O5O
" Crecí escuchando la frase; "Dios es perfecto, el por algo hace las cosas." ¿Por qué Dios reacciona ante cosas cuando el ya sabe de antemano el resultado? "
Lanzó la flor destrozada sobre aquella lápida de cemento desgastado que dejaba en evidencia el mal cuidado que le habían dado, hace muchos años que sus pies no pisaban ese lugar, antes lo hacía solo para poder sentirse acompañado y conversar con el espíritu de su abuela, creyó que jamás necesitaría volver a hacerlo ya que empezó a ver mejoras en su salud mental, pero hoy todo eso se había caído de un precipicio en un abrir y cerrar de ojos demasiado doloroso, necesitaba desahogarse o mentirse a si mismo de que todo lo que había visto sólo eran alucinaciones, estar loco era mejor.
Ahora estaba solo, ya no tenía a quien abrazar o sonreír, no iba a mentir que al mismo tiempo de estar enojado, estaba triste y derrumbado con una necesidad tan básica como tener el consuelo de un desconocido, pero en ese momento se sentía tan solo y dejado como para aferrarse a una compañía, era demasiado difícil.
HongJoong lo había mal acostumbrado, en cada ocasión juntos el Omega le repetía que era un linda persona, con talentos, bonitos sentimientos y un gran corazón, había escuchado esas frases salir de los labios de HongJoong demasiadas veces que llegó a creer cada una de ellas, más no podía continuar pensando igual. La persona que hizo su autoestima crecer había traicionado su corazón, ¿Cómo podía seguir con la idea de que esas frases pronunciadas habían sido sinceras?
Se dejó caer de rodillas al césped seco y gateo un corto camino hasta quedar más cerca y poder observar con claridad las letras grabadas con pintura desgastada a punto de camuflarse en el color grisáceo del cemento, acarició con las yemas de sus deditos el polvoriento sólido y suspiró con cansancio, comenzando a recordar las viejas escenas de la infancia que poco a poco comenzaron a atormentarlo, recordaba que su abuela era muy creyente y cada vez que charlaban inocentemente, ella le repetía que la razón por las que despertaba cada mañana era por Dios y por el, era muy pequeño para comprender esa frase con tantos conceptos.
Pero con el pasar del tiempo se dió cuenta que la fe podía llegar a ser tan pura como también dañina, era maravilloso saber que las personas confiaban en algo que no se podía ver, ni tocar, ni si quiera imaginar una figura exacta del ser divino, sin embargo el no podía sentirlo así, odiaba que el nombre de Dios se despliegue por sobre tantas guerras y situaciones trágicas porque en vez de sentirse confiado solo lograba enojarse más y su mente empezaba a desatar una lista interminable de incógnitas no reconocidas por lo que era "Dios"
Si Dios es perfecto, ¿Por qué hace lo imperfecto? JongHo creía que todo sería mejor si los demás no se basaran en un padre para justificar los problemas sociales y personales, sabía que a cada lugar que iría contando sus penas habría al menos una persona que le daría un argumento tan ridículo como "Si Dios lo quiso así hay que aceptarlo." ¿Dios le quitó a su abuela? ¿Por qué? ¿Por qué si Dios nos ama nos quita nuestras ganas de vivir?
JongHo podía sentir su estómago revolverse con acidez al no poder reconocer con exactitud sus emociones, su mente estaba nublada al igual que sus ojos llenos de lágrimas que no dejaban de gotear como una llovizna débil, si tan solo su abuela seguiría viva, tendría con quién compartir su sentir, había hecho tantas cosas mal que no sabía si su historia se basaría en un tipo castigo, karma o simplemente era su "destino" vivir acompañado de desgracias.
Siempre supo que estaba solo, pero era diferente sentirlo, comenzó a sentir el sentimiento de soledad de manera dolorosa, como un cachorro abandonado en medio de la nada por su dueño quién le había prometido cariño y cuidado, dolía mucho no tener a alguien que te dijera; "Cuentas conmigo" las veces que recaigas, era devastador, su mayor error había sido creer que HongJoong era su nueva compañía, cuando en realidad fue el inicio de su soledad.
Se levantó con seguridad y con la mirada serena hacia aquella lápida, soltó un suspiro lento. Sabía que la venganza jamás sería algo bueno, pero si no se defendía ante humillaciones nadie lo haría por el, estaba agotado de que todo el tiempo sus sentimientos no sean tomados en cuenta, el también era un humano y aunque no uno tan especial como los demás, le seguía doliendo ser rechazado.
Había recibido torturas y latigazos por defender la vida de HongJoong y su familia, y ahora lo único que pensaba era de que había perdido el tiempo entregándose por el cariño de alguien, así que tenía que cobrarselo. Ya no tenía que cumplir ninguna misión, sin embargo lo haría, ya no le importaba vivir con lazos que jamás deseó, solo necesitaba vengarse. Así que se dio media vuelta en su sitio y empezó a caminar con los ojos perdidos en un punto invisible frente a él.
— Bien Kim HongJoong, si estamos jugando con trampas, ahora el turno es mío.
— HongJoong, ven a comer. — Llamó un castaño sirviendo cuatro platos de comida en el comedor con ayuda del moreno, mismo que no dejaba tranquilas las mejillas de su pareja ya que se la pasaba repartiendo besitos melosos a cada minuto. — Seonggie, siéntate tu también. — Regañó llevando sus manos libres al cuello para así quedar más cerca a su Alfa. — Estás muy cariñoso hoy, mh, ¿Qué pasa? — Esbozó una sonrisa dulce, empezando a dar besitos húmedos por la barbilla suave que el contrario tenía.
— Solo quiero mimar a mi YeoSang, te he extrañado mucho y lo sabes. — Murmuró correspondiendo cada beso que recibía.
— Disculpa por haberme distanciado estos días, ya sabes cómo soy yo cuando me da la tristeza. — Rió muy suavemente.
— Lo sé, y por eso me gusta darte tu espacio para que no te sientas presionado.
— Gracias por eso Seonggie, siempre has sido muy lindo conmigo, eres el mejor novio del mundo. — Respondió esbozando una linda sonrisa enamorada, ladeando su cuello al sentir como los dedos del moreno comenzaron a acariciar la zona de la marca con delicadeza.
— Amo como está la marca, está rosada, se ve sana y el relieve está muy lindo. — Murmuró pasando sus dedos por la suave y linda cicatriz que adornaba el cuello de su Omega, simplemente artístico.
— Y lo mejor es que tú eres el artista.
Se sonrieron mutuamente y cuando escucharon pasos acercarse supieron que ya era hora de comer, estaban HongJoong y MinGi tomados de la mano por debajo de la mesa mientras se lanzaban miradas enamoradas. Ese día YeoSang y Song habían hecho las paces, así que para cerrar la mala etapa que habían tenido decidieron almorzar los cuatro juntos, sin resentimientos ni restricciones, ahora se habían convertido en cuñados y era hora de aceptarlo para poder convivir con tranquilidad y sin conflictos.
— YeoSang Hyung, ¿Puede quedarse MinKy un poco más? — Preguntó un pequeño pelinegro mientras bebía su jugo de naranja con calma, esperando que la respuesta sea positiva.
— Pues eso lo debe de decidir SeongHwa, el es su jefe. — Rió suavemente.
— Si puede, siempre y cuando no se le haga costumbre, aún hay mucho trabajo en la empresa, mh. — Habló el moreno mientras masticaba el delicioso alimento. — Además, HongJoong acaba de terminar su celo, creo que necesita la compañía de su Alfa, ¿No?
— Aún no me acostumbro a que ustedes dos, traviesos, estén en una relación. — Regañó YeoSang, tomando un pedazo de carne con sus palillos para después comer con energía, estaba hambriento, su apetito había crecido mucho y podía sentir su cuerpo mucho más enérgico y sano. — Así que aún nada de besitos delante mío.
— Prometo que no. — Ahora habló MinGi. — De verdad que HongJoong me ha cambiado mucho y para bien, estoy feliz de ahora poder iniciar nuevamente con el.
— Y vaya que te cambió, a mi se me hacía raro que ya no salieras de tu departamento, es como si te hubieran exorcizado para sacarte al MinGi diablillo, ahora eres un ángel. — Molestó SeongHwa soltando pequeñas risas.
— HongJoong es mi ángel. — Levantó sus cejas, tomando un pequeño trozo de carne con los palillos, para así llevarlo a la boquita del pequeño HongJoong quién comía tranquilo mientras un sonrojo se expandía por toda su carita, abrió su boquita para comer la proteína y sonrió feliz.
— No, tu eres mi ángel. — Murmuró.
— ¡Pero que adorables! — Chilló un castaño, aplaudiendo de manera efusiva al ver a la pequeña parejita darse esas muestras de cariño. — Mh~ HongJoong, tu aroma se siente más fuerte y vivo.
— Hablando de aromas. — Interrumpió MinGi, limpiando sus labios con una servilleta para después mirar al par de adultos. — Tu aroma también se siente mucho más intenso, sano y fuerte… Digo, ¿No crees que sea alguna señal de que tu celo esté por llegar?
— ¿Eh? — Se confundió, comenzó a olfatear el aire como buscando percibir su aroma, pero nada. — Pero yo no puedo oler.
— No puedes oler tu propio aroma, amor. — Habló el Alfa moreno soltando leves risas, para después acercarse un poco y olfatear el hombro del castaño. — ¡Es verdad! Hueles a vainilla, frutos tropicales, oh… Siento tu aroma mucho más fuerte que antes…
— Tal vez es porque mis defensas están mejorando… — Murmuró volviendo su mirada al plato de comida para evitar contacto visual, no quería hacerse nuevas ilusiones, ese tema ya había quedado en el olvido para el.
— Hyung, ¿No has pensado ir a un especialista? Tal vez te ayude mucho a saber que ocurre con tu cuerpo. — Sugirió HongJoong.
Si bien era cierto que YeoSang ya había visitado un sin fin de consultorios, jamás fue a un especialista en esos temas, lo veía innecesario, se supone que cuando vas a un médico general, es porque el sabe de todo, ¿No?
— Ya lo hice y no sirvió. — Declaró metiéndose una gran cucharada de arroz para masticar y así evitar sentir los nervios que picaban sus manitos cuando todas las miradas se posaron sobre el.
— ¿Fuiste tú solo? — Cuestionó el moreno con sorpresa, percibiendo casi al instante la incomodidad de su Omega a través de la marca, no quería eso, pero tarde o temprano tendrían que tocar ese tema para buscar alguna solución. — ¿Y qué te dijeron?
— Pues, parece que hoy en día los médicos no tienen mucho conocimiento o tal vez hicieron clases virtuales. — Se burló. — Ninguno me dijo nada, apenas mencioné que era estéril salieron diciendo que para eso no hay cura y otras excusas tontas. — Dijo de manera directa, con resentimiento. — Igual no esperen tanto de mi en ese sentido, mi cuerpo es una caja de sorpresas y no todas son para emocionarse.
— Tu lo has dicho YeoSang, son médicos sin conocimiento. — Habló MinGi. — No deberías decir eso, puede ser frustrante para ti porque no todos te darán las suficientes explicaciones, pero créeme que tú no eres el único Omega con esos problemas y hay demasiadas soluciones. — Suspiró.
— Mi MinKy tiene razón YeoSang Hyung, tal vez solo tengas que buscar a especialistas particulares… — Agregó ahora el pelinegro que masticaba con hambre su comida.
— Los particulares piden mucho dinero, no pagaré miles de wons para que después me digan que no hay solución. — Respondió no muy convencido de lo que le decían.
— Yo conozco a muchos doctores, la empresa se enfoca en nutrición y alimentos, por eso necesitamos a muchos profesionales que orienten en ese sentido, podría investigar un poco sobre eso. — SeongHwa dijo, deslizando su manos por el muslo del castaño para acariciarlo con dulzura, casi como consuelo.
— ¿Podríamos hablarlo después? Solo quiero comer tranquilo… — Susurró agachando un poco su mirada a la mano que acariciaba su muslo, a pesar de que para el era algo a lo que comenzaba a acostumbrarse, aún le seguía doliendo el hecho de no poder tener hijos con el hombre que amaba y poder agrandar la familia.
Cuando solo recibió un asentimiento de cabeza como respuesta, continuó comiendo, el resto del almuerzo había sido silencioso, tan solo con cubiertos sonar contra los platos y dientes masticando la deliciosa comida, algunas bocas sorbiendo el agua, era incómodo, sin embargo terminaron rápido y todos se retiraron de la mesa, HongJoong con MinGi a la habitación y YeoSang a la cocina para lavar los trastes y limpiar un poco, necesitaba distraerse en otra cosa para que ese tema no empezara resonar en su cabecita, le había costado mucho aceptar que su cuerpo era incapaz de llevar una vida dentro, pero pensar en ello cada vez que veía a un niño con sus padres por la calle o cada vez que su novio mencionaba bebés, era doloroso.
Mientras lavaba los dichosos trastes y se perdía en el sonido relajante del agua caer, sintió unos brazos abrazar su cintura por detrás, sonrió suavemente al darse cuenta de que era su novio, giró su rostro y correspondió con cariño el pequeño beso que sus labios habían recibido.
— ¿Aún tienes las marcas? — Preguntó SeongHwa en un murmullo, comenzando a repartir pequeños besos en la nuca de su pequeño novio.
— Shh~ — YeoSang esbozó una pequeña sonrisa cómplice, asintiendo con suavidad. — Me duele aún, fuiste brusco al hacer eso, malo. — Un pequeño puchero se instaló en sus labios, sintiendo como de repente su cuerpo era apretado a la barra del lava platos gracias a que su querido Alfa comenzó a frotarse de manera suave a su trasero.
— Fue mi regalo por nuestro aniversario, mh~ además era una de tus fantasías, tu me pediste que te azotara con mi cinturón, querías que te diera con el más pesado y duro, por eso saqué el de cuero a pesar de que te dije que te dolería mucho y te terminó gustando, incluso te corriste sin que...
— ¡SeongHwa! No seas así de explícito, Dios mío. — El rostro del castaño comenzó a tornarse en un intenso carmín por la vergüenza que le había dado escuchar el como su novio describía tales cosas sin timidez o algo así. — Además deja de frotarte en mi trasero, tonto, no lo haremos ni hoy ni todo el mes, recuerda que tienes mucho trabajo y que tuvimos muchas rondas.
— Pero nos merecíamos esas rondas, no lo habíamos hecho por un mes, ¿No crees que es mucho, YeoSanggie? — Exclamó SeongHwa apretando su entrepierna contra el esponjoso trasero de su Omega que solo estaba cubierto por una tela de algodón por el lindo pantalón que llevaba. — Sé que te gusta, solo un poquito…
— N-no… ¡SeongHwa! No toques ahí. — Chilló muy suavemente mientras dejaba los platos con espumilla a un lado y se daba la vuelta, encarando a su lindo Alfa. — ¿Qué es lo que quieres Alfa? Si estás así es por algo.
— Nada, solo me gusta darte mucho amor. — Una sonrisita inocente se instaló en los labios gruesos del Alfa, pero ante la mirada cuestionante del menor suspiró, asintiendo. — Quería hablarte sobre el doctor… — Tragó saliva. — Sé que no quieres hablarlo, pero en algún momento tendremos que hacerlo, por favor, solo intentemos una vez más.
El Omega soltó un suspiro pesado y se cruzó de brazos, desviando su mirada con nerviosismo, ese tema lo ponía realmente tenso y cansado, cada vez las posibilidades de que al menos llegue el celo eran nulas. — No hay solución para lo que tengo, lamento no poder darte una familia, pero ya he consultado a muchos doctores por mi cuenta y nunca me dicen nada, ya no quiero seguir intentando.
— Hay que intentar de todo… Sé que aunque digas que ya no quieres, aún estás intranquilo y lo puedo percibir. — Tomó las manitos de YeoSanggie para empezar a dar caricias en los delgados deditos, intentando así convencerlo. — ¿No estarías más satisfecho sabiendo que diste todo de ti y buscaste soluciones incluso donde no las hay? Tienes todo mi apoyo, no solo el mío, también el de HongJoong y MinGi.
— Lo sé, pero aún así tengo miedo, estoy recuperando mi estabilidad mental pero no sé en qué momento puedo recaer, ¿Qué pasa si no hay soluciones?
— No llames a lo malo, debes ser positivo y manifestar cosas buenas.
— Solo digo la verdad, no quiero hacerme más ilusiones ni darte falsas esperanzas, estoy cansado de todo esto, a pesar de que no me digas nada, sé que en el fondo te decepcionas cada vez que te digo que no podré darte una familia.
SeongHwa suspiró profundamente y negó. — No, solo me preocupas, siempre me importaste, tú nunca me has decepcionado. — Se acercó con lentitud al rostro del menor y empezó a dejar pequeños besos por las mejillas sonrojadas que tanto amaba. — Solo hay que intentarlo una vez más, ¿Si? — Murmuró. — Por favor. — Sus labios viajaron a la boquita de su pequeño y comenzó a dejar pequeños piquitos ahí, sin apuro, intentando transmitir mediante el tacto lo que sentía.
— Mi amor… — Susurró correspondiendo con cariño los besos, no podía negarse más. — Lo intentaremos, pero si no funciona, dejemos de hacerlo, ¿Si?
Los labios del moreno se curvaron en una leve sonrisa y asintió. — ¡Bien! Hoy mismo empezaré a buscar especialistas, ¿Si? — Exclamó con emoción, abrazando el cuerpo de su Omega con cariño.
— Está bien amor… — Balbuceó correspondiendo el abrazo mientras pequeñas luces de esperanzas comenzaban a florecer en su interior, tal vez ahora todo saldría bien, con doctores profesionales, terapias, tal vez con eso todo sea posible y la idea de tener su celo o un bebé en su vientre lo ponía realmente feliz. — Gracias por todo, jamás me cansaré de decirte lo mucho que te amo.
— No debes agradecerme, haría todo por ti. — Sonrió. — Ahora debo ir a trabajar, vendré en la tarde para cenar contigo, ¿Si?
— Está bien amorcito, que te vaya bien. — Su sonrisa era dulce, estaba feliz y no podía ocultar la emoción que sentía.
— Seguro que si. — Se despidió con un último beso en los labios y solo caminó hasta la sala para recoger sus cosas y salir del lugar.
YeoSang no podía borrar su sonrisita de sus labios, se giró para continuar lavando lo poco que quedaba mientras pensaba una y otra vez en lo lindo que sería tener su celo, deseaba con todas sus fuerzas que ahora si funcionara ya que estarían siguiendo un método profesional, no perdería más sus esperanzas, no se cansaría de intentar hasta saber que ya no quedaban más opciones por seguro, quería ser feliz con su cuerpo más de lo que ya era, y a ese 50% de confianza que tenía, sumarle lo que faltaba.
Escuchó como la puerta de casa se abría y se cerraba al mismo tiempo, supuso de que su novio había olvidado algo pero recordó que no tenía una copia de la llave de casa, así que frunció su ceño con confusión, dudaba que HongJoong hubiera salido ya que este siempre le avisaba antes o le pedía permiso. — ¿SeongHwa? ¿Olvidaste algo? — Preguntó en voz alta al escuchar algunos pasos en la sala, sin embargo no hubo respuesta.
Fue ahora cuando sus sentidos se pusieron alertas a cualquier sonido, si no era SeongHwa ni HongJoong, era un desconocido el que había entrado a robar, asi que tembló de nervios y de pronto su cuerpo se paralizó sin poder responder, jamás le había pasado algo como esto y desconocía que se tenía hacer, gritar, correr, agarrar algo para defenderse o golpear, estaba nublado, sin embargo cuando había tomado la valentía para dejar los platos a un lado y darse la vuelta sintió como una mano cubría su boca de manera brusca y lo obligaba mantener silencio, su mundo se detuvo al instante.
— Es mejor que guardes silencio, vas a pagar por las tonterías que hacen las personas que quieres.
" Vives en una era en lo que ver lo evidente es cosa de genios. "
¡Holi!, espero hayan disfrutado el capítulo de hoy. Nos vemos~♡
En un ratito les vuelvo actualizar.
¡Si hay algún error pueden decirme! >3♡
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