando al pequeño quokka mirandolo fijamente.

-Oh- Parpadeo varias veces -¿Quieres ver tambien?- Sonrió poniendo el peluche sobre su hombro, dandole una vista perfecta.


¡Mierda no funcionó!

╰•★★ -.- ★★•╯

Quokka-

El nombre por el que me conocian es Jisung, al morir mi alma o fantasma quedo atrapado en este peluche. Durante mi vida fui participe de muchas injusticias y abusos de parte de la gente, ya que vivia en un orfanato. No hace falta aclarar la forma tan estupida en la que creí que podria dejar de sufrir, escapé de ese lugar junto a mi pequeña mochila y un tonto peluche de quokka, el cual lo habia tenido desde que mis verdaderos padres me dejaron a mi suerte. Era un día lluvioso y sentia los gritos de la directora casi en mi nuca, había logrado salir, ya no habia vuelta atras. Con mis pantalones cortos algo sucios y mi playera con agujeros solo atine a salir corriendo sin siquiera saber a donde. En un descuido acabe en la mitad de la carretera, sin poder dar tiempo a hacer nada resvale gracias al suelo mojado y mis viejas zapatillas, lo último que logre ver fueron las altas luces de una camioneta antes de salir volando. 

No se cuanto tiempo llevo, pero desde que desperte y me di cuenta que me habia convertido en mi peluche de la infancia, muchas personas trataron de llevarme con ellos, pero me negaba a estar encerrado y ser utilizado otra vez. Mi tarea se habia convertido en asustar a todo aquel que me recogiera de la calle y que asi volvieran a botarme.

Parece que llovera de nuevo

Otra victima se acerca, debere pensar mi siguiente movimiento. Es un joven, con ojos gatunos y cabello morado. Se ve de esos que las chicas fantasean que te rompen el corazon, probablemente saldra corriendo a penas me mueva.

¿Que mierda? ¡No porque me hayas limpiado y vestido bien significa que te salvaras de mi!

Si, disfruta tu serie, ni te esperas que es lo que haré de ahora en adelante, estas maldito ¡PAM!


-¿Quieres ver tambien?- Me puso en su hombro, debia admitir que se veia muy bien desde esa posicion. Vaya tonto, te salvaste


╰•★★ -.- ★★•╯

Toc Toc

Dos golpes en la puerta hicieron que Minho despertara de su dulce sueño, se tallo un poco los ojos mientras se levantaba y abria la puerta. Le parecía raro que alguien tocara la puerta de su habitacion siento tan tarde, además, no era la puerta principal, si no la de su habitacion especificamente.

-¿Tal vez escuché mal?- Parpadeó un par de veces para lograr enfocar mejor su vista entre el departamente oscuro.

Ahora si, luzco lo bastante aterrador

-Oh, eres tu, ¿por qué te puse ahí?- Negó con la cabeza tomando el pequeño peluche que se encontraba frente a la puerta -Ven-

Volvió a la cama, hace tiempo que no dormia con algo más que no fuesen sus gatos, los cuales pocas veces solian acompañarlo ya que tenian su cama propia. Cubrió su cuerpo nuevamente con las cobijas, comenzaba a hacer algo de frio gracias a que la lluvia seguia cayendo -Ya, durmamos juntos. Buenas noches- Cerró sus ojos cayendo en los brazos de morfeo una vez más.


-Pero- Ahhh esto no era lo que debia pasar, debo irme- Minho lo abrazo calidamente apegando el pequeño quokka a su pecho -Olvidalo ya no te asustare- Nadie nunca le habia dado ese tipo de cariño y calidez, se sentia bien a pesar de no poder sentirlo por si mismo. Solo era un peluche despues de todo -Buenas noches-


-Crei que la vida se basaría en asustar a las personas hasta que me botaran nuevamente, pero desde que conoci a este chico todo salio mal. Ahora estoy limpio y arreglado siempre. Pero esta persona es muy descuidada que no se da cuenta de que lo estoy tratando de asustar. Dejo sus puertas abiertas y solo responde con un:

"Al parecer olvide cerrar la puerta y te deje en el suelo otra vez"


╰•★★ -.- ★★•╯


-¿Donde estara ese peluche?- Ahi viene -De nuevo olvide donde lo deje, ashh debo mejorar eso- Entro al cuerto rascando su nuca, con una expresion confusa ojeo por toda la habitacion -Te encontré- Sonrió al hayarlo frente al espejo de cuerpo completo que tenía.

¿No notas que soy aterrador?

-Te pondre tu pijama y a dormir- Dijo, urgando entre uno de los cajones, sacando un pequeño conjunto de playera y pantalones de algodon color celeste -Buenas noches-

¡Tengo que largarme de aqui!


╰•★★ -.- ★★•╯

Al fin el sol habia salido luego de dos dias, y para su fortuna a Minho le habian notificado que no tendria que asistir al trabajo ya que el lugar estaba siendo reparado. Luego de tomar una ducha rapida y cepillar sus dientes, abrió las cortinas y las ventanas buscando que todo el olor a humedad saliera. El día parecia bastante agradable, pequeñas nubes todavia rondaban por ahí y estaba un poco frio, pero la mayoria de las personas adoraba ese clima similar a otoño o primavera.

-Hace buen clima hoy, saldremos al balcon a tomar un poco de sol-

Luego de acomodar un poco y barrer un poco, el viento habia traido muchas hojas hasta su pequeño balcon de dos por dos, y colocó dos pequeños sillones juntos. Uno para él mismo y uno para el pequeño muñeco.

No puedo escapar de este tipo...

-El sol se siente tan bien- Suspiro alegre Minho

Tengo que asustarlo para que me tire...

-Debe ser muy triste que te tiren a la basura- Dijo mirando al cielo, llamando la atencion del pequeño quokka -Te comprendo, una persona hizo lo mismo conmigo. Claro que no literalmente, pero, si me dejo como si hubiese botado todo mi amor y tiempo a la basura- Hizo una mueca para evitar llorar. La ligera brisa que corria hizo que se llavara una pequeña lagrima que rodo por su mejilla -No debes preocuparte por eso ya, no permitire que seas abandonado de nuevo- Prometió con una expresion decidida, haciendo que sus cabellos se rebolotearan ayudados con el viento.

El pelimorado sintió como el peluche posaba su pequeña cabeza en su brazo -El viento hoy es fresco y confortable-


Gracias...Lee Minho, por no abandonarme

La espectral silueta de Jisung se hizo presente por unos minutos para apoyar su cabeza sobre el hombro del pelimorado, sollozando. Minho por su parte lo notó minimamente, quedando entre asombrado y feliz. No habia sido tan descuidado despues de todo.

Ambos miraron el cielo con un suspiro calido y a la vez nostalgico. Ahora ninguno volvería a estar solo.











Inspirado en:


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