₵₳₱. 41"Regresa a mí"
Creciente desesperación, incontrolable llanto, incrementado dolor, extenuante sufrimiento... No puedo discernir cuál de ellas sucumbe más desde las profundidades de mis entrañas. ¿Cómo podría mantener la calma que me pide Tae, cuando observo como su cuerpo se apaga lentamente?
Flashes incoherentes se generan en mi frágil memoria, de sus fuertes brazos envueltos en gloria, del sabor de sucumbir arrastrado en su victoria para luego rememorar el momento del dictamen de nuestro aparente derrotero final. Es que el vívido recuerdo, como en ensueños, del aparente padecimiento de mi última sesión en donde lo observé desbordado de sangre frente a mis acongojados ocelos y agonizando con la quimera de sus últimos alientos; se reproduce una y otra vez en mis aparentes memorias. Pero lo que no tengo del todo claro, es la razón del "lo siento" que resuena como repetitiva frase que he escuchado en otros tiempos.
Y temo que no llegar a discernir la posible causa de por qué de la cuestión, pueda desencadenar que este viaje nos regrese siempre al mismo lugar. A mi sentimiento de aniquilamiento viviente y a tu inevitable expiración.
—¡Haz que regrese! —exijo a Tae desde lo más profundo de mi sangrante corazón entre incontrolables lágrimas y un profundo dolor —. R-regresa c-conmigo a-amor... Por favor, te lo pido —finalizo hacia su dormido cuerpo con el imperceptible hilo de mi voz mientras aprieto mis uñas roma en la carne de mis palmas hasta el punto de casi provocarme sangrar.
¿Por qué demonios tenemos la necesidad de sufrir regresando al pasado para sobrellevar el padecimiento del hoy? ¡Maldita dualidad! ¡Incoherencias de la vida si las hay!
"Cómo si la mera coincidencia en esa línea del tiempo hiciera la diferencia" medito para mis adentros a medida que me desarmo en continuos lamentos.
Entonces, Tae eleva el timbre de su voz por sobre la media dirigiendo mi atención de inmediato hacia su labor. Yo ya lo hubiera cacheteado si eso significara que estaría entre mis brazos y sin temor... Pero, aparentemente, esto de la terapia de retrocesión tiene un bendito proceso que por supuesto, me lo paso por dónde no me da el sol.
Luego, un conteo hacia el ahora se procede desde los labios de aquel amigo que no pierde el temple ni la razón, continuamente diciéndole que lo acompaña en todo momento, que no se preocupe porque se encuentra entero y exigiendo que vuelva cuánto antes hacia él... Hacia nosotros.
—Ven háblale al oído... Pero trata de mantener el control Chimmi... Yo sé que puedes —lo último, me lo murmura sobre que estoy al lado del adormecido cuerpo de mi atormentado amor.
Entonces, aplico el renuente control que me abarca pero que, por momentos, quiere escaparse sin ninguna mediación para arrimarme velozmente a su lado y tomar su mano con un inmenso sentimiento. Así, dejo salir el lastimero timbre de mi voz que transporta los "te amo" por lo bajo, dictaminando que aquí estoy... "Solo por y para ti".
—R-regresa conmigo amor mío, necesito tanto de tus abrazos, y puede que tú necesites de mis ataques de oso cariñosito —le suelto sobre su oído mientras acaricio con suma delicadeza el contorno de su mano.
El lamento desgarrador que se escapa desde las fauces en lo profundo de su garganta, me hela por completo la sangre. "No te quiero dejar mi amor" se repite desde sus labios en un endeble hilito de voz. "Lo lamento" resuena angustiado y por momentos... Y quisiera poder tener el control de su irascible cabeza para dejarle bien en claro que su presente es el hoy. Y que aquí estoy, pese a todo lo que pese y con mis mierdas a cuestas también. Que no está solo en éste difícil mundo que de a ratos nos supera y que él, es lo último que quieren ver mis ojos antes de irme a dormir para luego al abrirlos, encontrarme con el deleite de su agradable compañía.
Y cuando noto que sus párpados se mueven intermitentes, el aguacero de mis ocelos que -últimamente- tienen escasa dominación, abarcan por completo mi rostro sobre que sus orbes negras como la noche conectan con el iris de mis ojos; provocando la expansión de mis pupilas que lo observan con extrema adoración.
—H-hola a-amor m-mío —le suelto sobre que beso con inmensa ternura, cada fragmento de su rostro mientras su mirada se vicia en la mía —. No esfuerces tu garganta y bebe un poco de agua —nervioso y sin poder ocultarlo, le alcanzo la botella de agua de la cual asoma un sorbete para su consumo. Pero lo que estoy con mis pensamientos dispersos, la inclino sobre su rostro provocando que el líquido se desparrame y él, se incorpore de inmediato para evitar que sus prendas se empapen —¡Amor! ¡Cuánto lo lamento! —digo preocupado por no controlar las acciones de mis pensamientos y vocablos más que por mis torpes movimientos.
—Bueno Kook, pareciera que la conmoción deviene por otro lado, me parece —Tae suelta risueño mientras palmea suavemente su hombro. —Respira profundo hermano que tengo todo anotado, así que cuando gustes lo hablamos. Me parece que por el día de hoy fue más que suficiente la terapia y aunque me gustaría refrescar lo que te dejó, deberías descansar. Hoy estás cubierto con Nam pero mañana a primera hora arrancas con tus especialidades culinarias en el Cofee bar. ¡Ah! Y dijo el novio de tu jefe que necesita que te organices y te des una vuelta por el hospital para un chequeo general —finaliza casi sin habla.
Pero sobre que Tae intenta alejarse para darnos espacio personal, Jung Kook le indica que se detenga, que es mejor hablar aunque su cabeza de mil vueltas y tenga acentuadas ganas de devolver hasta el desayuno de anteayer.
Le cuestiono si está seguro, que no hay necesidad de apurarse, que solo debe tomarse el tiempo para recuperarse y que lo demás vendrá solo.
—Pero debo hacerlo cariño porque me quema aquí, en el medio de mi pecho —finaliza mi morocho con sus vidriados ojos retraídos en los míos.
—Si es así, entonces me reti...
—Quédate cariño, te necesito... —me suelta de lleno agarrando mi mano para luego atraerme hacia su cuerpo y rozar con todo el amor de mundo nuestros ansiosos labios.
Toque que bien podría provocar la serenidad de una fuerte marea y sería capaz de aplacar mil tormentas conjuntas...
Serenidad, calma, sosiego... Tres palabras que definen el perfecto acople del comportamiento de mi cuerpo ante su impronta.
Mi psicomotricidad depende de lo que me dicta su soma. Su lenguaje corporal grita a los cuatro vientos que me quiere a mí, que aquí con él nada malo puede pasar y que si así fuera, juntos lo podremos sobrellevar, me transportan a otro lugar... Lugar en donde se siente cómo hogar.
"Te amo mi morocho" dicta cada vena de mi ser ante el continuo roce de nuestros desbordados labios mientras me pierdo en cada constelación que se recrea en mis cinco sentidos, tratando de recuperar algo del control ya perdido.
—Bueno, bueno ¿Me quedo o me voy? Porque si siguen así, me sumo. ¡Hasta siento la picazón en mis labios Kook! Y eso que solo observo —suelta Tae rompiendo todo mágico momento porque nos es imposible no emitir un sonido risueño ante su ingenio.
—Tú mejor te callas que bastante bien vienes comiendo, sobre todo carne virgen y magra —le suelta Jung Kook ante la cara de total asombro del parapsicólogo amigo.
—¡Pero que rencoroso que eres kookito! Ahora que te ayude tu peor es nada, a ver si puedes interpretar la mierda que traes revuelta en tu cabeza —le suelta con desdén pero con una pizca de gracia.
—¿Qué es eso que tanto lamentas? —se escapa sin pensarlo desde mis labios luego de quedarme tildado en su juego de palabras.
Un completo silencio sepulcral reina en el consultorio hasta que un sonido de hojas pasar del cuaderno de Tae me extrae de la aparente incomodidad que se recrea en este preciso momento.
—¡No me hagas caso! —le suelto rápido y como restándole importancia —. No sé en qué estaba pensando, no es que estaba tratando de captar lo que te pasaba, bueno sí, en parte sí, pero solo por la necesidad de...
—Lamento no haber sido capaz de luchar contra todos aquellos que nos señalaban en nuestro otro tiempo, mi amado plebeyo —suelta de repente cortando por completo mi labia —. Lamento no mostrarte ante el mundo entero, sea por lo que fuera. Eras y eres mi amado, mi mundo, mi todo. A tú lado simplemente todo tiene sentido y nada es actuado. Fluye naturalmente guiado por la corriente de nuestros corazones que se reconocen desde siempre...
Él, aprieta la toma de mi cuerpo entre sus fuertes brazos y me siento cobijado.
Un hombre maduro completamente enamorado de un pendejo que me ama sin dudarlo...
—Lamento tantas cosas que apenas recuerdo, pero lo que si recuerdo cariño, es que tuve tanto miedo de perderme en el limbo de ese otro plano de mi conciencia, que te puedo asegurar que fui capaz de escuchar tus ruegos como una continua voz a lo lejos. Y por supuesto, que estuviste tú amigo todo el tiempo dándome la calma necesaria. ¡Pero la verdad es que está mierda da tanto miedo Tae! Es como estar habitando en ambas líneas del tiempo y no saber en realidad, cuál es tu maldito lugar de orígen. Y créeme si te digo que tuve pavor de no ser capaz de regresar, porque verte consumido en culpa me superaba y solo quería decirte que no importa nada cariño, que no debes cargar con el peso de la culpa de lo que sucedió...
Escucho atento cada una de sus palabras y poco a poco, esclarecen los vagos recuerdos de la vez que los recupere haciendo la anterior terapia... Una herida sangrante que manchaba con rojo carmín mi joven y delicada mano se me viene a la memoria. Herida que provocó el inminente deceso de su cuerpo o eso siempre resonó resguardado en lo más interno y profundo de las capas de mi atribulado cerebro.
Escucho como a lo lejos, pareciera que Tae cuestiona algunos detalles mientras anota y Jungkooki le detalla lo que le interesa saber o remarcar en cuestión. Pero mis pensamientos se pierden hacia esos últimos momentos... Una y otra vez... "Cargar con el peso de la culpa de lo que sucedió" fueron sus últimas referencias a lo que vivió en el antaño respecto a lo nuestro.
¿Será que soy..?
—Chimmi ¿Te encuentras bien? Por que estás algo pálido —cuestiona Tae dejando su cuaderno de lado a la misma vez que me asiste mi amado.
—¿Cariño? —percibo como toma mi rostro con ambas manos direccionando mi visión hacia sus ojos —¿Dime qué sucede?
Y no me doy cuenta de que estoy empañado en lágrimas de resquemor hasta que sus dedos las barren de a montones de mi rostro.
De inmediato, percibo el cálido abrazo reconfortado de mi amado, que sirve como reparador de cualquier herida que intente abrirse paso entre mis niveles de dolor. Y el hipido de mi pecho incesante, comienza como un sonido ahogado para dar lugar a un sordo grito desgarrador...
"Fui yo" se repite como el eco de una endemoniada voz que tiñe de culpa todo a mí alrededor. Pero los toques sumados a sus palabras en el aire, logran estabilizar -en parte- mi creciente conmoción.
—M-mi a-amor —le digo entre sollozos, transmitiendo con mis ojos lo que se atora en mi corazón mientras mis manos se aferran a sus prendas como intentando que nunca más en la vida se atreva a desaparecer, pero a la misma vez, rogando perdón con cada roce de mi piel.
Él, barre con todo rastro de culpa limpiando mis mejillas con sus labios y con suma adoración. Mientras su renegrida mirada contiene un brillo de anhelo que me dicta (sin palabras) que no importa nada de lo que haya hecho.
—Cariño, escucha atentamente lo que te voy a decir. Te lo dije antes de quedarme sin el último resto de mi habla pero ahora que estamos sanos y por fin juntos, te lo voy a repetir... Nada importa de lo que haya pasado anteriormente y mi condena, fue no haber luchado ni librarte de la culpa que te generó el haberme quitado la viveza... ¡Mírame! Realmente no importa amor mío, porque el sufrimiento que viviste tratando de soportar lo nuestro en esa época debe haber sido insoportable, pero haberte forzado a dañarme para demostrar que no te importaba creo que esta en la lista de peores decisiones que pude haber tomado en mi maldita vida. Pero se que fuimos arrastrados por lo que dictaban mis supuestos padres. Ya por suerte, en esta vida no le doy más parte a nadie, solo a ti. Que mereces librarte de la culpa porque yo me fui amándote con toda la intensidad que me era posible en cada segundo de vida que me restaba...
El abrazo que rodea mi trémulo cuerpo con sus brazos logra apaciguar -lentamente- mi derrumbe. Pero así mismo debo dejar salir (como dijo él) lo que quema y arde como daga envenenada intoxicando mi sistema: —L-lo s-siento... R-realmente l-lo...
—Te amo ahora y te amé hasta el último suspiro de mi otra vida cariño. Y si yo estoy dispuesto a dejar ir el peso del lamento por no haberte dicho antes cuánto lo siento y que sepas a conciencia que lo único que habitaba en esos tiempos en mi guerrero corazón, fueron los hermosos momentos que forjamos juntos... Espero que puedas dejar ir lo que quema en tu sistema, porque te amé y te amo como no te das una idea. Y rememoro patente lo que me dijiste cuando estaba en otro plano de alteración de mi conciencia, de que nada importaba y que regrese porque al fin... estamos juntos.
Apoya su frente junto a la mía sin dejar de acariciar con extremada suavidad mi rostro, transmitiendo con su cuerpo lo que me dicen sus labios: que nada importa del pasado si en definitiva cada una de las acciones que pasamos nos condujeron al hoy...
Nada como liberar lo que quema y daña por dentro, ellos tuvieron que pasar por tanto para hacerlo. Así que si sientes que no puede más, solo larga lo que sea que aflija tu endeble corazón.
Ámate por sobre todas las cosas🥰
Gracias por leer, comentar y votar 😍
Los amito mucho♥️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro