O24
" Íbamos hacia el mismo lugar, pero ahora ese lugar se ha convertido en el último, hablábamos de un "para siempre" Pero nos destruimos mutuamente sin piedad."
El aroma a vino lograba calmar y adormecer su pecho adolorido, de a poco el efecto de la anestesia se iba esfumado, sintiendo su piel arder como si agujas se hubieran pinchado en sus muñecas, sin embargo, su mano se sentía cálida junto a un tacto que no lograba reconocer.
A lo lejos escuchaba sollozos, que de a poco se hacían cada vez más cercanos y retumbaban en sus oídos, sus ojitos dolían, tanto así que le costó unos segundos abrirlos por completo, mientras más los abría, los lloriqueos se hacían más audibles, estaba despertando.
— SeongHwa... Amor, ¿Por qué lloras? — Murmuró con voz cortada y seca al reconocer que los sollozos eran de su amado Alfa.
— Te he lastimado, jamás me lo perdonaría.
— Yo estoy bien... — Sonrió débilmente.
Sentía que estaba soñando, su Alfa había vuelto con el y se sentía inmenso en felicidad, aún no lograba comprender porque estaba con un suero conectado a su brazo, o porque las paredes eran tan frías y blancas, cerró sus ojitos lentamente una vez más, disfrutando de aquel tacto tan suave y cálido en su manito.
— Perdóname...
— Me duele el brazo Seonggie. — Balbuceó soltando un suave suspiro.
— Llamaré al doctor, mi vida. — Sintió un pequeño beso en su frente, y después su mano se sintió sola y fría, lo habían soltado.
SeongHwa estaba destrozado, ver a su Omega en ese estado fue lo más punzante y doloroso para su corazón, le había hecho tanto daño a tal punto de que el castaño había dejado de comer por la tristeza, se sentía el único culpable ahí, se levantó con cuidado y salió de aquella habitación hasta llegar a recepción donde pidió el llamado del doctor, mismo que llegó minutos después.
— ¿Ha despertado?
— Si, parece que se le pasó la anestesia y le duele... ¿Puede ponerle un poco más? — Pidió mientras caminaba de vuelta a la habitación a un costado de el doctor.
— No, no podemos inyectarle de nuevo, su estómago está vacío, eso le haría más daño. — Suspiró. — Lo que si haremos será ponerle inhalación por nebulización con suero fisiológico, eso le ayudará a respirar y mantenerse más despierto.
— ¿En cuánto tiempo traerán su comida? — Preguntó de nuevo, entrando en una leve desesperación. — Deben de hacer todo para que esté bien... E-el se siente mal, pagaré lo que sea pero porfavor...
— Señor Park, el caso de YeoSang es más grave de lo que se imagina, es posible que tenga muchos tipos de anemia, si hubieran dejado pasar ese desmayo en unos días más, YeoSang podría haber entrado en una leucemia aguda. Así que el proceso de recuperación será de a poco, pero muy efectivo.
— ¿Está confirmado?
— Las pruebas de sangre saldrán en unas horas, pero al ver su estado y sobre lo que contó el niño, lo más probable es que si. — Suspiró suavemente, ingresando a la habitación donde se encontraba el Omega observando su alrededor, desconcertado. — Hola YeoSang, soy tu doctor, ¿Cómo te sientes? — Habló con confianza para no asustar mucho a su paciente.
El castaño solo fijó su mirada en SeongHwa, parpadeó varias veces ya que aún pensaba que estaba soñando, pero al darse cuenta de que no, su pecho empezó a subir y bajar con rapidez por la respiración agitada, tenía miedo, no estaba entendiendo nada de lo que estaba pasando y ver a su Alfa había sido como una fuerte bofetada, ¿Qué diría ahora? ¿Cómo se disculparía? Aún no estaba listo para enfrentarlo.
— YeoSang, calma, estás aquí porque te desmayaste y tú novio te trajo.
— Sanggie... Bebé tranquilo. — Susurró el moreno acercándose a la camilla para tomar la pequeña y fría manito de su Omega, dió un pequeño beso en los nudillos rositas de este y le sonrió con cariño, intentando calmarlo. — Vas a estar bien, estaré contigo, no te preocupes. En un ratito traerán tu comida.
— No tengo hambre... — Susurró agachando su mirada para no conectarla con los ojos de su Alfa y observó sus manos unidas, había extrañado tanto sentir ese roce, la mano de SeongHwa y la suya encajaban de manera perfecta como dos piezas de rompecabezas, una de ellas, era su Alfa.
La mano contraria de el moreno fue a la mejilla de su Omega, dando pequeñas y delicadas caricias mientras lo miraba. — Lo sé mi vida, pero debes comer para recuperar energías, ¿Si? — Murmuró con dulzura.
— E-está bien... — Balbuceó. — SeongHwa... — Llamó tímido en voz baja. — ¿Dónde está Hong? — Cuestionó con cierta preocupación.
— El está con MinGi, ambos fueron a tu departamento a dormir ayer, espero que no te moleste.
— Para nada Hyung... ¿Qué hora es?
— Las tres de la tarde, dormiste todo el día. — Sonrió levemente, sin dejar de acariciar y mimar las mejillas de su pequeño, sabía que merecía ser ignorado, lo asumiría y se ganaría la confianza de su novio de nuevo, ya no iba a cometer el mismo error de tratarlo mal una tercera vez.
— YeoSang, llegó tu comida. — Habló el beta de bata blanca, dejando ingresar a enfermeras con un carrito lleno de platos con la merienda, más que todo verduras, sopas, arroz y gelatinas, nada pesado para su estómago. — Cuando termines de comer vendremos a ponerte el nebulizador por unos minutos y también te visitará una psicóloga que te hará algunas preguntas para completar tu formulario, ¿Si? Te dejo en manos de tu Alfa. — Dijo antes de salir de aquel cuarto junto sus asistentes.
Una vez este se fue, YeoSang miró a su novio con temor y negó varias veces como un niño pequeño. — N-no quiero comer... Si lo hago voy a vomitar... — Susurró.
— Sanggie no digas eso, confía en ti, yo sé que puedes. — Lo animó, acercando uno de los platos con arroz, verduras y un poco de pollo hervido, nada de eso tenía condimentos ya que si no sería peligroso, el estómago del castaño estaba débil aún.
— No...
SeongHwa tomó el tenedor, pinchó un pedazo de zanahoria y pollo, para seguidamente acercarlo a la boquita de su novio. — Di "aaaa" — Sonrió con triunfo cuando vio que su pequeño abría sus labios, dejando ingresar el alimento. — Tan lindo...
— Está feo. — Balbuceó con un mohín al no sentir ni si quiera sabor en el pollo, masticó y tragó con pesadez.
— Lo sé, pero debes terminar todo corazón, quiero verte sano y fuerte, yo cuidaré de ti. — Al no escuchar respuesta, continuó dando de comer a su lindo novio, mismo que por dentro moría de nervios.
YeoSang haría todo lo posible para no cometer ningún error, quería portarse bien para que su Alfa no se alejara de nuevo, tenía ese fuerte miedo, aunque los dos estuvieran en silencio, el lo disfrutaba simplemente porque a su lado estaba el amor de su vida.
Cuando a fuerzas terminó toda la comida del carrito, llegaron unas enfermeras a ponerle el nebulizador por 15 minutos, eso hizo que se relajara y se sintiera más despierto, ya no tenía ganas de vomitar pero si sentía su estómago pesado, aún así estaba más tranquilo que antes.
— Quiero ver a Hong. — Murmuró cuando las enfermeras se retiraron y solo quedó el con SeongHwa.
— Le enviaré mensaje a MinGi para que lo traiga... — Suspiró suavemente, tomando su teléfono para mensajear a su mejor amigo, una de sus manos no soltaba la pequeña y delicada de su Omega, quería hacer saber de que estaba con el para apoyarlo y que no lo soltaría, ya se había alejado lo suficiente de su chico, era de hora de parar y arreglar las cosas. — ¿Cómo conociste a HongJoong? — Cuestionó guardando su móvil en el bolsillo del pantalón cuando el mensaje fue enviado, volviendo su vista a los ojos de su pequeño quien apenas lo notó desvío su mirada.
— Y-yo lo conocí cuando fui a pagar los recibos de casa... — Murmuró, por alguna razón sintió una presión en el pecho cuando por su cabeza pasó que SeongHwa quería lejos a su osito, se negaba rotundamente, por nada del mundo dejaría a su cachorro. — Si crees que abandonaré a Hong n-no lo haré jamás. — Sus ojitos se cristalizaron de a poco. — Y... Y... Y si eso significa terminar c-contigo lo haré. — Eso fue un golpe bajo para su Alfa, muy bajo.
— HongJoong es un buen niño, ayer lo conocí un poco, quería quedarse a dormir aquí pero tuve que mandarlo a dormir con MinGi para que no estuviera solo... No te estoy pidiendo que lo abandones, solo quería que me contaras. — Esbozó una sonrisa suave. — ¿Quieres... Hablar?
— ¿S-sobre qué? — Balbuceó nervioso, jugando con su mano libre en la manta que cubría su cuerpo.
— Sobre... — Escuchó la puerta abrirse de repente, ingresó una doctora con unos papeles en la mano y un lapicero, era la psicóloga.
— Lamento interrumpir, pero vengo para hacerle un examen psicológico a Kang YeoSang, porfavor retírese, solo serán unos minutos. — Esa psicóloga parecía ser alguien seria con su trabajo, no se veía mala persona pero tampoco sonreía.
SeongHwa se retiró de la habitación con un pequeño puchero, quería hablar con su novio y arreglar todo, pero no sería tan fácil, buscaría las palabras adecuadas para no dañarlo más y pedir una segunda oportunidad, estaba bastante preocupado por la salud de su Omega, ese tema tampoco lo dejó dormir en toda la noche, solo se la pasaba mirando en la oscura habitación la silueta de YeoSang durmiendo en la camilla, a la vez que escuchaba la lenta respiración de este.
Pasaron diez minutos, aún no salía la psicóloga, después veinte, treinta, hasta llegar a una hora, SeongHwa se levantó a punto de tocar la puerta, pero esta se abrió dejando ver a la mujer de bata blanca con una suave y triste sonrisa, cerró la puerta tras ella, llevando su vista al Alfa.
— ¿Cómo se encuentra el?
— Posiblemente YeoSang tenga distimia, es un tipo de depresión que se distingue por su cronicidad, la inestabilidad del humor, la fuerte ansiedad y la fluctuación del estado de ánimo, la baja autoestima y la desesperanza.
— Depresión...
— Cuando den de alta a YeoSang, tendrá que empezar una sesión que consta de dos veces a la semana por un mes en mi consultorio. — Murmuró. — Señor Park, su Omega está realmente mal... Porfavor, le pido como persona que colabore con el, trate con cariño y paciencia a su pareja.
— El hace poco me dijo que era estéril, yo no supe como reaccionar y actúe mal, daré todo de mi para que el se recupere pronto... — Suspiró.
— Converse con el sobre eso y traten de buscar una solución, déjele en claro que el no tiene la culpa de nada, será difícil al principio, pero verá que con apoyo YeoSang mejorará de su anemia y su depresión.
— Claro doctora. — Hizo una pequeña reverencia cuando ella se retiró, tomó una bocada de aire llevando su mano a la manija, girándola segundos después para ingresar de nuevo. — Sanggie, HongJoong viene en camino. — Sonrió con dulzura, acercándose a su menor.
— Y-ya quiero verlo... — Intentaba sentarse, pero por sus pocas fuerzas en los brazos no pudo, sin embargo unas manos en su cintura lo sujetaron evitando que su cuerpo caiga en la camilla.
— Si necesitas ayuda en algo pídemelo, yo estoy aquí para cuidar de ti. — SeongHwa ahora no quitaría los ojos de su pequeño, le daría mucho amor, ya no había razones para alejarse de el. Con sus manos en el torso del castaño, le ayudó a sentarse con cuidado para no lastimar su pequeño cuerpito.
— Gracias...
— Sanggie... Quería hablar contigo sobre lo que sucedió hace algunos días... — Su voz sonaba con temblores. — Yo...
— Estamos aqui~ — La puerta se abrió y una figura enana ingresó corriendo directo a la camilla donde estaba YeoSang.
— ¡Hong! Mi bebé... — Al castaño no le importó que su cuerpo estuviera adolorido en ese momento, el estrechó en sus brazos a su pequeño cachorro pelinegro que se acurrucó en el abrazo, frotando su cabecita contra el pecho contrario.
— Hyung ¿Como estás? ¿Ya no te duele la barriga? — Susurró el más pequeño con preocupación.
— Estoy bien corazón, ¿Y tú? ¿Te portaste bien con MinGi Hyung? — Murmuró, separándose un poco del abrazo para poder observar el rostro de su niño y empezar a dar caricias en las gorditas y suaves mejillas, recibiendo un asentimiento como respuesta.
Por otro lado, ambos Alfas observaban desde un costado el reencuentro más tierno que habían visto, incluso cualquier persona que observara la escena diría que esos dos Omegas eran hermanos o tenían lazos familiares.
SeongHwa deseaba hablar con su novio, pero tendría que buscar un momento adecuado, tal vez cuando lo den de alta y estén más tranquilos en casa, pero por ahora le dejaría descansar.
— S-seongHwa quiero ir al baño... — El Omega murmuró haciendo una pequeña mueca, necesitaba ayuda para poder movilizarse con el suero, comer todo el bufete del carrito hizo efecto y ahora necesitaba atender a su vejiga. El moreno rápidamente se acercó y ayudó al de tez pálida bajar de la camilla, sus manos sujetaban la cintura para que las piernas no flaquearan y se pueda sujetar bien, con su otra mano tomó el tubo del gotero.
Una vez estuvieron dentro del baño, SeongHwa se dió la vuelta para no incomodar al menor y dejarle hacer lo suyo, escuchó la bombilla del váter sonar indicando de que su pequeño ya había terminado, se dió la vuelta y miró por unos segundos el rostro contrario.
— Gracias... Volvamos a la habitación. — Susurró YeoSang desviando su mirada de inmediato para no conectarla con su novio.
— Sanggie... — SeongHwa se acercó de a poco al castaño, tomando el rostro entre sus manos para levantarlo y hacer que sus ojitos se conecten, esbozó una sonrisa. — Te extrañé mucho. — Posó sus belfos sobre la pequeña y fina nariz de su menor, acariciando con sus pulgares por pómulos suaves y rositas.
Los ojitos del Omega tenían una pequeña capa de lágrimas acumuladas, sentir el rostro, aliento y labios de su Alfa cerca de los suyos, tenerlo ahora más cerca le hacía sentir vivo, pero el miedo no se iba. — Y-yo te extrañé a ti... — Habló en un murmullo.
— Extrañé tu carita, tus ojitos, tus manitos, todo de ti me hizo tanta falta. — Sus labios viajaron de la nariz hasta la boca de YeoSang, empezando así una lenta y tranquila danza de labios, se disfrutaron una vez más, saborearon sus esencias y el intercambio de saliva en medio del beso, una mano de SeongHwa sujetaba con delicadeza la cintura y la otra el pómulo de su menor. Se separaron por unos segundos para pegar sus frentes para mantener la cercanía de ambos rostros, mezclando sus respiraciones cálidas y algo agitadas.
— P-perdóname por mentirte... — Murmuró el castaño empezando a soltar pequeñas lágrimas por lo triste que se sintió de la nada. — Fue mi culpa que ambos termináramos así...
— No, nada de esto fue tu culpa, fui yo el que lo ocasionó, no me mentiste, mh, jamás lo hiciste, tu siempre has dicho la verdad conmigo. — Con sus pulgares limpió las lágrimas que resbalaban desde el lagrimal hasta la comisura de los labios rositas. — Perdóname tu a mi, fui un mal novio, créeme que me ganaré tu confianza de nuevo y seremos una pareja feliz, no puedo vivir sin ti, te amo tanto...
— ¿M-me amas? — Balbuceó el pequeño sin poder creerlo, su corazón estaba cálido después de días que se sintieron años que estuvo distanciado de su novio. — ¿Aunque sea estéril?
— Te amo, te amo más que a nadie en estos momentos.
— Yo también te amo mucho Seonggie.
" Creí que teníamos el mismo gran sueño, pero ese sueño se convirtió en un simple, mi corazón se está desgarrando así que solo quemalo, así el dolor y los sentimientos no se quedarán por ningún lado. "
holii, espero les allá gustado el capítulo de hoy. ¡Nos vemos luego! <3
Sí hay algún error hagámenlo saber, porfavor y gracias por leer.
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