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O27

" Cuando veo por la ventana caer gotas de lluvia en los paraguas, cuando veo la imagen de mi rostro aparecer en lugar de mi ex amor, me doy cuenta de que me estuve jodiendo a mi mismo por mucho tiempo. "

HongJoong era un lío total en el rostro, sus labios estaban rojitos e hinchaditos de tanto morderlos, sus mejillas y naricita con un intenso color durazno. Que decir de su aroma, cada vez salía más, tanto así que MinGi podría entrar en celo en ese mismo instante, pero estaba controlando los instintos de su lobo y el mismo.

Mientras más mimaba y miraba al pequeño pelinegro, se daba cuenta lo chiquito e inocente que este era, tenía 16 años, pero hace unos meses era un cachorro que apenas se estaba presentando, aún le faltaba aprender más y saber con quién tener su primera vez. MinGi estaba confundido, el hubiera visto a cualquier otro Omega con ojos pervertidos, pero no podía ver así a HongJoong, era una masita que debía ser cuidada, no corrompida aún.

— MinGi hyuuuuuuung~ — Lloriqueo.

— ¿Qué pasa HongJoong? ¿Aún duele?

— U-un poquito... Pero... Pero te mojé... Lo siento...

Y si, la entrada de el Omega lubricó tanto que llegó a humedecer parte del pantalón de el Alfa, pero vamos, había sido mojado por lubricantes de muchos Omegas y jamás le pidieron disculpas, ni se sintió avergonzado o afortunado, esta no sería la excepción, ¿O si?

— O-oh... Si, no te preocupes pequeño, yo puedo lavarlo... — Pero por alguna razón, tener una esencia virgen y pura sobre su ropa le hacía sentir feliz, como si hubiera alcanzado un gran logro.

Subió una de sus manos hasta tomar las mejillas esponjosas y estrujarlas con delicadeza, haciendo que los labios rositas se abulten. — YeoSang me va a matar si se entera, pero será un secreto entre nosotros, ¿Si?

— ¿Qué haremos Hyung? — Murmuró con un brillo en sus ojos cuando empezó a sentir el rostro del mayor más cerca.

— Tu solo sígueme la corriente, lo harás bien. — MinGi estaba antojado de probar aquellos abultados y rosados belfos, se había contenido durante varios minutos, desde que entró a la habitación le tuvo unas ganas terribles a HongJoong, pero no quería faltar las reglas de YeoSang, haría un esfuerzo por no sobrepasarse con el pequeño, aunque pensándolo bien, no sería divertido sin un poco de fuego, iba a arriesgarse.

Se acercó de manera peligrosa a los labios contrarios, empezando con un suave y sutil roce, para seguido dar pequeños piquitos, disfrutando de la tibia piel y la húmeda sensación que HongJoong le brindaba con tan solo esos besitos llenos de ternura, jamás había besado así a alguien que no sea su ex, después de tanto tiempo una parte de el se sintió "completa".

Estaba tan acostumbrado a los besos morbosos y sucios, que ahora dar unos cuantos besos tiernos y calmados se le hacía difícil de asimilar. Cuando sintió la boquita de HongJoong corresponder delicadamente y con timidez, su lobo gruñó de felicidad, sujetando esa linda curva en la cintura gordita que poseía el pelinegro, con ese cuerpo sería capaz de seducir a cualquiera, con MinGi empezaría a funcionar pronto también.

¿Hongjoong? El estaba en la misma gloria, con ese simple contacto húmedo que había entre labios podría desmayarse de la emoción y euforia, sentía que estaba soñando, era su primer beso, no como uno que había imaginado pero si era con MinGi, le gustaba, correspondió con apocamiento debido a su inexperiencia, sin embargo daba piquitos para que su Hyung no se alejara y así seguir sintiendo esos lindos besitos que sonaban con chasquidos en la habitación.

El dolor en su vientre empezaba a esfumarse de a poco gracias al Alfa que le brindaba caricias cariñosas, no podía sentirse más contento, al principio tenía miedo de tener en la habitación a MinGi, pero su cuerpo estaba tan débil y adolorido que casi no podía decir mucho para impedirlo.

— Duerme HongJoong... Mañana estarás mejor. — Susurró el Alfa de nariz respingada cuando se separó y visualizó al menor entrecerrando sus ojitos con sueño, dió un último beso con dulzura, sobando la pancita esponjosa que tenía a su merced.

Arropó con cariño el cuerpo dormido, observando el pijama húmedo por lo mucho que había lubricado HongJoong, sin embargo no hizo nada, se sentía culpable por faltar una condición de YeoSang, y al mismo tiempo por tal vez ilusionar al Omega.

Dentro de algunos minutos ya se dirigía a la puerta de la habitación para irse, mientras más se alejaba empezaba a sentir una presión en el pecho que iría subiendo de a poco con el pasar de los segundos, se despidió de sus amigos con una sonrisa algo forzada, diciendo que todo ya estaba bien con Tae y que se encontraba durmiendo.

— Te agradezco mucho Minky Hyung... — YeoSang mantenía una sonrisa llena de alivio, desde ahora se guardaría en la cabeza que MinGi no era ninguna mala persona y que el celo de su osito venía casi el mismo día de SeongHwa.

— No hay problema YeoSang... Yo creo que es mejor que HongJoong no me vea por un tiempo... Su Omega puede confundirme con su Alma gemela por pasar su celo con el. — Sabía que se arrepentiría de eso, el más que nadie sabía que querría volver a ver a su pequeño de pancita gordita para darle mimos y besos, pero ya se sentía lo suficientemente mal, quería evitar cometer algún error, quería seguir con su vida del Song MinGi que no sentía nada por un Omega cada vez que cogía.

Sin más que decir o escuchar se retiró de la casa con el ceño levemente fruncido y su mandíbula tensa, por más que le daba vueltas al tema no lograba saber porque se sentía tan culposo, llegó a pensar que era porque su difunta ex pareja le estaba reprochando en su mente el hecho de haber pasado el celo con un Omega de manera cariñosa, se sentía un infiel, un total cínico.

YeoSang acabó todo el neutralizador ya que lo hecho en toda la casa y habitación, el aroma era bastante fuerte a decir verdad, tenía que tomar precauciones, cambió y abrigó a su pequeño HongJoong que se encontraba en un profundo sueño del cual no iba a despertar tan rápido.

SeongHwa en vez de sentirse atraído por el aroma de el pelinegro, solo se puso a la defensiva, veía a HongJoong como un pequeño hijo, lo había cuidado también en los dos meses y se habían hecho muy amigos, su lobo jamás lo vería como algo más.

— Está dormido, dudo que despierte. — La voz del castaño ya sonaba más aliviada y contenta, se sentó al lado de su novio para recostar su cabecita en el hombro de este, suspirando con suavidad.

— ¿Mañana irá a la escuela? — Preguntó el moreno.

— No, dormirá todo el día, siempre queda cansadito cuando su celo termina a pesar de que no haga nada. — Esbozó una pequeña sonrisa.

— Wow, yo también quedo cansado pero es porque tengo acción con mi mano...

— SeongHwa~ Que pervertido eres. — Bromeó soltando pequeñas risitas, amaba que su Alfa y el tuvieran mucha confianza, contarse las cosas íntimas entre ellos también era algo bueno, se conocían entre ambos.

— Te gusto así.

— Siempre me vas a gustar Alfa tonto. — Murmuró con una suave sonrisa, acercándose con timidez para así dejar un pequeño besito en los labios de su novio.

— Uh~ Me encanta que robes besitos. — Balbuceó SeongHwa sobre aquellos labios de su pequeño que se separó segundos después con un sonrojo. — ¿Cómo te fue hoy en la sesión con la psicóloga?

— ¡Genial! Le comenté algunas dudas y me ayudó mucho amor, dijo que ahora me recetará el frasco pequeño de anti-depresivos, solo tendré que tomar tres a la semana, ¡Estoy taaaaaaan feliz!

— Yo sabía que lo lograrías mi cielo, estoy orgulloso de ti. — Murmuró con alegría, ver a su novio así de feliz y cada día mejorando más era lo único que necesitaba en el día para estar tranquilo, había sido perdonado por YeoSang varias veces que en ocasiones se cuestionaba el mismo que hizo de bien para tener a su lado un Omega tan hermoso, humilde y bueno como lo era el castaño.

— También fue gracias a ti Hwa, tu y HongJoong son mis tesoros, no lo hubiera logrado sin ustedes. — Murmuró acercándose a los labios de SeongHwa para así empezar a dar beso pequeños, demostrando el amor que sentía mediante estos.

Se separaron después de unos largos segundos, después de besarse se abrazaron en el sillón hasta quedar ambos muy juntitos, parecían dos bebés estrujaditos, amaban ser así.

— Mañana pasaré por ti para ir a mi casa.

— ¿En la tarde? No puedo dejar solo a HongJoong. — Llevó su manito al pecho del Alfa, dando así pequeñas y suaves caricias.

— En la mañana, HongJoong estará durmiendo y cuando despierte tu ya estarás acá, quiero pasar más tiempo contigo a solas, por favor. — Pidió con una sonrisa coqueta, intentando convencer a su Omega.

— No lo sé SeongHwa... No quiero que faltes a la empresa por mi, tampoco puedo faltar a mi trabajo.

— MinGi puede encargarse por un día, y tú eres el trabajador del mes bebé, puedes darte un día de descanso, no te descontaré. — Murmuró comenzando a dar una serie de besos en la mandíbula suave que tenía SeokJin.

— Seooonghwa~ Si haces eso me vas a convencer... — Sintió ahora mordiditas en su piel en vez de besos. — ¡Ay! Está bien, mañana pasarás por mi. — Chilló rendido, era muy cosquilludo en esa zona, SeongHwa conocía casi todos sus puntos débiles y sabía cómo controlarlo en algunas ocasiones.

— Bien, ¡Si!

— Pero ya debes ir a casa, es tarde, y yo debo dormir también, recuerda que soy un Omega responsable.

— Si, muuuuuy responsable. — Alargó la palabra central con sarcasmo, riendo.

— Tu me guías al mal camino a veces, bobo. — Mordió suavemente con sus colmillitos la mejilla, para después soltar risitas. — Ahora chu, este Omega responsable va a dormir.

Rieron juntos y se despidieron con muchos besos, también algunos apodos cariñosos y melosos que se habían puesto. YeoSang durmió en el sillón para no incomodar a su osito, pero durmió con una sonrisa en sus labios, aprendió que los días a veces son como capítulos, tienen el inicio, clímax y desenlace, cuando te lo propones, tu eres el escritor de tus propios días.

Despertó temprano, preparó el desayuno para el y HongJoong aunque este no se despertaría hasta más tarde, comió tranquilo todo lo que hizo, tal vez una tostada de más y tomó sus vitaminas, escribió una pequeña nota por si en caso su pequeño despertaba más antes y se vistió con ropa linda y ligera para su novio.

En unos minutos más SeongHwa ya estaba esperando afuera con su auto, en el camino a su casa ambos se regalaban sonrisas tiernas, eran las 7:00 am, YeoSang pretendía llegar a casa de su novio, sacarse los zapatos y recostarse junto a él para tomar un rica siesta llena de mimos y abrazos. El Alfa pensaba lo mismo, pero al mismo tiempo quería tener acción.

— Estás en tu casa bebé. — Ingresaron tomados de la mano.

— Aún tengo un poquito de sueño, ¿Podemos dormir juntitos?

— Claro que si, vamos a mi cuarto.

Se lanzaron al colchón para así acomodarse, se abrazaron fuerte hasta quedar muy pegaditos, empezaron a besarse con cariño por la cercanía que tenían, era un beso sin intenciones al principio, pero SeongHwa se encargó de llevarlo a más, internó sus manos  tibias por la playera de su novio para así empezar a tocar y acariciar el vientre suave y plano de YeoSang, quién tembló ante el tacto, rodeó el cuello de su moreno con sus brazos, para dar caricias en las hebras negras y suaves que tanto le gustaba acariciar cuando mimaba a su Alfa.

Cada vez la intensidad y humedad era más, tanto así que se tuvieron que alejar para recuperar el aire, pero SeongHwa no se quedaba atrás, bajó sus besos bruscos y calientes al cuello sensible que tenía su novio, mismo que desprendía el aroma más delicioso del mundo, sus respiraciones estaban agitadas y ellos estaban desesperados, querían llegar ya a la intimidad aunque sabían que no sería lo correcto aún, intentarían al menos tener roces para complacerse.

Las grandes manos del Alfa dejaron el cuerpo de su menor bajo el suyo, para después subir la playera de algodón hasta el pecho, dejando ver la delgada pancita y cintura fina, se inclinó dejando un camino de besos desde la boca del estómago hasta el rosa y pequeño ombligo de YeoSang, mismo que soltaba pequeños jadeos y gemidos a la par que su cuerpo se estremecía.

Pronto se empezó a sentir expuesto cuando las manos de su novio quitaron su pantalón, tuvo muchos deseos de cubrirse y más aún cuando sintió una mirada sobre el.

— Me encantas bebé. — Su voz sonaba ronca, eso alborotó las hormonas del castaño por completo, su entrepierna estaba tibia y algo caliente, mordió su boquita una y otra vez al sentir de nuevo los besos por su vientre.

Las lamidas de SeongHwa llegaron al inicio de la pelvis, sin dudarlo bajó de a poco la ropa interior, visualizando la zona rosada y suave de YeoSang, se veía tan frágil y delicado que se quedó admirando por unos segundos la intimidad pequeña que tenía.

— N-no me mires así... — Murmuró con un hilo de voz, llevando sus manos a su entrepierna para cubrirla con timidez.

— Eres perfecto, no te cubras. — El moreno tomó las manos más pequeñas y las besó con amor, para después dirigirlas a sus hombros y dejarlas reposar ahí. — Quiero hacer sentir bien a mi lindo Omega. — Continuó sus besos y pequeñas lamidas, primero desde la zona púbica donde habían vellos castaños, suaves y cortitos que hacían ver a su pequeño más adorable de lo que ya era, se encargó de dar mordidas delicadas para no lastimarlo mucho, ya que a veces no llegaba a medir su fuerza.

Con una de sus manos tomó el pene rosita, lo agitó con suavidad haciendo chillar a su novio por el repentino contacto y movimiento, pero sin duda le gustó, acercó sus labios al glande un poco más oscuro, empezando a repartir húmedos picos hasta que logró poner más duro el miembro de YeoSang.

Le haría su primera felación, se encargaría de hacerlo bastante bien para complacer el cuerpo de su Omega. Cuando vio que ya estaba lo suficientemente duro, lo metió a su boca para empezar a chuparlo con facilidad, no era tan grande así que entraba todo a su boca, y vaya que sabía bien, apenas empezó con los movimientos de cabeza ya escuchaba los fuertes gemidos de su novio decirle que parara porque por ahí solo se hacía pipi, eso incluso lo motivó para ir más rápido, sabía que YeoSang no iba a durar mucho por lo sensible y precoz que era su cuerpo, pero aún así se encargaría de hacerlo delicioso.

— S-seonghwa~ ¡Ah! N-no se muerde a-ahí... — Regañó sintiendo las lágrimas de placer resbalar por sus mejillas, los deditos de sus pies se apretaron por el delicioso deleite que recibía, su aliento se volvió más caliente y la respiración se le agitó cuando sintió la boca de su novio moverse más rápido, era la primera vez que tenía sensaciones tan satisfactorias como esas, su cuerpo tenía temblores cada vez más y sus caderas se alzaron, embistiendo el boquete de SeongHwa, mismo quien no se molestó en ir más rápido.

Sacó el falo de su boca y lo masturbó con rapidez y fuerza, haciendo ahora gritar a su pequeño novio quién abría sus piernas lo más que podía cuando sintió el clímax muy cercano.

— ¿Rico?

— ¡Si! R-rico... SeongHwa me voy a correr... ¡Ah!~ — Intentaba contenerse, pero al sentir la mano de su Alfa azotar su nalga izquierda empezó a correrse con fuerza, su entrada se contraía y tenía fuertes espasmos por la tremenda ola de placer que sintió en su zona pélvica, se liberó por completo, largos hilos de semen mancharon su vientre y la mano de SeongHwa. El castaño estaba intentando recuperar su respiración, sus manos posaban en el cabello de su Alfa que fue estirado y guiñando cuando se corrió.

Sin pensarlo dos veces, el moreno lamió la palma de su mano manchada con la esencia blanca transparente, saboreando el sabor dulzón y a la vez amargo, se acercó a dar un beso húmedo en los labios rosas de su pequeño, sonriendo ladino.

— Eres delicioso, tan dulce y rico. — Murmuró, lanzándose al costado, sintiendo su erección doler, pero se aguantó.

— Amor... Gracias por hacerme sentir bien. — Balbuceó sonriendo tímido, cubriendo con su manito la zona íntima expuesta.

— No agradezcas precioso.

YeoSang miró con curiosidad el bulto que sobresalía de el pantalón de su novio, mordió su labio con timidez, quería ser atrevido también y darle placer a SeongHwa como el lo hizo con su cuerpo, tomó mucho valor y una de sus manitas fue a la entrepierna del moreno, apretando suavemente aquel bulto duro.

— ¿Puedo lamer también? Quiero lamer tu pene... — Su voz era tímida y dulce, eso excitó más a SeongHwa, ¿Cómo era posible con esas simples palabras haya sentido una ola de placer? YeoSang lo tenía loco.

" Puedo prometerte que en mi vida pasada, y la próxima, siempre te encontraré. "

3/5
Holii, pido perdón por la demora. Me quedé dormida ):

¿Desean que siga subiendo los capítulos que faltan hoy o mañana?

Sí hay algún error pueden comentarlo, yo con gusto lo arreglo, muchas gracias por leer y por su apoyo ):♡

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