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《Especial 2/2》

Mis resbaladizos dedos entraban y salían de forma lenta de su pequeña y apretada entrada. Suaves gemidos escapaban de sus labios y se removia debajo de mi gustoso.

—¿Se siente bien amor? —susurre ronco y empujé con un poco más de fuerza mis dígitos.

—¡A-ah! S-si, se siente mmm bien —las suaves y regordetas mejillas de Jimin se tornaron aún más rojas al observar los dedos del mayor perdiéndose en su interior— mhg, hyung...Y-ya entra, te quiero a ti —estiró una de sus manos y acarició suavemente el miembro de Jungkook.

Con aquel suave toque me estremecí y mordí mi labio inferior con fuerza.

—Mm, déjame decirte que tener mis dedos dentro es muy diferente a tener mi polla...

—Mmg, l-lo sé hyung p-pero solo entra —chilló y sacó los dedos del mayor suavemente. Seguido estiro su mano y rebusco entre la caja de condones uno con sabor a fresa—. Este se ve interesante —una sonrisita pícara se dibujó en su rostro.

Reí divertido y tome el sobre de color rosa. Lo rasgue con cuidado de no romperlo y seguido me lo puse. Tome el lubricante y cubrí toda mi extensión.

—¿N-no crees que es demasiado? —susurro el menor al sentir los húmedos dedos lubricando más su entrada.

—No lo es cariño —dije y me acomodé entre sus piernas— así dolerá menos

Acaricie suavemente sus muslos y tome mi miembro, seguido lo guíe a su entrada acariciando esta con mi glande.

—Mmgh, hyung —su pecho comenzó a subir y a bajar de forma rápida. Los nervios habían regresado a su anatomía.

—Hey, shh. Relájate o dolerá más cariño —me acerqué a sus labios y deje un suave besito sobre estos— dime si quieres que me detenga

El menor asintió y poco a poco Jungkook comenzó a entrar en él de forma lenta.

Jimin no iba a mentir, se sentía horrible. Tanto que sus bellos ojos se llenaron de lágrimas en cuestión de segundos.

—¡E-espera!, mm espera hyung...—dejo caer su cabeza para atrás y soltó el aire lentamente— me duele mucho

—¿Quieres que salga? —observé que tan solo tenía dentro la punta.

—N-no, no solo dame unos minutos —llevo sus pequeñas manos a la espalda del mayor y lo pellizco.

—Ugh eso duele amor —acaricie su cintura y abdomen— relájate bebé, es normal que duela pero poco a poco se irá —hable suavemente y bese una de sus clavículas.

—Eso intento —nuevamente se acomodó y abrió un poco más sus piernas— entra un poco más

—Aún estas demasiado tenso cariño, no lo haré —mis dedos acariciaron sus muslos y una de mis manos se dirigió a su miembro comenzando a masturbarlo de forma lenta.

—Puedo aguantar hyung —dijo bajito y al sentir las caricias cerró los ojos dejándose llevar. Si continuaba tenso arruinaría la noche. Debía calmarse de una vez por todas.

Los minutos pasaron y poco a poco aquel dolor disminuyó notoriamente. Nuevamente suaves gemidos escapaban de la boca del rubio pidiendo más.

Jeon obedeció y delicadamente siguió entrando en él hasta que estuvo toda su extensión dentro. Se quedó quieto y observó enamorado a su pequeño chico.

—¿duele?

—Se siente algo incómodo pero estoy bien —sus pequeñas manos viajaron hasta la cabellera del mayor y enredó sus dedos en esta— mmgh, parece que tu pollito ya no es virgen —susurro con timidez.

—Mm, si. Y-ya no lo es —sonreí y lo tome del mentón para unir nuestros labios en un beso lento.

Este comenzó siendo tierno, delicado y hasta diría que muy romántico. Pero a medida que pasaban los segundos se convirtió en un beso lujurioso y necesitado.

Sus labios se movían de forma rápida, creando un húmedo sonido. Parecía como si sus labios hubieran sido hechos el uno para el otro, pues encajaban a la perfección.

Las caderas de Jungkook comenzaron un suave vaivén, su miembro salía ligeramente y volvía a entrar con delicadeza. Planeaba mantener aquel ritmo todo el tiempo que fuera necesario para que el menor se acostumbrará. pero grande fue su sorpresa al escuchar el pedido de su dulce mochi.

—Mmmgh, ¡H-hyung, ah! ¡m-más, mm quiero más!

—¿Mm seguro amor? —mordi su oreja juguetón haciéndolo chillar.

—¡S-si, si! ouch, ¡no seas tonto!

—Joder que malo eres —reí y me separe ligeramente de su cuerpo. Lo tomé de la cintura y comencé a embestirlo a un ritmo rápido y profundo.

Jimin arqueo su espalda gustoso y comenzó a soltar gemidos en voz baja. Aún no se podían tomar la libertad de ser tan escandalosos así lo quisieran.

Lo que ambos estaban sintiendo justo ahora era magnífico, algo indescriptible. Pues a pesar de que Jungkook hubiera tenido relaciones anteriormente no se comparaba en nada con lo que estaba experimentado.

Las paredes de Jimin apretaban a la perfección su hinchado miembro y sus movimientos acariciaban repetidas veces el punto p del rubio. Ambos estaban tocando las nubes, el placer era tanto no podían contener por mucho tiempo sus jadeos y balbuceos.

Un húmedo sonido invadió completamente la habitación, las caderas de Jungkook se movían con velocidad y las del menor no se quedaban atrás. Pues también llevaba un erotico ritmo, cada vez que kook salía Jimin esperaba y empujaba justo cuando iba a entrar. Aquello provocaba que llegara más profundo; hasta su punto dulce.

—Mm, hyung. ¡D-dios, mm más s-i! —apretó sus piernas alrededor de la cintura de su amado y lo atrajo hacía sus labios— S-si, mm me gusta hyung

—¿Si? ¿Que tanto amor? —comencé a repetir besitos por todo su rostro.

—M-mucho, ¡ah S-si! me gusta mucho —jadeo y cerró los ojos al sentir los suaves labios del mayor sobre los suyos. Correspondió rápidamente el beso bajando sus pequeñas manos hasta los glúteos de su hyung para empujarlo más duro en su interior.

—Mm, joder bebé. Se siente tan bien —me aleje de su rostro y nuevamente lo sostuve de la cintura. Amo poner mis manos allí, su cuerpo es tan perfecto, cada parte de su anatomía me vuelve loco— mmgh, dime si es demasiado —murmure ronco y acelere el ritmo.

La cama comenzó a rechillanar con más fuerza y aquel húmedo sonido de nuestras pieles chocando aumento.

—¡A-ahh! ¡Hyung!

—Shh, bebé no se seas ruidoso —susurre y continúe moviéndome de tal forma por un par de minutos. Tiempo después salí de su interior y lo acomode de lado, seguido me acosté detrás suyo volviendo a penetrarlo de forma suave.

—Mmgh, ¿cómo quieres que no sea ruidoso? Estas, mm follandome tan bien —tiro su cabeza para atrás soltando un gemido agudo— mmgh, E-estoy cerca hyung

Gemi ronco al escuchar aquello y llevé una de mis manos a su miembro. Acaricie este de arriba abajo y comencé a mastubarlo al ritmo de las embestidas.

Repartí húmedos besos sobre su cuello y parte de su nuca haciéndolo suspirar.

Decir que esto se siente como tocar el mismísimo cielo seria poco. Cualquier descripción se queda corta, simplemente no tengo palabras para describir todo lo que siento.

Solo puedo decir que me siento completo. Aquella pieza faltante del rompecabezas era él, siempre fue Jimin el que llenaría aquel vacío en mi pecho.

—También estoy cerca —murmure con voz seductora sobre su oído y acelere ligeramente el ritmo de las embestidas, un par de segundos después llego a su orgasmo soltando un fuerte gemido el cual tuve que callar con mis labios.

Un par de estocadas fueron suficientes para llegar a mi clímax y comenzar a llenar aquel condón con mi semilla.

Suspire sobre sus suaves labios y luego sonreímos al tiempo como un par de idiotas. Si, somos unos idiotas enamorados...

—¿Te gustó?...—pregunté mientras salía con suavidad.

—Eso es poco, —habló con voz cansada. Dios, esta había sido una de las mejores experiencias de toda su vida—. Me encantó hyung —dijo y se giró completamente para abrazar al mayor con fuerza— resultó ser mejor de lo que imaginaba...

—¿Imaginabas esto muy seguido?...

Las mejillas de Jimin ardieron de vergüenza y rápidamente comenzó a negar con la cabeza. No podía aceptar que ese era uno de sus más grandes deseos.

—Que mentiroso eres —solté divertido—. Creo que fuimos algo escandalosos

—No lo soy —con uno de sus pequeños dedos acarició el abdomen marcado de su hyung y suspiro. Realmente se sentía en el mismísimo cielo y junto a un bello ángel o dios griego—, dudo que hayan escuchado, estamos muy lejos de las demás habitaciones...

—Aún así debemos ser precavidos pequeño, sabes que esto es demasiado peligroso —hice una mueca. Desearía que los demás entendieran lo que ambos estamos sintiendo, nos amamos y se que puede verse extraño por nuestra diferencia de edad; pero no tengo malas intenciones. No miento al decir que lo amo, realmente lo hago y lo haré por toda mi vida.

—lo sé —habló el rubio interrumpiendo los pensamientos del mayor—. Pensé que nunca conseguiría tener una oportunidad contigo pero...bueno, aquí estamos —su rostro se torno rojizo y sonrió con felicidad— al fin puedo decir que eres solo mío...

—Se que no parecía y me negué a mi mismo sentir algo por ti pues eras demasiado joven, pero debes saber que siempre me haz gustado —pase una de mis manos por su cabello—. Guarde el secreto e intente cambiar por miedo pero joder, ya no puedo más. No quiero perderte solo por el miedo que siento —pase saliva— y así esto sea complicado daré lo mejor de mi y te prometo que todo nos saldrá bien —sonreí— te amo mochi

Los bellos ojos de Park se llenaron inmediatamente de lágrimas. Siempre había soñado con escuchar eso, con el tiempo había empezado a perder la fe y en un momento quiso darse por vencido. Pero decidió luchar un poco más e intentarlo la última vez, por suerte esa última vez lo consiguió. Logró hacer que Jungkook abriera los ojos e intentarán tener algo.

No sabia que pasaría más adelante, solo esperaba que todo marchara bien. Él estaba dispuesto a dar el 100% de su amor y dedicación a esa bella y anhelada relación.

—Yo también te amo hy-ung —dijo con la voz rota—. Te amo con todo mi corazón y siempre lo haré

Jungkook sonrió dejando ver sus blancos dientes de conejo y abrió los brazos para pegar aún más a su cuerpo a Jimin.

—Mierda, te amo mucho más mi príncipe —lo tomé del mentón suavemente—. Siempre haz sido tan especial conmigo bebé —me acerqué a sus labios—. Prometo hacerte feliz dulce mochi —al decir esto corte la poca distancia que nos separaba y lo bese despacio.

Uno nunca sabe cuanto tiempo duraran las cosas. Pueden ser años, meses, días o puede que tan solo hora.

Todo llega a su fin, tanto los malos momentos como los.

Ni Jimin ni Jungkook sabían que pasaría o cuanto tiempo duraría su relación, ambos esperaban que fuera por mucho tiempo pero aún así nunca se sabe que pasará al día siguiente o el mes que viene.

Debían ser precavidos y no levantar sospechas si querían que todo saliera como planeaban.

Y así será, ambos harán hasta lo imposible porque su amor perdure muchos muchos años.

Ojalá funcione...

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