"мαℓ ϲαяάϲτєя."

Intentaba mantenerse calando, su linda mariposa no merecía pasarla mal, al contrario, su chica merecía las estrellas y la luna, ella era la única persona, además de su hermano menor que podían hacerlo mantener la calma.

Respirando profundo puso atención a su novia, y es que Kanae veía maravillada las reliquias en aquella tienda, sobre todo aquel viejo vestido de novia, tanto que la chica no veía las segundas intenciones de el vendedor.

— Nemi, ¿verdad que es hermoso?
— Lo es cariño.

La chica le sonríe como sólo ella sabía, tan angelical, que Sanemi suspira como el tonto enamorado que es, todo es calma momentánea hasta que el vendedor hizo de las suyas.

— De verdad lo sentimos muchísimo.
— No, no lo siento.
— Sanemi, de verdad lo siente.

El oficial delante de ellos mira a la pareja, Sanemi mantiene la delicada mano de su chica entre la suya, el oficial suspira al ver la pena en la chica.

— Esta bien señorita, debe agradecer que su novio la defendió, el tipo al parecer era toda una fichita.

Kanae asiente, mirando de reojo a Sanemi puede ver como este tiene los ojos cerrados, como si esperase el peor regaño que ella pudiera darle.

— Sanemi puede aparentar tener mal carácter, pero yo se que es una buena persona con un corazón gentil.

El oficial asiente, despidiéndose se la chica deja a la pareja sola, Kanae aprovecha que nadie les presta atención para besar la mejilla de su novio.

— Shinazugawa, ¿sabías que te amo con todo y tú mal carácter que en realidad no es tan malo?

Sanemi sonríe, regresa el beso con delicadeza mientras escucha las cantarinas risas de su amada.