₵₳₱. 36 "Socavando"
"Amo necesito mimos". Salió como un menesteroso pedido desde los labios de mi rubio y ¡Maldición! Que me olvidé hasta de que me expuso ante este par de idiotas quejumbrosos dejándome completamente a su merced. Estoy aquí, dispuesto por y para él y encima, no recuerdo ni en donde estoy por estar perdido en él.
Enteramente perturbado por sus actos... Solo sé que necesito de su calor recorriendo cada fragmento de mi ser, de su entrega desmedida y de su maldita obediencia.
Arrastro mis manos a su rostro, sopesando lo poco que rodea nuestro entorno y me aboco a estrechar nuestras respiraciones a medida que nos acerco para degustar -nuevamente- el dulce néctar de sus adictivos besos.
—¿Así que mi belleza necesita mimos de su amo? —susurro en un tono sugestivo sobre sus labios observando sus relucientes orbes aferrarse a mi visión mientras muerde impaciente y provocativo su labio inferior sin perder ningún detalle del suceso.
—Sí, mi señor... —contesta infantil y con mohines impuestos en su delicado rostro que me traen poseso, en tanto juega con unos mechones de su pelo.
¡Y maldita sea si no me prendo fuego de verlo interpretar tal papel angelical cuando hace unos momentos, tragaba duro y parejo cada gota de mi excesivo simiente!
¡Bendita dualidad que me trae de cabeza! Loco solo por y para él.
Así que, sin esperar ni un segundo más, lo secundo a mi cadera mientras aferro mis brazos a sus esbeltas piernas y aprovecho a contornear la fina tela de sus prendas con mi dureza que responde como mástil de bandera ante su caliente necesidad.
Entregando presurosos mis labios a su necesitado toque para deleitarme en él.
—¡Pero por favor! ¿Será posible que se puedan ir a tu maldita pieza si van a follar hermanito? —escucho al rezongón de mi hermano mayor y la verdad, que nada me importa menos que restregar el hermoso culo de mi rubio a mi despierta y candente pelvis.
—¡Pero no seas aguafiestas Hobi que esto es mejor que el porno del buscador! —le retruca mi mejor amigo. Y solo sonreímos con mi amante ante la ruptura del intenso beso para regalarnos una mirada que se pierde en el profundo mar de los ojos ajenos.
Y con mi respiración acelerada, le propongo: —¿Vamos a mi dormitorio cariño? —mientras atrapo, nuevamente, sus abultados y rojos labios en un efímero beso.
—Con todo gusto mi morocho, porque si nos quedamos aquí -seguramente- se nos muere tu pariente —me responde risueño.
Así como lo cargo adosado a mi cadera, pego media vuelta dándole una mirada de reojo a este par de idiotas frente a mis ojos y soltando luego: —Recuerda que hay mejores Tae. Cierta gente, simplemente, no valen la pena...
Avanzando sin dejar de masajear el prominente culo que se carga mi futuro y del cual me encargaré de marcar tanto por dentro como por fuera... En tanto a lo lejos escucho al par echarse culpas.
—Tienes el puto culo más caliente de la historia cariño —le susurro sobre sus labios, para luego tragarme sus jadeos a medida que lo aprieto separando sus cachetes con absoluta necesidad y presteza.
—Y necesitado de tu polla, pendejo — suelta cerrando sus ojos y arrancando varias hebras de mi pelo.
¡Y maldición! Que me encanta cuando se empodera y se atreve a dejarse ser... Una maldita deidad de otra época entregada a mi merced y un corazón que desborda por tomar todo de él.
No aguanto ni un puto segundo la manera que se restriega contra mi dolorosa dureza y me doy cuenta que debo marcar los límites o me vendré como un puñetero adolescente en pleno franeleo hormonal.
Así que girando, de repente, lo apreso a la pared del pasillo sosteniéndolo a una mano desde su zona lumbar y con la otra, tironeando desde sus rubios cabellos provocando que me mire para hablarle luego.
—¡Con un demonio! ¿No piensas quedarte quieto o estás buscando que te amarre para que dejes de hacerlo? —Y la condenada mirada vidriosa que me devuelve me pone aún más duro, si es que se puede.
Y como era de esperarse, mi rubia debilidad me provoca -de nuevo- redondeando su pecaminoso trasero sobre mi desesperada pelvis. Y me vuelvo loco de deseo por fundirme tajante en las profundidades de su culo...
Así que jalando sus piernas para apoyarlas al suelo, le doy la vuelta sin darle tiempo a la protesta. Bajando su pantalón de un rápido tirón y marcando mi palma en su nalga en un certero roce que solo le extrae jadeos —Eso, es por portarte mal mi travieso...
Acaricio masajeando, suavemente, para luego dejar otra firme nalgada que retumba provocando su estremecimiento. Y acercándome a su oído le comento: —Eso, es porque se me da la puta gana de ver cómo se te debilitan las piernas mi plebeyo...
Acaricio ambos cachetes con creciente devoción y bastante prensión por momentos, para deslizar luego otro firme golpe sobre la nalga virgen de mi toque, diciendo: —Me fascina como responde tu cuerpo ante mi rudo toque...
Tragando grueso mientras continúo con las húmedas caricias a causa de la saliva que dejo caer entre la bendita unión de sus nalgas... Espacio para perder la maldita noción del ayer, el ahora y el mañana —Y esto, es porque soy tu puto dueño y te encanta...
Introduzco -de golpe- dos largos dedos en su caliente cavidad que de inmediato me traga gustoso. Y aunque su gemido salió mezclado con ardor y dolor, sé que se trasmuta en cuestión de segundos en un profundo goce y pasión.
Y el obsceno ruido de mis dedos al chocar de lleno en su jugoso canal, sumado a mis continuos esputos, provocan que me importe un carajo si sale mi sorprendido hermano al pasillo y se horroriza de la observación. En una de esas, se retracta de lo "horrendo del sexo anal" Como ha dicho en otras épocas.
—¡D-Dios! —jadea mi rubia belleza respingando aún más su culo mientras apoya de lleno el costado de su sonrojado rostro en la pared frente a mis ojos.
—Dios solo no cariño... Tu puto Dios... Dilo —introduzco un tercer dedo, bastante húmedo, que se acopla a las profundas estocadas provocadas por su cadera. Y estoy dispuesto a manchar la maldita pared con su gloriosa y magnífica corrida —. ¡Dilo! ¡Di que eres mío!
Intensifico mi pedido aumentando de golpe mi ritmo mientras me dedico a morder y lamer, con total adoración, la primera porción de su esbelto dorso.
Jadea palabras que mueren en su boca con sonidos inentendibles para mis oídos, pero como su estremecimiento comienza en aumento dictaminando su final, muerdo con firmeza su hombro mientras le exijo: —¡¡DILO!! —elevando mi voz y empujando mis tres dedos que provocan que levite de repente del suelo.
—¡S-soy t-tuyo! ¡S-solo tuyo! —suelta con lágrimas en sus ojos y completamente perdido su enfoque.
—Eso es... Buen chico —le susurro, lamiendo sus lágrimas y apresando su goteante y duro falo entre los dedos de mi otra mano. Dedicándome a masturbar velozmente para hacerlo estallar de inconmensurable placer.
—No puedo más... —jadea entre lágrimas de gozo.
—No te retengas... Dame todo precioso —le susurro mientras beso su cuello con creciente devoción.
Mis dedos se aprietan de manera descomunal en su tibia cavidad y aprovecho a tapar la salida de su simiente solo con el fin de provocar su estallido final... Y cuando siento que mis dedos se entumecen de la contracción que padecen, lo suelto jalando su prepucio hacia atrás.
Y el aullido de su inminente final es música para mis oídos y los oídos ajenos, porque me he dado cuenta que la puerta de la pieza de mi amigo está entreabierta y se observan sombras que se mueven de aquí para allá detrás de ella.
Tengo que sostenerlo ante el inaplazable desplome de su cuerpo y dándole la vuelta, lentamente, elevo sus prendas acomodándolas con sumo afecto —¿Te encuentras bien cariño? —le consulto ordenando a una mano sus cabellos detrás de su oreja mientras que con la otra, sostengo su cuerpo.
—M-mejor... i-impo... sible... —me suelta con una hermosa sonrisa en su acalorado rostro —. P-pero t-tenemos un a-asunto —señala hacia abajo con sus cansinos ojos.
—Nada que un buen baño helado no resuelva cariño, demasiadas emociones por el día de hoy, muero de sueño y de hambre aunque no lo parezca.
—Y yo, voy a morir de seco —me contesta risueño.
En eso, aparece Tae frente a nosotros y comenta: —Con permiso polvitos de pasillo, pero les juro que me orino encima aunque la tenga parada de escuchar sus gemidos...
Omaigad😏
Recuerden que todo lo permitido y pautado en una pareja, no es abuso ni degrado😉
Yo les pregunté si seguirían en la pieza? Pos no llegaron🤣
Gracias por leer, votar y comentar 😍
Los amito mucho❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro