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Una semana y media había pasado desde que le dije a Jimin que él no entendía realmente lo que decía. Desde aquel día no me volvió a hablar en lo absoluto.

Cada vez que llego a su casa él recoge sus juguetes y se va a su habitación y no sale de esta hasta que yo me haya ido.

No puedo negar que eso me duele, lo conozco desde que esta en la panza de su madre y jamás me había ignorado. Se que también es mi culpa, pues no le dije las cosas de la mejor forma.

Ahora debo pensar en que manera pedirle perdón y explicarle bien todo para que no se enoje conmigo.

Jimin es un niño muy especial para mi, lo quiero con todo mi corazón y no puedo soportar que nos llevemos mal. Arreglaré las cosas como sea, solo deseo que este feliz. Tan solo tiene cinco años, no puede estar triste siendo tan joven.

Al llegar a mi casa después del entrenamiento de fútbol me di una larga ducha y comí algo. Para ser especifico pollo en salsa con ensalada y un poco de arroz integral, por último jugo de naranja.

Cuando termine de comer lave mi plato y me dirigí al baño para cepillar mis dientes. Al estar listo tome mi mochila y salí de mi casa.

Planeaba ir a comprarle un regalo a Jimin, quiero arreglar todo lo más pronto posible. Iría con Yoongi pero por desgracia se quedo coqueteando con el chico nuevo del colegio. Intenté arrastrarlo a casa pero no lo conseguí y ahora debo ir solo a la jugueteria.

Tome un taxi y veinte minutos más tardé ya me encontraba en el establecimiento caminando por los largos pasillos llenos de juguetes.

A Jimin le gustan mucho los superhéroes y los dinosaurios. Lo que haré será comprarle varias cosas ya que no me decido por ninguna.

Tome un carrito y comencé a meter varios peluches de dinosaurio y algunas figuras de acción.

Luego de casi una hora viendo todo me decidí por llevarle varios peluches de dinosaurio y unos funko pop de los vengadores, o y también una caja con cosas para hacer slime. Así podremos jugar un rato.

Pague todo y pedi que lo empacaran. Cuando estuvo listo tome todos los regalos y salí del lugar satisfecho. Espero que le gusten mucho sus regalos y deje de estar tan molesto conmigo.

Antes de irme del centro comercial compre varios dulces y una cajita feliz. Tal vez estaba exagerando con los regalos, pero es que Jimin se lo merece totalmente. Hace mucho que no le doy obsequios, creo que ya es el momento.

Por suerte tenía dinero ahorrado de algunos trabajos que hice el verano pasado y me alcanzó para todo. Evidentemente no podré comprar nada más en meses, pero eso realmente no me interesa. Solo quiero ver nuevamente la tierna sonrisa de Jimin.

{...}

Me acerqué a la puerta a paso lento y respire profundamente. Seguido toque dos veces con suavidad, al no obtener respuesta bufe y volví a tocar.

¿Porque demonios el timbre esta dañado? Yoongi siempre rompe todo. Él es muy torpe, en especial cuando llega medio ebrio de las fiestas.

Toque otras tres veces y esperé alrededor de cinco minutos, pero nadie abría. Tal vez deba esperar, lo más probable es que no haya nadie en casa.

Me giré dispuesto a irme, pero en aquel momento una suave voz me hizo detener mis pasos.

—¿Quien es? —aquella vocecita habló tímidamente—, mi mami no está

Sonreí de lado. Al parecer Jimin ahora obedece la regla de no abrir la puerta cuando está solo. Antes no lo hacía y todos lo regañabamos.

—Soy Jungkook...

El silencio se mantuvo por unos minutos hasta que finalmente la puerta fue abierta por un tierno Jimin subido en una pequeña banca.

Él me miró por unos segundos y luego se bajo de la banca. Dejó esta a un lado y se giro para irse.

—Hey, espera —entre a la casa cerrando detrás de mi y lo tome con suavidad del brazo—. ¿Sigues enojado conmigo mochi? —me arrodille junto a él e hice un puchero.

—Tu me dijiste que no entiendo nada hyung —cruzó sus pequeños bracitos sobre su pecho—. Si no entiendo no podemos hablar...

La mayoría de veces me sorprendía demasiado la actitud tan madura de Jimin, tenía tan solo cinco años y parecía un adulto.

—No me refería a eso, solo no me explique bien —suspire—. Lo siento mochi. No quería hacerte enojar, ¿Podrías perdonarme?

Él pareció dudarlo unos segundos pero luego asintió y sus ojos viajaron hasta los regalos. Movió sus deditos ansioso por agarrar uno pero no lo hizo.

—Te perdono hyung —hizo puchero—. ¿Para quien son?...¿h-hay alguno para mi? —movió su piernita con timidez—, ¿al menos el chiquito?

Solté una carcajada por la forma en la que movía sus manitos regordetas y sus piernas.

—De hecho todos son para ti mochi —me levanté y lo tome de la mano. Caminamos hasta el sofá y allí nos sentamos—. Perdón si fui grosero contigo —apreté su mejilla con suavidad.

—Esta bien hyung, s-solo no lo hagas de nuevo —dijo con un leve sonrojo y abrazó a su hyung con fuerza—. ¡¿Puedo abrirlos ya?! —chilló emocionado.

—Claro, son todos tuyos —le entregue los regalos sonriendo y me acomode mejor para ver sus reacciones.

Jimin rasgo el papel regalo con rapidez y al ver los peluche chilló y comenzó a saltar emocionado.

—¡ES HERMOSO! —abrazo con fuerza el peluche y luego abrió rápidamente otro regalo—. ¡S-SON...LOS TOP!

—¿Que? —reí—. ¿Que es top?

—¡LOS AH! —soltó el peluche de dinosaurio y acercó la caja a su cara— Fun...funko...¡TOT!

Solté una fuerte carcajada y lleve una de mis manos a mi abdomen. Ver a Jimin leyendo es algo realmente gracioso, en especial cuando no entiende algo y él mismo le da significado.

—¡HYUNG! —hizo puchero y alejó la caja.  no le gustaba que se rieran de él.

—Ya, ya... —dije entré suaves risas— ¿Te vas a enojar otra vez?

—hyung es un tonto —le saco la lengua y su labio inferior comenzó a temblar. Era realmente sensible.

—Oh vamos bebé, no me rio de ti —lo acerqué a mi cuerpo—. Solo que te ves realmente adorable

—¡No es verdad! Hyung se rie de mochi —sus ojitos se llenaron de lágrimas.

—No, no —suspire. A veces era complicado ya que Jimin es muy sensible y cualquier cosa lo hacía llorar—. Me da ternura como lees, eso es todo —bese su frente—. ¿Como les llamaste?

—T-tot —dijo mientras limpiaba unas pequeñas lagrimitas que escaparon de sus bellos ojos—. ¿N-no es así hyung?

Sonreí. Me gusta la forma de ser de Jimin, es tan tierno y sensible.

—Se llaman funko pop —dije remarcando la última palabra.

—Tot...—repitió.

—Pop...

—pot —frunció el ceño.

—Pop —solté una suave risa.

—¿Top? —susurro inseguro.

Negué con la cabeza y peine su cabello para atrás.

—Pop, repite conmigo. Funko pop

—Funko top

Solté una carcajada.

—¡HYUNG! —sus ojitos se llenaron nuevamente de lagrimas y comenzó a llorar.

—No, no bebé  —reí y lo abracé fuerte.

En ese momento la puerta fue abierta. Yoongi levantó la mirada y luego frunció el ceño.

—¿Porque lo estás molestando Jeon? —soltó con molestia.

—No lo moleste —dije entré suaves risas—. Se enojo porque me reí de como habla

—¿Que te hizo este animal? —Yoongi cargo a Jimin y limpio sus lágrimas con suavidad—. ¿Te estaba molestando?

—H-hyung S-se ríe p-porque n-o se deci-r pot —dijo entre sollozos.

—¿Decir que? —preguntó confundido—, ¿que ideas le estas metiendo Jeon? Te dije que nada de drogas

—¿Que? —solté una carcajada y negué con la cabeza—, le traje unos funko pop de regalo para que me perdonará, y no sabe pronunciar bien pop —expliqué peinando mi cabello para atrás—. Se enoja cuando me rio

—No te rías entonces idiota —bajo a Jimin y este hizo el ademán de irse a su cuarto.

—No mochi, ven lo siento —me levanté y lo cargué rápidamente—. Aún quedan más regalos...

—N-no quiero, t-u te vas R-reir de mi —limpió sus lágrimas con sus pequeñas manitos.

—No lo haré, lo siento. Ven por favor, ¿o ya no me quieres? —susurre y fingí comenzar a llorar.

—¡No llores Jungkook hyung! —chilló y se acercó a kook—. No llores —susurro y tomó el rostro del mayor.

-No lo haré —sonreí de lado y bese su mejilla—, ahora abre los demás

Jimin asintió y comenzó abrir los demás regalos, sus ojitos brillaban tanto y los suaves gritos de emoción que soltaba me hacían sonreír. Es adorable cuando está feliz, así quiero verlo siempre.

—También te traje una cajita feliz —dije mirándolo.

—¡¿Si?! —chilló emocionado—. ¡¿Donde, donde esta mi cajita feli?!

—Feliz —corregí y saque la bolsa—. Aquí esta pequeño, siéntate y ya te traigo servilletas —dije y camine hasta la cocina.

—¿Podrías dejar de malcriarlo? —soltó Yoongi mientras abría la puerta de la cocina—. Sabes que luego estará llorando todo el día para que vengas

—Prefiero eso a que me ignore... —tome un par de servilletas.

—Jungkook, sabes que Jimin realmente siente algo por ti, es como un apego. No sé si esta enamorado de verdad o te considera como su hermano mayor, cosa que dudo ya que a mi no me trata así —suspiró y abrió la nevera—. Luego no te quejes de que no te deja hacer tarea

—Yo nunca me quejo de eso... —dije y tome el paquete de servilletas y un yogurt de durazno.

—Si que lo haces kook, por favor deja esto de una vez antes de que se vuelva más molesto —suspiró y salió con su almuerzo. Él no quería que su hermanito estuviera triste por Jungkook, no tenía ni la menor idea de que sentía, pero estaba seguro que no era algo del todo normal. Bueno, normal para su edad. Tan solo tenía cinco años y siempre estaba pegado a su mejor amigo. Eso era muy extraño para él.

Al ver que Yoongi desapareció por las puertas dobles de la cocina solté un suspiró. Realmente no comprendía, ¿por qué razón me dice esas cosas?, siempre he sido así con Jimin y no dejaré de serlo de la noche a la mañana.

Salí de la cocina con las servilletas y mi yogurt. Me acerqué a Jimin y le entregue sus servilletas.

—Muchas gracias Jungkook hyung —dijo Jimin con la boca llena de papas a la francesa.

—No es nada mochi —sonreí y lo despeine. Comencé a beber mi yogurt mientras observaba mis redes sociales. Al acabar me levanté y tire el vaso en el cesto de basura—. Debo irme, saldré con Minki

—¿Quien es? —habló el pequeño rápidamente mientras mordía su hamburguesa.

—Un amigo...

El niño solo se limito asentir y luego se levantó para abrazar a Jungkook con fuerza. Beso su mejilla y luego se alejó.

—Gracias por lo regalos hyung —susurro con un leve sonrojó.

Sonreí de lado y bese su regordeta mejilla escuchando que soltaba una risita.

—Me alegra que te hayan gustado, ahora debo irme. Pórtate bien y haz tu tarea —me alejé de él y salí de la casa despidiéndome con la mano de mi amigo.

—¡Nos vemos allá, Hoseok también irá! —grito Yoongi desde la mesa.

—¡Genial allá te espero! —dije y sin más cerré la puerta.

Al salir de la casa sentí el frío viento golpear mi rostro. Lleve mis manos hasta mis bolsillos y comencé a caminar observando mis zapatos.

Me preguntaba si estaba haciendo las cosas mal, no tenía ni idea de lo que estaba provocando en Jimin. No sabía realmente que era lo que pasaba por su pequeña y adorable cabecita.

Tenía muchas dudas. ¿Él en serió siente algo por mi? Eso no puede pasar. Es algo imposible, es tan solo un niño.

Tenía la pequeña esperanza de que no fuera amor lo que sentía por mí. Muchas veces me ha dicho que gusta de mi, no solo en navidad...

Siempre que puede me lo recuerda de una forma tan adorable que no soy capaz de decirle que no es así. No puedo herirlo.

Creo que me estoy anticipando un poco respecto a este tema. Lo más seguro es que Jimin lo diga jugando y todo esto sea un mal entendido.

Sacudí mi cabeza de un lado a otro y levanté la mirada justo cuándo estaba por cruzar la calle. Suspire y solté una risa.

Debo dejar de pensar en esto, Jimin solo me ve como su hermano.

Con ese ultimo pensamiento detuve un taxi y me subí.

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