O28
" Y así fue, un milagro viviente llegó, fue el principio de los dos. "
Después de que YeoSang le haga el oral más rico que SeongHwa pudo experimentar, se sacaron toda la ropa hasta quedar desnudos, sin sentirse avergonzados ni nada y durmieron abrazados, respirando el aroma de ambos para alimentar el lazo invisible que tenían y que se hiciera cada vez más fuerte, estaban preparados para el próximo celo de SeongHwa, ambos estaban seguros de lo que harían cuando ese día llegara y lo mejor era que ninguno se echaría para atrás, ambos estarían dispuestos a entregarse en alma y cuerpo, disfrutar del placer, erotismo y amor que se brindarían.
Cuando YeoSang despertó no pudo evitar esbozar una gran sonrisa, los brazos de su Alfa sujetaban su cintura con cariño y el estaba recostado en el hombro de este, teniendo el rostro frente a él, mismo que no dudo en empezar a mimar y besar con dulzura, con cuidado de no despertar a su novio que descansaba tranquilo, bajó su mano hasta el pecho, acariciando en círculos y haciendo figuritas imaginarias con sus dedos delgados. Escuchó un bostezo suave que interrumpió los ronquidos que soltaba el moreno, de a poco fue despertando, sintiendo los deditos de el pequeño castaño por su mandíbula, estaba adormilado pero eso no fue impedimento para dar besos en la mano más chica.
— Seonggie, despierta ya, hay que darnos un baño. — Susurró, levantando su torso para sentarse en la cama, llevando su vista al abdomen desnudo de NamJoon, mismo que se sentó también y tomó la cintura más pequeña, atrayendo el cuerpo delgado al suyo.
— Primero dame un beso.
— Que infantil eres Alfa. — Murmuró con una coqueta sonrisa, acercándose a dar un beso fugaz en los labios que tanto le gustaban.
— Osh, y tú eres tan amargado, Omega. — Ambos rieron divertidos empezando así a darse mimos empalagosos, besitos, caricias en las mejillas, lamidas inocentes y más besitos, hasta que se obligaron a separarse pues creyeron que era hora de ir a darse una ducha juntos para que así YeoSang partiera a su hogar.
— Dime, ¿Crees que este fin de semana tengas tiempo?
— Si, solo hago un poco de limpieza en casa con HongJoong. — Respondió tomando la esponja para empezar a tallar su cuerpo con suavidad, sonriendo tímido.
— Quiero que cenemos juntos, con mi familia. — El rostro de YeoSang se puso más rojo aún, imaginarse a él en la cena familiar de SeongHwa hizo que sus vellos se levantaran por el repentino escalofrío que recorrió por su cuerpo, tragó grueso.
— Si... — Respondió con duda.
— Puedes llevar a HongJoong también. — Sugirió trasladando sus manos a las cadera pequeñas del castaño para abrazarlo, dándole confianza. — Si no te gusta la idea podemos dejarlo para otro día cielo, yo solo quiero que HongJoong y tú estén cómodos en la cena.
— Si me gusta... Pero... Ya sabes, me da inseguridad. — Soltó un pequeño suspiro.
— Yo estaré contigo, mi madre es un poco seria, pero verás que se llevarán muy bien, ella te amará.
— ¿Que puedo hacer para agradarle?
— Solo debes ser tú mismo.
En dos días, YeoSang ya estaba en el auto de su novio junto a HongJoong quién aunque estaba un poco desanimado después de su celo, decidió hacer acompañía a sus mayores. SeongHwa ya le había hablado a su madre sobre su pareja, estaba siendo optimista para que ella no fuera indiferente con su pequeño Omega que tanto amaba solo por ser estéril, mucho menos ahora que estaba en terapia.
— Pequeños, hemos llegado, bajen.
Era una mansión, apenas el castaño la vio sintió un mareo en su cabeza, muy hermosa a comparación de su pequeña casita, se sintió inferior de repente, el no era de clase alta como su Alfa y no se avergonzaba de eso, pero tampoco se sentía bien ya que tal vez la familia Park tenía un futuro más próspero para su hijo, y no un simple Omega estéril que no servía para nada.
— ¡Hijo! ¿Trajiste a WooYoung? — Una voz femenina se escuchó cuando la puerta fue abierta y ellos ya estaban ingresando. Esa simple frase hizo que YeoSang y su lobito se sintieran confundidos pero a la vez tristes, por un momento pensó que SeongHwa no le había contado a su madre que estaba con el.
— Mamá, es YeoSang, no WooYoung. — El moreno carraspeó incómodo, tomando de la cintura a su novio, pues era obvio que se había sentido mal por la comparación.
— Oh, YeoSang... Disculpen, es que los nombres son tan parecidos.
— El es HongJoong, el hermanito de mi novio.
— ¿HongJoong? Ese nombre me suena mucho, ¿No será de la familia Kim? Como sea, lo importante es que vinieron, pasen a la sala.
— Un gusto conocerla señora Park. — Murmuró YeoSang haciendo una reverencia por educación, esbozando una sonrisa tímida.
— El gusto es mío, YeoSang.
Yoo ha-jin se casó con Kim yoo apenas quedó embarazada, podía ser dulce cuando quería, pero también una víbora cada que se lo proponía, era todo lo contrario a su sumiso y marido de buen corazón, solo le importaba tener una buena apariencia ante familias aliadas igual de millonarias como la suya, le gustaba mandonear a los que consideraba inferiores, ella no tenía sirvientas, tenía criadas a las cuales las trataba como perros cuando no cumplían lo que pedía, si, el demonio en vida.
— Mamá, te pido que seas respetuosa con mi Omega, no quiero que lo compares con nadie, si lo traje es porque el ya forma parte de mi vida y no necesito tu aprobación, solo tu apoyo. — Pidió SeongHwa cuando su novio se alejó para entrar a la sala.
— No me puedes pedir eso, hijo, el no es bueno para ti, WooYoung era...
— WooYoung me engañó y tiene otro Alfa, deja de meterlo. — Frunció su ceño con suavidad, negando, sin dejar que su madre hable caminó a la sala para sentarse al lado de su novio, tomando su mano para entrelazar sus dedos. — Si deseas algo solo dile a las Nonnas, ellas son muy amables con todos.
— No te preocupes amor, estoy bien. — Sonrió de manera tierna.
— Pasen a la mesa jóvenes, la cena ya está servida. — Habló una de las señoras mayores que atendía a la casa.
Todos se sentaron, aunque Yoo ha-jin estuviera hecha una fiera por dentro sabía muy bien como ocultarlo y verse jodidamente real con sus expresiones y sonrisas fingidas, le sería muy fácil manipular al castaño para que se alejara de su querido hijo, no iba a permitir que la imagen de su familia fuera deteriorada por un chiquillo marginal y aparte, estéril, era lo último que permitiría.
Todos empezaron a comer, YeoSang se empezaba a llevar muy bien con el padre de su Alfa, Kim Yooo lamentablemente era una de las víctimas de su amada esposa, el no sabía decir no, era muy influenciable y al mismo tiempo no podía hacer daño ni a una mosca, el estaría feliz siempre y cuando las personas que amaba lo sean, ahí era cuando ha-jin entraba en acción y se aprovechaba de ese corazón de pollo con el que su marido nació.
— Y dime, YeoSanggie. — Habló la mujer limpiando su boca de manera delicada con la servilleta. — ¿A qué se dedica tu familia?
— Ellos son de Busan... Mi padre viaja a muchos lugares ya que estudió negocios internacionales, debe estar asistiendo a las aduanas constantemente... Y mi madre es maestra... — Murmuró sonriendo amablemente, siempre había admirado a su familia, no eran pobres, pero el dinero tampoco les sobraba y era mejor eso, a pesar de que haya recibido malos tratos, agradecería toda su vida que sus padres lo hayan educado poniendo como prioridad la humildad.
— Tu padre tiene un buen puesto... — Bufó por sus adentros. — No es por comparar, eh, para nada, pero WooYoung, el ex de mi hijo que supongo ya lo conocerás, tiene una familia sumamente importante aquí en Seul, yo siempre estaré muy satisfecha con la familia Jung y sus importantes negocios con nuestra empresa, pero bueno, lastimosamente el lazo se rompió...
— Si, se rompió porque WooYoung resultó ser una mala persona y su familia también, me alegro de que nuestra amistad con esa familia se haya esfumado. — Aclaró el moreno levantando su cejas con suavidad, enfrentándose a su madre de manera indirecta.
El castaño desvió su mirada a su plato con incomodidad, repitiéndose una y otra vez en la mente, "Tu eres suficiente" No quería dejarse vencer y lo estaba intentando, el quería cumplir los estándares de la familia de su novio para demostrar que si podía ser bueno, pero no debía cumplir nada ni a nadie, no se iba a derrumbar tan rápido, la autoestima y seguridad por la que luchó en dos meses no sería en vano a pesar de que aún faltaba unas largas citas con la psicóloga, tomó una gran bocada de aire y levantó su mirada con el rostro rosado por la timidez, continuando con la cena.
— ¿Cuántos meses llevan saliendo? — Preguntó ahora el padre.
— Pronto cumpliremos cinco meses. — Respondió SeongHwa con una suave sonrisa, manteniéndose firme ante sus padres para no desanimar a su Omega.
— El tiempo ha pasado muy rápido, YeoSang es el Omega para ti hijo, yo los apoyaré en su relación, espero que tengan un lazo muy pronto.
— Muchas gracias señor Yoo. — Sonrió con sinceridad, bebiendo un poco de el delicioso jugo que le habían servido las nonnas. — Estoy muy feliz por haber conocido a la familia de mi Seonggie.
— Y nosotros por conocerte a ti, YeoSanggie. — Ahora habló ha-jin con un tono tan fingido que podría llegar a interpretarse como sarcasmo. — Estoy segura de que mi hijo y tú serán muy felices, tal vez tendrán muchos bebés, bueno, si es que pueden hacerlos.
El castaño ya estaba muy avergonzado e incómodo, sentía su nariz picar y sabía que pronto las lágrimas se harían presentes de nuevo, quería escapar e irse de ese lugar sin verse cobarde, pero era imposible, la familia de SeongHwa sabía lo defectuoso que era y su suegra se lo estaba haciendo recordar, tragó la comida con pesadez y miró de reojo a su pequeño HongJoong, quién mantenía una expresión seria y evidentemente, molesta.
— YeoSang Hyung, me duele la barriga... Creo que comí muchos dulces de los que me compraste, ¿Podemos ir a casa? En verdad me duele... — El pelinegro empezó a hacer pequeñas muecas de dolor, abrazando su barriguita y retorciéndose por el dolor.
— HongJoong... — Murmuró llevando su mano a la espalda más pequeña con preocupación, acariciando con cariño para intentar calmarlo, le sorprendió un poco eso ya que su pequeño siempre había tenido un estómago muy sano a pesar de que su apetito fuera como el de un tigre, pero aún así no iba a dudar de lo que decía. — Vamos a casa, ¿Si? Te daré medicina... Disculpen por no poder terminar la cena con ustedes... — Se levantó agradeciendo y haciendo una reverencia de noventa grados como disculpa.
— No te preocupes, anda, es una emergencia. — Habló Yoo con una sonrisa apenada, le hubiera gustado hablar más con el Omega de su hijo.
— Yo te acompaño. — SeongHwa se levantó de su lugar, sin embargo fue detenido.
— No, quédate a cenar con tu familia Hwa... Yo después te llamo. — Forzó una pequeña sonrisa, no estaba molesto pero tampoco quería hablar con nadie que no fuera su osito, sabía que su novio le pediría disculpas por el comportamiento de su madre, no quería escucharlas.
Estaba cansado de perdonar pero no ser perdonado cada que con cumplía los estándares de otros.
Cuando salió de esa gran mansión tuvo que caminar a alguna avenida para tomar un taxi, ya que por esas calles lujosas no pasaba casi ninguno, en unos minutos ya estaban en camino a casa, ambos en un silencio calmado pero como si quisieran decir muchas cosas.
— Cuando lleguemos te haré un mate corazón, tal vez aún estás un poquito sensible por tu celo y por eso te duele. — Llevó su mano al cabello suave y con pequeños rizos de HongJoong, acariciando.
— No me duele el estómago, solo no quería que sigan haciéndote sentir mal Hyung. — Murmuró con una expresión triste, soltando un pequeño suspiro pero sin arrepentimiento alguno.
YeoSang miró por la ventana unos segundos, mordiendo sus rositas labios con tristeza. — No tuviste que hacerlo HongJoong, al fin y al cabo tienen razón, no soy lo que SeongHwa debería tener.
— No Hyung, no digas eso, hoy estabas muy optimista diciendo que tú y SeongHwa Hyung eran tal para cual, ¿Por qué de la nada cambias de pensar?
— Solo soy realista... — Pronto llegaron a su hogar, bajaron del auto tomados de la mano aún con un ambiente incómodo e ingresaron.
— Vamos a dormir.
Cuando ya estaban arropados en la cama se mantuvieron abrazados, pero esta vez YeoSang el pequeño pecho de HongJoong, había empezado a llorar bajo por lo ocurrido en casa de su novio, todo había sido un fracaso por su presencia, una vez más el bajón de sentimientos se dió y se sintió culpable, defectuoso, una mala persona.
— YeoSang Hyung, tu no necesitas cumplir los estándares de nadie, eres perfecto tal cuando eres tú mismo, el problema no está en ti, está en las personas que creen que pueden opinar de vidas ajenas y no tienen raciocinio. — Las manitos pequeñas de HongJoong fueron a los cabellos castaños para acariciar y mimar, no le gustaba escuchar los sollozos de su mayor, a veces se sentía triste porque no podía hacer nada para consolarlo, pero hacía lo que podía. — ¿Crees que personas malas merecen tus lágrimas? — Cuestionó con una suave sonrisa, tranquilizando a su desgastado Hyung.
— No... Pero...
— No hay peros, nadie tiene derecho a hacerte llorar y nadie merece tus lágrimas, tus ojitos son tan lindos... No quiero que mañana estén rojitos, ya no llores más por personas malas Hyung, no te merecen.
" Tuve el sueño más horrible y tenebroso, soñé que me dejabas así como así, es un sueño al que escuchas pero no hay sentido. "
4/5
Holii, disculpe la demora, espero les allá gustado el capítulo de hoy. En un ratito les actualizo el siguiente capítulo. ♡
Sí hay algún error, díganme por favor. ♡
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