"Buen día mi amado guerrero..."

Cinco palabras expedidas del más bello joven frente a sus ojos confundieron al joven adulto de otros tiempos y al fornido hombre resuelto de esta coyuntura, dejándolo sin palabras ante la desorientación de no tener conocimiento si es un sueño esto que percibe o es una realidad alterna en su desbarrado cerebro.

Entonces, escucha cauteloso los sonidos de los alrededores advertidos en su mente de ante mano, el son de los pájaros revoloteando sobre las copas de los árboles, la fresca brisa que acaricia erizando un parvo su dermis, el relincho de su blanco caballo que reconocería aunque atravesara siglos de ida y vuelta.

Su cabeza da mil vueltas olfateando aromas característicos de sus rememores aquí presentes, el olor a la verde pradera en la cual recuerda deslizarse con su amado entre sus brazos, el vaho emanado del estiércol seco de los animales que se amparan del frío en el recinto y el característico aroma a sexo pasional denotado en cada porción de la pequeña construcción. Que a parte de proteger a los animales del gélido clima, es cobijo y testigo de los fogosos encuentros nada racionales entre el imponente guerrero y el joven servidor de su amo.

Y desliza nuevamente su cabeza de lado, tratando de pellizcar en algún momento su brazo para ubicarse en tiempo y espacio, esclareciendo exigua su mente... Y es claro que lo haría, si no fuera porque esta ocupado en demasía, apretando con presteza las finas telas que recubren esa esbelta y exquisita cintura que porta la bella figura frente a sus ojos.

Su plebeyo... Más vivo que nunca en su retina, ronronea por lo bajo como un gatito necesitado de mimos y hechizado en algún trance pasional, mientras se restriega mendigo sobre los sucios harapos dispuestos sobre su amplio pecho.

Y en cuanto las orbes del pequeño menesteroso se conectan con las suyas, erizan cada parte de su piel ante la confesión sin vocablos de "te amo" que transmiten sus vidriados e infinitos ojos, dejando al imponente morocho en un estado de excelsa satisfacción de tanta conmoción ante la dicha de reconocerse entre los mismos.

Por consiguiente, se inclina ligero sobre el pulcro y suave rostro angelical de su fiel servidor, deseando revivir una vez más las sensaciones que desprenden esos abultados labios sobre los suyos en total plenitud de sus actos, siendo él, el actor principal en esta línea confusa del tempo...

Pero una rara sensación lo invade repentino durante el transcurso del añorado beso, algo que quema sobre su pecho como mil dagas ardientes. Y es que, aunque reconozca al pequeño frente a sus ojos como el amante desquiciado de sus más retorcidos placeres, lo embargan sentimientos de culpabilidad totalmente imprevistos, cómo si fuera una total equivocación entregarse en cuerpo y alma al sabor de sus perfectos y cálidos besos.

Más luego un sordo y punzante dolor lo acusa haciendo que se aleje repentino del amante preocupado frente a su cuerpo.

"¿Que tiene mi señor?" Escucha adolorido y distante...

De inmediato el joven plebeyo se preocupa por su aguerrido amo, no son pocas las veces que regresa demasiado herido de los campos de batallas hasta casi al borde de la muerte, en donde un efímero suspiro le bastaba para alegrarse de que su amado había burlado nuevamente a la parca.

El aguerrido retraído sobre sus piernas, lanza gruñidos hacía el lejano viento, sin interpretar realmente el origen de sus lamentos...

Porque arde el lado adyacente sobre su vientre y duele el pecho sobre su latiente.

Entonces percibe inesperado que se aleja pausado del entorno a su costado. Y aunque las pequeñas manos del plebeyo lo atañan trémulo y lo nombren impaciente mediante fuertes gritos de a momentos, nada frena que levite desde los confines de su mente quedando todo en una oscurecida consumación.

⏳🕛🕧⌛

—¡Maldición Tae! —exclama Jimin desesperado mientras acaricia, entre incipientes sollozos, el inconsciente cuerpo de su joven morocho aposentado sobre sus piernas en el álgido suelo.

No puede creer lo que le sucedió al zagal que le incumbe frente a sus ojos. Que de la nada misma, mientras lo besaba presto y profundo, se desvaneció sin una lógica explicación luego de haber rebozado vida por cada poro de su dermis en el accionar de reclamarlo decidido frente a todos.

—Calma mi querido Chimmi... La ambulancia ya está en camino, Nam se está encargando de eso —responde confiado el mejor amigo del hombre que mueve cada fibra de su ser.

—¡No me calmó una mierda Tae! ¿No ves que no reacciona? —lo increpa directo a sus ojos sin entender lo que sucede. A lo que el susodicho solo suspira diciéndole que se calme, que Jung Kook necesitará de él en buen estado cuando -finalmente- despierte.

Lo que el amigo del querido desvanecido no pudo articular desde sus labios para no preocupar al impaciente rubio, es que no es la primera vez que a Jung Kook le ocurre algún suceso de esta índole. Aunque nunca al punto de quedar tanto plazo aletargado, ya que hace un tiempo le ocurrió algo similar entre sueños algo exaltado, pero solo ahora Tae pudo interpretar lo que le pasaba en aquel momento.

Jung Kook nunca se ha abierto del todo con su amigo en cuanto a lo que le sucede. Y aunque este viene reconociendo ciertas fases o etapas mediante sus recurrentes ensueños, hoy más que nunca está decidido a tomar cartas en el asunto aunque el morocho se queje y luego lo llame chanta.

Tae, cree fervientemente en un poder divino que heredó de sus antepasados. Ser chamán, un Mudang por vocación... Se comunica y llama a los espíritus pero no es poseídos por ellos. Pero ante la moderna sociedad, ser chamán es una especie de delirio, entonces reforzó su llamamiento con un máster on line de Parapsicología a distancia para hacer uso de sus facultades sin la mirada de loco sobre su persona.

En un momento dado, mientras ingresa a toda velocidad el doctor amigo del jefe, Jung Kook abre lentamente sus ojos totalmente desorientado, ofuscado por los sucesos que se repiten en su mente y con un sordo dolor que lo atora en su doliente tomo.

Pero aún así, eleva sus ojos, conteniendo la respiración mientras se encuentra con el mismo joven plebeyo del mundo alterno pero hecho ya todo un hombre... El hombre que esperó por tanto tiempo, aquel que derriba cada una de sus barreras y por el cual está dispuesto a cruzar la fina línea del tiempo hasta unir cada pieza del rompecabezas.

Por consiguiente, erige su trémulo brazo para acariciar la suave y pálida piel de su mejilla brillosa a causa de las lágrimas, mientras el rubio sorbe continuo ante sus ojos aferrándose con suma fuerza a su despabilado cuerpo.

El turbado morocho al observarlo enteramente compungido sea cual fuere la historia que el rubio ha vivido a su lado, se preocupa más por su estado que por el anonadado propio. Y es que no puede distinguir aún que sucedió realmente, si solo fue un sueño, una realidad o está demente.

El doctor se ubica de lado nervioso por interrumpir tan íntima ocasión, pero debe revisar su estado aunque rompa la burbuja de ensueño en este preciso momento.

—Lamento interrumpirlos, pero debo revisar su estado...

Indica el doctor Seok Jin al costado de los amantes viciados en su cosmos... Tan alejados del entorno y apresados solo en el afán de lo que transmite la profundidad de sus miradas.

En donde un morocho rehúye a todo tacto ajeno que no sea el del hombre frente a sus ojos, enamorado en cuerpo y alma del verdadero plebeyo en esta vesania línea del tiempo. Aquel hombre rubio de firmes facciones que lo trae como loco.

Y en donde un rubio perece bajo el manto de los de los renegridos ocelos que lo atañen con extremada ternura. Aquel guerrero magnánimo enfrascado en el imponente cuerpo de un hermoso joven, y al cual le pertenece todo el raciocinio y gran parte de su cordura.

Dos almas que se encuentran nuevamente a pesar de los sucesos y se enamoran en silencio del complemento del otro.

🥺Cómo verán, el amor está en el aire😍

Pero recuerden que este capítulo fue narrado en otro tiempo así que ninguno se dijo directamente a los ojos que chinga su madre al resto y que sean solo ellos😜

Posiblemente, el siguiente capítulo sea de Jimin, pero lo veré luego😎😂

Gracias por leer, emocionarte, vivir y sentir cada capítulo. Es un hermoso regalo para mí, el que tú lo hagas🥰

Y gracias por tu estrellita también😘

Los amito mucho❤️