Catorce.
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Al subir Jimin colocó el seguro y se giro hacia Tae para besarlo, el cuál recibió con otro beso sus labios, se besaban sin parar.
Tae caminaba hacia atrás, hasta que su pierna chocó con la cama, dejándose sentar, Jimin sobre él, en arcadas, se besaban y frotaban descaradamente.
Gemidos y jadeos no terminaron de inundar la habitación, Taehyung devoraba el cuerpo de Jimin, simplemente a besos y lamidas pues Jimin ya le había aclarado que no quería ni un solo chupetón, ni marca en su piel, cosa que Tae respetó pensando que era por sus padres, cuando fue por Yoongi que pidió eso.
Jimin por otro lado, gemía y se movía para frotarse.
Pero escucharon que abrieron la puerta principal, Jimin enseguida se levantó, se colocó bien pues su camisa era holgada y larga, nadie notaria su erección, pero Tae tenía un problema, el no usaba camisas largas ni pantalones flojos, lo que hacía evidente su duro problema, que lo tapó con la almohada de Jimin.
Jimin se acercó y fue a quitar el seguro de la habitación.
—¿Jimin?— su padre, quien se escuchaba que subía las escaleras.
Jimin corrió por dos libros de su escritorio, le dio uno a Taehyung y abrió el otro, sentándose para fingir que leían.
Su padre abrió la puerta, ambos sonriendo, tratando de verse muy naturales y tratando de ocultar sus mejillas rojas.
—¡Hey!— Jimin a su papá, dejando el libro en la cama, levantándose a saludarlo.
—Jiminie, Hola Tae.— su padre, sin moverse de su lugar estirando la mano para que Tae se levantara a dársela.
Tae tragó saliva, dejando el libro en la cama, parándose aún abrazando la almohada, auto-obligándose a bajar su erección, saludó al señor Park.
—No pensaba que aún estabas aquí, ya es tarde.—
—¿En serio? ¿Qué hora es?— Tae pues le dijo a su madre que llegaría a las 11.
El señor Park miró su reloj de muñeca.
—12:40.—
Mierda.
—Bueno, me iré ya.— Tae.
La madre de Jimin subió, escuchando eso último.
—¿Pero en qué te irás? No vi tu auto afuera.—
—Vine en taxi, pero igual camino unas cuadras para abajo para tomar uno, no se preocupe.—
—Nada de eso, Steve, llevalo a su casa.— Su madre tomando los brazos del señor Park, quien asintió instantáneamente.
—Señores, que pena me da.— Tae con su mano libre colocándola tras su nuca.
—Nada de pena, no es molestia.— El Sr. Park.
—Ahh.— Tae apenado miró a Jimin, quien le sonrió asintiendo. —Está bien, muchas gracias.—
Su madre sonrió, yéndose de la habitación, el padre se dio la vuelta.
—Te espero abajo.— le dijo a Kim.
Tae se giró a Jimin, soltó la almohada dejándola en la cama, le dio un beso a Jimin y este se reía divertido por lo que acaba de pasar.
—Me debes una Jimin.— Tae, saliendo de la habitación. Jimin le respondió con una sonrisa y el bajó ya menos notorio.
En el auto con su padre en el camino, iban algo callados, Tae miraba por la ventana y el señor fijamente al camino.
—Taehyung, ¿ustedes hacían algo?— el padre con un toque de diversión.
—No, no, no, no señor, yo lo respeto.— Tae asustado.
El señor Park no pudo evitar reír.
—Tranquilo, no te voy a matar o algo así, digo es mi hijo y es raro, pero está bien, son jóvenes y se quieren, ¿Qué se le puede hacer?—
Tae se sintió más cómodo. —Oh, está bien, pero no pasó nada.— trató de decir, cuando llegaron a su casa.
—Gracias Sr. Park.—
—No es nada Taehyung.—
Tae bajó y el padre de Jimin bajó el vidrio.
—Te hubiera creído si no hubiesen tenido los libros al revés.— dijo riendo.
Tae se apenó, girándose, entrando a su casa.
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Jimin leía en su clase de historia, tratando de centrarse, pero no podía, la idea de que hoy iría a la casa de Yoongi lo tenía enloquecido, no sabía como Min iba a reaccionar. Con él nada se sabe.
Temía que las cosas saliesen mal y tuviera que decirle a sus padres.
Mordía su labio fuertemente, de mero nerviosismo.
Acabaron las clases, Tae lo llevó a casa, donde tomó sus cosas, ropa basta para unos días y se dirigió a casa de Yoongi, con un nudo en el estómago.
Llegó a su puerta en poco tiempo, tocó respirando hondo, la señora Min había salido esta mañana de viaje, así que ya no estaba , solamente estaba Yoongi.
La puerta estaba abierta, Jimin pensó que eso era raro, no entró, no quería molestarlo, hasta que escuchó un cristal romperse, se asustó pensando lo peor, así que entró.
Viendo a Suran desnuda en el suelo, con el cuerpo tan herido, lastimado realmente parecía que la había atacado una bestia, y Yoongi, como de costumbre, pegándole.
Por lo visto. No le había pegado a ella con el cristal si no solamente lo había estrellado en el suelo, pero tomó el siguiente jarrón, le iba a pegar.
Jimin corrió, colocándose delante de ella,, cerrando los ojos. Esperando el golpe.
—¡Yoongi no!— Min no tenía camisa, solamente traía unos shorts.
Min se detuvo, como si alguien lo hubiese agarrado, no le pegó, solamente gruñó y se fue a su cuarto estrellando la puerta, Jimin se quitó la chaqueta, colocándosela a ella que lloraba desconsoladamente.
—Tranquila, ¿dónde está tu ropa?—
Suran trató de respirar, señalando al sofá.
Jimin se acercó y vio algo de sangre ahí, ¿qué demonios hizo Yoongi? Se cuestionó.
En fin, tomó su ropa y se acercó a dársela.
Se giró para dejarla cambiarse tranquilamente.
—Ya.— ella dijo cuando ya tenía su ropa puesta.
Jimin se giró a mirarla. Ella solamente caminó a la salida, Park la siguió.
—Suran, ¿qué pasó? — trató de tomarla del brazo pero ella se safó.
En la orilla de la puerta ella se giró a decirle. —Alejate Jimin, alejate de él antes de que no tengas opción.— ella sacó sus audífonos y se los puso, yéndose.
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