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—Heeey, Min.— Jungkook.

—Hola Jungkook, ¿qué tal tu entrenamiento hoy?— Min amable.

—¿Acaso te importa?— Jungkook extrañado de su amabilidad.

—Bueno, en realidad no.— Yoongi siendo sincero.

Caminaron a su auto.

—¿A dónde quieres ir?— Yoongi.

Ambos subieron.

—Realmente no tenía algo planeado, simplemente esperaba que tú decidieras eso.—

—¿Estás cansado?—

Jungkook asintió.

Yoongi no dijo más entorno a ese tema, simplemente condujo.

Escuchaban música juntos, se detuvieron en una tienda, compraron cervezas, golosinas, cigarros.

Jungkook no entendía por qué compró todo eso.

Pero volvieron al auto, siguió conduciendo, siguió y siguió.

Ya iban por carretera.

—Oye no puedes sacarme así del país.— Jungkook bromeó.

Yoongi se rió de lado. —Te llevaré a un buen lugar para descansar y pensar.—

—Gracias por lo del descanso, por lo de pensar no estoy seguro, siempre que pienso demasiado algo termino con una crisis, preferiría no hacerlo.—

—Es necesario.— Yoongi sólo dijo eso y llegaron, a un mirador con una vista de montaña se podría decir, el atardecer se acercaba.

Min destapó dos cervezas, tomó una y le dio la otra a Jungkook, paró la música y prendió un cigarro.

Jungkook estaba confundido.

Después de unos momentos de silencio y de escuchar suavemente a la naturaleza, Jungkook se recargó y se puso cómodo en el auto.

—Extraño a Jimin.— Yoongi le dijo, observando el paisaje.

Jungkook no tenía una palabra adecuada así que simplemente guardó silencio y Yoongi siguió hablando.

—Sé que parezco el peor ser humano sobre la tierra y que no tengo sentimientos pero lo extraño en cada segundo, él está ahí.— fumó.

—¿Después de todo lo que pasó?— Jungkook dijo.

Yoongi se rió de lado y le dio un trago a su cerveza. —Es inevitable, no puedo dejar de quererlo, de procurarlo, es mi otra mitad.—

—¿Y por qué no arreglas todo con él?—

—Por la misma razón que tú no lo haces con Taehyung.—

—Es diferente, él te quiere también, Taehyung a mí no.— tomó de su cerveza.

—Eso no te lo puedo negar.—

Jungkook miró hacia abajo.

—Pero tampoco puedo afirmarlo, porque no lo sé, ni siquiera tú lo sabes.— Yoongi.

—Da igual, el tema mío con Taehyung murió, en definitivo, pero ¿el tuyo con Jimin?—

—No sé que contestarte, me vuelve loco y si soy sincero muero por estar con él, por tocar sus pequeñas rosadas manos y entrelazarlas con las mías.—

—Ahí tienes la respuesta.—

—No es sencillo, para alguien como yo, con mi tipo de enfermedad es imposible controlarlo.—

—¿Enfermedad?—

—Trastorno de la conducta, es una condición acerca del comportamiento agresivo, padezco de eso desde que tengo memoria.— Yoongi le confesó, sin mirarlo, claramente.

Jungkook entendió muchísimas cosas apartir de eso. —Pero, ya sabes lo que dicen, la fuerza del amor y esas cosas.—

—No creo en eso, ya lastimé mucho a Jimin, sé que no me detendré.—

—Así que es por el bien de él.— Jungkook dedujo.

Yoongi asintió mirándolo.

—Entonces es cierto, el poder del amor es más fuerte que tu voluntad.— Jeon le sonrió.

—El atardecer es hermoso.— Yoongi dijo mirando hacia enfrente.

—Lo es, gracias por la confianza.—

—Todos necesitamos sacar lo que sentimos.— dijo para después prender la música de nuevo.

Escuchaban música juntos y comenzaron a cantar, pues ambos sabían las letras de las canciones que salían.

Después de un rato, Jungkook le bajó a la música.

—Tengo que hablar de lo que siento.— Jeon.

—Adelante, somos un tipo de amigos ahora así que puedes hablar.—

—Taehyung me odia, yo quisiera odiarlo de la misma forma pero no puedo, lo quiero demasiado, en el entrenamiento de hoy él me derribaba fuerte pero yo no podía regresarlo.—

Yoongi lo miró, no sabía qué decir.

—Sin Taehyung mi nivel de estrés aumentó, fumo mucho más ahora, me agito, no le hace bien a mi equipo además, toda la situación con Tae separa a mis chicos, soy su capitán, conozco a cada uno de ellos y sé lo que quieren lograr y hasta donde quieren llegar, no se merecen esto.— A Jungkook se le quebraba la voz poco a poco.

—No había pensado en eso, parece tan solo un juego.— Yoongi sutil.

Jungkook rio amargamente de lado.
—Somos hermanos, todos estamos en la misma carrera, todos están metiendo sus solicitudes para becas en universidades, ahora más que nunca tenemos que subir el nivel y yo no lo estoy logrando, debería dejar el equipo.—

—No, el capitán siempre se hunde con el barco, aparte eres un buen capitán, enfócate en el juego, no dejes que sus sentimientos ganen en la cancha.— Yoongi trató de motivarlo.

Para Jungkook eso fue reconfortante.
—Gracias.—

—Y manda a Taehyung a la mierda, es un completo idiota.— Yoongi lo miró a los ojos.

Jungkook lo miro de vuelta, iba a contradecirlo pero ahora mismo no tenía argumentos para hacerlo. —Lo es.—

Después de un rato más de pláticas vagas.

—Ahora te llevaré a tu casa, necesitas descansar para que mañana lo des todo.— Yoongi.

Se metieron al auto y se marcharon.

En el camino Jungkook metió un cigarrillo a su boca, cuando lo iba a prender Yoongi se lo quitó de los labios.

Jungkook hizo una expresión de confusión.

—No deberías.— Yoongi lo tiró por la ventana.

Jungkook bajó el encendedor.

Llegaron a casa de los Jeon y él sólo bajó, así Yoongi se marchó a la suya.

Jungkook saludó a sus padres y subió a su habitación rápidamente pues el olor de ub par de cervezas que bebió estaba ahí aún.

Al llegar a su habitación prendió el celular y en ese preciso momento estaba entrando una llamada.

“Taehyung 🗣️”

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