₵₳₱. 22 "Suficiente confianza"
"Tu también me gustas mucho" cinco palabras que descolocaron todo mi ser provocando un tumulto de sensaciones que me recorrieron de pies a cabeza.
Es que no esperaba su respuesta al verlo retraído en sus pensamientos y dado a lo poco que lo conozco, creí que de algún modo lo espantaría con mi escena de tamaña exacerbada sinceridad.
Y aunque muchas veces me maldigo por ser así de impetuoso, esta vez el destino tenía preparado a éste maravilloso hombre para que se acobije bajo el calor de mis brazos luego de no correr y advertir que es recíproco esto que siento.
Una mezcla y desborde de sentimientos que fluctúan desde querer cuidar cada detalle suyo hasta fundirme en él como un poseso, haciéndolo gritar y pidiéndome por más una y otra jodida vez.
Y no pude contener mis crecientes instintos a prenderme fuego si no me metía por debajo de su piel, consumiendo fervoroso milímetro a milímetro de su nevada complexión.
Así que en este preciso momento, recorro con mis grandes manos los paisajes de su exquisito cuerpo que se sublevan a mi alcance, mientras me regala continuos temblores que capto con las huellas dactilares de mis dedos.
Abrazo y beso los despojos de su anterior orgasmo. Provocando, nuevamente, su jadeo ante la destreza de mi lengua que asidua se entrega a inducir su riada excitación.
Su sabor... Su maldito sabor a gloria me tiene en dependencia orgánica de su receptiva dermis. Puesto que con cada porción que recorro con mi órgano muscular móvil, necesito mucho más después... Sin nunca saciarme realmente.
Bendito círculo vicioso del cual no quiero nunca desintoxicarme.
Empezando por su firme y no tan marcada pared abdominal, que enrojece por la fricción de mis labios mientras acaricio por completo la extensión de sus trémulos brazos. Para finalizar en un agarre enredado de nuestros dedos en tanto lo observo mirarme y llevar su cabeza hacia atrás, maldiciendo a los cuatro vientos al estar sobrepasado de impresiones.
Siguiendo con húmedos besos a cada extremidad inferior... Y la amplitud de la deliciosa piel de cada una, engrosa mi dureza hasta el punto de doler, pero aún así, me contengo. Sin olvidarme de rozar cada uno de sus pequeños dedos mientras se retuerce complaciente.
Necesito hacerlo delirar bajo mi tacto y clamar porque me entierre presto y profundo dentro de su cuerpo...
Entonces, trazo un impregnado camino de sensaciones a su falo, deseando poder tomarlo por completo. Rosado y erecto que me aguarda y no me aguanto, engullendo atiborrado mientras arcadas me provoca de a momentos...
Y nada me podría resultar más ardiente y carnal que sorber cada centímetro mientras, acelerado, eleva sus caderas.
Pero encontrar desenfocados sus ojos al elevar mi acuosa visión a los pocos minutos, no contribuye en nada para mi escaso autocontrol. Así que lo viro velozmente sobre su pecho para degustar cada rincón que me falta de su torneada espalda, dado que ya me devoré su pecho hasta la cima de mi perdición.
—Oh p-por D-Dios! —jadea entrecortado ante el brusco movimiento mientras se aferra a las sábanas.
Entonces, me deslizo sobre su espalda tomando con impetuosidad cada músculo para luego decirle socarrón al oído: —¿Y que tiene que ver Dios en todo esto?
Le retribuyo con sus propias palabras obteniendo a cambio, un beso desordenado y desesperado en tanto alarga su brazo hacia atrás, agarrándose sin piedad de mis cabellos.
¡Y maldita sea!
Todo es fuego puro y pasión acrecentada que quema mis entrañas con cada roce de nuestras menesterosas pieles. Así que comienzo un exasperado vaivén de mi pelvis provocando que me entierre superficialmente en una deliciosa fricción áspera. Y sus gemidos... Sus malditos gemidos que mueren en cada bocanada mía, demuestran cuanto le agrada.
A continuación, me atrevo un poco más a medida que lo beso acerbo y rudo. Proyectando mi mano sobre su agitado pecho levantado —Dime, si algo no te gusta cariño... —asevero ronco sobre sus labios a medida que ejerzo algo de presión sobre su níveo cuello. Y el prolongado temblor y gemido y que recibo como respuesta suya ante mi toque, me pone aún más duro.
—¡Maldición pequeño! Si reaccionas así, me voy a venir como un adolescente hormonal —digo a medida que estiro sus maltratados labios entre mis dientes.
—Y si... E-eso es l-lo que e-eres —contesta con su voz tomada en excitación y brillosa su mirada.
—Mira entonces, como te subleva a sus pies el adolescente hormonal, hermoso hombre mayor —pseudo ofendido le contesto.
Y no lo dejo ni reaccionar sobre que lo elevo contra mi pecho desde un firme agarre a su sensible cuello. Mi lengua acompaña a unas succiones intensas sobre su piel expuesta mientras jadea y gime maldiciendo por lo bajo.
—Jung K-Kook...
—Esa no es manera de llamarme mi pequeño... —asevero con rasposa voz a medida que lo muerdo con vigor sobre uno de sus hombros.
Y el grito, seguido del audible gemido prolongado sumado a su oscilante cuerpo, activa cada célula de locura en mi sistema.
Entonces, arrimo un par de dedos a su boca abierta y me encargo de barrer con todo a su alrededor mientras firme le digo: —Chupa como si fuera mi polla...
Él, abre detenidamente sus orbes pero luego se le inundan de repentina conmoción, dejando agitada su respiración y una oscurecida mirada atrapante desde sus ojos.
Lo siguiente que percibo es la firme succión de mis dedos, lamiendo y mordiendo como un rabioso perro sin impedimento alguno mientras jadea mirándome a los ojos.
Escudriño con mi otra mano resuelta sobre su cuerpo, descubriendo, acariciando, amasando y pellizcando sus sensibles zonas... Y me detengo en los hiper sensibles botones erectos de su ofrendado pecho.
—Reaccionas así, porque estas hecho para mí... cariño —murmuro sobre su húmedo oído mientras retuerzo sus pezones —Este pendejo, es el puto amo de cada uno de tus gemidos... Que no se te olvide.
Lo siguiente que hago, es deslizar su cuerpo hacia abajo mientras con mis rodillas le separo las piernas. Mi codiciosa mano mantiene su nuca aprisionada sin ejercer demasiada fuerza, pero me detiene -abruptamente- el que tome mis dedos apoyados en la unión de su cabeza y hombros y comience a succionarlos hasta la base como si su vida dependiera de ello, atorándose de a ratos por el esfuerzo de meterse mi nada pequeña mano.
—¡Maldita sea! —susurro agitado ya que su lengua viborea como experta entre mis dedos. Y el exceso de fluidos que recorre sobre mi mano, genera un excitante repelús que me calienta a la misma vez que me asquea.
Por consiguiente, retiro esos dedos arrastrando consigo todo rastro de fluidos. Y abriendo sus pliegues me deslizo perdido en cada una de sus sacudidas —Eso es... Ábrete para tu dueño —dejo escapar de mis labios pero nuevamente me sorprende, que se empiece a enterrar él mismo haciendo presión sobre mis humedecidos nudillos.
—¿A-así o más a-amo? —suelta con profundos jadeos mientras con sus manos, separa sus glúteos.
¡Y maldita sea! Qué si no muero en este instante pasa raspando... Es que verlo así de desinhibido, tan caliente y ofrendado debería ser algo de otro mundo. Porque en recuerdos lo sueño rudo y fuerte, pero nada se asemeja a verlo en vivo y en directo, percibiendo su caliente ofrenda.
Y me obligo a despertar de mi ensueño cuando percibo el dolor que me tira desde la ingle. Así que al impúdico acto le agrego besos alrededor y una lengua ansiosa que se intercala con mis dedos en lo profundo de sus sombras.
—¡Fóllame pendejo! —escucho repentinamente. Así que rápido me incorporo dejando en su temblorosa cavidad, un ansioso vacío.
Y sin dudarlo dos veces, aterrizó con mi palma sobre uno de sus glúteos acariciando luego con el pulgar —¿Qué dijiste? —emito ronco tanteando su entrada en medio de la caricia.
—¡Que me folles! —jadea retorciendo su cuerpo.
Una nueva y más firme nalgada enrojece su blanco cachete mientras con mi otra mano, ejerzo presión sobre los costados de sus carnes. Entonces, recibo un entrecortado jadeo seguido de un interminable temblor así que aprovecho a darle uno más y otro más hasta que me cierno sobre su espalda y le digo con entrecortada respiración: —Esos no son modos de pedir lo que quieres, mi plebeyo.
Mientras comienzo, nuevamente, con trazos de mi lengua sobre su espalda hasta provocar su jadeo sobre que llego a su entrada y me retiro luego de un breve encuentro. Mis manos aprisionan y acarician cada fragmento que recorren y sus temblores aumentan a sobremanera... El placer de hacerlo rogar por mi miembro me subleva y me percibo viajando entre ambas líneas del tiempo... Como un poderoso guerrero más añejo y como el pendejo que logra estremecer cada fibra de su cuerpo.
Entonces escucho un "¡Fóllame amo!" Que retumba con su cabeza enterrada en el colchón mientras pide "P-por f-favor..."
Y como un poseso activando cada punto en específico me entierro de pleno humedeciendo la obscuridad que me llama a profanar sin piedad, mientras convino dos dedos en tijera.
Sus gemidos retumban en mi mente como la más hermosa cinta erótica y sólo provocan aumentar mi tremebunda excitación.
Luego, me incorporo tanteando protección y sobre que me enfundo, lo elevo para sentarlo encima mío mientras mantengo flexionadas mis rodillas, elevando así mi cadera mientras se apoya a la pared y desciende en una sola y profunda estocada que llena todo su interior.
OMAIGAD rezo por sus almas pecadores😏🤣
Recuerden siempre que esto es ficción y que en una relación, mientras sea consensuado, todo esta permitido😉
Gracias por leer, comentar y votar😍
Los amito mucho♥️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro