₵₳₱. 51 "Todo por ti"
Una vida opacada...
Dos personas sufridas...
Tres malditos segundos y cuatro exhalaciones ahogadas...
Es lo que tardó mi cuerpo en reaccionar a la milimétrica medida del tirano tiempo que significativamente le bastó, para que al hombre que amo con todo lo que tengo y lo que soy, haya sido arrastrado a un abismo de oscuridad absoluta.
"Definir la causa de la delicada situación es una cuestión sin fundamentos..." Dijo compungido el paramédico que lo atendió en el lugar del fatídico suceso al doctor que lo recibió en la guardia.
Y realmente no puedo darme a entender con palabras lo que sentí en esos angustiosos segundos que fueron condenadamente eternos. Y que se sucedieron desde que corrí desesperado hasta encontrarme con su demacrado cuerpo que caía desplomado y con su opaca visión perdida en alguna parte de mi pálido rostro.
Gritando en completa negación y entre desgarradores lamentos "¡Qué alguien marque a emergencias por favor!" Porque aunque quisiera hacerlo yo, en ese maldito momento mi tembloroso y afligido cuerpo no reaccionaba.
Solo podía llorar gritando a los cuatro vientos que por favor no me dejara y maldecir por haberme detenido al haberlo visto frenar al otro lado.
Buscando culpable sin causa y enfurecido conmigo por no tardar más en hacer mis recados y volver tal malditamente desesperado por la imperiosa necesidad de robarle un anhelado roce de labios antes de que se vaya de casa...
Rogando al Dios que es grande, que por favor cambie mi lado o me tome -de alguna manera- para que él pueda sobrellevar su batalla...
Interminables segundos en donde las significativas palabras de "te amo" cargadas de un inconmensurable afecto, me quedaron escasas al momento de no saber cómo hacer para que su débil mirada siga prendada en la mía; hasta que un par de fuertes brazos me jalaron hacia atrás pidiéndome que trate -por favor- de mantener la calma.
¿Calma? ¿Cómo si fuera posible ver tirado en la calle y sin explicación racional alguna, al amor de tu vida y tratar de mantener la cordura?
Patalear, maldecir, bramar y rasguñar, fueron algunos de los verbos que tuvo el privilegio de soportar como todo un estoico su amigo Nam... Y aunque podía sentir la tensión de su voluminoso cuerpo contra el mío y el horror en sus cansinos ojos cuando giré a desarmarme en lamentos contra su pecho, me contuvo entre sus brazos como a un niño pequeño; o como si realmente cuidara demasiado el tesoro de otro.
Y cuando los paramédicos actuaban, las sombras del recuerdo de las dos palabras que decretaron su posible e inminente partida en ese momento fueron: "posible choque hipovolémico"
¡Malditas tres palabras que exigía a todo el mundo saber de qué mierda se trataban! Nada más ni nada menos, que un trastorno posiblemente mortal donde los órganos no reciben suficiente sangre ni oxígeno, a consecuencia de un excesivo sangrado interno.
"Esas cosas de uno en un millón" Dijo el enfermero. ¡Como si fuera una gracia la condenada lotería de la vida que le tocó a mi amor!
"¿Una aguja en el pajar?' Quizás de esa manera puedo enfatizar mejor semejante declaración.
Porque el causante de su delicado estado no fue uno de los vehículos participes de aquel accidente de tránsito, sino una de las columnas de cemento que llevaba por encima uno de los rodados y que "inexplicablemente" cedieron al fuerte impacto con desafortunado trayecto y dirección hacia el cuerpo de mi amado.
Trazando como en mis sombríos recuerdos de antaño, una herida penetrante en su lado derecho similar a la mordaz herida que yo mismo proporcioné en aquella otra línea del tiempo.
Al final, tanto en esta como en otras vidas, siempre he sido el culpable de la persecución de la parca o de la fatalidad absoluta.
Si no hubiera frenado...
Si no hubiera regresado...
O quizás, mejor aún, si no te hubiera conocido...
Estarías regalando la mejor de tus sonrisas aunque nunca fueran mías.
Pero al fin y al cabo, estarías sano...
Nuevamente unas cuantas lágrimas descienden por mis irritadas mejillas en cuanto giro mi cabeza y observo al otro lado del ventanal y a lo lejos de la pulcra sala de operaciones, al casi inerte cuerpo de mi amado morocho.
"Respiración asistida así no forzamos sus pulmones..." Habría dicho el doctor Jin cuando, enteramente asustado, no podía quitar la dirección de mis ojos.
Pero, aunque nadie me haya dicho nada luego de hacerme urgentemente los estudios para valorar mi compatibilidad como donante vivo, supe por parte de uno de los enfermeros que lo atendió; que estuvo al borde de un paro cardíaco como consecuencia de lo que provocó la lesión en donde se encuentra su desgarrado y casi inexistente hígado.
"Resiste amor mío... Por favor... Es lo único que te pido" se repite como mantra en mi cabeza a medida que desangro caminos salados sin poder tomar el control de los mismos y mientras lo amparo a lo lejos.
Entonces, una acongojada y conocida voz me saca de mis cavilaciones. Y cuando enfoco mi borrosa visión empañada de lamentos, me encuentro a su mejor amigo, al hermano que la vida puso en su camino y que tuve la bendita suerte de conocer en el mío; tomando mi mano y largando entre cortado por sus llantos un apenas audible "Gracias querido Chimmi" a través del amplio barbijo.
—Sin contacto, Tae, ya te he dicho. Y lamentablemente debes retirarte —se escucha la inconfundible voz del doctor Jin por algún rincón del pasillo.
—¿Estamos listos Jimin? Los últimos análisis nos dieron el Ok para seguir con el procedimiento —anuncia el galeno dándome una cálida y confiada mirada para luego direccionar su visión hacia el par de amigos a lo lejos.
Asiento con mi cabeza rebajada en continuos llantos que apenas puedo contener desde mis adentros —. Lo siento —artículo bajito.
—No te preocupes cariño, es una reacción completamente normal. No todos los días tenemos la dicha de salvar al amor de nuestras vidas... Y tú, mi amigo, hoy eres un héroe.
¿Héroe? Si no sé ni por qué lloro en demasía...
Debería ser fuerte ya que apenas ingrese me pondrán a dormir. Y si cuento con suerte, despertaré con la dicha de saber que la otra parte de mi alma y de mi corazón, está fuera de peligro. Y contando con la fortuna de una nueva oportunidad... la de poder vivir a su lado.
Pero te ruego Dios mío... Y espero que me escuches, que si debes elegir y llevarte alguno, que ese alguno sea mi destino...
Ahhh estos últimos tramos me dejarán sin lágrimas carajoooo😬
Gracias por el apoyo a la historia🥺
Gracias por leer, por tu estrellita y tus comentarios🥰
Los amito mucho♥️
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