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ATENCIÓN: USO DE LENGUAJE SOEZ (VULGAR) NO LEER SI NO ES DE TU AGRADO. CONTENIDO SUMAMENTE EXPLÍCITO... GRACIAS
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La intensa quemazón que atañe a mi sistema no me deja resquicios de usar mi razonamiento con el mínimo de cordura que pudiera tener en tomar los recaudos necesarios antes de desnudarme y agónico exigir, que me marque con la estampa de su toque por completo.

Lo necesito...

Me urge de la manera en que se precisa el aire para poder respirar y contar con viveza...

Tan dependiente como se podría ser si uno fuera el agua necesaria para regar una abundante cosecha o apagar las inclemencias de un devastador fuego que arrasa con todo a su paso.

Tan adicto a la forma en que nuestros cuerpos funcionan cuando me someto consciente a su imperante dominación, logrando despertar el deseo abismal de dejarme marcar provocando la genuina tiranía de su tacto.

"Hazme suplicar por tu polla..."

Salió sin dudarlo desde mis ansiosos labios que pican por devorarlo a lo animal en plena etapa de celo y sin miedo alguno a salir dañado.

Atrevido y arrogante me demuestro ante su porte. Ofreciéndome cuál molde disparador de emociones y con casi nada de prendas que estorben para  la siguiente erótica redada.

Absorbiendo con cada movimiento de mi pecho, los improperios y jadeos que desde su envenenada boca me condenan.

Rogando porque me toque y a la vez se aleje borde mientras queman mis entrañas ante la sublima fuerza de su roce, dejándome ser ante el reclamo de la intensidad de su renegrida mirada.

Intensidad que se percibe eminente, en el porte del cual la difiere.

Tan correcto y a la vez tan incorrecto...

La perfecta fusión de todo lo que está bien en este preciso momento...

—¡Maldito seas bonito! Me tienes las bolas duras de verte tan ofrecido... ¡Mírate! Te mueves como rogándome que te marque en cada zona expuesta de tu dermis —anuncia mi sexi morocho.

Y agradezco al bendito dúo que de seguro fue el aliciente promotor de este suceso. Porque, aunque ame a nuestro retoño con cada célula de mi cuerpo, en este preciso momento, solo quiero dejarme llevar por nuestro alocado juego.

—Mucho ruido y pocas nueces, pendejo —anuncio provocando al gestor de mi codicia.

Y de inmediato un fuerte manotazo hacia mi pelvis, seguido de una sentida caricia, me estremece de pies a cabeza.

—Cuida esa maldita boca, o me veré en la necesidad de mantenerla ocupada para que no emita palabras —susurra algo risueño aunque duro y profundo en el timbre de la voz de mi deseo.

—¿O qué? —retruco mirándolo directo a las ojos mientras percibo como chorrea mi falo descontrolado ante su intenso toque.

Una firme nalgada elevando mi cadera, resuena sobre mi nalga izquierda. Y jadeo entrecortado cuando me lame con presteza para luego morder cada tanto, dejando manchas rosadas que se tornan más oscuras a medida que me chupa como si succionara cada hilo de mi vida con su boca.

Y grito ante la intensidad de su roce...

Quemazón que arde y se transforma, de inmediato, en un infinito goce. En donde me preparo mentalmente para recibir de su azote tanto físico como mentalmente.

Adoración del poder entregarme y recibimiento de su goce...

Enmarque de un fuego que se apagará a base de firmes mamadas y una intensa follada donde compartiremos más que simples emociones.

—Eres la puta gloria rubio hermoso... Eres como una botella de vino fino, cuanto más añejo más sabroso —dice a milímetros de mi rostro sin dejarme tiempo a nada más que recibir gustoso de su lengua que barre como si descubriera nuevas tierras en cada recoveco de mi boca.

Su mano... Su mano que recorre con suma ligereza cada ondulación de mi estremecido soma, se prepara para hacerme desfallecer cuando la siento meterse de imprevisto entre medio de nuestras ansiosas bocas.

—Chupa, chupa como si fuera mi verga —anuncia ronco, introduciendo dos dedos a los cuáles me dedico a adorarlos con mi boca.

Rodeo sin vergüenza sus dedos, utilizando mi lengua como catapulta de su loca cabeza. Y cuando lamo de costado sin perder la dirección de mis orbes hacia el mirar de su agitado mar, los introduzco en lo profundo de mi garganta forzando al atore para que me lloren los ojos.

—¡Maldición! Eres una puta hambrienta por mi polla y eso, me calienta a sobremanera... No hay un solo día que no quiera follarte duro hasta que te deshagas en gemidos alrededor de mi venosa verga.

Sus obscenas palabras no hacen otra cosa más que encender el fuego que abrasa cada centímetro de mi cuerpo. Y me siento la más puta en este tortuoso juego...

—Chupa... Abre bien esa boquita para tragarte más dedos —anuncia introduciendo un tercero que me encargo de que quede bien ensalivado, bajo la atenta mirada de sus ojos.

Su otra mano, me aprisiona la cadera provocando una cadencia de la punción de mis bolas a medida que se acerca provocativo para luego dejarme abandonado cuando siento que por fin me masturbará rudo. 

—Pequeña mierda codiciosa... dijiste que ibas a rogar por mi polla. Y me encargaré de recordarte detalle por detalle —dice mi morocho follando mi boca hasta el punto en que se me nublen los ojos.

Lo siguiente que sucede es el abandono de mis labios que, de inmediato, es reemplazado por su ávida lengua profanadora de planetas. Lengua que dictamina que ahora es el momento justo de amarnos como nos gusta.

Un juego rudo y placentero donde me someto para que mi amo haga lo que quiera de mi cuerpo, siendo el mayor incentivo para mi propio alborozo.

Los minutos queman en un reloj pausado de gozo, donde sus manos arremeten sin miedo al reclamo contra mi sensible agujero, de dos largos y gloriosos dedos que se abren en forma de excitantes tijeras.

Donde no queda más que gemir siendo tragado por su boca...

Lo siguiente que sucede, luego del intenso bombeo a mi próstata, es la elevación de sus dedos que chupo cual paleta de gloria. Mientras de un solo empujón traspasa la primer anilla floja de músculos que se adosa a la forma de su caliente cabeza como babosa a la baldosa.

¡Y maldita puta vida! Que quiero que se hunda hasta las bolas, haciéndome gritar de dolor que se transforma en placentera adicción al sentir que todo me toca.

Él, se encarga de hacerme jugar a desear la venosa longitud de su polla que palpita como válvula cardíaca contra la zona más sensible de mi culo.  Haciendo ligeros movimientos que para nada quieren terminar con su vara bien adentro.

Así que agarrando con firmeza sus negros cabellos le suelto —¡Folla de una puta vez mi maldito agujero, Pendejo!

Y lo siguiente que percibo es su exquisita y dolorosa arremetida hasta el fondo, aprisionando mi garganta en el proceso de mantenerme más quieto. Pero luego, me abandona elevando mi cuerpo como costal de papas por el cielo y aterrizando certero sobre sus firmes muslos.

—Esto, es por atrevido vinito añejo — una sonora cachetada me provoca un sentido temblor que se dirige directamente hacia mi llorosa polla, seguida de una caricia que delimita que todo esto es tan mío como suyo.

—Esto, es porque te encanta provocarme putita de polla —anuncia aterrizando -nuevamente- su mano en un golpe aún más firme y certero que hace que mi mente de mil vueltas y me restriegue sobre sus piernas buscando sentir una liberación absoluta.

Lo siguiente que noto son sus labios y dientes sobre la estremecida piel de mis espalda. Y ahogo un grito cuando me sostiene desde uno de mis hombros, follándome duro con tres dedos que se encargan de asiduo marcar el territorio de batalla.

¡Y maldita sea!

Que el estremecimiento de sentirme entregado a que me use como quiera me supera... Dejándome en el limbo de saberme conocedor de planetas bajo la impronta de la codicia de sus tres largos dedos.

—Eso es... Grita más fuerte —susurra mi hermoso morocho lamiendo luego el lóbulo de mi sensible oreja.

Y lo siguiente que noto es como mi pecho se arrastra hacia el suelo, a modo de dejarme completamente abierto para su codiciosa boca.

👀Yo advertí, un delicioso bien poético y pornoso. 😏

Nos vemos en el último extra de JK.😋

Gracias por leer, comentar y votar 🥰

Los amito mucho♥️