
Cap-2 Conviviendo juntos
Narradora omnisciente:
Y aquí se encontraban, TN y Levi, sentados en el medio del verde pasto que era aventado gracias al fuerte viento. Junto a este revoloteaban las hebras negras de aquel azabache y los cabellos rubios de la chica. Frente a ellos yacía un hermoso lago rodeado de árboles de cerezo aún sin flores, ya que todavía no era la época de que florecieran, pero aún así, era una vista fabulosa para TN.
—Es muy bello ¿No lo cree capitán?— Dijo la chica mientras en sus ojos se reflejaban sus manos removiendo la cristalina agua del lago.
—...¿No quieres quitarte ese vestido? Lo estás mojando— Dijo serio observando aquel hermosos vestido blanco, tenía al rededor de cinco grandes vuelos y en la punta detalles de flores plateadas.
—Jaja, si es verdad... Es mejor cambiarme— Dijo levantándose y alejándose de la orilla del lago —¿Vendrás también? Deberías cambiarte el traje igual—
—Sí...—
El mayor se levantó sacudiendo su traje negro.
La chica sonrió inconscientemente, por alguna razón le resultó gracioso ver a su Capitán con ese traje.
—¿De qué te ríes mocosa?— Dijo mientras se dirigía a la que ahora sería su casa.
—jaja, no es nada...— Dijo divertida.
Ambos entraron a la casa y se cambiaron, primero Levi y después TN.
Ahora Levi se encontraba sentado en el sofá de la sala tranquilamente leyendo algunos documentos.
—Capitán ¿Desea algo de té?— Dijo la chica desde la cocina.
La casa no era muy grande, pero bastante cómoda para ellos dos, además, por su trabajo pasarían la mayor parte del tiempo fuera, así que no importaba mucho. De todas formas apenas llegaron TN se encargó de revisar que estuviese bien decorada, era una chica muy detallista después de todo, y resulta ser que la casa aunque sea una simple cabaña un poco alejada del pueblo, tenía un toque de elegancia por los objetos que la decoraban.
—Claro— Respondió algo desanimado.
—Aquí está— Dijo sentándose a su lado con una bandeja blanca, que tenía encima dos tazas de té de igual color.
El azabache sin muchas ganas tomó la taza y dió un sorbo de su té pero por alguna razón se quedó congelado, la chica imitó su acción, apenas sintió el sabor de aquel té que ella había preparado lo escupió.
—¡Uwah! ¡¿Quien demonios hizo esto?!— Dijo la chica mirando con desagrado el té.
—Emm, tú— Dijo el mayor dejando la taza nuevamente en la bandeja —Es asqueroso—
—Sabe muy amargo...—
—Dime que fue un accidente— Dijo el azabache.
—Jeje... No he preparado té en mi vida— Sonrió nerviosa.
—Ahhh— Soltó un suspiro cansado —¡¿Realmente no sabes preparar un té?!— Alzó la voz exaltando a su ahora esposa.
—Jeje...—
—Ahora que lo pienso desearía no haberme casado contigo—
—Lo siento, lo siento— Hizo varias reverencias —Prometo aprender a preparar un té para usted, lo siento de veras— Dijo juntando sus manos frente a su cabeza agachada.
—Mmm, más te vale. No viviré con una chica que ni siquiera sabe preparar un simple té... Hablando de eso ¿Sabes cocinar?... ¿No?—
—Nop—
—¡¡¿Qué?!!—
—Es broma—
—Agh...—
—Hablando de cocinar, comenzaré a preparar la comida— Dijo levantándose.
—Procura que no sea como ese té—
—Que sí— Hizo un tierno puchero haciendo que Levi rodase sus ojos.
(...)
—Depués de todo por lo menos sabes cocinar—
—¿Eso es un sí?— Dijo sonriendo ansiosa.
—Mmm... Sí supongo que est—
—¡¡Sí!! ¡¡Te gustó!!—
En ese momento TN que se encontraba al lado de Levi, se lanzó a darle un abrazo, provocando no muy buenas relaciones en el azabache.
—¿Qué haces?— Preguntó apartándola con el seño fruncido.
—L-lo siento... me dejé llevar...— Dijo apenada con un leve sonrojo en sus mejillas.
—Oye— Dijo levantando el rostro de la chica con dos de sus dedos en su barbilla —Solo te diré algo, solo nos casamos por Petra, no porque nos queramos, así que quiero que te quede bien claro que no debes fingir quererme, no somos un matrimonio feliz, simplemente somos capitán y soldado ¿De acuerdo?—
—No—
—¿Ah?—
La rubia rodeó el cuello del azabache con sus brazos.
—Le prometí a mi hermana que lograría que me amases y te haría feliz, te lo dije antes de la boda ¿Recuerdas?—
El azabache quedó pensativo observando aquellos orbes miel llenos de disición y firmeza.
—Sí claro... Cómo digas...— Dijo bajando los brazos de la rubia.
—¿Entonces acepta q—
—Si de verdad lo prometiste— Dijo caminando hacia el cuarto, para luego detenerse y decir —Intenta cumplir tu promesa— Sonrió de lado.
La chica invirtió sus palabras y les halló un doble sentido provocando que se sonrojase por completo.
—¡¿En qué estás pensando mocosa pervertida?!—
—¡N-no estoy pensando en n-nada!— Dijo ocultando su rostro en sus manos.
(...)
Narra TN:
Estaba a punto de entrar al cuarto para dormir pero... Ahora que lo pienso ¡¡Solo hay una cama!! ¡¿Tendremos que dormir juntos?!
Abrí la puerta y me encontré con Levi ya acostado, con su antebrazo sobre su frente y su mirada fija en el techo.
—Etto... Capitán...—
—¿Qué esperas? ¿No vas a acostarte?— Preguntó sin mirarme.
—E-es que—Dije cabizbaja.
De repente escuché una risita, cuando levanté mi rostro el Capitán ya no estaba en la cama sino que estaba delante de mí, sonriendo burlonamente.
—¿Me tienes miedo o...— Agarró mi mentón y me obligó a mirarlo a los ojos —...tienes vergüenza?—
Mi rostro estaba completamente sonrojado, podía sentir mis mejillas arder.
—¡No! Es decir... Sí... Bueno...—
Escuché una risa otra vez.
—Despues de todo eres muy inocente... ¿Cuántos años tienes?— Preguntó separándose un poco de mí.
—Es irónico que no sepas la edad de tu esposa... diecinueve... ¿Por qué?—
—Mmmm, ya veo... Bueno, vayamos a dormir— Dijo sentándose en el colchón.
—P-pero—
—Nada de peros, venga, que no te voy a violar—
¡Lo dijo! ¡Justo tenía que decirlo! ¡Mi rostro debe estar peor que un tomate!
—Mocosa... Oye... ¡Hey!— alzó la voz haciéndome despertar de mi trance.
—¡H-hai!— Hice el saludo inconscientemente.
—A-a, eres extraña... Estoy de buen humor, así que no me hagas cambiar de opinión y acuéstate antes de que haga que duermas en el suelo—
—Ng...— Bufé inflando mis cachetes.
Me acosté en la cama al lado del Capitán, nunca me imaginé estar así con él... Es extraño...
Después de un rato el capitán se levantó, ya era tarde, pero no podía dormir, me estaba preocupando de donde estuviera.
Me levanté cuidadosamente para no hacer ruido. Tomé una vela del cuarto, y salí en dirección a la sala, estaba todo realmente oscuro, y no se escuchaba absolutamente nada. Pero eso me ponía los pelos de punta, desde pequeña me aterró estar sola en la oscuridad.
De repente la vela se apagó por una corriente de aire que entró por las ventanas. Se me erizó por completo la piel.
Narrador omnisciente:
La chica estaba temblando, el platillo en que estaba la vela se calló al suelo, rompiendo el silencio del lugar.
—¿C-capi-t-tán?— Preguntó.
Se sobresaltó al sentir el chirrear de la madera de la puerta principal siendo abierta.
—¿T-tn?— Dijo Levi confundido observando a la chica temblando, sentada en el suelo abrazándose a si misma por el frío de la noche.
—¡Capitán!— Dijo lanzándose a abrazarlo.
—¿Q-qué haces, mocosa?—
—¡¿Por qué me dejó sola?! ¡¡Casi me mata del susto!!— Dijo afirmando más el agarre.
—¿Ah? ¿Acaso... Tenías miedo?—
—S-sí...—
—Ahhh, vuelve a dormir— Dijo agarrando su mano mientras caminaban hacia el cuarto.
—P-pero se queda c-conmigo ¿Si?— Dijo mordiendo sus uñas.
—Si, si, ahora duérmete ya— Dijo acomodando a la chica en la cama.
El azabache se acostó a su lado, y arropó la chica con las suaves mantas color rosado pastel. Luego se dió la vuelta dándole la espalda, pero en unos minutos la chica lo abrazó provocando sobresalto en él... Esa chica por alguna razón le hacía sentir paz y confianza, pero como él nunca tuvo ese tipo de sentimientos, simplemente los mezcló con molestia y apartó los brazos de la rubia la cual ya se había dormido.
(...)
Narra TN:
Abrí pesadamente mis párpados, las cortinas blancas de las ventanas eran movidas por el aire, aún era temprano ya que el cielo no estaba del todo claro, parecía que hace poco hubiese amanecido. Me levanté de la cama, para después bañarme, arreglarme y luego dirigirme a la cocina. Cuando de repente un olor a quemado llegó a mi nariz y después ví salir humo de la cocina.
—¡¡La casa se está quemando!!—
Empecé a correr para ver de dónde provenía el fuego, y venía de un sartén en la cocina, además había una persona sosteniéndolo.
—¡¡Capitán!!—
—Callate mocosa, no grites a esta hora—
—¿P-pero que está haciendo?—
—¿Que no ves? El desayuno—
—¿Eh? ¿Entonces por qué está quemando la casa?—
—¡¿Ah?!—
Al parecer mi suposición no era correcta, y mi pregunta hizo que el Capitán se enfadase.
—¡Ha! Yo d-digo que... Mejor déjeme hacer el desayuno a m-mí, puedo hacer algo delicioso— Sonreí nerviosa.
Me fui acercando poco a poco y cuando llegué hasta él, lo agarré de los hombros y lo fui empujando despacio hasta la puerta.
—Venga, déjeme a mí la comida, vaya a tomar asiento, yo prepararé algo delicioso para los dos—
Lo fui empujando, pero cuando llegamos a la puerta se detuvo y se dió la vuelta.
—Oye mocosa déjame ayudarte—
—¿Eh?—
Me quedé pensativa unos segundos, pero al ver como había dejado la cocina y nuestro supuesto desayuno supe que era una mala idea, aunque tal vez me hubiese gustado cocinar con él. Pero supuse que si le decía lo que pensaba se enojaría mucho, así que con una buena actuación y delicadeza hablé.
—Capitán por favor, déjeme hacer el desayuno (comida y cena) quiero que pruebes de mi comida, al menos déjame hacer esto a mí (porque si lo haces tú estoy segura que muero por envenenamiento) por favor, me gustaría mostrarte mis sentimientos de amistad a partir de esta comida, así que (no te atrevas a intentar cocinar otro vez) toma asiento y espera pacientemente—
Después le dediqué una sonrisa y con mucho esfuerzo logré que aceptase.
Ahora sólo debemos esperar a desayunar para prepararnos y volver al Cuartel. Ahora formo parte del escuadrón de el Capitán, así que tendré que conocer a los chicos de allí... Además ese tal "Chico Titán" me tiene muy intrigada, quisiera conocerlo.
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