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<Recuerda lo que te dije> tecleo el último mensaje a Tae mientras observo a mi alrededor buscando que no se me haya escapado detalle alguna para la erótica contienda.
Momento anhelado que vengo deseando desde hace un largo tiempo...
Y no es que reniegue de tener todos los días una extensión del amor entre nosotros. Pasa que cada mínimo encuentro, es un momento robado.
Efímeros besos compartidos que cuando se elevan de tono, llora el enano. O como cuando, en cucharita y entre dormido, mi rubio amado me restriega la bendita sombra que pecaminoso une sus nalgas y justo toca hora de la mema o cambio de pañal con caca.
¡Es que pareciera que nos tiene fichados! Momento que encontramos para meternos mano, llora o defeca... ¡Y pobre de uno que no se digne a levantarse y hacerle monadas!
Así que, a escondidas de mi rubia belleza, he complotado "con el idiota súper enamorado de mi amigo" y con mi hermano del alma, mi querido Tae, que esta noche se ocuparían de su risueño sobrino. ¡Es que deberían de verlo! ¡Parece que tiene monitos en la cara! Y encima, te hace unos ojitos de gatito abandonado que te dan ganas de apretujar cada uno de sus gordos cachetitos... Nuestro bebé está en el top uno de lo más bello que hemos visto en el condenado universo... Pero, por supuesto, que ocupa el puesto uno compartiendo el trono con su hermoso y blondo padre.
Al revisar -nuevamente- mi celular y no obtener respuesta alguna de aquel par, decido dar comienzo a una video llamada para ver por última vez los rechonchos y hermosos cachetitos de mi hijo.
Un par de tonos retumban hasta que se dignan a tomar mi llamada. <¿Se puede saber qué mierda quieres Kookito? ¿No deberías estar metiéndote mano para esperar a tu amorcito a lo sable parado?>
Y por supuesto, que dice todo esto delante del enano que le pasa las manos repletas de baba con migajas por toda su cara...
<Podrías cuidar tu vocabulario Tae, que si nos escucha "tú ya sabes" se me pincha la piñata... ¿Se puede saber que le has dado de comer a mi hijo?> Cuestiono al verlo al enano de más entusiasmado con alguna especie de blanda galleta que se disuelve rápido entre sus pequeños labios.
<A lo piñata reventada le va a quedar su an...>
<¡Taeeee!> lo corto viendo como mi hermoso bebito balbucea mirando directo a la cámara y regalándome la dulce melodía de sus continúas sonrisas. <¡Hola cosita hermosa de papi! ¿Sabes qué te amo con mi vida? Pórtate bien con los tíos ¿Quieres? Aunque también podrías llorar un poquito ¿Sabes?>
Le hablo en alguna especie de dialecto extraño y gesticulando continuamente con mis manos. Y no puedo evitar que me invada una punzada de culpa al dejarlo con sus tíos siendo él tan pequeñito.
<¿Puedes cambiar la cara de borrego degollado hermano? Que mi sobrino está en buenas manos ¿O a poco no nos tienes confianza?> Cuestiona mi hermano asomando su rostro sobre la pequeña pantalla.
<¡Más vale que les tengo confianza! ¡Qué dices! Pero no puedo evitar sentirme un mal padre al dejarlo tirado para...> Anuncio bajando mi labia.
<Primero: no está tirado, está con sus tíos. Y segundo y más importante: es por una buena causa, se te estaba achicando el pit...>
<¡Tae!> Gritamos al unísono con mi hermano y terminamos todos en sonoras risotadas, cuando mi mejor amigo mete bocado diciendo que no puede creer que -por fin- voy a remojar la chaucha.
En eso, escucho el clásico tintineo de las llaves de la entrada y saludando rápido a mi mejor amigo y mandando un sonoro beso a la cámara para mi precioso hijo, finalizo la llamada para rápido apagar las luces de la sala.
Quedando sumido todo en un oscuro escenario donde la luz de la luna que ingresa por la ventana, apenas ilumina la sala.
Entonces, observo directo a la puerta, escondido en el reparo del mueble al lado del ingreso a la sala en donde un mullido sofá nos espera para dedicarnos roces de labios sin prisa y con calma.
—¿Amor? —cuestiona mi amado hombre al ingresar a nuestro hogar y darse cuenta de lo silencioso del ambiente. Es que lo normal en casa, últimamente, es tener ruido 24/7 del televisor encendido con caricaturas animadas.
Lo dejo que avance un par de metros hacia adentro mientras desprende su entallado saco y afloja su delicada corbata. Hoy tenía una cena con unos posibles clientes, a lo cual tuve que insistir en que no suspendiera porque el aguafiestas quería quedarse en casa.
—¿Jungkook? —cuestiona dudando de seguir avanzando y entonces, me acerco despacio y lo abrazo suavemente por la espalda.
—Hola precioso —anuncio rodeándolo con mis fuertes brazos e inhalando profundo de su natural aroma mientras él, emite un pequeño grito del susto.
—¿¡Pero qué demonios Jung..!? —no dejo que continúe ni un minuto más con su querella, en cuanto le pego la vuelta y ataco con vehemencia sus abultados labios.
Dulce droga afrodisíaca dónde quiero morir succionando de por vida...
Y a pasos ciegos lo llevo -algo apurado- hacia el destino final, sin perder contacto de mis finos labios amando cada rincón de su eximia boca. Y cuando -por fin- tropezamos con el mullido sofá de la sala, lo dejo caer de espaldas mientras me deshago una a una de cada prenda que quema como si fuera lava.
Necesito con urgencia, sentir el calor de su desnuda piel junto a la trémula mía...
Adosar mi necesitada tez a su sublime odre como si fuéramos un ente simbiótico para conseguir la perpetuidad de la especie.
Dos amantes que se encuentran, una y otra vez, a través de las diferentes líneas del tiempo, siendo cada vez más insuficiente los pequeños momentos...
¡Dios mío! Su boca... El sublime sabor de sus labios me trasporta en una ardorosa ola de pasión descomunal, cuando me quiero enterrar en él sin medir las malditas consecuencias de no prepararlo correcto.
Y cuando sus manos arrancan desesperados los retazos de las telas desgarradas en el afán de desnudarnos presto, lo escucho: —Hazme suplicar por tu polla...
🥴Quiero ser sofá lpm😏🤣
Ahora sí, prepárense para arder en las entrañas del mismísimo infierno en el próximo extra😈
Gracias por leer, comentar y votar😍
Los amito mucho♥️
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