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ATENCIÓN: USO DE LENGUAJE SOEZ (VULGAR) NO LEER SI NO ES DE TU AGRADO. GRACIAS.
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Entre montañas de deseo y preso del instinto innato de marcarlo tanto por fuera como por dentro, me encuentro acariciando cada expuesta nalga de su eximio cuerpo al alcance de mis labios.

Poseído en el momento de adorarlo como una deidad del pecado reencarnado ante mis ojos, no puedo besar y embeber de su nívea dermis como quisiera ya que debo observar cómo reacciona cada terminación nervioso ante mi suave y a la vez endurecido tacto.

Sintiendo como se eleva en quejidos que se vuelven sonoros gemidos cada que mi mano lo roza, arrimando la lubricación de mi propia saliva hacia el ocaso de sus mesetas obtusas.

Dos o tres caricias profundas, dejando marcado el agarre de mis dedos en su redondo trasero y lo abro hacia mi gloria... Rosado resquicio donde resguardar el calor de mi boca, usando mi diligente lengua como medio de transporte al paraíso que me trastoca.

Oscuro deseo de volverme un adicto entre los confines de su cuerpo a medida que arremeto con mi lengua, labios, y dientes. Sosteniendo su cadera con la fuerza de mis brazos y exigiendo que se agarre con firmeza de mis piernas.

Sus gemidos, sus eróticos gemidos son el dulce elixir para mis receptivos oídos. Y quiero, en lo posible, que nunca deje de emitirlos para luego verlo finalizar llorando de placer ante mi firme tacto.

—Eso es... mueve tu culo alrededor de mi lengua, bonito —emito ronco y profundo sobre que balancea su cadera con la clara intención de dejar de sentirse vacío cada vez que me retiro de la unión de sus nalgas.

Y la vista que me regala una vez que me alejo del todo, es sinónimo de codicia para mi duro y enrojecido miembro que desespera por enterrarse en las profundidades de ese húmedo y exquisito agujero.

—En cuatro sobre el sillón...

Anuncio bajando su cuerpo de mis piernas para poder pararme luego y enfrentar mi húmedo falo a la tibia cavidad de sus labios.

De inmediato y completamente sonrojado, en posición se coloca. Y tomando su rostro entre mis manos, me aboco a besarlo profundo y pausado.

Transmitiendo en el íntimo acto, el intenso deseo y el inconmensurable amor que le tengo. Dejando todo en el intento de que se perciba el centro de mi condenado universo y el hacedor de cada uno de mis mayores anhelos.

El húmedo roce -de inmediato- se transforma en todo apuro, dientes y lengua. Mientras el excitante chapoteo de la fusión de nuestras bocas, nos transporta hacia otras líneas del tiempo.

Entonces, aprovecho su elevado pecho pellizcando con fuerza sus efectos pezones a medida que sus uñas recorren intensamente la piel de mi receptivo soma. Extrayendo en el trayecto, continuos jadeos que mueren cada que su boca me toca.

En un momento, del húmedo beso, una de sus manos aprieta con fuerza mis bolas. Llevando la otra, al camino más allá de lo correcto.

—¿Qué diablos? —suelto entre quejidos a medida que su mano errante se abre camino.

—Tranquilo, mi señor, solo deje que me ocupe de su placer que también es mi placer —replica entre eróticos susurros a la vez que desciende sus labios por mi estremecida pelvis, delimitando con su lengua un camino de saliva que pone mi mundo totalmente de cabeza.

Entonces, apoyo la terminación de mis extremidades sobre su rubia y desordenada cabellera, mirando como rodea mi falo con la destreza de su majestuosa lengua.

Y sin perderme detalle de sus pardos iris clavados en los renegridos míos, me dedico a deleitarme con la profunda intromisión de mi polla en los confines de su boca, a medida que mi inquieta cadera colabora con la alocada arremetida.

—!Oh! —expreso ahogando un gemido sobre que mi consistente vena toca el fondo de su caliente garganta y un dedo juguetón traspasa mis pseudo barreras hasta hacer mella (incómodo) en mi recto.

—¡Maldición! ¡Saca el put..! —no termino mi diatriba ya que él arremete profundo con su pecaminosa garganta doblando el "extraño" hacia la definición de todo lo que está mal y bien en este maldito mundo.

Y no puedo más que jadear como un demente, tratando de abrir mi boca para no morir por la asfixia que su maldita mamada me provoca.

Maldito dedo del infierno que me hace ver las estrellas de todo el condenado firmamento...

¡Y mierda! Que se siente como la puta gloria cuando le lleno la garganta con mi espeso y caliente esperma mientras me folla con dos, no uno, dos malditos dedos sin un ápice de duda.

Luego, jadeando como toro de rodeo, lo elevo desde su cuello para probar de mi propio sabor desde su indecente boca. Magnífico hervidero de bacterias que asemejan al condenado diablo en persona.

Y me embebo...

Me dedico a saborear cada uno de sus jadeos, sobre que una de mis manos ahueca sus bolas y la otra provoca, mediante el tacto, su descontrolado jaleo.

Mano áspera que recorre cada porción del mapa de su soma hasta envolver ingrata su preciosa garganta.

—Esto que has hecho, me lo cobraré en algún maldito momento —suelto chupando cada fracción de su agraciado rostro.

Recibiendo como contestación inmediata y entre burlonas sonrisas: —Estás perdiendo el toque, aguerrido guerrero.

—¡Cálla cariño! Y deja que me coma uno a uno tus gemidos —anuncio lamiendo el lóbulo de su oreja para luego repartir chupones y sonoros besos por su cuello... Hermoso carmín que aparece cuando mis dientes se apoyan concretos sobre la nívea piel de su delicada garganta.

Y me dedico a masturbarlo como si mi vida dependiera de ello, humedeciendo con mis propios fluidos para realizar la exquisita fricción de su falo, mientras mi boca se aboca a marcar con notorios chupones cada recoveco de su cuerpo.

Poco a poco, lo recuesto de espaldas para terminar comiendo incesante de su gloriosa verga que palpita desesperada en mi boca.

Y mientras mis manos se dedican a pellizcar y sobar todo a su paso, dejando un hermoso carmín asomando, mi hombría se endurece nuevamente preparando su valiente corcel para la siguiente batalla.

—Me parece que alguien está de más entusiasmado... —suelta malintencionado mi rubia belleza.

Y regalándole una torcida sonrisa, dejo caer bastante saliva sobre la unión de sus nalgas para luego incorporarme y meter mi dura verga hasta el fondo, mientras lo beso áspero, sucio y profundo.

Tragando uno a uno sus continuos jadeos y gemidos, mientras le susurro al oído: —Te amo en cuerpo y alma cariño...

Ahora sí, ya cerramos con extras y todo😔😭

Infinitas gracias a cada uno de ustedes, que lee y vive capítulo a capítulo.💕

Son un gran apoyo en mis peores momentos, con palabras bonitas y repletas de cariño. 🥺😍

Muchas gracias por leer, comentar bonitas frases y regalarme su corazón o estrellita... Se siente bien bonito cuando te miman🤗🥰

Y recuerden, que los amito mucho♥️