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{Maratón 2/4}

《Tres días después》

Había sido toda una odisea hablar con sus padres y con los de kook. Tardo mucho explicándoles todo y terminó teniendo una discusión con los Jeon ya que estos se enojaron por sus acciones; él entendió perfectamente y les aseguro que iba arreglar todos sus errores.

No sabía cuanto tiempo le tomaría pero haría todo, hasta lo imposible para que no tardase más de un mes. Hace dos semanas Jungkook estaba interno en la cárcel, no sabía cómo se encontraba y eso le preocupaba demasiado; tenía miedo de que por su culpa su mejor amigo perdiera la vida o le sucediera algo traumatico.

Se sentía la peor persona del mundo y no sabía cómo demonios lo iba a mirar a los ojos. Pero sin importar cuanta pena o miedo sintiera tenía que ir a visitarlo, debía verlo y asegurarse de que aún seguía en una pieza.

Así que sin darle más vueltas al asunto manejo hasta la cárcel central de Seúl. Al llegar allí estacionó su auto y se bajó; al observar el lugar sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Trago grueso y a pasó lento se acercó a la recepción, las visitas en la cárcel no era nada gratas pues sabía que las requisas eran muy...

traumaticas.

Soltando un suspiro se acercó al oficial y aclaro su garganta para llamar la atención.

—Buenos días, vengo a visitar a Jeon Jungkook...

El hombre lo observó con fastidio y asintió. Anotó los datos de Yoongi y luego fue guiado a un salón, los requisaron minuciosamente y seguido lo dejaron esperando alrededor de quince minutos.

Un timbre sonó y la puerta fue abierta dejando ver a un Jungkook completamente destruido. Su rostro estaba lleno de moretones y tenía una cortada sobre el pómulo, estaba más delgado y muy pálido.

No se había fijado ni siquiera de quien se trataba. Tan solo se sentó frente a la silla y asintió despacio a las indicaciones del guardia.

—Jungkook...

En ese momento Jeon levantó la mirada conectando sus ojos con los de yoongi. Aquel brillo característico que tenía se había ido completamente dando su lugar a una tristeza y un vacío único.

Kook no dijo palabra alguna, tan solo se levantó y camino despacio hasta la puerta. No quería ver a Min, lo odiaba; se sentía tan enojado y triste. Nunca pensó que su "mejor amigo" lo haría pasar por una situación tan horrible como esa...

—Jungkook no te vayas, necesito hablar contigo

—¿Hablar? —soltó una risa sin pizca de gracia—. ¿De que quieres hablar Min? —cuestionó. Su voz se escuchaba más gruesa de lo normal, sus cuerdas vocales estaban lastimadas por haber estado gritando.

—Perdóname, metí la pata muy feo —Yoongi se levantó de la silla—. Te voy a sacar de aquí, te prometo que voy arreglar toda la mierda que hice

—Ya no importa...—bajo la mirada y mordió su labio inferior con algo de fuerza— no creo que pase de esta semana

—¿Que? —rápidamente se acercó a kook y lo tomó del brazo.

—¡Sin contacto físico! —grito el guardia.

Jeon se soltó bruscamente y volvió a mirar a Min.

—Déjame en paz, no se que haces aquí —bajo la mirada, no quería ponerse sentimental y terminar llorando— Me...—suspiró— no creo que te interese, después de todo tu me metiste en este hueco sin importar que me llegará a pasar

—Lo sé, mierda y lo siento —llevo sus manos a su cabeza y tiro con suavidad de su cabello. Ver a su amigo de tal forma lo había afectado más de lo que estaba, si antes estaba desesperado ahora se estaba volviendo loco—. Fui un estúpido, no pensé las cosas y actúe por impulso. Me sentí traicionado y muy estúpido por creerte, no justifica lo que hice —un par de lágrimas traicioneras rodaron por sus mejillas—. Lo siento

Kook apretó los puños y negó con la cabeza.

—T-te odio —sus ojos se cristalizaron— Te odio porqué no te importó en lo absoluto que me hacían aquí, ni siquiera te interesa tu hermano —su pecho comenzó a subir y a bajar por su respiración errática— Solo querías separarnos por tu egoísmo —bruscamente limpio su rostro— arruinaste mi vida y la de Jimin, solo nos querías destruir porque no te gustaba la idea de vernos juntos —un sollozo roto escapo de sus finos labios—. No te imaginas todo lo que he pasado aquí, no sabes como mierda se siente despertar a diario y no tener la certeza de si vas a llegar con vida nuevamente a esa asquerosa celda

—Te voy a saca-

—¡CÁLLATE! —empujó a Yoongi con fuerza haciéndolo caer—. No me vas a sacar, ¡estoy jodido! —llevo sus manos a su cabeza y comenzó a caminar de un lado a otro.

En ese momento los guardias se acercaron pero Yoongi hizo un movimiento con su mano indicando que no había problema.

—J-jungkook no digas eso —su voz tembló y quiso acercarse nuevamente.

—¿Que no diga eso?...—detuvo su andar y observó el suelo gris. Apretó sus puños tan fuerte que sus nudillos se tornaron de color blanco, se sentía tan impotente y...roto—. Mi vida ya no tiene sentido alguno, todo lo que hice en el pasado. El estudió, el tr-abajó...—su voz se quebró ligeramente— L-os...amigos —levantó la mirada y observó a Yoongi.

Min no sabía cómo describir lo que estaba sintiendo justo ahora. No solo se trataba de dolor, sentía un peso en sus hombros y un nudo en su estómago. Había arruinado dos vidas sin siquiera detenerse a pensarlo, Jimin podría mejorar pero kook, él quedaría marcado por siempre.

Una parte de él se había perdido, jamás volvería a ser el chico alegre que conoció cuando eran tan solo niños. Nunca más vería sus ojos brillar o aquella tonta sonrisa de conejo...

Su egoísmo había llegado demasiado lejos, y lo peor es que no había vuelta atrás. No existía ningún tipo de máquina del tiempo que lo regresará a ese día.

Desearía haberse detenido a pensar que estaba haciendo, desearía no haberle hecho eso a su mejor amigo...

—P-erdóname —hizo una mueca de tristeza y sintió como gruesas lágrimas resbalaban por su rostro. Muy pocas veces se había mostrado de tal forma, odiaba ser "Débil" y por ende procuraba no mostrarse así ante nadie. Pero ahora le importaba una mierda, estaba arrepentido. Quería solucionar las cosas como sea y cuanto antes, pues algo le decía que iba a suceder algo malo con Jungkook—. Fui una mierda de persona, pero p-rometo que voy a solucionar todo, ¿S-si?. Vendré por ti antes de que se cumpla un mes, no pasará ni un día más

El rostro de Jungkook se desfiguro al escucharlo. Cuanto le gustaría que fuera así, pero en el fondo sabia que jamás pasaría. Min jamás llegaría a tiempo, él nunca conocería a su bebito y dejaría un horrible vacío en el amor de su vida.

De repente parecía que la vida se había puesto en su contra y haría todo lo posible por joderlo.

—Dile a Jimin que lo amo —tomó aire y una sonrisa rota se dibujó en su lastimado rostro—. No dejes que mi bebé piense que lo abandone

—¿Que? —¿Por qué parecía una despedida?, ¿kook pensaba que mentía?—. Jungkook habló en serió con lo de sacarte, nos tomará al rededor de una semana y media. Hoy en la tarde debo ir a cambiar mis declaracion-

—Deja de hablar —soltó serio—  es posible que hoy sea mi último día. Así ni siquiera te molestes

—¿A que te refieres con eso? —junto sus cejas sin entender.

Kook soltó una carcajada que hizo que la piel de Yoongi se erizara. ¿Que demonios le pasaba?...

—¿Te digo algo Min? —preguntó con un tono de burla— recién llegué aquí le caí mal a muchos, desde el primer día me golpearon una y otra vez sin descanso —tomó aire haciendo una mueca de dolor— Por error delate a alguien, y ya sabes como funcionan las cosas aquí —su manzana de Adán se balanceo de arriba abajo. Tenía miedo, demasiado. Pero no ganaba nada con demostrarlo; bueno tal vez si. Ganaría más golpistas—. Me van a matar Yoongi —volvió a observar al pálido— no quiero que le digas a Jimin

—¡¿Q-que?! No, no Jungkook debe haber algo que podamos hacer ¿no?

—Lamento decirte que ya es demasiado tarde —murmuró y dio media vuelta dirigiéndose a la puerta. El tiempo de la visita había acabado, era hora de que Jungkook enfrentará nuevamente su triste realidad— prométeme que le dirás a Jimin que lo amo

—Se lo dirás tu mismo

—No lo haré...

—No digas idioteces, intenta mantenerte con vida hasta el viernes

—Prométeme que le dirás a Jimin que lo amo, por favor —lo miró suplicante— y...dile a mi bebé cuanto deseaba conocerlo

—Jungkook no...

—Por favor

—L-o haré, lo prometo

—Gracias...

—Acabó el tiempo  el oficial se acercó a Jungkook y lo esposo haciéndolo quejar. Había apretado demasiado las jodidas esposas.

—Vendré por ti

—Deja de decir cosas que no pasarán Yoongi — murmuró y salió cabizbajo de la sala.

Al estar solo Min no espero ni un minuto y se fue de allí corriendo. Debía acelerar las cosas, la vida de Jeon estaba en sus manos; no perdería más el tiempo y haría hasta lo imposible por sacarlo de allí.

Su corazón latía a mil por hora y el sudor en sus manos hacia que el volante resbalara ligeramente. Pero poco le importaba, lo único que estaba en su mente era salvar a Jungkook. Las cosas en la cárcel no son un simple juego, tener una amenaza de muerte allí significa que en cualquier descuido te quitaran la vida y de la peor forma posible.

La ansiedad que sentía cada vez aumentaba. ¿que debía hacer?, su primera opción era cambiar su declaración junto a la de su familia y la de Jeon. Sin embargo para ello debía sacar una estúpida cita, la cual sería en tres días. No obstante tenía otra opción, podría pagar la fianza y gracias a sus contactos Probablemente podría acelerar el proceso y sacarlo esa misma noche.

Al llegar a su oficina se adentro nuevamente corriendo y se sentó en su escritorio comenzando a revisar papeles y a marcarle a sus colegas.

—Te sacaré kook, te lo prometo...

Murmuró con seguridad. No se iba a rendir hasta remediar su error, haría las cosas bien y se aseguraría de que su hermanito y kook fueran felices.

Después de todo ellos se merecían lo mejor del mundo...

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