Cuarenta y tres.
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Yoongi regresó ebrio a su casa, su madre no estaba para variar.
Pésimo estado físico, pésimo estado emocional.
¿En serio pensaba cambiar para Jimin? ¿para qué?
Muy dentro de él, sabía que esto podía pasar si se le daba tiempo a Jimin de conocer más a Taehyung.
De enamorarse de él, Yoongi le tenía tantos celos, porque Tae podría ser el chico perfecto, buenas notas, buen estatus, buena vida, no tenía problemas, podía ofrecerle la mejor relación del mundo a Jimin.
Lo ponía extremadamente celoso, no quería que Jimin se acercara a él, porque Jimin podía terminar dándose cuenta de lo que tenía en sus manos, así podría dejar de batallar con él.
Y era la verdad, Yoongi lo sabe, sólo que trata de negárselo a él mismo.
No quería perder a Jimin, pero sin embargo lo haría y nada lo ponía peor.
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Taehyung se estaba acabando de cambiar, igual Jimin.
La luz volvió.
-Listo, vamos a terminar el trabajo.- Taehyung dijo, como si nada.
Jimin se sentó en la cama y tomó la laptop, Tae se sentó a su costado, demasiado pegado.
Jimin lo volteó a ver y Taehyung le dio un beso.
Jimin sonrió de lado y miró de nuevo a la laptop, siguieron trabajando.
Acabaron el proyecto, Taehyung se marchó.
Había parado de llover.
Jimin se quedó sólo en su casa, pensando las cosas, estaba cansado.
Se puso un suéter, muy cálido y subió a su azotea.
Miraba todo.
Se había cansado, cansado de vivir pelando con Yoongi, de que no le propusiera que fuesen novios, que buscara cualquier excusa para meterse con alguien más, de que le gritara siempre.
¿Por qué Yoongi no es como Taehyung? Se lo preguntó muchas veces.
Taehyung es lindo, amable, caballeroso, le demuestra amor, lo respeta, jamás lo hace enojar.
Su corazón le pedía a Yoongi.
Pero su cerebro le decía que era mejor opción Taehyung.
Había sido suficiente, no sabía que hacer.
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El siguiente día era viernes.
Por fin la semana llegaba a su fin, entregaron el proyecto.
Era obvio que Yoongi no fue a clases.
En el salón Taehyung no quería hostigar a Jimin, así que eran muy pocas veces las que se acercó a hablar con él, pero se mantenía al pendiente.
Al finalizar las clases, Jimin se fue a su casa.
Taehyung tenía entrenamiento hoy, así que se quedaría hasta más tarde, aprovechando que el día aún estaba rescatable pues no había empezado a llover, pero hacia brisa y estaba nublado.
-Capi, hace frío.- Chanyeol.
-Se les quitará cuando empiezan a calentar, vueltas a la cancha, vamos.-
Todos empezaron.
Después de un rato.
-¡Chicos, estiramiento!- Jungkook.
Todos estaban haciendo bien su ejercicio.
-Va a llover.- Ravi sintiendo las gotas.
-Demonios, no hemos podido practicar por la maldita lluvia.-
-Juguemos en el lodo, no calenté de gratis.- Chanyeol.
-mmm ¿qué dicen?- Jungkook le dijo al equipo, pues tal vez enfermarían.
-¡Sí!- todos.
-Eso es equipo, a sus posiciones.- Jungkook.
Todos empezaron a jugar, empezó a llover muy leve.
El lodo no se hizo esperar.
Sus uniformes eran blancos, terminaron enlodados.
Pero se divirtieron mucho, se reían con las caídas de algunos y cuando alguien se caía, todos se subían en él.
No parecía entrenamiento, fue más bien una tarde de diversión para el equipo.
Acabaron cuando la lluvia bajó, ahora eran gotas pequeñas simplemente.
-Eso fue todo por hoy, vayan a descansar.- Jeon les indicó a todos y eso hicieron.
-Jungkook, espera, quiero hablar contigo.- Tae.
Todos se habían ido, sólo quedaban Tae y Jungkook en la cancha.
-Claro Taehyung, dime.- se sentaron juntos en la banca.
-Quería esperar a hablar de esto contigo porque no estaba seguro y sabía que tú seguramente me regañarías, sé que me quieres mucho y te proecupas por mí porque soy tu mejor amigo.-
-Y mi co-capitán.- Jungkook agregó con una sonrisa.
-Sí, entonces pues, yo quiero decirte que eh estado saliendo con Jimin, no es salir, tuvimos un proyecto juntos y salimos todas las tardes de la semana, verás él antier me besó.-
El rostro de Jeon cambió.
-Y ayer, pues ayer nosotros, tuvimos relaciones.-
Jungkook se levantó. -¿En serio Taehyung?- molesto.
-Sí, ¿qué tiene de malo?- Tae sin entender, no se levantó.
-No puedo creerlo de verdad, todo tiene un límite y ya lo superaste.- Jungkook tomó la mochila en la que llevaba su ropa y se dio la vuelta para irse.
-Espera, es que no entiendo, eso es bueno, ¡Deberías alegrarte por mí!-
Jungkook ya iba a salir, se detuvo, se giró y caminó nuevamente hacia Taehyung.
-¿Recuerdas qué pasó el día de la fiesta en casa de Chanyeol? ¿Te acuerdas de qué hiciste?- dijo acercándose más a Tae, enojado.
Taehyung no se quitó. -No, no lo recuerdo.-
-Me besaste Taehyung, lo hiciste, hace tiempo que me empezaste a gustar, obviamente no me siento feliz por ti, esto me jode.- le gritó enojado, las lágrimas de Jungkook cayeron.
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