O20
" Tal vez los dos seamos un par de tontos, no lo sé.
Nos aferramos a una relación que ya terminó esperanzados en que habrá alguna oportunidad.
Lo sé, ya no me amas.
Mi amor por ti callaba. "
De la cajita de terciopelo sacó un brazalete de plata, que tenía grabado en su interior las iniciales de sus nombres en cursiva.
"S & Y"
— Yo se que no es la gran cosa y que nada podrá representar lo que siento por ti, pero quiero que guardes esto como un recuerdo del inicio de lo nuestro...
— A mi me encanta porque viene de ti, todo lo que sea de ti me gusta SeongHwa. — Murmuró con una sonrisa, viendo cómo ese lindo brazalete ahora rodeaba su muñeca, quedándole a la perfección.
— Gracias por aceptarme YeoSang.
— No agradezcas, si te acepté es porque me gustas mucho y me encantaría ser tú novio. Incluso en mi próxima vida, siempre te diría que si.
Al no escuchar respuesta alguna se imaginó lo peor, se sintió tonto, no sabía porque esas palabras habían salido de su boca en el momento más equivocado, quería pensar que fue por la presión que el mismo causó hacia su persona, pero aún así no dejaría de sentirse culpable.
Sus ojos cada vez picaban más, intentaba hablar y decir algo pero el nudo en su garganta estaba más tenso y duro con el pasar de los segundos, si formulaba alguna palabra su voz iba a quebrar y su rostro a deformar por el llanto acumulado que guardó por tanto tiempo.
— Prometo explicarte todo...
— Claro que me lo vas a explicar. — Soltó con frialdad, apretando sus puños con fuerza, esa noticia le había caído como un balde de agua fría que por desgracia no enfrió su cabeza como para poder pensar con claridad. — Pero no ahora, no quiero escucharte. — Se levantó.
— SeongHwa...
— No se que quiero pensar y escuchar de esto YeoSang, ¿Por qué lo escondiste? Incluso MinGi me advirtió... El... — Gruñó con suavidad cubriendo su rostro y lanzó su cabello hacia atrás, guiñando sus mechas en el proceso por los nervios y enojo que estaba sintiendo en el momento, incluso el no podía desifrar lo que estaba sintiendo. — No sé si lo nuestro vaya a funcionar por ahora. — Murmuró.
— ¿P-por qué? — Preguntó el castaño con cierta timidez, casi como un nene pequeño, sentía sus manitos sudar frío y temblar al mismo tiempo, no le gustaba esa sensación, lo asfixiaba.
— ¿Por qué? — Frunció el ceño. — Joder, ¿Aún así lo preguntas?
La mirada de YeoSang se agachó y casi al instante se nubló por las lágrimas acumuladas, su respiración se volvió más pesada al punto de que se empezó a escuchar en la habitación. — L-lo siento SeongHwa... En verdad lo siento. — Murmuró llevando su manito a su pecho, presionando esa zona con sus pocas y débiles fuerzas.
— Eso no resuelve nada. — Murmuró entre dientes, negando varias veces, al ver como SeongHwa respiraba de esa manera tan forzosa se preocupó, una parte de el le decía que se quedara para consolar y mimar a su chico, pero la otra solo gruñía y pensaba cosas sin sentido alguno, no sabía cómo actuar ni como tratarlo, era extraño. — Me voy.
— S-SeongHwa no puedo... — YeoSang vio el cuerpo de su Alfa dirigirse a la salida de su casa, segundos después la puerta sonó de manera estruendosa y tosca para sus oídos, haciéndolo temblar y que las punzadas en su pecho fueran más dolorosas. — No puedo respirar... — Murmuró sabiendo que no sería escuchado, sintiendo sus mejillas cada vez más húmedas por las lágrimas que no dejaban de salir, se sentía la peor persona del mundo.
Su corazón estaba adolorido, junto a él su lobo lloraba desconsolado al sentir el amor alejarse y lo trágico llegar, las escenas de hace unos meses se estaban repitiendo, lo habían rechazado una vez más y esta vez por la persona la cual le prometió jamás alejarse. Su vida era tan parecida a una pieza de rompecabezas que no encajaba con ninguna otra, tal vez esa otra pieza era SeongHwa.
Ahora no simplemente era la dificultad de respirar, ahora sentía su rostro temblar y la sensación de ahogo, se estaba desesperando por no saber que hacer, hace mucho tiempo de que no tenía un ataque de ansiedad tan fuerte como estaba siendo este, intentaba calmarse respirando lento, pero eso solo empeoraba la situación, sentía que moriría.
— Duele...
Pero le dolía más el alma, sus emociones se deterioraron cada vez más, si antes odiaba su cuerpo y su ser, ahora le causaba ira, se sentía asqueado con su existencia, necesitaba esconderse, no quería enfrentar al mundo ni a nadie, sentía que ahora todo había perdido su significado, ahora el también perdió su significado.
No supo en que momento logró calmarse, sus ojos seguían llorando pero su respiración se calmó con el pasar de los minutos, que fueron eternos para el pero lo importante era de que estaba mejor, observó por unos segundos su vacía sala y el llanto volvió a escucharse, empezó a gritar y quejarse por el dolor en su corazón, jamás se había sentido tan desgraciado, ni si quiera cuando sus padres lo echaron de casa y apenas pudo sobrevivir los primeros días en la capital con sus ahorros.
Había perdido al hombre del que se enamoró en todos los sentidos, lo había perdido todo, SeongHwa era el único café para sus días fríos, era el único motivo por el cual el se esforzaba más y más en su trabajo, el único motivo para despertar y sonreírle a las mañanas.
¿Que haría ahora? Se había quedado completamente solo, tenía miedo de cruzar esa puerta y ser rechazado de nuevo, necesitaba encerrarse en su habitación para no volver a salir de ahí, si, era un cobarde, un cobarde que no sabría cómo enfrentar una ruptura.
— No debes sentir miedo conmigo, yo no me alejaré de ti, te aceptaré con todo y te querré de la misma manera, te lo prometo.
— ¿L-lo prometes? — Levantó su mirada, sus ojitos estaba hinchaditos, podía transmitir la tristeza a través de su mirada.
— Te lo prometo.
¿Era muy difícil cumplir esa promesa?
Pasaron dos días, en el transcurso de estos las horas se volvieron más largas y pesadas, el Omega se encontraba agonizando en su cama junto su aroma a tristeza, no había salido de ahí a menos que sea para ir al baño, pero de todos modos no iba mucho, no tenía nada en su estómago para expulsar, no comía, y si lo hacía apenas terminaba el vaso de leche ya que segundos después su estómago se revolvería y las ganas de vomitar se harían presentes.
Cada mañana al abrir los ojos tomaba su teléfono para llamar al único contacto destacado en su agenda, y a pesar de que la línea lo mandara al buzón o que su voz se escuchara muerta, le deseaba un lindo día a SeongHwa, para después hundirse en sus sábanas y romper en llanto de nuevo, incluso ya no sentía su lobo.
— Hola Seonggie... Espero y tu día sea maravilloso, te quiero mucho, come, no te hace bien saltarte las comidas, llama cuando puedas.
Sanggie 💖 07:10 am.
Recordó su mensaje de la mañana y se sintió tan patético, con justa razón no le había respondido, pensó el lindo castañito con lágrimas brotando de sus ojos.
SeongHwa estaba molesto, molesto con todos, molesto con el mismo, con su amigo, con su trabajo y con su novio. Al mismo tiempo decepcionado, aún no podía asimilar el hecho de que todo este tiempo haya estado saliendo con un beta embustero.
Su orgullo estaba herido, a la vez estaba triste, a pesar de todo no podía dejar de pensar en YeoSang; su Omega con manos de ángel que tanto lo había enamorado.
A cada minuto se preguntaba cómo estaba, si había comido o no, o si le había ido bien en la cafetería, pero no podía hacer ni si quiera lo último, YeoSang había dejado de asistir esos dos días a la cafetería y el lo sabía porque recibía el reporte de los trabajadores, no estaba la asistencia de el castaño por ningún lado, eso era jodidamente preocupante.
No le había contado nada aún a MinGi, tal vez por vergüenza a que alguien supiera que está en una relación con una persona estéril. Había estado recibiendo llamadas de YeoSang, pero a pesar de que colgaba todas y lo mandaba al buzón, a media noche se ponía a escuchar los buzones de voz que dejaba el pequeño, su voz se escuchaba quebrada y apagada, no era el mismo y podía sentirlo a lo lejos, SeongHwa se preguntaba cual de los dos estaba sufriendo más.
Guardó sus cosas en su maletín de trabajo y sin si quiera despedirse de su mejor amigo salió de la oficina con el ceño suavemente fruncido, bajó por el ascensor y empezó a caminar a la salida, ese día no había llevado su auto, quería caminar un poco para poder pensar en la situación y como actuaría, al fin y al cabo el castaño seguía siendo su novio y no podía simplemente irse.
Caminó por las calles, pasando por algunos restoranes de ahí, sintiendo el olor de comida ingresar por sus fosas nasales y le dió hambre, sin poder evitarlo se adentró a un restorán cualquiera, pero de inmediato también sintió el olor a trago y alcohol, suspiró pesado, se había tentado, sabía que si bebía de más no sé controlaría y haría alguna tontería, eso era lo que menos quería. Mientras más caminaba a los interiores y se acercaba a la barra, se sentía más necesitado de beber, aunque al mismo tiempo quería salir de ahí y controlarse.
Pero vamos, unas copas para ahogar las penas no estaba nada mal.
Ese día, llegó a la casa de su mejor amigo en un terrible estado, esta vez ya no sonreía, no quería abrazar de nuevo a Song, esta vez solo podía pronunciar el nombre de su Omega y soltar lágrimas amargas, repitiendo una y otra vez "El me mintió".
MinGi lo acostó en la cama de la habitación de invitados, sacó sus zapatos y también lo arropó, para después suspirar de coraje, desde el principio el había tenido sospechas de YeoSang, la primera impresión fue extraña, jamás había sentido un aroma tan neutro y apagado como el del castaño, sabía que ocultaba algo y ahora lo podía confirmar, se lo había advertido, si llegaba a lastimar a SeongHwa el mismo se encargaría de alejarlos, pero primero necesitaba argumentos, los exigiría.
Estacionó su auto y desde este analizó la casa de YeoSang, dió una última calada a su cigarrillo y bajó, dejando caer el tubo al piso para así apagarlo con su zapato el cual lo aplastó, caminó tranquilo hasta la puerta de madera, sintiendo una leve presión en su pecho, cualquiera que pasara por esa casa correría lejos de ella, ya que incluso hasta en la calle podía sentirse el aroma de tristeza y depresión, pero no se apiadó, sería frío y serio a la hora de pedir explicaciones, esta vez no sonreía.
Tocó el timbre, después una vez más, y así hasta llegar a tres veces, nadie le abrió, al principio creyó que se había equivocado de lugar, pero justo cuando iba a dar media vuelta para marcharse, la cerradura de la puerta sonó, indicando de que esta sería abierta así que no se movió de ahí, vio como una cabecita se asomaba y en ese momento sintió pena al ver las facciones tristes de YeoSang, debajo de sus ojos habían ojeras levemente moradas, su naricita estaba roja y sus labios partidos como consecuencia de tanto morderlos por los nervios y la ansiedad.
— MinKy Hyung... — Murmuró esbozando una sonrisa débil, en seguida abrió la puerta por completo para dejar pasar al Alfa. — Puedo suponer porque vienes... — Susurró cerrando la pesada puerta detrás de él.
— Ayer SeongHwa llegó borracho a mi casa, estaba llorando y también enojado, mira, seré directo contigo, te dije que puedo ser muy bueno pero cuando se trata de alguien que quiero haría todo, YeoSang, quiero explicaciones y que me des razones suficientes para no alejar a mi amigo de ti.
Sonrió suavemente con tristeza, ya no le importaba quién más sabía sobre su condición, ya había perdido al amor de su vida, una persona más o una persona menos ahora le daba igual. — Te lo explicaré todo Hyung. — Murmuró sintiendo sus ojos picar.
Pasaron al sillón, YeoSang preparó una taza de té tibio para su invitado y se sentó en el sillón de al frente, jugando con sus dedos, no quería darle pena a nadie, pero sabía que su aspecto físico era terrible y que apestaba a depresión junto a muchos tipos de sentimientos negativos, sin embargo, aún así haría como si estuviera bien.
— Puedes empezar.
Tomó un profundo respiro con sus pocas fuerzas, para después empezar a hablar; — Me presenté a los 15 años como un Omega, toda mi familia estaba feliz, ese día me mimaron mucho y me compraron cosas para el primer celo, también festejaron mi presentación, mi hermano me compró pastel. — Sonrió con nostalgia al sentir esos recuerdos revivir en su mente. — El celo no llegó nunca. — Murmuró. — Hace unos meses fui al doctor con mamá, yo tenía miedo porque creía que tenía alguna enfermedad terminal o algo parecido, pero no, fue mucho peor. El doctor dijo que era estéril, en el momento mi madre se molestó porque creyó que era un error de exámenes, pero después se molestó conmigo por haber salido defectuoso.
MinGi, por alguna razón sintió un escalofrío en su cuerpo, no supo como reaccionar ante eso, quería darle algunas palabras de apoyo al castaño, pero no estaba seguro del todo. — YeoSang yo...
— No es necesario que me diga cosas lindas por pena Hyung. — Sus ojos se cristalizaron y sus palmas se apretaron con pocas fuerzas, decidió seguir. — Mi madre compezó a golpearme cuando volvía del instituto, cada vez que me cruzaba con mi padre en casa me repetía que gastar un plato de comida en mi era un total desperdicio y más tarde no me dejaba comer, no podía estar en las reuniones familiares porque si no mis primos y tíos podían enterarse de mi defecto, así que tenía que permanecer en mi habitación todo el día, mis errores eran los que más resaltaban cuando hacía algo, mi madre me comparaba y a veces me hacía rasguños en los brazos por no haber sido un Omega normal, un compañero mío del instituto llegó a verlos, así que mi papá decidió encerrarme en casa para que no pudiera salir, ellos me encerraron por dos semanas.
— Son unos malditos. — Murmuró el Alfa apretando sus puños con rabia al imaginarse todo lo que había pasado el pequeño.
— Logré escapar con algunos ahorros y llegué a Seul, mendigué por algunos días hasta que una anciana me alquiló esta casa hasta que pudiera encontrar trabajo, yo solo sabía cocinar y preparar recetas dulces que me enseñó mi madre cuando era pequeño, nadie me contrató, solo... SeongHwa... — Cuando pronunció ese nombre su voz se quebró y gruesas lágrimas empezaron a mojar sus mejillas. — Traté de alejarlo y de no enamorarme de el, de verdad lo intenté, desde el primer momento fui consciente de que el merecía algo mejor que yo, pero no pude decirle mi incapacidad porque... Me sentí amado después de tanto tiempo.
— YeoSang...
— Se que fue muy egoísta de mi parte, merezco todo lo que estoy pasando ahora, pero estoy cansado emocional y físicamente, si puedes aleja a SeongHwa de mi, hazlo Hyung, no quiero causarle molestias a nadie más ni arruinar su futuro, el puede conseguir a un Omega que sea útil para su vida...
— Escúchame. — Se levantó y sacó un pañuelo de su bolsillo acercándose de inmediato al más pequeño, suspiró. — Tu nariz está sangrando. — Murmuró con temor.
YeoSang sintió sus muslos mojados y al mirar hacia abajo vio el pantalón de su pijama mojado con sangre que no dejaba de gotear de su nariz, parecía caño, recibió el pañuelo para con este intentar cubrir sus fosas nasales y así evitar que la sangre continuara saliendo, mordió su labio inferior con fuerza, lastimando más su boca de lo que ya estaba.
— ¿Estás comiendo bien?
— Hyung eso no importa. — Murmuró tímido, viendo cómo su mano tenía algunas gotas de sangre también.
— No alejaré a SeongHwa de ti, y no pienses que es por pena, se que tú lo necesitas tanto como el a ti, el está enojado porque cree que le mentiste a propósito, pero lo conozco y en unos días va a recapacitar.
— No Hyung, tu debes alejarlo de mi, y-yo soy una mala persona. — Sollozó.
— No lo eres, solo no te supieron querer, YeoSang, hace unos días le comenté de esto a SeongHwa porque comencé a sospechar, ¿Quieres saber que me dijo? — Recibió un asentimiento como respuesta. — Me dijo que ningún Omega es defectuoso, que los Omegas no vienen a este mundo solo para parir.
Los ojitos del castaño brillaron con ilusión, su corazón latió con fuerza y tuvo miedo de ilusionarse de nuevo, MinGi podía decir eso, pero muy diferente era lo que haría SeongHwa, eso le asustaba.
— Eres muy valiente Sanggie.
" En ocasiones me siento como si estuviera ebrio, como si mis entrañas fueran a estallar, el llanto llega hacia mi garganta y me hace querer vomitar.
Pero soñé que peleamos y que nos arreglamos, tus gestos, tú mirada, se han difuminado.
¿Por qué aún no desapareces? "
Actualización porque se les quiere y ateez es arte. 💕😭
Pregunta seria, ¿quieren Yungi o Minjoong? (si responden les actualizo en un rato o mañana temprano).
Si hay algún error hagámenlo saber, porfavor.
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