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Final, parte 1

12. Una noche estrellada

Loki casi se había recuperado del todo, sus heridas se curaban rápido y estaba de buen humor. Se había dado cuenta de que su madre y su hermano le valoraban y le querían; con su padre, seguía igual de terco, aunque yo entendía que lo fuera, si después de muchos años, me entero que mi familia, no es mi auténtica familia y que sólo me hayan utilizado para conseguir una tregua y poner fin a una rivalidad que lleva milenios, también me sentiría utilizada y despreciada. Aunque sé que Odín le quiere, sus actos no son los correctos para demostrárselo. Tanto uno como otro deben intentar solucionar sus problemas, pues a pesar de todo, estoy seguro de que Loki anhela a su padre, al igual que Odín anhela a su hijo. No hemos vuelto a hablar del tema desde que lo solucionó con Thor y su madre, ahora creo que lo mejor es darle tiempo para que lo asimile y mientras, disfrutaremos el uno del otro.

- ¿ Y que te parece si me enseñas el castillo de tu abuelo Bor ? Me dijiste que te gustaba mucho - le sugería algún plan a Loki para entretenernos y poder salir con Thor y Sif y así dar rienda suelta a nuestro amor sin tener que escondernos.

- ¿ Quieres ir a ver el castillo ? - se gira en la cama y besa mi cuello.

- Sí, una de las tantas cosas que tengo pensado hacer - le digo en tono sugerente mientras subo y bajo las cejas, haciendo que el se ría.

- Si así lo deseas iremos al castillo.

- Entonces se lo diré a Thor y a Sif.

Cuando nos disponemos a salir a nuestra excursión, Thor y yo vamos de la mano, mientras Loki y Sif van a nuestro lado, el castillo está a dos horas a caballo.

- Sif, sonríe un poco, ¿ quieres ? - su mirada asesina solo consigue que me ría - te lo devolveré cuando salgamos del castillo - digo refiriéndome a Thor.

- Más te vale - dice entre dientes.

Duespués de un rato cabalgando, siento la libertad de poder acercarme a Loki sin miedo a que me vean, nuestros caballos van guiando la marcha seguidos por Thor y Sif, quienes charlan animadamente. Agarro la mano de Loki que sujeta las riendas de su caballo y también charlamos, ahora ya no me importa tanto el ir a ver el castillo, incluso me conformaría con estar sentada bajo la sombra de un árbol, mientras estuviese con él, sería maravilloso.

- Podríamos parar un rato, tengo sed - le sonrío.

- Claro, unos metros más adelante hay un riachuelo - se gira en el caballo - ¡ Thor, Sif, adelantaos, nosotros vamos a beber un poco al riachuelo !

- No sé porque, pero eso me suena a excusa para hacer otras cosas... - Bromea Thor. Me ruborizo, por que ha acertado. La idea de pasar la noche bajo las estrella me parece perfecta y poder hacer el amor sin preocupaciones y en un escenario tan mágico, suena inolvidable.

- Está bien, pero no os hagáis daño - vaya, al parecer Sif se ha puesto de buen humor, que novedad...

- No tenemos cinco años, Sif - le replica Loki.

- Bueno, pues pasatelo bien, nosotros haremos lo mismo - dice Thor. Los vemos alejarse en los caballos mientras nosotros nos dirigimos al riachuelo.

Es una noche hermosa, el cielo está despejado, se pueden ver infinidad de estrellas en el cielo y una luna grande y brillante.

Estoy entre los brazos de Loki, mientras estamos sentados contra un árbol mirando la noche, ahora mismo estoy tan a gusto y me siento tan bien que desearía que esto no se acabara nunca.

- Ojalá pudiesemos estar así, sin tener que esconder nuestros sentimientos - beso sus labios mientras el acaricia mi cintura.

- Y estaremos así, el trato es hasta que acabe lo de Malekith y Helblindi y créeme, estoy deseando que se termine - me sonríe.

- Y yo - le abrazo - deseo que pase pronto.

- Un día estaremos en el salón real y te besaré sin temor a que ocurra nada - nos besamos y me acaricia la mejilla.

- ¿ Lo prometes ?

- Lo prometo. - Comenzó a deslizar sus manos por mi cuello, mis hombros, mis brazos... Hasta detenerse en mi cintura y apretarme contra él, mientras me besa el cuello. Parecía que el corazón iba a salirse de mi pecho.

Le besé con pasión, acariciando sus labios con la lengua y saboreándolos. Él respondió gustoso a mi beso. Me sonrío y luego me estrechó aún más fuerte contra él.

Enseguida me alzó en el aire y me sentó a horcajadas sobre él y acariciaba mi trasero. Nos besamos y acariciamos unos minutos, hasta que me recostó en la hierba, colocándose encima de mi, nos desnudamos mutuamente, sin apartar los labios el uno del otro, solo cuando era necesario.

Yo estaba tan perdida en nuestro propio deseo que solo era capaz de sentir sus labios y su lengua recorriendo mi cuerpo.

Cuando volvió a mis labios, rozó su sexo con el mío, y lo abracé con fuerza, ansiando el esperado momento en que se adentrara en mí.

Y cuando llegó, la explosión de placer, como nunca jamás la había sentido, colmó todos mis sentidos.

Me dejé llevar hasta que ambos culminamos, tras ágiles embestidas de nuestras caderas que cabalgaban al unísono, caímos agotados sobre la hierba y nos dormimos después de observar la hermosa noche estrellada.

13. Concilio de guerra

- Deberíamos volver o ir a buscar a Thior y Sif - Loki y yo estamos recostados en la hierba disfrutando de una cálida mañana.

- Podríamos ir, o también - me besa - podríamos aprovechar el tiempo - me dice en tono sensual.

Acaricio su mejilla y nos besamos mientras me pongo a horcajadas sobre él. Unos segundos después, escuchamos el galope de unos caballos, nos separamos y vuelvo a sentarme en la hierba.

- Parece que ya no tendremos que ir a buscarlos - sonrío.

- ¡ Loki, Edel ! Al fin os encontramos - nos sonríe el rubio. - Deberíamos volver, venga levantaos y coged los caballos.

Nos ponemos en pie para volver al castillo, pero haremos una parada para ver a Heimdall haber que es lo que puede contarnos sobre el enemigo.

- Heimdall, ¿ que novedades hay ? - Thor saca su lado serio, mientras esperamos que el guardián conteste.

- El enemigo avanza, Helblindi aún no ha logrado estabilizar el cofre, pero pronto lo hará, si sigue usándolo, Malekith está preparando un ejército, tanto de elfos como de monstruosas criaturas. - Heimdall deja de mirar las estrellas y se gira a mirarnos a nosotros - si mi permitís un consejo majestades, deberíais atacar y no esperar a que controlen el cofre y tengan el ejército preparado, se perderían muchas vidas - su tono de voz adquieres seriedad y tensión - y no se garantiza la victoria, aún así, no se garantiza igual.

- ¡¿ Qué estás diciendo, que no hay posibilidades de acabar con esta guerra ?! - le digo con miedo.

- No digo eso, pero si dejáis que pase el tiempo, no creo que tengamos el poder suficiente de acabar con esto.

- Debemos informar a Odín, tenemos que partir y acabar con esto - sentencia Sif.

- Si esa es vuestra decisión, debéis partir a Svartalfheim, el cofre se encuentra en el castillo, junto a Helblindi y Malekith.

- Pues allí iremos - dice Thor con decisión.

El camino al castillo es silencioso, nadie dice una sola palabra. La tensión se puede notar, estamos al borde de una guerra, una en la que como no actuemos rápido, se podría sumir a los 9 reinos en una edad de frío y oscuridad.

Cuando llegamos, se convoca un concilio de guerra para tratar el asunto.

- Padre, debemos partir a Svartalfheim - el dios del trueno da su opnión después de informar de lo que nos dijo Heimdall.

- Sin duda alguna, esta guerra no tiene intención de detenerse - Odín camina pensativo por el salón real.

- ¿ Que esperabais?¿ Que entregaran el cofre y se rindieran ? - le recrimina Loki - ¡ no van a echarse atrás ! ¿ Es que no lo veis ? Acabarán por sumir a los reinos en una época de tiranía, acabarán con todo aquel que no se arrodille ante ellos.

- Loki tiene razón - le apoyo - cuanto más tardemos en atacar, más fuertes se harán.

- La decición está tomada, saldréis a su encuentro partireis a Svartalfheim, os llevareis a los ejércitos de Asgard y Muspelheim junto con los cuatro guerreros, Thor, tu dirigirás los ejércitos - este asiente - Loki, acompañarás a Thor, debéis acabar con las criaturas y recuperar el cofre - Odín se sienta en su trono -debéis prepararos, partireis hoy mismo.

- Yo también voy - les informo.

- Edel, es mejor que te quedes, podría ser peligros - me pide Thor.

- No pienso quedarme aquí, iré con vosotros - miro a Odín esperando su visto bueno.

- Edelwaiss os acompañará, es una buena guerrera y sus poderes serán de gran ayuda.

Nos dirigimos a la armería para equiparnos con armas y escudos, todo lo que necesitemos.

Voy a mis aposentos a por mi armadura, cuando entro, Loki está sentado en la cama con la parte superior de mi armadura entre sus manos.

- Prométeme que te cuidarás y no harás ninguna insensatez - me mira sombrío.

- Te lo prometo, si tu me prometes que tampoco harás ninguna locura ni nada estúpido - me siento junto a él y agarro sus manos.

- Puedes contar con ello, te lo prometo Edel - me besa.

- Y yo te prometo que no haré ninguna estupidez - nos abrazamos.

- Vamos, debemos irnos, no les hagamos esperar.

14.Svartalfheim

Svatalfheim

Allí estábamos, en las tierras áridas y negras de los elfos oscuros, miraras donde miraras lo único que se veía era tierra árida y rocosa, de colores oscuros, casi negros. El castillo de Malekith se alzaba majestuoso en medio del paisaje a pesar de sus tonos oscuros, del centro del castillo salía una intensa luz en tono verde azulado, eso debía ser el Cofre de los Antiguos Inviernos.

No llevábamos mucho tiempo caminando hacia el castillo cuando la tierra que pisábamos comenzó a estremecerse. Las puertas del castillo se abrieron, dejando ver a su ejército de elfos oscuros, nuestra adelantada invasión en Svartalfheim había dado resultados positivos, pues su ejército era mucho menor que el nuestro, pero aún así tenían a esas criaturas. Los monstruos, eran sin duda, nuestro principal problema.

- Edel, tú y el ejército Muspel os enfrentaréis a las quimeras, ya el fuego no os afecta, intentad alejarlarlas de aquí - asiento - ¡ Asgardianos, el escuadrón de la derecha, se enfrentará al ejército de elfos !¡ El de la izquierda, os enfrentaréis a los minotauros !¡ El central, me seguiréis a mi y haremos frente a los trolls ! ¡ Los cuatro guerreros, haréis frente a los huargos ! - Thor nos da instrucciones a seguir para enfrentarnos al enemigo, nos repartimos los objetivos para poder tener más oportunidades de vencer.

- ¿ Y yo que hago ? - cuestiona Loki.

- Tú, hermano - le agarra de la nuca y juntan sus frentes - debes ir a por Helblindi, recuperar el cofre, lo comprenderé si no quieres hacerlo, él es tu hermano de sangre y...

- Lo haré - dice Loki con decisión - él, no es mi familia - me mira - ella es mi familia - mira a Thor a los ojos - vosotros sois mi familia - Thor esboza una sonrisa - se acerca a mi y me besa, algo que me sorprende, pero respondo encantada - te amo.

-Te amo, Loki - acaricio su mejilla.

- Cumple tu promesa, yo procuraré cumplir la mía - se aleja mientras Thor nos mira con una gran sonrisa en su rostro.

Me encamino detrás de Loki y se gira a mirarme.

- ¿ Qué haces ? Vuelve, debes quedarte para acabar con las quimeras.

- ¿ Es que acaso crees que vas a pasar por ahí tu solito ? - le señalo el frente, donde se encuentra el enemigo.

- Tu tienes tus llamas y yo mis trucos, Edel. Nos vemos después - vuelve a besarme y desaparece ante mis ojos.

Empezamos a luchar, mi escuadrón y yo logramos separar las quimeras, las rodeamos y las quemamos, pero algunas logran atacarnos antes de morir, una se dirige directa hacia mí, pero su trayectoria es cortada por el golpe de uno de los gigantes de fuego, le ha separado la cabeza del cuerpo con su espada. Asiento en forma de agradecimiento y le sonrío, este, me devuelve el gesto.

El escuadrón de la derecha ya ha reducido al ejército de los elfos y los pocos que quedan, intentan hacer frente al ejército asgardiano, sin resultados.

El escuadrón de la izquierda, está haciendo frente a los minotauros, aunque hay algunas bajas en nuestro ejército, esas criaturas son feroces y salvajes y con una gran fuerza, pero son lentas y torpes y con poco cerebro. El escuadrón derecho se junta con el izquierdo para hacer frente a los minotauros.

- ¡ Ejército Muspel ! - exclamo - Dividios, ayudad a Thor con los troll y el resto, seguidme, iremos con los cuatro guerreros a dar caza a los huergos !

En plena batalla, veo que estamos en superioridad numérica, gran parte de los trolls han perecido, así como los huargos y minotauros.

Estoy peleando con mi espada frente a un huargo, necesito dar dencanso a mis poderes, cuanto más lo use, más deprisa me cansaré y eso no jugará a mi favor.

En un golpe que intento asestarle al enorme animal de pelaje blanco fallo, y él se echa sobre mí, tirándome al suelo, sus dientes afilados intentan morderme pero forcejeo con él mientras le agarro del hocico.

No sé como ni por que, pero mis manos adquieren un tono azulado que va traspasando al cuerpo de la criatura hasta congelarla.

Me levanto del suelo sin poder explicarme lo que acaba de ocurrir. Cogo mi espada y golpeo el bloque de hielo provocando que se rompa en cientos de pedazos.

Miro mis manos que vuelven poco a poco a su color habitual.

He usado el poder de hielo... ¿ como es posible ?

Mi mente se queda en blanco cuando diviso una figura conocida, ataviado con una armadura en tonos negros y dorados junto con una capa negra.

Su piel pálida y orejas picudas y ese andar de autosuficiencia, el rey de los elfos al fin da la cara.

Malekith está aquí.

15. Batalla

Thor se dirige con paso firme hacia Malekith.

- ¡ Malekith, para esta locura, no sigas con esto ! - se encuentran frente a frente, el rey elfo saca sus cuchillos - ¡ recapacita Malekith, con esto solo conseguirás la destrucción de tu pueblo !

- ¡ Thor, no intentes razonar con él, es imposible ! -me acerco a ellos y Malekith en un rápido movimiento me inmoviliza y pone un cuchillo en mi cuello.

- No te atrevas a tocarla... ¡ Suéltala ! - dice Thor entre dientes.

- ¿ Qué sacrificarías por lo que crees que es correcto Thor ? Tu valentía no aliviará tu dolor. Tu familia, tu mundo, todo quedará extinguido.

- No si puedo impedirlo, ¡ vamos suéltala ! - la presión del cuchillo en mi cuello aumenta, haciendo que un hilo de sangre recorra su hoja. Sé que no va a soltarme, tiene a Thor en la palma de la mano, porque sabe que no dejará que me haga daño. Envuelvo mi cuerpo en fuego y Malekith me suelta, me giro y le propino una patada en el pecho, alejándolo unos metros - ¡ Edelwaiss, vete! Esta no es tu lucha, ve con Loki, puede que necesite ayuda - asiento y corro al castillo, enfrentándome a algún huargo o minotauro por el camino, pero no me paro a luchar con ellos, los gigante de fuego y los soldado asgardianos me despejan el camino, permitiéndome avanzar rápido.

El castillo es frío y bastante siniestro, con salas amplias y casi vacías, sin apenas decoración, se podría pensar que está deshabitado si no fuera por la luz que sale de una de las habitaciones.

Desenvaino mi espada y me acerco a la entrada sigilosamente.

- Deberías dejar de intentar hacerte el héroe, Loki. Yo que tú consideraría de que lado ponerme - esa voz era fría y escasa de sentimiento.

- No debo considerar nada, estoy del lado correcto - ese era Loki, podría reconocerlo en cualquier situación.

- ¿ Tu crees ? Tu mundo se desmorona a cada minuto que pasa, ¿ en serio crees que podéis ganar esta guerra ?

- No es que lo crea, es que lo sé.

Me asomo a ver que ocurre, Loki esté frente a Helblindi y éste, está al lado del cofre.

- ¿ No sabes que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación, Edelwaiss ? - me quedo clavada en el sitio, ¿ como a podido saber que estoy aquí si el lugar en el que estoy es bastante apartado ? Doy un paso al frente con mi espada preparada - Baja eso, querida Edel - dice señalando mi espada.

- Para ti, princesa Edelwaiss - le contesto en tono cortante. Helblindi me sonríe de forma burlona.

- Como desees, princesa, ¿ es que acaso vienes a ayudar a Loki ?

- No, no viene a ayudarme, ella ya se iba, ¿verdad? - Loki me mira acusadoramente, intento dar media vuelta pero Helblindi me detiene.

- Como des un paso más, destruiré a Loki antes de que parpadees - por su tono de voz y la manera de decirme esa manera me recorre un escalofrío por todo el cuerpo. Helblindi se acerca al cofre, tanto Loki como yo, nos damos cuenta de sus intenciones.

Loki intenta avalanzarse sobre él, pero el gigante coge el cofre y le ataca con él. Una luz azulada sale disparada e impacta sobre Loki, haciéndolo chocar con la espalda. Le lanzo varias bolas de fuego, que esquiva agilmente. Helblindi vuelve a usar el cofre, esta vez contra mí, lanzándome cerca de Loki.

- ¡ No, Edel ! - Loki se acerca a mi, con una expresión de sorpresa. Helblindi desaparece. - ¿ Como es posible que no te hayas congelado? - me ayuda a incorporarme - no es posible, no te ha afectado su poder, no lo entiendo.

- Si que me ha afectado, ¿ acaso no viste como salí volando por los aires? - él rueda los ojos.

- Claro que lo vi, pero a cualquiera que no sea un gigante o tenga genes de gigante lo congelaría al instante.

- Yo tengo genes de gigante...

- Pero de fuego, no de hielo, no logro entenderlo - frunce el ceño y me mira extrañado - eres toda una caja de sorpresas Edel, nunca dejas de sorprenderme - se relaja y me besa.

MIENTRAS, EN EL CAMPO DE BATALLA...

Malekith y Thor se fulminan con la mirada.

El elfo se lanza sobre el dios e intenta atravesarle con uno de sus cuchillos, el asgardiano lo esquiva y le da en la espalda con el Mjölnir.

Durante unos minutos, la batalla es intensa, ninguno de los dos da el brazo a torcer en cuanto a la victoria.

En uno de sus ataques, Malekith falla calculando la distancia para arremeter contra Thor, este sujeta su mano y le quita el cuchillo y se lo clava en el pecho, atravesando su armadura.

El elfo grita de dolor, se tambalea, retrocede unos pasos, inca la rodilla y respira más profundamente, intentando llenar sus pulmones de aire.

- Basta Malekith, mira a tu alrededor, tu ejército ha caído, de nuevo, las criaturas que habéis despertado han caído, has arriesgado la vida de tu pueblo, has llegado a la extinción solo, ¿ por que ? ¿ Por poder ? - Thor se sitúa frente a él - este es tu fin, unas últimas palabras...

Malekith, levanta la vista y mira a Thor a los ojos y suelta con asco y desprecio :

- ¡ Púdrete asgardiano! ¡ Has venido desde muy lejos a morir !

- Te equivocas, yo no voy a morir... ¡ He venido desde muy lejos a impartir justicia !

- No ganarás esta guerra, no puedes dominar el cofre.

-Yo no, pero mi hermano sí.

- ¿ Acaso crees que ese gigante traidor, al que llamas hermano, no te traicionará ?

- No, no lo hará, tiene una buena razón para no hacerlo.

- ¿ Estás seguro ?¿ Te refieres a esa gigante de fuego ? Deberías tener cuidado, el adulterio no está bien visto en ninguno de los nueve reinos.

- Ese no es asunto tuyo, es tu fin Malekith - al momento, un rayo atraviesa por la mitad al rey elfo. Su cuerpo se descompone y se convierte en una figura de arena, que el viento se encarga de borrar.

Thor se dirige al castillo mientras los dos ejércitos celebran la victoria sobre Malekith y la destrucción de las criaturas.

Cuando llega Loki y yo estamos sentados, apoyados en la pared descansando un poco de la batalla.

- Loki, Edel, ¿ estáis bien ? - el rubio entra en la sala y nos mira preocupados.

- ¡ Thor ! - corro a abrazarlo - estamos bien, ¿ y tú ? - le miro de arriba a abjo.

- Estoy bien - se abraza con Loki - ¿ donde está Helblindi ?

- Se ha ido - digo.

- Y se ha llevado el cofre con él - termina Loki.

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